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REGIONAL
El proceso que estamos siguiendo en la elaboración del presente trabajo como parte del
área de interculturalidad del Centro de Investigación para el Desarrollo Educativo y Social
(CIDES), ha sido el de la selección de lecturas, visita a los museos, y dentro del aula la
narración de la tradición oral, y las dramatizaciones realizadas por los alumnos con
participación de padres de familia. Cabe destacar que el proceso de sensibilización con los
padres de familia motivó su participación en las dramatizaciones y desarrolló niveles
superiores de identidad con su historia, con su pasado por lo que estamos doblemente
satisfechos.
Desde mucho antes viene existiendo la creencia en zonas de cañarís e Incawuasi sobre la
influencia del árbol Higuerón, la misma que es muy temido por las señoras y/o señoritas
cuando están en proceso fértil o fecundación, según manifiesta que es peligroso ingerir la
sabia o la lechecita que se produce al desgajar la hoja de la planta del árbol, esto que
siempre por curiosidad lo hacen, esto influye en los hijos que nazcan anormales convertidos
en serpiente. Es por ello cuentan legendariamente que una vez resulto una mujer gestando
sin haber convivido con ningún varón, sus familiares esperaban emocionados la venida de
un nuevo ser, entonces cuando nació sorprendió a la familia porque fue una serpiente viva
que empezó caminar a carreras con dirección al matorral y a perderse, entonces
preguntando a la señora dijo que solamente había ingerido por curiosidad un poquitito de la
lechecita de la planta de Higuerón. A raíz de esto ninguna mujer se atreve ni siquiera a
tocar a la planta, por temor de quedarse concebida del árbol.
Por ello se recomienda a los que van a estar en zona alta no jugar, mucho menos tomar la
sabia de este árbol
CUENTO
Una vez en Cañaris – Lambayeque había un murciélago quien le gustaba enamorar las
mujeres, para ello sintonizaba lo que se llama el Charango y con ello hacia baile (taki) y
así atraía las mujeres, pero siempre la practicaba en horas de la noche, porque en sí de día
no salía de su alcoba, por siguientes razones es decir que de noche disimulaba su
característica de su nariz que por naturaleza era achatada (ñato); según dice que cantaba
asiéndose a un lado al son del charango con el fin de deleitar a las mujeres ya sea como
solteras, preciosas, viudas y a veces hasta las casadas, también se enamoraba del
murciélago de su canto tan melodioso, es así que por ser charanguista y cantante les
invitaba sus amigos casi a todas las reuniones sociales. En una de ellas las chicas que lo
cogían mas a confianza se acercaba y le interrogaban diciendo ¿Qué ha pasado con su
nariz? Y este le contestaban que en una noche de jarana uno de sus amigos le ha dado un
fuerte golpe en la nariz por envidia que el tocaba muy bien lo que es el charango, pero ya
pronto voy a recuperar decía. Esto era una forma de engañar a las chicas decepcionadas.
Una vez tiempo antes hubo una familia muy feliz y organizada de padres e hijos… en la
sierra andina para realizar los trabajos agrícolas siempre los niños quedaban solos en casa,
los padre con sus Minkas salen a trabajar a sus chacras o de Minkas de su vecinos como
costumbres propias de las zonas es así que en las serranías cada quien engordan sus
chanchos para el consumo familiar, para sacrificar el animal los hace entre niños y adultos;
cuando un día los padres salen a trabajar, los niños se quedan solos y coordinan entre ellos
para pelar un chancho, lo más rápido se indica entre uno de sus hermanitos el más último y
gordito de apelativo llamado (vilco)porque era de estructura gordito, entonces vilco acepta
ser sacrificado inocentemente lo maniatan pies y manos y luego inocula el cuchillo a la
altura del corazón y es muerto después lo secciona para mostrar a la llegada de sus padres
ni bien llega ,uno de los chiquillos a carrera se acerca al papá y le dice: papi, papi…, hemos
pelado un chanchito, y el papá dice ¿Qué chanco...? el niño dice al vilco pues y todo al
ritmo frescamente. Luego el papá dándose cuenta de lo echo cae en una desesperación no
sabiendo que hacer. Es así que a posteriori de esta experiencia se puso a reflexionar. Yo
mismo tengo la culpa dijo, de haber sacrificado siempre a chanchos en delante o con ello.
En conclusión los niños son imitadores de primer orden por naturaleza
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DOCENTE DE LENGUA Y LITERATURA
PRESIDENTE DE LAS RONDAS CAMPESINAS DE CAÑARIS
COLABORADOR DEL ÁREA DE INTERCULTURALIDAD DEL CIDES - CHICLAYO