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SEGUNDO TALLER INTERNACIONAL DE VIVIENDA POPULAR VIPO 2000.

TEMÁTICA: MATERIALES, TÉCNICAS Y SISTEMAS CONSTRUCTIVOS.

PONENCIA: LA VIVIENDA DE TIERRA EN CAMAGÜEY.


AUTOR: M. Sc. Ing. IVÁN VILA CARMENATE
CENTRO DE ESTUDIOS DE CONSERVACIÓN DE CENTROS HISTÓRICOS Y PATRIMONIO
EDIFICADO.
UNIVERSIDAD DE CAMAGÜEY, CUBA.

INTRODUCCIÓN
La tierra ha sido uno de los materiales de construcción más empleada en todos los tiempos. Se
tienen referencias de su uso desde el sexto milenio antes de nuestra era y ha sido reconocida
junto con la cal por su docilidad y buenas propiedades para construir.
El continente americano cuenta con arquitectura de tierra en casi todos sus confines. En su parte
norte y central se localizan en Arizona, Nuevo México, así como en los Estados Unidos Mexicanos
de Sonora, Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, Zacatecas, Tlaxcala, Morelos y en los países
centroamericanos de Guatemala, Honduras, y El Salvador.
Se usaron diferentes técnicas para construir con el material de construcción tierra. El tapial, los
muros de adobe; el embarrado, quincha o bajareque, han sido básicamente las más usadas en
esta zona geográfica.
En Cuba, por su parte, no hubo tradición en el uso del adobe. Fueron el tapial y el embarrado las
técnicas más empleadas. En la región occidental el tapial y en la centro oriental esa técnica y el
embarrado se utilizaron indistintamente. En la zona oriental, sobre todo en Santiago de Cuba, con
la actividad sísmica más marcada del territorio nacional, se encuentran muchos ejemplos de
inmuebles hechos a partir de embarrado, que han tenido muy buen comportamiento ante esos
fenómenos tan destructivos.
El adobe presenta inconvenientes al ser usado en zonas húmedas. En México se refleja
claramente esto, donde en zonas del litoral caribeño como Yucatán, Campeche y Veracruz, con un
marco geográfico muy similar al de nuestra estrecha isla, aparece un porciento de casas de adobe
muy bajo, sin embargo tienen un alto porciento con la técnica del embarrado o bajareque.

DESARROLLO
Camagüey, cuyos antepasados están asentados en la antigua Villa de Santa María del Puerto del
Príncipe, fue fundada en 1514 en Punta de Guincho, Nuevitas, en la costa norte como parte de las
siete primeras villas establecidas en la isla de Cuba por los colonizadores españoles. Conserva la
ciudad uno de los mayores centros históricos del país y fue declarada Monumento Nacional en
1975.
El material de construcción más extendido en todas sus construcciones fue el barro cocido. Sus
resistentes ladrillos, las rojas tejas criollas, y el famoso tinajón (vasija que se utilizaba para recoger
el agua de lluvia) contribuyeron a que se le calificara como la ciudad del barro. Sin embargo, no
fueron esos materiales constituidos por arcilla cocida los que se utilizaron en las primeras
construcciones de la antigua villa: el guano, la madera y el embarro conformaron las primitivas
obras.
En algunas escrituras que sobrevivieron al incendio que destruyó casi toda la ciudad en 1668, se
ha podido comprobar la existencia en 1627, de una casa en la Plaza Mayor hecha de guano,
madera y embarro. Entre esos documentos se confirma el uso del ladrillo en 1620, lo que
establece que en el siglo XVII se levantaban los muros de las edificaciones con ambas técnicas
constructivas.
En 1856, en las Ordenanzas del Ayuntamiento se prohibieron las construcciones de embarro por
considerarlas inapropiadas para el ornato. En 1857, se hizo un inventario para cobrar los
impuestos, que arrojó una cantidad de más de 180 casas de embarro en la ciudad.
Jacobo de la Pezuela, en su Diccionario Geográfico, Estadístico, Histórico de la isla de Cuba de
1862, reportó una cuantía muy superior a la anteriormente citada y da fe del uso del embarrado en
toda la Jurisdicción.
La ciudad pierde la tradición en el uso de la tierra cruda por las ordenanzas citadas y no tenemos
conocimiento del por qué no sobrevivieron las que existían hasta el momento del decreto. Esta
situación no se comportó de igual manera en otros lugares de la provincia. Cascorro en Guáimaro,
Nuevitas y San Gerónimo (incendiado durante la guerra de independencia de 1868) sí continuaron
utilizando esta técnica constructiva.
En cuanto a los sistemas utilizados plantea Francisco Pratt Puig: ... “un entretejido de hierba de
fibra incorruptible llamada espartillo, enlaza unos palos hincados en el suelo y colocados entre los
horcones, sobre aquel se echan con fuerza por ambas caras puñados de barro amasado que se le
adhiere, construyendo así los tabiques de embarro. Este sistema constituye una especie de tapial
sin moldes”1.
El tapial fue muy usado en la Habana. Su técnica constructiva consistía en: construir cada tapia de
una sola vez, echando el derretido de barro dentro de los moldes clavados a las caras externas de
las rafas. Cuando el barro se secaba se desmontaban y armaban de nuevo encima. A la mezcla de
tierra se le agregaban piedras de diferentes tamaños. Esta técnica no fue empleada en las
construcciones en Camagüey, donde predominaron las casas de embarrado.
Los techos utilizados en las construcciones de tierra camagüeyanas se conformaron con
1 Pratt Puig, Francisco. El Pre barroco en Cuba una escuela criolla de arquitectura morisca. La Habana, Ed. Burgay y
Cía, 1947. P 151.
armaduras simples de madera, cubiertas por diferentes materiales como: guano, tejas criollas,
francesas y metálicas.
De ese patrimonio arquitectónico construido quedan pocos ejemplos en la provincia. En la ciudad
de Camagüey no sobrevive, por lo investigado hasta el momento, ningún edificio con la técnica del
embarro. Sin embargo, existen, con gran peligro de desaparecer, unos pocos ejemplos en
Cascorro, Nuevitas y Sibanicú. En el primer municipio quedan 18 viviendas y en los dos restantes
una percápita con la pérdida de algunos de sus muros.
El estado de conservación de los inmuebles en general se califica de regular y existe una
tendencia a su desaparición pues se están transformando a un ritmo acelerado. Aunque las
personas que habitan en casas de tierra reconocen el agradable ambiente térmico de las mismas
en relación con las de hormigón u otros materiales, se impone una fuerte labor educativa que
contribuya a la apropiación de los valores que tiene esta arquitectura.
En los últimos años se han desarrollado algunos cursos talleres en provincias orientales del país,
sobre el tema de la arquitectura de tierra, auspiciados por el Centro Internacional para la
Construcción de Tierra- Escuela de Arquitectura de Grenoble. Algunos especialistas de Camagüey
han estado presentes en los mismos, pero aún no son suficientes, ni se cuenta, en estos
momentos, con un movimiento que le esté dedicando la inmediata atención a esas construcciones.
Por lo pronto, ya se emprendió una investigación que permitió inventariar ese patrimonio y
posibilitará trazar una estrategia de intervención para prevenir su posible desaparición.
En relación con las nuevas construcciones de tierra desarrolladas en los últimos años, es a
principios de la década de los 90s, con la aparición del período especial (situación de crisis
económica), que se retoma el uso de ese material. Se implementó el uso de técnicas alternativas
que empleaban un mínimo porciento de cemento por lo deficitario que resultaba este material.
Esta experiencia se estuvo desarrollando en toda la provincia y se construyeron comunidades
entre las que se pueden nombrar las del Edén, Sánchez Soto, en la ciudad y en otros municipios
como es el caso de Sierra de Cubitas. Al mismo tiempo se han desarrollado experiencias en
Guaimaro y Nuevitas (en la comunidad Las Flores) que continúan la tradición de las antiguas
técnicas, prescindiendo del cemento y otros materiales modernos. Se emplean los materiales de
la localidad: la tierra, las fibras vegetales, la madera y el guano, conformando viviendas
sustentables que se adecuan perfectamente a las condiciones del lugar. Estos ejemplos son
válidos para extenderlos a otras comunidades rurales en las que crecen las necesidades de
vivienda y no cuentan con la disponibilidad de los materiales de construcción modernos.
CONCLUSIONES
La arquitectura de tierra en Camagüey exige de una rápida atención. El Centro de Estudios sobre
Conservación de Centros Históricos y Patrimonio Edificado de la Universidad de la provincia,
conjuntamente con la recién creada Oficina del Historiador de la Ciudad (Oficina adscrita al
Gobierno Municipal que se ocupa de la Conservación del Centro Histórico) y la Dirección Provincial
de Patrimonio, deberán trabajar de manera conjunta para detectar y conservar ese patrimonio casi
olvidado. Se deberán establecer estrategias que permitan una pronta intervención.
El Centro de Estudios de Conservación de la Universidad de Camagüey aprobó una línea de
investigación sobre el tema y ha incluido en la segunda versión de la Maestría en Conservación del
Patrimonio, una asignatura en la que se enseñará dicha temática. De esa manera se garantizará
que los profesionales dedicados a la conservación conozcan, valoren y sepan intervenir
adecuadamente la arquitectura de tierra. Paralelamente se continuará enseñando en el nivel de
pregrado el uso de las técnicas alternativas que incluyen la tierra como material de construcción,
para crear en los jóvenes una conciencia de la necesidad del uso de éste, que resulta más
económico en sus proyectos de curso. A la vez se deberá incluir en sus programas los métodos
para conservar esa reciente arquitectura, que ya está presentando serios problemas de deterioros.
BIBLIOGRAFÍA
Barragán, Juan Ignacio. 100 años de vivienda en México. Historia de la Vivienda en una óptica
económica y social. Monterrey, México, Urbis Internacional, S.a de CV, 1994. 29-38 pp.
Cofiño, Manuel. Historia de nuestras casas. La Habana, Ed. Gente Nueva, 1978. 11-40 pp.
De la Pezuela, Jacobo. Diccionario Geográfico, Estadístico, Histórico de la isla de Cuba. T IV.
Madrid, Imprenta del Banco Industrial y Mercantil, 1866.
García Montes de Oca, Eva. , et. al . Manual de Técnicas Alternativas. Villa Clara, BIL, 1993. 58
Pp.
Gómez Consuegra, Lourdes. , et. al . Centro Histórico de Camagüey. Camagüey, Ed.
Universidad de Camagüey, 1989. 101 Pp.
Pratt Puig, Francisco. El Pre barroco en Cuba una escuela criolla de arquitectura morisca. La
Habana, Ed. Burgay y Cía, 1947. 438 Pp.
Roux Gutiérrez, Rubén. , et. al. Utilización del material adobe para la vivienda popular en la zona
conurbana de la desembocadura del río Panuco. Tampico, México. Centro Universitario Tampico-
Madero, 1990. 90 Pp.
Vivienda-Camagüey. Consumos de materiales aproximados para diferentes variantes de técnicas
alternativas. Camagüey, 1995. 20 Pp.

GLOSARIO
Adobe: tabique de barro sin cocer. Se obtiene secando al sol la arcilla amasada con paja para
conferirle mayor solidez.
Embarro: término usado en Cuba para significar la naturaleza de los muros de barro que tienen en
su interior una estructura conformada por madera y fibras vegetales.
Guano: palma con las hojas o pencas en forma de abanico, que se emplean para techar
construcciones rústicas.
Tapia: cada uno de los trozos de pared fabricado de una sola vez con derretido de barro amasado
y apisonado dentro de una horma.
Tapial: muros de barro que se conforman compactando el material por capas y confinándolo con
moldes rebatibles.
Rafas: pilares de ladrillo o piedra embebidos en los muros de mampostería o tapiales para
reforzarlos.

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