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FUNDAMENTOS BÁSICOS DE FISIOLOGÍA Y ANATOMÍA

HUMANA

Para poder ejercer como monitor de natación, quizás no sea absolutamente imprescindible conocer
como se llama cada uno de los mas de 200 huesos que tiene el cuerpo humano, sin embargo, es
totalmente necesario tener una formación general de determinados conceptos básicos de fisiología y
anatomía humana, como los que vamos a estudiar a continuación. Esta parte de la formación, no tan
específica para un monitor de natación, determinará la profesionalidad del futuro profesor, por
ejemplo, a la hora de hablar con propiedad ante sus alumnos sobre las distintas partes del cuerpo
que intervienen en el nado.

Para su estudio dividiremos esta unidad en diferentes partes, en cada una de ella trataremos la
estructura y funciones de los sistemas que conforman el cuerpo humano, así como otras partes
importantes desde el punto de vista del monitor de natación y los primeros auxilios:

• Sistema óseo.
• Sistema articular
• Sistema cardiovascular.
• Sistema respiratorio.
• Sistema nervioso.
• Sistema muscular.
• Aparato digestivo.
• Aparato genital.
EL SISTEMA ÓSEO

El sistema óseo está formado por 206 huesos. El


hueso es un tejido conectivo especializado
compuesto por células. Químicamente está
formado por un 33% de materia orgánica
(colágeno que confiere elasticidad, flexibilidad y
resistencia) y por un 66% materia inorgánica
(calcio y fosfato que confieren dureza y rigidez).
La parte más externa del tejido óseo es muy
densa y compacta dando resistencia y dureza al
hueso, forma el denominado tejido óseo
compacto. En su parte interna, el tejido óseo
forma trabéculas que se disponen según los
ángulos de la fuerza que se ejerce en cada punto,
de modo que se consiga la máxima dureza con el
mínimo peso: es el tejido óseo esponjoso.

Excepto en las superficies articulares el hueso se


rodea por fuera de una membrana conocida como
periostio que permite la vascularización,
crecimiento en grosor y sensibilidad. A su vez la
parte interna del hueso se recubre de otra
membrana, el endostio.

Las funciones principales de los huesos son:


• Estática: dan soporte corporal.
• Dinámica: se comportan como verdaderas palancas móviles.
• Protectora: protegen los órganos que se alojan en ellos.
• Hematopoyética: son lugar de origen de células sanguíneas.
• Metabólica: constituyen un almacén de fósforo y calcio.

Según su forma los huesos se clasifican en:


• Largos: predomina su largo sobre su ancho. Por ejemplo la tibia, el peroné o el cubito.
• Cortos: su anchura, grosor y longitud son similares. Por ejemplo los huesos del carpo
(muñeca).
• Planos: son huesos delgados y anchos. Por ejemplo los del omóplato o del cráneo.
• Irregulares: son aquellos que por su forma no se pueden incluir en ningún grupo de los
anteriores. Por ejemplo las vértebras.

Estos 206 huesos se presentan organizados en una estructura conocida como esqueleto que se puede
dividir en dos partes:
• Esqueleto axial: formado por cráneo, columna vertebral, esternón y las costillas.
• Esqueleto apendicular: incluye los huesos de las extremidades superiores e inferiores.

La pelvis puede ir incluida en cualquiera de los dos.


En las siguientes imágenes podemos observar las visiones anterior y posterior del esqueleto:
EL SISTEMA ARTICULAR

Las articulaciones son los puntos de unión entre dos o más huesos, permiten el movimiento del
aparato locomotor y ayudan a amortiguar las fuerzas reactivas que inciden sobre el cuerpo al
movernos.

Según su movilidad se clasifican en:

• Sinartrosis: articulaciones inmóviles como por ejemplo las suturas craneales.


• Anfiartrosis: son articulaciones semimóviles como por ejemplo las intervertebrales o la
sínfisis púbica.
• Diartrosis: son articulaciones móviles como por ejemplo el hombro, codo o rodilla.

Las articulaciones móviles tienen las siguientes partes:

• Superficies articulares: están revestidas por


una delgada capa de cartílago especialmente
adaptado a las fuerzas de fricción, para
combatir el desgaste óseo.
• Anexos a las superficies articulares: se
pueden presentar como meniscos o como
rodetes, y son formaciones
fibrocartilaginosas destinadas a incrementar
la congruencia de las superficies articulares o
a incrementar la superficie articular.
• Cápsula articular y ligamentos: mantienen en
contacto las superficies articulares. La
cápsula es un manguito fibroso que se
inserta en la vecindad de las superficies
articulares; presenta en algunas de sus partes
engrosamientos llamados ligamentos, con el
objetivo de presentar mayor resistencia al
movimiento.
• Membrana sinovial: es una especie de bolsa que se encuentra tapizando el interior de la
cavidad sinovial a excepción de las superficies articulares. Tiene un aspecto liso y brillante
y es la encargada de segregar el líquido sinovial que actúa como un lubricante de la
articulación y además nutre los cartílagos.

(En la imagen vemos un ejemplo de articulación sinovial: la rodilla.)


SISTEMA CARDIOVASCULAR

El sistema cardiovascular es un sistema cerrado


compuesto por: el corazón (bomba aspirante-
impelente), los vasos sanguíneos (arterias y venas)
y por la sangre (líquido transportador de elementos
nutritivos y de arrastre de productos de desecho).
Vamos a estudiar cada uno de estos tres
componentes:

• El corazón: es un músculo del tamaño de


un puño y con alrededor de 2/3 de su masa
a la izquierda de la línea media del cuerpo.
Está dividido en dos cavidades superiores o
aurículas y dos inferiores o ventrículos,
comunicadas entre sí por dos válvulas
(mitral y tricúspide). Del ventrículo derecho
sale la sangre abriendo la válvula pulmonar
hacia la arteria pulmonar que la conduce a
los pulmones para que en su vuelta al
corazón llegue oxigenada, es lo que
conocemos por circulación menor. La
sangre oxigenada vuelve a entrar al corazón
por la aurícula izquierda preparada para ser
expulsada al resto del cuerpo gracias a la
fuerza de contracción del ventrículo
izquierdo, en este momento comienza la
circulación mayor.

• Los vasos sanguíneos: encontramos tres tipos de vasos sanguíneos:


Arterias: conducen la sangre desde el corazón a los diferentes órganos.
Venas: conducen la sangre desde los diferentes órganos al corazón.
Capilares: comunican las arterias con las venas, son muy finos y muy permeables,
permitiendo intercambiar sustancias con el tejido intersticial que baña las células de los
diferentes tejidos.

• La sangre: se trata de un líquido complejo que se extiende por todas las zonas del cuerpo
(excepto en los cartílagos y en la córnea) para transportar alimentos y oxígeno a los tejidos
y, al mismo tiempo, expulsar los desechos. Varía entre el color púrpura de la sangre venosa y
el rojo brillante de las arterias. Un adulto varón posee sobre los 5-6 litros, las mujeres algo
menos.
EL SISTEMA RESPIRATORIO

El sistema respiratorio es el conjunto de estructuras y órganos que facilitan el intercambio de gases


(oxígeno y dióxido de carbono) entre el medio externo y la sangre. Estas estructuras son:

• Vías respiratorias altas (nariz , faringe y laringe): son las encargadas de acondicionar el
aire. Las fosas nasales limpian y calientan en aire con su epitelio mucoso y sus pelillos,
después en la laringe se separan los alimentos del aire, pasando este último hacia la tráquea.

• Tráquea: es un conducto compuesto de 20 anillos cartilaginosos que se bifurca en dos


bronquios, cada uno de los cuales también ayuda en el proceso de limpieza del aire gracias a
la producción de un moco que atrapa las partículas nocivas. Además, llevan el aire a los
pulmones.

• Pulmones: se encuentran encerrados en la caja torácica (costillas, columna vertebral y


esternón). Están cubiertos por dos membranas, una exterior (pleura visceral) y una interior
(pleura parietal). No son músculos, simplemente entra y sale aire de ellos según las
necesidades, gracias a que una serie de músculos que los rodean ejerzan presión sobre ellos
o no.
EL SISTEMA NERVIOSO

Para que un organismo como el hombre funcione ordenada y eficientemente, es necesario que todas
y cada una de sus partes estén en íntima relación, y además, éstas deben contar con mecanismos
capaces de responder a las condiciones cambiantes en el medio ambiente en el que se desenvuelve.

El sistema nervioso es el que brinda esas funciones de relación y control; sin él, el cuerpo humano
no sería más que un fardo amorfo de órganos, huesos y músculos. Podemos considerarlo como el
elemento integrador de las diferentes funciones del cuerpo humano.

Tiene la capacidad de recibir, transmitir, elaborar y almacenar información. Recibe información


acerca de cambios que ocurren en el medio externo, esto es, relaciona al individuo con su entorno e
inicia y regula las respuestas adecuadas. No sólo es afectado por el medio externo, sino también por
el medio interno, es decir, todo lo que ocurre en las diversas regiones del cuerpo. Los cambios en el
medio externo son apreciados de forma consciente, mientras que los cambios en el medio interno no
suelen percibirse conscientemente.

El elemento básico del sistema nervioso son las células nerviosas o neuronas, pues sus propiedades
de excitabilidad y conducción constituyen la base de las funciones del sistema. El sistema en su
conjunto puede dividirse en:

• Sistema nervioso voluntario: está implicado principalmente en el control y en las


sensaciones de la piel, los músculos, huesos y articulaciones. Se subdivide en:

• Sistema nervioso central: consta del encéfalo y la médula espinal, estos son los
principales centros donde se relaciona e integra la información nerviosa. Se
encuentran suspendidos en líquido cefalorraquídeo y están protegidos por estructuras
óseas, el cráneo y la columna vertebral.
• Sistema nervioso periférico: compuesto por los nervios que conducen hacia el
sistema nervioso central y desde éste. El ser humano tiene 12 pares de nervios
craneales que parten del encéfalo y 31 pares de nervios raquídeos que parten de la
médula.

• Sistema nervioso autónomo: se encarga del control de las funciones vegetativas:


respiración, circulación, nutrición, reproducción,... Está constituido por un conjunto de
nervios encargados de las actividades involuntarias de las vísceras y órganos internos y
cuenta con un componente simpático (acelera los ritmos) y otro parasimpático (enlentece los
ritmos).
EL SISTEMA MUSCULAR

Los músculos, junto con los huesos, son los órganos encargados de permitir el movimiento, juntos
conforman un sistema conocido como aparato locomotor.

Según su control nervioso, existen dos tipos de músculos:

• De contracción involuntaria: conocidos con el nombre de músculos lisos. Constituyen la


musculatura cardiaca, los vasos sanguíneos, etc... y su contracción no depende de nuestra
voluntad si no de la "voluntad" del sistema nervioso autónomo.
• De contracción voluntaria: conocidos como músculos estriados. Principalmente envuelven
el esqueleto y le dan movimiento.

Para que el músculo pueda traccionar del hueso y moverlo, se inserta en él a través de una
prolongación de las vainas o fundas que les envuelven, conocida con el nombre de tendón. Al
contraerse el músculo, tira del tendón y mueve el hueso en el que se inserta, siempre girando sobre
una articulación.
EL APARATO DIGESTIVO

Lo constituyen un grupo de órganos que transforman los alimentos que ingerimos de forma que
podamos asimilarlos y conseguir los nutrientes y la energía que precisamos, procesando los residuos
que la digestión produce, con el fin de eliminarlos.

Está compuesto por el tubo digestivo (boca, faringe, esófago, estómago, intestino, recto y ano), y
diferentes órganos (hígado, páncreas, glándulas salivares) que segregan líquidos, hormonas y
enzimas que ayudan a la transformación de los alimentos para que puedan ser absorbidos por
nuestro organismo.

Las distintas partes de que consta el tubo digestivo tienen capas musculares que se contraen y
dilaten, y mueven los alimentos en su trayecto hacia la siguiente fase.

La digestión de los alimentos se realiza sin que nosotros nos demos cuenta, controlada por el
sistema nervioso autónomo.
EL APARATO GENITAL

Los genitales son diferentes para casa sexo:

• Genitales masculinos: se concretan en el pene y los testículos, estos últimos contenidos en


el escroto. Los testículos producen las células reproductoras masculinas, los
espermatozoides, que son liberados a través del pene en erección durante la eyaculación.
Para generar y mantener la eyaculación, el pene acumula una gran cantidad de sangre en los
llamados cuerpos cavernosos, dos conjuntos de venas sinuosas que habitualmente se
mantienen vacías de sangre.

• Genitales femeninos: se concretan en la vulva, con los labios vaginales y el clítoris. A


diferencia del caso masculino, en el que la mayoría del aparato reproductor es externo, la
mayoría del aparato reproductor femenino es interno: la vagina, el útero, las trompas de
Falopio, y los ovarios, donde se almacenan las células reproductoras, los óvulos.

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