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Universidad Autónoma de Querétaro

Facultad de Psicología

Movilización, violencia, posmodernidad puntos de encuentro de


una reflexión fatal.
Luis Enrique Hurtado Trejo.
Análisis Institucional, estado e intersubjetividad.
Mtra. Tanya González García.
7mo semestre / Grupo 1 / Área Social.
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Quisiera de repente volver a soñar y


creer que un mundo mejor es posible.
Ahora eso parece ser un sueño.
Hurtadovsky, 2011

Actualmente me es frecuente ver que muchos comienzan a hablar de posmodernidad, y


veo a muchos más colegas de la facultad que también lo hacen a raíz de la visita de Dufour
a nuestra Universidad, de repente la palabra ya no tiene sentido para mi, de repente la
palabra la veo sin un sentido, y todo porque se abusa de ella por querer usarla por usar.
Lo mismo me pasa con Dufour, me parece ser que está en el top ten de las canciones más
sonadas, que es el número 1 en la estación de radio desde hace un mes con su tema
Posmodernidad y que durará mucho más tiempo ahí sonando.

Lo anterior me causa problema, deseo citar a Dufour o hablar de posmodernidad y creo


que también empiezo a generar un sin sentido con lo que quiero decir, como si sólo se
tratase de una repetición vacía y hueca, y es que, tengo que señalar este sentimiento
antes de que comience a plasmar mi idea, sino, difícilmente me resultará poder justificar
lo que quiero decir.

Dufour (2007) apunta algunos acontecimientos que pueden dar señal de la presencia de la
posmodernidad en algunas ciudades, entre otros nombra la explosión de la delincuencia
en fracciones no desdeñables de la población joven, nueva violencia y nuevas formas de
sacrificio, así mismo es claro en señalar que no todo el mundo es posmoderno ya que
quedan vastas zonas modernas e incluso quedan zonas premodernas.

Siguiendo las ideas del filósofo francés pues no nos podemos azotar de que TODO el
mundo es posmoderno porque hay zonas que no lo son, esto aún y cuando vivimos en un
sistema capitalista, a donde quiero llegar para no divagar con otras ideas es que México ya
es un país posmoderno, no sé si debemos de aplaudirlo o no, no sé qué tan bueno sea
para algunos ser un país tercer mundista pero eso sí, posmoderno. Y es que las nuevas
formas de violencia ya han emergido en nuestro país, las nuevas formas de sacrificio
también tienen presencia y el alcance de la delincuencia en la población joven también
pasa lista de asistencia, logrando así una desarticulación social y el rompimiento del ya
fracturado tejido social por la historia de nuestro país.

La violencia nos ha alcanzado, la culpa se la échanos al narcotráfico o al gobierno, pero la


violencia ya no es una cuestión de los traficantes de sustancias ilícitas, ya no se trata sólo
de la decisión que tomó un grupo político de nuestro país encabezado por el presidente
Calderón en el sentido de iniciar una batalla frontal contra las bandas del crimen
organizado, o de algunas bandas mientras protege a otra, no, creo el problema ya nos
rebaso, el tanto crecer, cenar, comer, soñar y demás acciones con hechos violentos en
nuestra cotidianidad, han generaron en nosotros la configuración de un nuevo sujeto, tal
vez ese sujeto posmoderno del cual habla Dufour, de ese sujeto que apoyaría Bernard
Mandeville, un sujeto capaz de liberar sus pasiones a costa de lo que sea o al costo que
sea para poder satisfacerse narcisistamente, ya que lo social, lo colectivo simplemente no
es su prioridad.

Así es, la violencia en nuestro país pareciera ser sólo una manera de disfrute por el acto, la
relación con el otro está mediada por la plusvalía, me sirves en cuento más me puedas
servir como víctima, el goce por matar se ve desde el momento de grabar sus grandes
hazañas y en donde los nuevos sacrificios son ofrecidos a ellos mismo como señal de
grandeza, en el mejor de los casos la colectividad tiene presencia cuando ese sacrificio se
hace a nombre del grupo delictivo al cual yo sujeto pertenezco. La violencia se trasformo,
ya no es el clásico ojo por ojo en donde por cuestiones de “negocios” ajustábamos
cuentas de manera distinta a la permitida en el contrato social, ahora sólo se trata de
saciar esa pasión, pasión que probablemente fue construida a raíz del consumo
desmedido de violencia en los últimos años.

Hay días en los que me despierto y me dan ganas de continuar dormido, esa violencia ha
rebasado limites, se cree que el arte puede ser una expresión para la construcción de un
nuevo mundo, ya que a través de la sublimación de la pasión puede existir ese contacto
con el otro, ese lazo social, pero también se ha visto afectado el arte por la violencia: la
muerte del hijo del poeta Sicilia, Juan Francisco; o los chicos que se encontraban en el
Café Iguana de Monterrey, por citar algunos.
Pareciera ahora que la violencia también encuentra cabida en el arte, al menos
violentamente se quiere abrir el camino, no en la acción de eliminación del prójimo, sino
más bien cuando al matar, al ejecutar se dan el tiempo de acomodar los cuerpos, las
extremidades, los restos de la víctima como si se tratara de una cuestión de estética,
como si dijeran “así se verá más bonito en tu fotografía”, y claro lleva la intensión de
comunicar algo a alguien, pero lo hace desde la trasgresión, ¿es acaso ahora la violencia
una nueva forma de expresión artísticas que encuentra cabida dentro del performance?.

Muertos, muertos y más muertos es lo que desayunamos a diario millones de mexicanos,


miles de videos circulan por la red, miles de ejecutores se ven gustosos por lo que hacen y
además llevan un plus en algunas ocasiones, pues les pagan por ello. Entonces, viene la
pregunta del millón ¿cuál es el papel del psicólogo, en especifico del psicólogo social?, si
tenemos que esperar a que alguien venga y nos haga la petición de la intervención y
realizar un análisis de quien la solicita y de quienes asisten a ello, de que lugares se utilizan
para realizar las sesiones de trabajo, por qué ahí y por qué no en otro lado o el por qué tal
día o no en otro, la violencia ira en ascenso, de repente nos daríamos cuenta que ese
monstro ya hasta nos está comiendo a nosotros mismos.

Creo no debemos de quedarnos en la pasividad, en la espera de la demanda, la demanda


no es tangible, la demanda es silenciosa, nosotros, supuestos sujetos sujetados de un
saber, ¿qué estamos realizaremos para atender esa demanda silenciosa?, hay quienes ya
se están moviendo, como la colectividad de “Hasta la Madre” que encabeza Javier Sicilia,
el mismo EZLN o por citar, los padres de los niños de la guardería ABC. Y muchos de
nosotros continuamos sentados frente a nuestro monitor trabajando en la granjita de
Facebook porque necesitamos que alguien venga a sacudirnos para poder intervenir, y no
hablo necesariamente de que el sacudirnos tenga que ser el solicitar nuestra intervención,
sino también que por seres cercanos nos veamos afectados por la violencia para poder
activarnos y posicionarnos desde el lugar que estamos parados, desde el lugar de un
supuesto saber.

Cornelius Castoriadis (1986) nos dice que el caos es creación, la verdad, esperaría que de
corazón que del caos que hay en nuestro país se pueda crear un nuevo mundo, no sé si
uno mejor, pero si uno nuevo en donde la nueva forma se base en una institución de amor
por el prójimo, en donde tengamos tan siquiera el chance de vernos como semejantes, al
final del día la sociedad se autocrea, y es aquí en donde tal vez encuentro esperanza en las
palabras de Castoriadis, una esperanza de un mundo en donde la forma de lazo social
desarticulado que tenemos ahora cambie, ya hay quienes están haciendo este trabajo, ya
hay quienes están analizando la situación de nuestro país y proponiendo nuevas formas
¿nosotros hasta cuando seremos parte de ello?.

Bibliografía:

Castoriadis, Cornelius (1986). El campo de lo social histórico. Revista del Departamento


Académico de estudios Generales del ITAM. México.

Dufour, Dany-Robet (2007). El arte de reducir cabezas. Ed. Grupo Editorial Planeta, S. A. y
Ediciones Paidós SAICF. Buenos Aires, Argentina.

__ (s/f). Liberalismo, liberación de las pasiones, pulsiones, tráficos.

Laplanche, Jean y Pontalis, Jean-Bertrand. Diccionario de Psicoanálisis. Paidós. Buenos


Aires Argentina.

Hurtadovsky, 2011. Extraido de Twitter: http://nanourl.us/13 el 26 de mayo, 2011.

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