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Administración intramuscular

Definición: La vía intramuscular es una de las cuatro vías


parenteral que existe para la administración de medicamentos. A la
hora de administrar una medicación se debe de actuar
sistemáticamente, cumpliendo una serie de pasos:

Preparar el material necesario.

Preparar el medicamento.

Elegir el lugar de inyección.

Administrar el medicamento.

Preparación del material

Antiséptico.

Jeringa: La cantidad de fármaco que hemos de administrar será la


que determinará su capacidad.

Agujas: Emplearemos una aguja para cargar la medicación y otra


para inyectarla intramuscularmente de 19-23G

Algodón.

Antes de realizar cualquier procedimiento hay que lavarse las manos


Por otro lado, a la hora de cargar cualquier medicamento en una
jeringa hay que tener en cuenta varios aspectos:

Consideraciones previas

Los medicamentos inyectables pueden encontrarse en ampollas o


frasco:

Las ampollas se caracterizan por tener un cuello largo que presenta


una constricción en su base, mientras que los frascos tienen un
cuello corto coronado por un tapón de plástico duro que está forrado
externamente por un metal.

Las ampollas constituyen un sistema cerrado que, una vez roto el


cuello, pasan a ser un sistema abierto. se puede aspirar el líquido
fácilmente a través de la abertura que hemos creado.
Los frascos constituyen un sistema cerrado por lo que, para poder
extraer sin dificultad su contenido, se debe de inyectar previamente
en su interior un volumen de aire igual al volumen de la sustancia
que albergan y que queremos extraer.

La medicación puede venir presentada para administrarla


directamente o mezclándola previamente con un disolvente. Así la
encontraremos en forma líquida o como polvo, Cuando haya que
mezclar el fármaco con un
disolvente trabajaremos con dos
recipientes: uno que contiene el
fármaco y otro que contiene el
disolvente. Por otro lado, debemos
de tener en cuenta que:

Hay que leer siempre las


instrucciones. Así sabremos cómo se
debe realizar la mezcla, la cantidad
de disolvente que se precisa, si se
puede desechar o no parte de éste,
cuál es su composición, Los pasos
para conseguir la mezcla son, por
este orden:

Cargar el disolvente en la jeringa.


Introducir la cantidad de disolvente
indicada en el recipiente que
contiene el fármaco. Homogeneizar
la solución si es necesario Cargar la
solución nuevamente en la jeringa.

Para conseguir una solución


homogénea nunca agitaremos la
mezcla pues, además de formarse
espuma, se pueden producir cambios
que modifiquen su farmacodinamia.
Lo que se debe hacer es rotar el
recipiente entre las palmas de las
manos hasta homogeneizarla.

Instrucciones para cargar en una


jeringa un medicamento
inyectable a partir de una
ampolla

Tome la ampolla y golpee


suavemente su parte superior con un
dedo, así todo el contenido pasará a la parte inferior del recipiente.
Coloque una gasa pequeña alrededor del cuello de la ampolla con el
fin de evitar un posible corte.

Sujete la ampolla con la mano no dominante. Con los dedos pulgar


e índice de la otra mano, rompa el cuello de la ampolla en dirección
opuesta a usted.

Coja la jeringa que previamente había preparado con la aguja de


carga e inserte ésta en el centro de la boca de la ampolla. No
permita que la punta o el cuerpo de la aguja toquen el borde de la
ampolla. Si ello sucede, deseche el material y reinicie el
procedimiento.

Incline ligeramente la ampolla y vaya aspirando el medicamento con


la jeringa. Recuerde que para movilizar el émbolo no debe apoyarse
en éste, sino en las dos lengüetas que posee la jeringa: la del propio
émbolo y la del cuerpo.

Una vez cargada toda la medicación, saque la aguja de la ampolla.


Sostenga la jeringa con la aguja apuntando hacia arriba para que el
líquido se asiente en el fondo de la primera. Golpee la jeringa con
un dedo para favorecer que asciendan las burbujas de aire que se
puedan haber aspirado. Tire levemente del émbolo para que si
queda algo de líquido en la aguja éste caiga al cuerpo de la
jeringuilla. Ahora empuje suavemente el émbolo hacia arriba para
expulsar el aire, procurando que no se pierda nada del líquido. Ya
tiene la medicación cargada. Proceda ahora a cambiar la aguja de
carga por la que vaya a utilizar en el paciente

Instrucciones para cargar una jeringa a partir de un frasco

Conecte la aguja de carga a la jeringa elegida.

Retire el protector de la aguja.

Cargue la jeringa con un volumen de aire equivalente al volumen de


sustancia que vaya a extraer.

Retire la tapa metálica del vial y desinfecte la parte que queda


expuesta con un antiséptico.
Inserte la aguja por el centro del tapón, e inyecte el aire en el frasco
sin dejar que el émbolo se retraiga. Procure que el bisel de la aguja
quede por encima de la medicación, sin introducirse en ella, pues así
se evita la formación de burbujas y se facilita la extracción posterior
del líquido.

Tome el frasco con la mano no dominante a la vez que con la otra


sujeta firmemente la jeringa y el émbolo.

Invierta el frasco. Mantenga la aguja en la misma posición: ahora,


al haber invertido el frasco, quedará cubierta por el líquido (se
previene la aspiración de aire).

Permita que la presión positiva del aire introducido llene poco a poco
la jeringa con el medicamento (la presión impulsa el líquido hacia la
jeringa y desplaza el émbolo). Tire un poco del émbolo si
es necesario.

Saque la aguja del tapón del frasco. A veces la presión existente en


éste puede hacer que al realizar esta maniobra salga algo de líquido
y nos salpique. Para evitarlo, tenga la precaución de volver a
colocar el frasco en su posición original (recuerde que para extraer la
medicación lo había invertido).

Si lo que ha extraído es la medicación, aquí ha acabado el


procedimiento de carga. Si lo que ha extraído es el disolvente y
ahora tiene que introducirlo en el frasco de la medicación, actúe
siguiendo los pasos que se han detallado hasta ahora. La única
diferencia es que no tendrá que cargar la jeringa con aire, pues ya la
tiene cargada con el disolvente.

Lugar de inyección para Adm. Intramuscular

Las zonas donde se pueden administrar los medicamentos


intramuscularmente son el dorso glúteo, la deltoides, la ventroglútea
y la cara externa del muslo. A la hora de elegir el lugar de punción
tendremos en cuenta la edad del paciente y su masa muscular, la
cantidad de medicamento a inyectar, si es una sustancia más o
menos oleosa, etc.
Características principales de cada una de las áreas

Posición del Volumen


Área Precaución Otros
enfermo admitido
Evitarla
en < 3
D. lateral años.
Nervio
Dorso glútea D. prono Hasta 7 ml De
ciático
Bipedestación elección
en niños
> 3 años.
Prácticamente Nervio
Deltoidea Hasta 2 ml
todas radial
De
D. lateral elección
Ventroglútea Hasta 5 ml
D. supino en niños
> 3 años.
De
Cara
D. supino elección
externa del Hasta 5 ml
bipedestación en < 3
muslo
años.

Zona dorso glúteo Se localiza en el cuadrante superior externo de


la nalga, pues así es como se evita lesionar el nervio ciático. Es el
lugar que más fármaco admite: hasta 7 ml. El paciente puede estar
en decúbito lateral, en decúbito prono o en bipedestación (en este
último caso, debe de tener cerca una zona de apoyo por si surge
cualquier complicación). Debe de evitarse su uso en los menores de
tres años.
Figura 1

Zona deltoidea Está ubicada en la cara externa del deltoides, a


tres traveses de dedo por debajo del acromion. Se debe de tener en
cuenta que el nervio radial pasa cerca de ahí. Admite hasta 2 ml de
volumen. El paciente puede estar prácticamente en todas las
posiciones: bipedestación, decúbito supino, decúbito lateral o
bipedestación.

Figura 2

Zona ventroglútea Es una de las más seguras, ya que no tiene


cerca ningún punto conflictivo. Con el enfermo en decúbito lateral o
en decúbito supino, colocaremos nuestra mano en la base del
trocánter mayor del fémur del lado elegido. A continuación
abriremos los dedos de la mano y pincharemos en el espacio que
quede entre los dedos índice y medio. Admite hasta 5 ml. de
volumen. Junto con el dorso glúteo es la de elección para los niños
mayores de tres años.
Figura 3

Cara externa del muslo Admite hasta 5 ml de volumen. Con el


paciente en decúbito supino o en bipedestación, delimitaremos una
banda imaginaria que vaya, por la cara externa del muslo elegido,
desde el trocánter mayor hasta la rótula. La zona óptima de
inyección está localizada en esta banda, 5 cm por arriba y 5 cm por
debajo de su punto medio. Es la zona de elección para los niños
menores de tres años.

Figura 4

Pasos a seguir a la hora de ejecutar la inyección


intramuscular son los siguientes:

Antes de inyectar el medicamento desinfectaremos la piel.

Para ello aplicaremos una torula impregnada de antiséptico en el


centro de la zona elegida.
Posteriormente y con un movimiento que dibuje una espiral hacia
fuera, abarcaremos un diámetro de unos 5 cm.

Con ello “barreremos” hacia el exterior los gérmenes de esa zona de


la piel, cosa que no conseguiremos si el movimiento que le
imprimimos a la torula es de derecha a izquierda o de arriba abajo.

La aguja se puede insertar tanto mediante el sistema cerrado


(jeringa y aguja conectadas) como mediante el sistema abierto
(jeringa y aguja separadas), no poniéndose de acuerdo las fuentes si
un procedimiento es mejor que el otro y cuándo debe aplicarse cada
uno de ellos. En lo que sí hay coincidencia es en que la aguja se
debe de introducir formando un ángulo de 90º (por lo que es
indiferente hacia dónde mire el bisel) con un movimiento firme y
seguro, en un solo acto.

Antes de introducir el medicamento siempre se debe aspirar para ver


si hemos conectado con un vaso.

En caso afirmativo, debemos extraer la aguja y pinchar nuevamente


en otro lugar.

El medicamento se debe de inyectar lentamente ya que, aparte de


ser menos doloroso, iremos dando tiempo a que se vaya
distribuyendo por el músculo. Como medida emplearemos un
minuto -y nunca menos de treinta segundos- en introducir 5 ml de
sustancia. Durante todo el procedimiento iremos observando cómo
va reaccionando el paciente y le preguntaremos si tiene dolor, si se
encuentra mareado, etc.

Una vez hayamos administrado todo el medicamento, esperaremos


unos diez segundos antes de retirar la aguja, pues así evitaremos
cualquier pérdida de medicación. A continuación colocaremos la
torula con el antiséptico justo sobre el punto de la inyección -al
sujetar la piel minimizaremos en lo posible el dolor- y retiraremos la
aguja con suavidad y rapidez. Posteriormente haremos una suave
presión mientras friccionamos ligeramente la zona para evitar que el
medicamento se acumule y así favorecer su absorción.

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