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Actividades extraescolares: ¿interés o descanso?

Introducción

La llegada del nuevo curso escolar viene acompañada cada año de una tarea paralela: la
configuración de la agenda de actividades extraescolares del niño.

La finalidad de este artículo es hacer ver la realidad misma; pretendo que los adultos
que tienen niños a su cargo, piensen un poquito en los intereses y en las relaciones
interpersonales de esos niños. No sólo es suficiente que los niños se relacionen con
otros niños (ámbito social), sino que amplíen también sus relaciones dentro del ámbito
familiar, pasando tiempo con los padres, hermanos, abuelos…

Se consideran actividades extraescolares las encaminadas a potenciar la apertura del


centro a su entorno y a procurar la formación integral del alumnado. Las actividades
extraescolares se realizarán fuera del horario lectivo, tendrán carácter voluntario para el
alumnado y buscarán la implicación activa de toda la comunidad educativa.

Dichas actividades deben estar aprobadas por la Comisión de Actividades


Extraescolares, en el seno del Consejo Escolar. Pueden ser organizadas y realizadas por
Equipos de Ciclo, A.P.A.s, otras asociaciones y Ayuntamiento.

Cómo elegir la actividad extraescolar más adecuada a los hijos

Teatro, pintura, patinaje, tenis, idiomas, ballet ¿A qué actividad apuntamos nuestro
hijo? La oferta de actividades extraescolares es cada día más variada, y elegir la más
adecuada para nuestros hijos resulta cada vez más difícil. Hoy en día, las escuelas nos
facilitan la elección. Muchas ya ofrecen una gran gama de actividades a la salida del
cole, evitando así los molestos e incómodos desplazamientos.

Es muy importante que los padres sepan claramente el por qué están apuntando a su hijo
a una actividad extraescolar. Es necesario que se pregunten si existe esta necesidad, si el
niño está preparado o interesado, o si es apenas una forma de ocupar el tiempo de su
hijo al salir de clase.

Muchos padres creen que las actividades fuera de clase ayudarán a su hijo a relacionarse
mejor y a conocer nuevos compañeros, es decir, a sociabilizarse. Sin embargo, algunos
psicólogos advierten que esta actividad no debe ser concebida como una obligación para
los niños. Ellos también necesitan tiempo libre para estar en familia, con sus padres, o
hermanos, también para jugar o no hacer nada. El niño que no está apuntado a
actividades extraescolares no estará perdiendo el tiempo ni la oportunidad de prepararse
para el futuro. Los niños tienen el derecho de decidir en qué empleará su tiempo libre.

Sobrecargar a los niños es riesgoso

La clave para determinar si estamos incluyendo demasiadas actividades en la agenda de


nuestros hijos es averiguar si el niño realmente se está beneficiando de llevar un horario
tan apretado. Y para ello hay que considerar tanto las consecuencias positivas que se
derivan de la actividad en cuestión, como los efectos negativos.

Por ejemplo, todos sabemos cuáles son las múltiples ventajas del deporte: contribuye a
la forma física, refuerza la autoestima, la camaradería y el espíritu de equipo. También
contribuye al desarrollo de las habilidades sociales y enseña a manejar el éxito y el
fracaso.

Son muchos los pedagogos que insisten en los beneficios de la vida en familia sobre las
actividades extraescolares: está demostrado que el niño que pasa tiempo con sus padres
es menos agresivo, tiene menos problemas en la escuela e incluso es menos propenso al
uso de drogas.

Sin embargo, los expertos aconsejan apuntar a los niños en actividades si la alternativa
es que el niño esté solo en casa: “en el centro donde imparto clases extraescolares de
psicomotricidad vemos cómo muchos padres que salen de trabajar tarde matriculan a los
niños en actividades para evitar que el niño esté solo. En este caso sí es positivo, aunque
las clases se conviertan en una especie de guardería”.

Cómo organizar las actividades

Limita las actividades a dos e intenta que una de ellas sea un deporte.
Busca actividades que se puedan realizar una vez que el niño ha finalizado los
deberes escolares para evitar que el cansancio comience a afectar su rendimiento
en clase.
Deja que el niño participe en la elección de las actividades, que sean realmente
de su agrado.
Asegúrate que la actividad deja al niño suficiente tiempo para hacer los deberes,
disfrutar de sus amigos y de su familia.
Elige actividades acordes con la personalidad del niño.

Reflexión personal

Después de llevar trabajando 3 años en un colegio como monitora de la Escuela


Deportiva de Psicomotricidad, me planteo la pregunta que le da nombre a este artículo;
Actividades Extraescolares: ¿interés o descanso?

Esta pregunta va lanzada a los adultos, a los padres de los niños que tengo en clase.

Como todos sabemos, todas las personas no somos iguales; no tenemos las mismas
prioridades de las cosas. Cada persona es un mundo y ve las cosas de diferente manera.
Pienso que tenemos en nuestras manos la educación de unos niños que, por el momento,
no pueden defenderse solos y necesitan tener personas en su entorno, tanto familiar
como escolar, que les sirvan de referentes. Por lo mismo, ellos no eligen lo que se les
presenta, es decir, la mayoría de los niños van a actividades extraescolares por gusto
propio de sus padres, no porque a ellos les cause curiosidad o tengan interés por la
misma.

También opino, por la experiencia que tengo y por lo que puedo observar de los padres
de mis alumnos, que algunos de ellos apuntan a sus hijos a una actividad tras otra para
tenerlos el máximo tiempo ocupados y estar ellos más tranquilos en casa. Esto puedo
comprobarlo por el poco interés que muestran en mi actividad: por ejemplo, no
muestran interés en conocer qué se trabaja realmente en mi clase, el comportamiento
que tienen sus hijos, no quieren hablar conmigo sobre la evaluación que entrego de mis
alumnos cuatrimestralmente, entre otras cosas. Esto hace que yo me haga esta pregunta;
y no soy la única que opina así, ya que otros compañeros monitores opinan lo mismo.
Pero bueno, también puedo decir que hay padres que se interesan muchísimo en estos
aspectos, les gusta estar informados de todo lo que rodea a su hijo, y si comparo a unos
padres con otros, me da mucho que pensar.

Por último, decir que es un poco fuerte el tema que he tratado, pero la realidad es así;
hay que vivirlo día a día para darse cuenta de cómo van funcionando las cosas en esta
vida

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