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ARTE Y CULTURA

El arte durante los primeros años virreinales fue exclusividad de los religiosos y
su uso tuvo un fin práctico, el de difundir la nueva fe. Fue utilizado como un
medio de expresión que ejercía fascinación sobre los indígenas, se convirtió en
un soporte para las explicaciones didácticas que hallaban serias limitaciones en
traducir a las lenguas nativas conceptos teológicos y de catequesis de raíz
latina.

Uno de los rasgos importantes fue la exquisitez de la arquitectura religiosa. Los


templos fueron encomendados a alarifes que dominaban las técnicas de la
edificación en piedra y barro.

En el interior del virreinato (cusco, Arequipa, cojamarca, huamango, puno y


Trujillo), hubo tendencia hacia la búsqueda de lenguajes propios basados en la
utilización de elementos locales, adaptándolos al arte Europeo y
transformándolo para el uso local.

El siglo XVIII se caracterizo por la llegada de nuevas tendencias procedentes


de Francia, Austria y Alemania. Las artes ya no fueron exclusividad de los
religiosos, pasaron a ser de los civiles y la corte.

PINTURA

En la etapa inicial del virreinato la pintura recibió una gran influencia italiana. El
primero en llegar al Perú y gran exponente fue el jesuita Bernardo Bitti, quien
difundió su obra por todo el virreinato, y con el tubo la época de mayor auge el
renacimiento italiano en el virreinato. Con los años la influencia del barroco
llego al virreinato peruano con las pinturas encargadas por el convento de
santo domingo al gran pintor sevillano Miguel Güelles.

Durante aquellos 300 años de influencia ibérica se plasmo particularmente en


la pintura un perfil que definió el carácter mestizo de una simbiosis hispano
indígena cuya expresión mayor se manifestó en una corriente plástica de la
segunda mitad del siglo XVII y XVIII a la que tradicionalmente se ha llamado
como “escuela cusqueña de pintura”. Aunque la mayoría de las obras de esta
escuela es de artistas anónimos fueron los verdaderos impulsores de la
corriente cusqueña, pues a su trabajo le añadieron los elementos propios de la
cultura local. Durante el siglo XVII el arte ya no fue exclusividad de la iglesia, la
corte virreinal y la nobleza tuvieron acceso a la pintura a través de los retratos.
Estas pinturas eran más festivas y con un lenguaje pictórico mas profuso que el
del siglo anterior. Las pinturas de Cristóbal Lozano y Cristóbal Aguilar son los
más afamados porque retrataron a los virreyes más importantes del siglo de las
luces.
Bernardo Bitti, coronación de la virgen Nacimiento de San Francisco,
Bernardo Bitti

ARQUITECTURA

La arquitectura virreinal alcanzo su máxima expresión en la edificación de


iglesias, claustros, casas y mansiones señoriales, y en menor medida
fortalezas y cuarteles. Su desarrollo fue incentivado fundamentalmente por la
actividad religiosa, la cual construyo catedrales, claustros y conventos urbanos
y rurales, dispersos por toda su geografía. La mayoría de las iglesias de fines
de siglo XVI poseían planta gótica-isabelina con nave alargada y separada por
presbiterio o capilla mayor por un gran arco denominado toral. Son pocos los
ejemplos de esta arquitectura. Algunas casas-patio de Lima y Cusco, y ciertas
iglesias en provincia son la única muestra de las construcciones de aquella
época. Del siglo XVI destacan la casa de Jerónimo de Aliaga en lima, la
Merced en Ayacucho, la iglesia de San Jerónimo en Cusco y la Asunción en
juli, puno.
La casa de Jerónimo de Aliaga en lima La
Merced en Ayacucho

La iglesia de San Jerónimo en Cuzco La Asunción en


Juli, Puno.

El siglo XVII estuvo marcado por la llegada del barroco. Este estilo arribo al
Perú en un momento de gran madurez artística de los alarifes afincados en el
Perú. La reinterpretación del estilo y su adaptación al medio local hicieron de la
arquitectura virreinal peruana una expresión nueva y original del barroco
americano. A este estilo pertenecen el Palacio de Torre Tagle y el Templo de
San Agustín.
Palacio de Torre Tagle Templo de San
Agustín

En la segunda mitad del siglo XVIII aparece el rococó por influencia francesa
dejando como ejemplos la iglesia de las nazarenas y la Quinta presa en lima.

La iglesia de las Nazarenas La Quinta Presa en Lima

ESCULTURA

La escultura al igual que todas las artes, fue introducida al virreinato peruano
por la iglesia. La escultura virreinal produjo obras maestras, tanto por la
delicadeza y minuciosidad en los detalles, como por la magnífica expresión del
conjunto. Se esculpieron, mayormente, imágenes religiosas, para embellecer
los altares, las fachadas de los templos, pulpitos y confesionarios. En todos los
casos se empleo mayormente la madera y excepcionalmente la piedra. La
presencia de maestros españoles durante el siglo XVI y principios del XVII
consolido a lima como importante fuente de producción escultórica.

Entre los más importantes escultores figura Juan Martínez de Arrona, su obra
más importante es la cajonería de la catedral (1608).

En el siglo XVII ocupa un lugar especial la obra del mestizo Baltasar Gavilán
titulada “Cristo”.
Cristo, Baltasar Gavilán escultura colonial de retablo en madrera

Tallada y policromada. (S XVII)

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