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El arte durante los primeros años virreinales fue exclusividad de los religiosos y
su uso tuvo un fin práctico, el de difundir la nueva fe. Fue utilizado como un
medio de expresión que ejercía fascinación sobre los indígenas, se convirtió en
un soporte para las explicaciones didácticas que hallaban serias limitaciones en
traducir a las lenguas nativas conceptos teológicos y de catequesis de raíz
latina.
PINTURA
En la etapa inicial del virreinato la pintura recibió una gran influencia italiana. El
primero en llegar al Perú y gran exponente fue el jesuita Bernardo Bitti, quien
difundió su obra por todo el virreinato, y con el tubo la época de mayor auge el
renacimiento italiano en el virreinato. Con los años la influencia del barroco
llego al virreinato peruano con las pinturas encargadas por el convento de
santo domingo al gran pintor sevillano Miguel Güelles.
ARQUITECTURA
El siglo XVII estuvo marcado por la llegada del barroco. Este estilo arribo al
Perú en un momento de gran madurez artística de los alarifes afincados en el
Perú. La reinterpretación del estilo y su adaptación al medio local hicieron de la
arquitectura virreinal peruana una expresión nueva y original del barroco
americano. A este estilo pertenecen el Palacio de Torre Tagle y el Templo de
San Agustín.
Palacio de Torre Tagle Templo de San
Agustín
En la segunda mitad del siglo XVIII aparece el rococó por influencia francesa
dejando como ejemplos la iglesia de las nazarenas y la Quinta presa en lima.
ESCULTURA
La escultura al igual que todas las artes, fue introducida al virreinato peruano
por la iglesia. La escultura virreinal produjo obras maestras, tanto por la
delicadeza y minuciosidad en los detalles, como por la magnífica expresión del
conjunto. Se esculpieron, mayormente, imágenes religiosas, para embellecer
los altares, las fachadas de los templos, pulpitos y confesionarios. En todos los
casos se empleo mayormente la madera y excepcionalmente la piedra. La
presencia de maestros españoles durante el siglo XVI y principios del XVII
consolido a lima como importante fuente de producción escultórica.
Entre los más importantes escultores figura Juan Martínez de Arrona, su obra
más importante es la cajonería de la catedral (1608).
En el siglo XVII ocupa un lugar especial la obra del mestizo Baltasar Gavilán
titulada “Cristo”.
Cristo, Baltasar Gavilán escultura colonial de retablo en madrera