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ABOGADOS
BOLETÍN INFORMATIVO
SUMARIO
1. Normas Legales.
2. Noticias.
3. Artículos
4. Jurisprudencia
5. Entrevistas
6. Opiniones, etc…
BOLETÍN INFORMATIVO
18 de Septiembre de 2008
NORMAS LEGALES
DE LA SEPARATA DEL DIARIO OFICIAL “EL PERUANO” DEL JUEVES 18 DE SEPTIEMBRE.
JUDICIALES
Nada Reseñable.
NOTICIAS
DIARIO LA REPÚBLICA
Fuente:http:www.larepública.com.pe
Las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac ya fueron "nacionalizadas" y esta misma semana quebró
Lehman Brothers, uno de los cuatro más importantes bancos de EEUU. Las distintas plazas bursátiles
en el mundo siguieron en picada, lo que demuestra, una vez más, que el miedo es uno de los peores
enemigos de las bolsas, por mucho que las autoridades y reguladoras intenten evitarlo. Es así que se
registró una corrida de inversionistas en muchos bancos mientras ocurría una fuga de inversores de
los mercados emergentes.
Al cierre de la jornada el Dow Jones de Industriales, el más importante de Wall Street, bajó en
4.09%. El pasado lunes tuvo la mayor desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, con una
bajada del 4.42%. En Europa, la bolsa británica perdió 2.25%, en Francia cayó 2.14% y en
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Alemania 1.75%, las demás plazas europeas también tiñeron de rojo. En tanto, las autoridades de
Rusia se vieron obligadas a suspender las operaciones en las principales bolsas de ese país.
Los países de la región también la vieron negra. En la Bolsa de Valores de Sao Paulo las pérdidas se
profundizaron en 6.75%, mientras que en la bolsa argentina el índice líder Merval perdió un 5.08%.
La incertidumbre no fue ajena a la Bolsa de Valores de Lima (BVL) que ayer cerró con una fuerte
caída de 3,57% a su nivel más bajo desde noviembre del 2006. La acción más golpeada fue Volcan
(Zinc), la de mayor peso en el índice general, con un desplome de 12.9%.
En el Perú Pacífico Seguros salió a tratar de calmar a sus clientes y señaló que no se verá afectada
por los problemas de su accionista AIG. "Hasta ayer existía alguna incertidumbre; sin embargo,
considerando que nuestro principal accionista, Credicorp, es muy solvente, esta situación no deberá
afectar nuestras operaciones", precisó el gerente general adjunto de Pacífico Seguros, Guillermo
Garrido-Lecca. AIG tiene un 20% de participación en Pacífico Seguros Generales y de 32% en
Pacífico Seguros Vida.
DIARIO EL COMERCIO
Fuente:http:www.elcomercio.com.pe
Del monto destinado por el Gobierno, S/,262,7 millones se destinarán a ejecución de obras y S/.10,5
millones a estudios de preinversión. El MEF informó que las propuestas serán recibidas hasta el 14 de
noviembre.
Añadió la necesidad de que la actividad agrícola de las zonas mineras se conecte al mercado y que
será el sector minero uno de los llamados a promover el agro. "La agricultura tiene que ser un
negocio", sentenció.
Indicó que el sector minero debe ir más allá del aporte voluntario y de los impuestos que paga, y que
debería promover un desarrollo sustentable en las zonas donde trabaja o se pueda seguir abriendo
nuevas operaciones mineras.
El ministro participó en la mesa redonda Percepciones y Realidades del Sector Minero, en cuyo grupo
estaba el presidente regional de La Libertad, José Murgia, la congresista Cecilia Chacón y el
presidente del Comité Sectorial Minero de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía
(SNMPE), Hans Flury.
DIARIO GESTIÓN
Fuente:http:www.diariogestion.com.pe
A continuación, precisó que es necesario conocer si el financiamiento que otorgan las casas
comerciales proviene de algún banco, pues este tiene la potestad e cobrar la tasa de interés que
considere conveniente, o de la propia casa comercial en cuyo caso debe sujetarse a la tasa máxima
que establece el BCR y el Código Civil (que actualmente sería de 43%)
DIARIO CORREO
Fuente:http:www.correoperu.com.pe
Asimismo, Pacífico Seguros aseguró que no se verá afectada por los problemas que enfrenta su
accionista American Internacional Group (AIG). El principal accionista, Credicorp, es muy solvente,
esta situación no deberá afectar las operaciones de Pacífico Seguros, dijo su gerente, Guillermo
Garrido Lecca.
EN EL MUNDO
Sin embargo, los pelos siguen de puntas en otras latitudes, pues ayer el banco británico HBOS tuvo
que ser comprado de urgencia por su rival Lloyds TSB, tras haber visto derretirse las dos terceras
partes de su capitalización bursátil. Y el gobierno de Rusia anunció un préstamos de US$44,000
millones a sus tres mayores bancos para evitar nuevos derrumbes financieros. Tras este panorama,
el gobierno de Estados Unidos admitió que sigue preocupado por el destino de otras entidades
financieras.
JURISPRUDENCIA
JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL
¾ ACCIÓN DE AMPARO
Reconocimiento de Aportaciones.
Este Colegiado estima pertinente precisar, con relación a las aportaciones declaradas inválidas, que
las disposiciones aplicables para la acreditación de las aportaciones, las cuales por observancia
obligatoria establecen que:
a) A tenor del artículo 57 del Decreto Supremo 011-74-TR, Reglamento del Decreto Ley 19990,
los períodos de aportación no pierden su validez, excepto en los casos de caducidad de las
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aportaciones declaradas por resoluciones consentidas o ejecutoriadas con fecha anterior al 1
de mayo de 1973. En ese sentido, la Ley N° 28407 vigente desde 3 de diciembre de 2004,
declaró expedito el derecho de cualquier aportante para solicitar la revisión de cualquier
resolución que se hubiera expedido contraviniendo lo dispuesto en los artículo 56 y 57 del
decreto supremo referido, reglamento del Decreto Ley 19990.
b) En cuanto a las aportaciones de los asegurados obligatorios, los artículos 11° y 70° del
Decreto Ley 19990 establecen, respectivamente, que “ los empleadores están obligados a
retener las aportaciones de los trabajadores asegurados obligatorios (...) ”, y que “ Para los
asegurados obligatorios son períodos de aportación los meses, semanas, días en que presten,
o hayan prestado servicios que generen la obligación de abonar las aportaciones a que
se refieren los artículos 7 al 13, aun cuando el empleador (...) no hubiese efectuado el pago
de la aportaciones “. Más aún, el artículo 13 de esta norma dispone que la entidad
previsional se encuentra obligada a iniciar el procedimiento coactivo si el empleador no
cumple con efectuar el abono de las aportaciones indicadas.
¾ HÁBEAS CORPUS
La Carta Política de 1993 establece expresamente en el artículo 200, inciso 1, que el hábeas corpus
procede cuando se amenace o viole el derecho a la libertad individual o los derechos
constitucionales conexos a ella. A su vez, el artículo 2° del Código Procesal Constitucional establece
que los procesos constitucionales de hábeas corpus (...) proceden cuando se amenace o viole los
derechos constitucionales por acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio, por parte de
cualquier autoridad, funcionario o persona.
En el caso constitucional de autos, se advierte que obra las citaciones policiales, mediante las cuales
se le notifica al recurrente para que se apersone a la Sección de Tránsito de la Comisaría de
Condevilla, a fin de que recepcione una papeleta de infracción al Reglamento Nacional de Tránsito.
Asimismo, se advierte que obra la misma citación policial, con la indicación de que el recurrente se
apersone, para la misma finalidad. De lo que se colige que las citaciones policiales efectuadas al
accionante no son injustificadas, sino que tienen por finalidad que el recurrente se apersone a dicha
Comisaría a fin de recepcionar una papeleta de infracción si el caso ameritaba, esto es, luego de
concluida la investigación. Pero, además, debe tenerse presente lo vertido por el Jefe de la Sección
de Tránsito de la referida Comisaría, quien señala que por razones de trabajo y otras diligencias no
concluyó la investigación, por lo que fue citado para una nueva fecha, siendo este un plazo
razonable, por lo que la demanda debe ser desestimada.
No obstante ello, este Colegiado Constitucional no debe dejar de llamar la atención a la Comisaría de
Condevilla Señor en el sentido de que una citación policial para recepcionar una papeleta de
infracción no resulta razonable si es que la investigación de su propósito aún no ha concluido, por lo
que en lo sucesivo, debe procederse a la misma cuando aquélla éste debidamente establecida, esto
es, cuando la investigación haya concluido.
Las facultades de carácter personal concernientes a la tutela de la personalidad del autor en relación
con su obra destinadas a garantizar intereses intelectuales están contenidas en el artículo 11º de la
Decisión 351, concordado con el artículo 22º del Decreto Legislativo 822, y comprenden, entre otros,
los siguientes derechos:
a) Derecho de Paternidad.
El artículo 24° del Decreto Legislativo 822, en concordancia con el literal b) del artículo 11º de la
Decisión 351, señala que por el derecho de paternidad: “...el autor tiene el derecho de ser reconocido
como tal, determinando que la obra lleve las indicaciones correspondientes y de resolverse si la
divulgación ha de hacerse con su nombre, bajo seudónimo o signo, o en forma anónima”. Por ello, el
autor, como titular originario de la obra, tiene el derecho de que se le reconozca como creador cada
vez que su obra sea divulgada o exhibida, debiendo respetarse su voluntad con respecto al nombre,
seudónimo o anónimo según él decida.
b) Derecho de Integridad.
El artículo 25° del Decreto Legislativo 822 señala que por el derecho de integridad: “...el autor tiene,
incluso frente al adquirente del objeto material que contiene la obra, la facultad de oponerse a toda
deformación, modificación, mutilación o alteración de la misma”. Según Lipszyc, el fundamento de
este derecho se “...encuentra en el respeto debido a la personalidad del autor que se manifiesta en la
obra y a ésta en sí misma. El autor tiene el derecho a que su pensamiento no sea modificado o
desnaturalizado, y la comunidad tiene derecho a que los productos de la actividad intelectual creativa
le lleguen en su auténtica expresión”.
(…)
El artículo 5° literal f) del Decreto Legislativo 822 establece que las obras de artes plásticas, sean o
no aplicadas, incluidos los bocetos, dibujos, pinturas, esculturas, grabados y litografías, están
comprendidas entre las obras protegidas por el Derecho de Autor. La protección que otorga el
Derecho de autor la adquieren los autores por el sólo hecho de la creación, por ende, a diferencia de
las normas de propiedad industrial, la protección dispensada en la legislación sobre Derecho de autor
no se encuentra sujeta a ningún tipo de formalidad como es por ejemplo un registro y/o el
reconocimiento por parte del Estado.
ARTÍCULO
SIGNOS CONFORMADOS POR EL NOMBRE DE UN LUGAR GEOGRÁFICO: MARCAS Y
DENOMINACIONES DE ORIGEN
I. Introducción.
El empresario que desea salir al mercado a ofrecer un producto o servicio, se encuentra con otros
productos o servicios similares, que en líneas generales satisfacen del mismo modo las necesidades
de los consumidores. He allí que surge la necesidad de diferenciarse y los elementos que responden a
esta necesidad son los signos distintivos: elementos que sirven para identificar y diferenciar en el
mercado productos, servicios o actividades económicas.
Los signos distintivos pueden estar conformados por elementos diversos: palabras, figuras, formas
tridimensionales, sonidos, aromas, entre otros. Lo importante es que cumplan la función distintiva y
de diferenciación. Sin embargo, no es menos cierto que, según el elemento que conforme a un signo
distintivo, se pueden presentar circunstancias particulares que merecen una reflexión particular. Así
sucede por ejemplo en el caso de los signos conformados por formas tridimensionales, signos
sonoros y signos olfativos, entre otros.
En el caso de los signos distintivos constituidos por palabras, encontramos un supuesto particular
cuando se trata de signos conformados por el nombre de un lugar geográfico, ya que la
registrabilidad de estos signos va a depender en gran medida de si existe, o no, relación entre el
lugar geográfico y el producto que se pretende distinguir. Así, encontramos casos que van desde
signos que no pueden ser registrados por generar riesgo de engaño en los consumidores respecto de
la procedencia geográfica de los productos o servicios que identifican, hasta signos que por el
contrario son considerados como elementos respecto de los cuales sí pueden recaer los derechos
exclusivos que confiere la propiedad industrial.
El presente trabajo se centrará en dos supuestos: i) las marcas conformadas por el nombre de un
lugar geográfico y ii) las denominaciones de origen. En el primer punto, analizaremos en qué casos
un signo conformado por el nombre de un lugar geográfico puede ser registrado como marca, y en
qué casos dicho registro debe ser denegado para salvaguardar tanto el interés de los consumidores,
como el interés de los competidores. En el segundo punto, analizaremos en qué casos el nombre de
un lugar geográfico aplicado a un producto puede configurarse como una denominación de origen.
En términos simples, marca es todo signo que cumple la función de identificar y diferenciar productos
o servicios en el mercado. Así, pueden constituir marca las palabras, frases, imágenes, figuras,
símbolos, dibujos, letras, cifras, formas tridimensionales de los productos, envases o envolturas, y en
general, cualquier elemento con aptitud distintiva.
Al elegir una marca, el empresario puede optar por un signo que evoque o sugiera al consumidor las
características del producto o servicio a distinguir. Tal es el caso, por ejemplo, de la denominación
Cardioferon que, aplicada a productos farmacéuticos, indica que se trata de productos para el
tratamiento de afecciones cardiacas. Estos signos son los denominados signos evocativos y si bien,
por lo general, son de más fácil recordación por el consumidor medio, por su propia naturaleza
evocativa son considerados marcas débiles, toda vez que tendrán que aceptar la coexistencia, en el
registro y en el mercado, de marcas que evoquen el mismo concepto o las mismas características
respecto de los productos o servicios de que se trate.
Por otro lado, el empresario podrá optar por un signo arbitrario, es decir, un signo constituido por
una palabra u otro elemento que tiene un significado concreto para el consumidor medio, pero este
significado no guarda relación alguna con el producto o servicio a distinguir. En este caso estamos
frente a palabras del idioma acuñadas para funcionar como marcas y en la medida que se alejan del
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producto o servicio para los cuales se solicita, se considera que tienen aptitud distintiva. Ejemplo de
denominación arbitraria es la palabra CISNE para distinguir pan: tiene un significado para el
consumidor medio (nombre de un ave), pero este significado no está relacionado con el producto
pan.
Finalmente, el empresario puede optar por los denominados signos de fantasía, que son aquellos
signos creados o diseñados para funcionar como marca. Estos signos pueden estar constituidos por
denominaciones, figuras o cualquier elemento que carezca de significado para el consumidor medio.
En la medida que se trata de signos que antes de su adopción por el empresario no existían –y en
consecuencia no guardan ningún tipo de vinculación con el producto o servicio que pretenden
identificar- son signos que cuentan con elevada aptitud distintiva. La denominación Reebok es un
claro ejemplo de signo de fantasía.
Dentro de la gran variedad de elementos que se pueden elegir como marca, se encuentran las
denominaciones que constituyen el nombre de un lugar geográfico. Así, es frecuente encontrar en el
mercado marcas conformadas por el nombre de una ciudad, de una región, de un país o de cualquier
otra extensión geográfica; y que, según el caso, podrían ser clasificadas como marcas evocativas,
arbitrarias o de fantasía.
Sin embargo, no es menos cierto que, en determinados casos, las denominaciones geográficas
pueden constituir indicadores de la procedencia geográfica del producto. Ello se presenta cuando el
lugar geográfico al que corresponde la denominación guarda estrecha relación con el producto a
distinguir, es decir, cuando el lugar geográfico es conocido por la producción o elaboración del
producto que pretende identificar; de modo tal que su presencia en el signo obedece precisamente a
la intención del empresario de vincular el producto con ese origen geográfico, ya que este vínculo
será valorado positivamente por el consumidor. En el supuesto que este origen geográfico que indica
el signo no coincida con el que corresponde al producto identificado, se generará un perjuicio tanto al
consumidor que verá defraudada sus expectativas, como a los competidores, toda vez que se estaría
captando clientela sobre la base de información falsa respecto de la procedencia geográfica del
producto.
Como ya hemos señalado en párrafos anteriores, las denominaciones arbitrarias son aquellas que
tienen significado para el consumidor, pero ese significado no guarda relación con el producto o
servicio a distinguir. Así, en el caso de nombres de lugares geográficos que no guarden relación con
el producto a distinguir, nos encontraremos frente a denominaciones geográficas arbitrarias, y por lo
tanto registrables.
Vemos pues que para estas denominaciones geográficas arbitrarias se aplica el mismo principio que
para los signos arbitrarios: en la medida que no guardan relación con el producto a distinguir, se
considera que cuentan con aptitud distintiva y pueden ser registrados como marca.
Del mismo modo, en el caso de denominaciones geográficas escritas en un idioma distinto al Español,
cuyo significado es entendido por el consumidor medio, y este significado no es asociado al producto
a distinguir, se considerará igualmente que se trata de denominaciones arbitrarias.
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Ejemplos de denominaciones geográficas arbitrarias son las siguientes marcas: Florida, que distingue
conservas de pescado; Alicante, que distingue condimentos; Antártida, que distingue café; Sorrento,
que identifica chocolates, entre otras. Al escuchar o apreciar estos signos en el mercado, el
consumidor difícilmente va a asumir que los productos que distinguen provienen de los lugares
geográficos a los que hacen referencia dichas denominaciones, sino que los va a percibir como
marcas.
En este punto, cabe tener en cuenta que si bien sobre estas denominaciones arbitrarias pueden
recaer derechos exclusivos a favor de un solo titular, en la medida que corresponden al nombre de
lugares geográficos no se podrá impedir que terceros, de buena fe, utilicen dichas denominaciones a
1
título informativo para indicar, de ser el caso, que sus productos provienen de dicho lugar.
Como señalamos en párrafos precedentes, signos de fantasía son aquellos conformados por
denominaciones u otros elementos que no evocan concepto alguno al consumidor medio. Así, se
considerarán signos de fantasía a aquellas denominaciones geográficas que no sean percibidas como
tales por el consumidor medio, es decir, aquellas denominaciones que el consumidor desconoce que
corresponden al nombre de un lugar geográfico determinado.
En la medida que son signos que no tienen significado para el consumidor medio, estas
denominaciones poseen aptitud distintiva y, por lo tanto, son registrables. En el caso de
denominaciones geográficas escritas en idioma distinto, cuya traducción es desconocida por el
consumidor, se aplicará el mismo criterio que para cualquier otra denominación escrita en idioma
distinto y se concluirá que se trata de denominaciones de fantasía. Así, por ejemplo, tenemos la
2
marca firenze para distinguir metales comunes y sus aleaciones.
Se considera signos descriptivos a aquellos que se limitan a informar directamente acerca de las
cualidades o características de los productos o servicios a los cuales se aplican. Los signos
descriptivos carecen de aptitud distintiva y, en consecuencia, no podrá ser registrados como marca,
toda vez que se trata de elementos de uso común, y a veces incluso de uso necesario en la
comercialización de los productos o servicios de que se trate. Así, otorgar un derecho exclusivo sobre
los mismos a una sola persona, impediría que terceros los utilicen legítimamente, con lo cual se
alteraría el normal desenvolvimiento de la competencia y del comercio en el mercado.
La Decisión 486 en su artículo 135 inciso e) prohíbe de manera expresa el registro de signos
descriptivos. Así, se establece que no se podrán registrar como marca los signos que “consistan
exclusivamente en un signo o indicación que pueda servir en el comercio para describir la calidad, la
cantidad, el destino, el valor, la procedencia geográfica, la época de producción u otros datos,
características o informaciones de los productos o de los servicios para los cuales ha de usarse dicho
signo o indicación, incluidas las expresiones laudatorias referidas a esos productos o servicios”.
Como se advierte de la lectura del citado inciso, dentro de las características a las cuales puede hacer
referencia un signo descriptivo, se encuentra el origen geográfico del producto. En efecto, en
aquellos casos en los que el nombre del lugar geográfico guarda relación con el producto, la
presencia de dicha denominación en la etiqueta o envoltura del producto por el cual la zona
geográfica es conocida, va a llevar al consumidor a asumir que dichos productos provienen de la
1
En efecto, el primer párrafo del artículo 157 de la Decisión 486 establece que “[l]os terceros podrán, sin
consentimiento del titular de la marca registrada, utilizar en el mercado su propio nombre, domicilio o
seudónimo, un nombre geográfico o cualquier otra indicación cierta relativa a la especie, calidad, cantidad,
destino, valor, lugar de origen o época de producción de sus productos o de la prestación de sus servicios u
otras características de éstos; siempre que ello se haga de buena fe, no constituya uso a título de marca, y
tal uso se limite a propósitos de identificación o de información y no sea capaz de inducir al público a
confusión sobre la procedencia de los productos o servicios”.
2
Firenze es la denominación que en el idioma Italiano corresponde a la ciudad de Florencia. Dicha
traducción, sin embargo, es desconocida por el consumidor, quien percibirá a la denominación Firenze
como signo de fantasía.
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Cabe resaltar en este punto, que la prohibición de registro bajo análisis se refiere a signos
constituidos exclusivamente por denominaciones descriptivas. En consecuencia, serán susceptibles
de registro signos que incluyan el nombre de un lugar geográfico percibido como indicación de
procedencia geográfica, siempre que presenten además otros elementos que en su conjunto logren
conformar un signo con aptitud distintiva; debiendo precisarse que el registro de un signo de estas
características no otorgará a su titular el derecho a oponerse al registro de otros signos que incluyan
el término descriptivo en su conformación. Asimismo, podrán registrarse los signos formados por la
combinación de términos descriptivos, siempre que en conjunto logren conformar un signo
suficientemente distintivo.
Finalmente, resulta pertinente señalar que en el caso de elementos figurativos que de manera
inequívoca indiquen la procedencia geográfica del producto a distinguir (por ejemplo la bandera,
escudo, mapa, u otro símbolo del país o región), se seguirá el mismo tratamiento que para las
denominaciones descriptivas.
Existen determinados signos que no indican de manera directa la procedencia geográfica del
producto, pero sí sugieren o evocan esa procedencia. En este caso estamos frente a signos
evocativos que, aunque débiles, gozan de aptitud distintiva y pueden ser registrados como marca.
Tal es el caso de la denominación Italgrif, para distinguir grifería, que evoca los conceptos de grifería
y origen italiano.
Además de ser un elemento identificador, la marca se configura como un medio que proporciona
información al consumidor respecto de los productos o servicios que distingue. Así, la marca cumple,
entre otras, una función indicadora del origen empresarial de los productos, informando al
consumidor que todos los productos idénticos o similares que llevan dicha marca, provienen del
mismo empresario. En el mismo sentido, la marca cumple una función indicadora de calidad, en tanto
indica al consumidor que todos los productos idénticos, que llevan la misma marca, tienen calidad
homogénea.
Sin embargo, existen signos que, aplicados a determinados productos o servicios inducen al público
consumidor a creer que aquéllos tienen determinadas características. Estas marcas son denominadas
en doctrina marcas engañosas y su registro está prohibido en la mayoría de legislaciones con el
objeto de proteger no sólo el interés general de los consumidores, sino también el interés de los
empresarios, quienes podrían verse afectados por el ingreso, al registro y al mercado, de una marca
que proporcione información distorsionada respecto al modo de fabricación, la calidad, la
procedencia, las características o la aptitud para el empleo de los productos o servicios a los cuales
se aplique.
Así, en el caso de la Decisión 486, encontramos una prohibición de registro referida a los signos
engañosos, en el artículo 135 inciso i), el mismo que establece que no podrán registrarse como
marcas los signos que puedan engañar a los medios comerciales o al público, en particular sobre la
procedencia geográfica, la naturaleza, el modo de fabricación, las características, cualidades o
aptitud para el empleo de los productos y servicios de que se trate.
En efecto, la norma citada prohíbe el registro de los llamados signos engañosos, es decir, signos que,
de manera directa o indirecta, proporcionan información falsa o errónea sobre las características de
3
Puerto Rico es conocido por la fabricación de ron de excelente calidad. En ese sentido, la denominación
Puerto Rico resulta descriptiva respecto de dicho producto.
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los productos o servicios que distinguen. Esto impide que el consumidor tome una decisión de
compra acorde con sus expectativas.
[S]e trata de una prohibición de carácter general que se configura con la posibilidad
de que el signo induzca a engaño, sin necesidad de que éste se produzca
efectivamente. La citada prohibición se desarrolla a través de una enumeración no
exhaustiva de supuestos que tiene en común el motivo que impide su registro, cual
es que el signo engañoso no cumple las funciones propias del signo distintivo, toda
vez que, en lugar de indicar el origen empresarial del producto o servicio a que se
refiere y su nivel de calidad, induce a engaño en torno a estas circunstancias, a los
medios comerciales o al público consumidor o usuario, y, de este modo enturbia el
mercado. 4
De este modo, se advierte que la intención del legislador al prohibir expresamente el registro de
signos engañosos obedece tanto al interés por evitar que los consumidores se vean engañados
respecto de características que puede ser determinantes en la decisión de compra, como al deseo de
asegurar que los agentes de mercado se desenvuelvan dentro de márgenes de lealtad y
transparencia.
En efecto, el empleo de signos engañosos atenta contra los principios de veracidad y honestidad que
exige la leal competencia, en la cual las marcas cumplen una función determinante como elementos
que permiten la identificación y diferenciación de los productos y servicios que se ofrecen en el
mercado. Así, lejos de contribuir a la transparencia en el mercado, una indicación engañosa puede
producir descontento y desorientación entre los consumidores al procurar información equivocada de
los productos y servicios que se ofrecen.
Ahora bien, al analizar si un signo tiene, o no, el carácter de engañoso, se debe tener en cuenta que,
en estricto, el engaño se produce cuando un signo provoca en la mente del consumidor una
distorsión de la realidad acerca de la naturaleza del bien o servicio, sus características, su
procedencia, su modo de fabricación, la aptitud para su empleo y otras informaciones que induzcan
al público a error.
Así, para determinar el carácter engañoso de un signo se deberá analizar el signo en relación con el
producto a identificar; toda vez que un signo que resulta engañoso para distinguir determinado
producto puede ser registrado como marca para distinguir otro producto. Por ejemplo, un signo que
incluya, entre otros elementos, la figura de olivos, será engañoso si pretende distinguir aceite de
maíz; pero será evocativo, y por lo tanto registrable, si va a identificar aceite de oliva; y será
arbitrario si pretende distinguir prendas de vestir.
Ahora bien, en la medida que el análisis de registrabilidad de los signos es un examen de puro
derecho, se puede afirmar que la prohibición de registro de una marca engañosa es absolutamente
independiente del uso engañoso que de la misma se pueda hacer. En efecto, para que se verifique el
supuesto regulado en la prohibición de registro que estamos analizando, el riesgo de engaño debe
provenir del signo mismo puesto en relación con el producto o servicio que se pretende distinguir. A
estos efectos, es irrelevante la forma en que la marca va a ser usada o es usada en el mercado. En
ese sentido, no se puede calificar a un signo como engañoso, y denegar su registro, si el riesgo de
engaño radica en el posible uso engañoso que se pueda hacer del signo en el mercado.
Adicionalmente, se debe tener en cuenta que no es suficiente, como ya se adelantó, que el signo
proporcione al consumidor información distorsionada sobre las características de los productos o
servicios en cuestión; sino que además esa información equivocada que se proporciona debe ser
determinante para el consumidor, al momento de tomar una decisión de compra. Para realizar dicho
análisis se toma como referencia, claro está, la perspectiva del consumidor medio de dichos
productos o servicios.
4
Sentencia emitida por el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina en el Proceso Nº 82-Ip-2002. Marca:
Chips. La sentencia fue publicada en la Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena Nº 891, de 29 de enero del
2003.
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En el mismo sentido, es necesario precisar que para determinar si un signo es, o no, engañoso no es
necesario que se demuestre que efectivamente está produciendo engaño en el mercado, sino que
basta con que –desde un examen de puro derecho- exista el riesgo abstracto de que tal engaño se
verifique.
Ahora, dentro de los signos susceptibles de ser calificados como engañosos, cabe destacar, para
efectos del presente trabajo, a aquellos constituidos por nombres geográficos. Dichos signos, por sus
características, son susceptibles de proporcionar información equivocada a los consumidores,
precisamente, respecto del origen geográfico de los productos o servicios a los cuales se apliquen.
Al respecto, cabe recordar lo señalado en párrafos anteriores, en el sentido que los nombres de
lugares geográficos pueden ser registrados como marca, si es que se configuran como signos
arbitrarios, es decir, si el nombre geográfico que se pretende registrar no guarda relación alguna con
los productos o servicios a los cuales se va a aplicar, o si es que el signo en su conjunto es percibido
como de fantasía o como evocativo. El problema surge cuando al utilizar un nombre geográfico como
marca, el empresario trata de suscitar la idea –equivocada– de que sus productos o servicios
proceden de un lugar geográfico que no les corresponde.
Así, como señala Fernández-Novoa, “es posible (…) que la elección de un nombre extranjero, como
marca, se haga con el fin de asociar las mercancías de la empresa a países y lugares que aún no
poseyendo un especial renombre respecto a tales mercancías, son, sin embargo, altamente
estimados por el público como consecuencia de la difusión de determinadas modas, corrientes de
5
opinión, sucesos de actualidad, etc.”.
En tal sentido, en el caso de los signos que contengan una denominación geográfica debe evaluarse
si éstas son percibidas como tales por el público relevante, es decir, si los consumidores al apreciar el
signo solicitado entienden que el mismo proporciona una referencia directa al origen geográfico de
los productos en cuestión y si éstos provienen, o no, de dicha zona; toda vez que si el nombre
geográfico no tiene relación con el producto, será considerada una denominación geográfica
aparente.
No obstante ello, dada la importancia que reviste el uso de una denominación geográfica, en estos
casos – a diferencia de lo que sucede con las denominaciones arbitrarias o de fantasía – la Decisión
5
Carlos FERNÁNDEZ-NOVOA, “La adopción de un nombre geográfico extranjero como marca”, Actas de
Derecho Industrial, 1975, p. 351.
6
Carlos FERNÁNDEZ-NOVOA, La protección internacional de las denominaciones geográficas de los
productos, Madrid, 1970, pp. 2 y ss.
7
Cabe precisar que cuando la relación entre el producto y la zona geográfica es muy fuerte, al punto que
las características del producto derivan precisamente del hecho de haber sido producidos o fabricados en
determinada zona, nos encontraremos ante una indicación geográfica o ante una denominación de origen,
según sea el caso. El análisis de estas figuras, por su complejidad y extensión, escapa al objeto de estudio
del presente trabajo y serán materia de un estudio posterior.
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486 establece disposiciones especiales tendientes a regular el uso de las denominadas indicaciones
de procedencia.
Así, el artículo 221 de la Decisión 486 establece que “se entenderá por indicación de procedencia un
nombre, expresión, imagen o signo que designe o evoque un país, región, localidad o lugar
determinado”.
La misma norma establece además un supuesto específico de prohibición de registro, referente a los
signos constituidos por denominaciones geográficas susceptibles de generar error en el consumidor
respecto a la procedencia geográfica de los productos a distinguir. Esta prohibición de registro está
contenida en el artículo 135 inciso l), el mismo que establece que no se podrán registrar como marca
los signos que consistan en una indicación geográfica nacional o extranjera susceptible de inducir a
confusión respecto a los productos o servicios a los cuales se aplique.
No obstante tratarse de una prohibición de registro regulada en un inciso específico, no debe dejarse
de lado el hecho que estamos frente a un supuesto de signos engañosos – el engaño en este caso
particular, está referido al origen geográfico del producto o servicio –; razón por la cual resulta
aplicable a este caso lo señalado en párrafos anteriores, en el sentido que el examen correspondiente
– a efecto de determinar si un signo se encuentra, o no, incurso en la referida prohibición de registro
– debe ser un examen de puro derecho, es decir, sin tomar en cuenta el uso del signo en el mercado.
Así, la indicación de procedencia debe ser falsa en sí misma, puesta en relación con el producto a
distinguir; independientemente de que el uso que haga del signo el titular, lleve a engaño al
consumidor.
El artículo 135 inciso m) de la Decisión 486 establece que no podrán registrarse como marcas
aquellos signos que reproduzcan o imiten, sin permiso de las autoridades competentes, bien sea
como marcas, bien como elementos de las referidas marcas, los escudos de armas, banderas,
emblemas, signos y punzones oficiales de control y de garantía de los Estados y toda imitación desde
el punto de vista heráldico, así como los escudos de armas, banderas y otros emblemas, siglas o
denominaciones de cualquier organización internacional.
j) Reproduzcan, imiten o contengan una denominación de origen protegida para los mismos
productos o para productos diferentes, cuando su uso pudiera causar un riesgo de confusión o de
asociación con la denominación; o implicase un aprovechamiento injusto de su notoriedad;
En tanto en la segunda parte del presente trabajo nos detendremos a analizar la figura de la
denominación de origen, por ahora nos limitaremos a señalar, en primer lugar, que la aplicación de
las prohibiciones de registro señaladas tienen como premisa la existencia de una denominación de
8
origen (nacional o extranjera), que esté protegida en el Perú. En segundo lugar, cabe notar que
de
8
El artículo 218 de la Decisión 486 establece que las oficinas nacionales competentes podrán reconocer las
denominaciones de origen protegidas en otro País Miembro, cuando la solicitud la formulen sus
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la lectura de las normas citadas se advierte que se otorga una protección más amplia a las
denominaciones de origen de vinos y bebidas espirituosas, que a las denominaciones de origen de los
demás productos.
En efecto, el inciso j) señala que la prohibición de registro de una marca que reproduzca, imite o
contenga una denominación de origen, operará siempre que se produzca un riesgo de confusión, es
decir, siempre que además de la semejanza entre los signos, estemos frente a productos idénticos o
relacionados. Por el contrario, el inciso k) que hace referencia a las denominaciones de origen de
vinos y bebidas espirituosas, no establece limitación alguna, con lo cual se entiende que la
protección, en el caso de estas denominaciones de origen, opera con independencia de los productos
de que se trate.
A continuación explicaremos con más detalle en qué consiste, desde nuestra perspectiva, la figura
denominada denominación de origen. Con ello, además, pretendemos proporcionar mayores alcances
para entender mejor las prohibiciones de registro que acabamos de citar.
3. La Denominación de Origen.
La denominación de origen es un signo distintivo, es decir, un elemento que– al igual que la marca,
nombre comercial, entre otros– es utilizado por los empresarios en el tráfico mercantil, para
diferenciar sus prestaciones.
La peculiaridad de la denominación de origen frente a los demás signos distintivos está dada por el
hecho que i) se trata de un signo distintivo que incluye en su conformación el nombre de un lugar
geográfico, y ii) que se aplica a aquellos productos que tienen características especiales, debidas
precisamente al hecho de haber sido extraídos o producidos en ese lugar geográfico.
Podemos advertir además que no todo signo que incluya el nombre de un lugar geográfico puede ser
considerado como denominación de origen. Se tiene que presentar como requisito inexcusable el
vínculo ya señalado entre el producto y el referido lugar geográfico.
No debemos olvidar que, como en el caso de los demás signos distintivos, estamos frente a una
figura cuya delimitación conceptual y alcances están definidos legalmente. En ese sentido, es la
10
legislación de cada país la que establece qué se debe entender por denominación de origen. En el
caso de la Decisión 486, el artículo 201 establece lo siguiente:
Se entenderá por denominación de origen, una indicación geográfica constituida por la denominación
de un país, de una región o de un lugar determinado, o constituida por una denominación que sin ser
la de un país, una región o un lugar determinado se refiere a una zona geográfica determinada,
utilizada para designar un producto originario de ellos y cuya calidad, reputación u otras
productores, extractores, fabricantes o artesanos que tengan legítimo interés o las autoridades públicas de
los mismos. La misma norma agrega que para solicitar dicha protección, las denominaciones de origen
deben haber sido declaradas como tales en sus países de origen. De otro lado, el artículo 219 de la misma
norma señala que tratándose de denominaciones de origen o indicaciones geográficas protegidas en
terceros países, las oficinas nacionales competentes podrán reconocer la protección, siempre que ello esté
previsto en algún convenio del cual el País Miembro sea parte. Para solicitar dicha protección, las
denominaciones de origen deben haber sido declaradas como tales en sus países de origen.
9
Cita de artículo de amcham.
10
Es también la legislación de cada país la que establece los mecanismos de protección, requisitos para su
reconocimiento y los alcances de la protección, entre otros.
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Del análisis de la norma citada podemos extraer cuáles son los elementos para que, según nuestra
legislación, se configure una denominación de origen. Estos elementos son:
a) Lugar Geográfico.
El artículo bajo análisis establece que el signo que pretenda ser protegido como denominación de
origen debe incluir en su conformación el nombre de un lugar geográfico. Dicho de manera negativa,
según nuestra legislación queda descartada la posibilidad de reconocer como denominación de origen
signos que no incluyan el nombre de un lugar geográfico.
Cabe precisar que el legislador, sin embargo, es flexible al señalar que este nombre puede ser el que
corresponde según la cartografía nacional del país del que se trate, o el nombre que sin ser el oficial
es utilizado para referirse a un lugar determinado.
En primer lugar, cabe notar que para la legislación vigente la denominación de origen es un signo
distintivo que identifica productos, a diferencia de los demás signos distintivos que pueden estar
referidos tanto a productos como a servicios.
Resulta pertinente precisar, además, que a diferencia de lo que sucede con otras legislaciones que
establecen que la denominación de origen sólo puede ser aplicada a los productos agrícolas o
alimenticios; en nuestro caso, según la legislación vigente, la denominación de origen puede ser
aplicada a cualquier tipo de productos. Esta amplitud ha permitido que, por ejemplo, en nuestro caso
se haya reconocido como denominación de origen a Chulucanas, signo que es aplicado a cerámica.
Ahora bien, habiéndose establecido que la denominación de origen puede ser utilizada en relación
con cualquier tipo de producto, se debe tener en cuenta un punto importante. Para hablar de una
denominación de origen, el producto en cuestión debe ser conocido o designado con el nombre del
lugar geográfico de extracción o producción. Es decir, se debe acreditar que en el tráfico mercantil
del sector correspondiente, el nombre del lugar geográfico se emplea para designar ese producto.
Atendiendo a lo expuesto, no podemos considerar que estamos frente a una posible denominación de
origen, si esta última no está conformada por el nombre de un lugar geográfico que sea utilizado por
los consumidores y los círculos empresariales correspondientes para identificar el producto de que se
trate.
Cabe precisar que no basta con que el nombre del lugar geográfico se utilice para hacer referencia al
producto, sino que además se debe verificar que el producto en cuestión tiene características
especiales que lo diferencian de los demás de su especie; y que estas características se deben
exclusiva o esencialmente a esa zona geográfica– incluidos factores naturales y humanos– de la cual
se extraen, cultivan o producen.
Es decir, el producto que identifica la denominación de origen debe ser un producto único, con
características no susceptibles de ser replicadas si el producto se extrajera o produjera en otro lugar.
Este vínculo entre el lugar geográfico al que hace referencia la denominación de origen y el producto
a distinguir es un elemento que diferencia a la denominación de origen de la marca. Así, la marca
identifica productos que no obstante ser fabricados -por su titular o persona autorizada, claro está-
en lugares distintos, mantienen calidades estándar. Ello no sucede en el caso de la denominación de
origen, en la medida que, para poder ser identificado con la denominación de origen, el producto
debe haber sido extraído o producido en el lugar al que hace referencia la denominación de origen.
Así, podemos concluir que para establecer si estamos, o no, frente a una posible denominación de
origen, no basta con que el producto sea conocido o designado con el nombre de un lugar geográfico,
sino que debe existir un vínculo estrecho entre el producto y el lugar geográfico. De allí la necesidad
de que la solicitud para la declaración de protección de una denominación de origen esté
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acompañada de un estudio técnico que demuestre que las características especiales del producto se
deben a la zona correspondiente.
Así, la denominación de origen, como signo distintivo, busca informar a los consumidores que el
producto que la ostenta tiene características especiales, debidas a la zona de producción o
extracción. En modo alguno significa que ese producto es oriundo de dicho lugar.
En ese sentido, para la configuración de una denominación de origen no es necesario acreditar que el
producto a identificar es oriundo de la zona geográfica que da su nombre a la denominación de
origen. Lo que se tiene que acreditar es que el producto de ese lugar geográfico tiene características
especiales (por los factores naturales y humanos), que lo diferencian de los productos de la misma
especie que se elaboran en otra parte del mundo.
Finalmente, en este punto, cabe señalar que los factores geográficos que otorgan características
especiales al producto incluyen no sólo a los factores naturales (suelo, clima, entre otros), sino
también los factores humanos (modo tradicional de elaboración o producción, por ejemplo).
La denominación de origen cumple funciones que van más allá de la simple indicación de la
11
procedencia geográfica del producto. Suscitan en la mente del consumidor la idea de que en el
producto de que se trate concurren ciertas cualidades o características que son debidas, en mayor o
menor grado, al medio geográfico del cual proceden, y que lo distinguen respecto de los productos de
la misma especie.
Así, realizando un símil con las funciones que cumple la marca, pero respetando la naturaleza jurídica
de la denominación de origen, podemos establecer que este signo distintivo cumple las siguientes
funciones: i) función indicadora de la procedencia geográfica del producto; ii) función indicadora de la
existencia de características especiales en el producto; iii) función condensadora del eventual
goodwill del producto identificado; y iv) función publicitaria.
Como ya hemos establecido, en la medida que la denominación de origen es un signo distintivo que
incluye en su conformación el nombre de un lugar geográfico, informará al consumidor que el
producto que lleva la denominación de origen proviene de ese lugar. Es decir, la denominación de
origen informa respecto de la procedencia geográfica y además asegura al consumidor que todos los
productos que llevan la misma denominación de origen provienen de la misma zona geográfica. Para
asegurar el cumplimiento de esta función, no basta con otorgar derechos exclusivos sobre la
denominación de origen, sino que además se hace necesaria la implementación de sistemas efectivos
de control y supervisión de los productos; sobre todo si se tiene en cuenta que estos productos
pueden provenir de distintos empresarios.
Una vez más cabe precisar que la denominación de origen no hace referencia al origen del producto
(dónde apareció por primera vez); sino a la procedencia geográfica del mismo (dónde ha sido
extraído, cultivado o elaborado el producto de que se trate, sea, o no, oriundo de ese lugar).
11
Como analizaremos más adelante en detalle, la denominación de origen se diferencia de la indicación de
procedencia en que esta última se limita a informar respecto del lugar en el cual el correspondiente
producto ha sido extraído, producido o elaborado; mientras que en la denominación de origen estamos
frente a un signo distintivo que informa, además, respecto de una calidad especial del producto debida al
lugar en el cual ha sido extraído, elaborado o producido.
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La denominación de origen informa a los consumidores, y a los círculos empresariales también, que
los productos que la ostentan tienen características especiales que diferencian a dichos productos de
los demás de la misma especie; e informa además que esas características especiales se deben a la
zona geográfica de producción o de extracción.
Un punto importante a tener en cuenta es que no se trata de un signo que indique que las
características del producto son mejores o superiores a las de otros productos; simplemente informa
que se trata de características especiales que están presentes de manera uniforme en todos los
productos que llevan la misma denominación de origen.
Así, puede suceder que en otros lugares existan productos del mismo género con calidad superior;
pero ello no afecta la función indicadora de características especiales que cumple la denominación de
origen, pues informa que la calidad del producto que la ostenta es especial –ni superior, ni inferior a
la de otros productos, simplemente distinta- y homogénea (al menos en las características
establecidas), en todos los productos que llevan la misma denominación de origen.
La función condensadora del goodwill incide en la aceptación y preferencias, por parte de los
consumidores, de los productos que llevan la denominación de origen. En ese sentido, se trata de
una función que beneficia en primer lugar a los empresarios autorizados a utilizar el signo en
cuestión (productores o asociaciones de productores de la zona); sin embargo, no se debe olvidar
que también favorece la economía de la zona geográfica protegida y finalmente beneficia a la
economía del país al que pertenece dicha zona.
Esta función está estrechamente ligada con la función condensadora de goodwill, toda vez que una
denominación de origen que condense una buena fama o buena reputación, indudablemente
12
José GÓMEZ SEGADE, “Protección constitucional de la marca y de las denominaciones de origen”, Actas
de Derecho Industrial, 1981, Madrid, editorial Montecorvo, S.A., 1982, p. 299.
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obtendrá las preferencias del público consumidor, al punto tal que la denominación de origen, por sí
sola llegará a determinar la decisión de compra del consumidor, es decir, tendrá un poder de venta
en sí misma.
Este punto es bastante amplio y escapa a los alcances del presente trabajo; sin embargo, no
queremos dejar de mencionar que, según la normativa vigente, sobre una denominación de origen
reconocida recaen derechos exclusivos que tienen por finalidad evitar que dicho signo sea utilizado
con productos que no tienen las características que la denominación de origen identifica; evitando a
la vez que la denominación de origen se convierta en un signo genérico, es decir, en la forma usual
de designar el producto, independientemente de su procedencia geográfica.
Cabe precisar además que, en el Perú, el titular de las denominaciones de origen nacionales es el
Estado Peruano. Los productores o asociaciones de productores que deseen utilizar en el mercado la
denominación de origen protegida deberán solicitar la autorización de uso correspondiente ante la
13
autoridad competente. Actualmente, existen tres denominaciones de origen peruanas, cuya
protección ha sido declarada: Pisco, Chulucanas y Maíz Blanco Gigante Cusco. Asimismo, se
encuentran en trámite sendos expedientes para la declaración de protección de dos denominaciones
de origen adicionales: Pallar de Ica y Chirimoya Cumbe.
OPINIÓN
NUEVAS DISPOSICIONES ANDINAS EN PROPIEDAD INDUSTRIAL - DECISIÓN 689
La Comisión de la Comunidad Andina acaba de aprobar la Decisión 689, concediendo facultades a los
países miembros –Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú- para desarrollar y profundizar algunos derechos
de Propiedad Industrial consignados en la Decisión 486, a través de normativa interna. La Decisión
689 incorpora las siguientes regulaciones:
2. Permite precisar a los países el tenor del artículo 28 de la Decisión 486, de manera de
introducir especificaciones adicionales relativas a las condiciones de divulgación de la
invención, en el sentido de exigir al solicitante mayor claridad en la descripción de la invención
y mayor suficiencia en la divulgación de manera que sea clara, detallada y completa.
4. Exceptuando de este beneficio a patentes referidas al área farmacéutica, permite a los países
establecer medios para compensar al titular de la patente por los retrasos irrazonables en la
expedición de los derechos de patente, restaurando el término o los derechos de la misma,
entendiéndose como irrazonables los retrasos superiores a cinco años desde la fecha de la
presentación de la solicitud de patente o tres años desde el pedido de examen de
patentabilidad. Solo se considerarán los retrasos atribuibles a la Oficina Nacional, más no
aquellos atribuibles al solicitante de la patente.
5. Permite a los países introducir una nueva limitación al derecho de los titulares de las patentes,
de manera de incluir la facultad de usar la materia protegida por una patente con el fin de
generar la información necesaria, para apoyar la solicitud de aprobación de comercialización de
un producto.
13
La autoridad competente es la Oficina de Signos Distintivos del INDECOPI.
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7. En lo referido al artículo 140 de la Decisión 486, permite a los países establecer plazos para la
subsanación de los requisitos de forma previstos en el mismo artículo. La norma actual
establece que el incumplimiento de los requisitos de forma importa tener la solicitud como no
presentada.
9. Permite a los países no declarar la protección de una denominación de origen cuando sea
susceptible de generar confusión con una marca solicitada o registrada de buena fe con
anterioridad o con una marca notoriamente conocida, excepción al artículo 202.
10. Permite a los países desarrollar un régimen exclusivamente para marcas, de aplicación de
medidas en frontera a productos en tránsito.
La norma establece que los países que desean ejercer las facultades previstas, deberán comunicar a
la Secretaría General de la Comunidad Andina a más tardar el 20 de agosto de 2008, que ejercerán
tal facultad. Los países que así lo informen, quedan obligados a informar a la Secretaría General de la
Comunidad Andina de la normativa interna adoptada en desarrollo de lo dispuesto en esta Decisión.
El Perú ha aprobado nueva legislación –Decreto Legislativo No. 1075- de manera que ejercitará el
derecho consignado, con vigencia a partir del 1 de enero de 2009.
COMENTARIO JURISPRUDENCIAL
INFRACCIONES AL DERECHO DE AUTOR.
Al respecto, la referida Sala ha señalado que, a diferencia de las infracciones a los derechos
patrimoniales de autor, en los casos referidos a infracciones a los derechos morales no es necesario
que exista un uso comercial de la obra, ni que exista beneficio económico. En este sentido, bastará
que el acto cometido lesione el contenido moral del Derecho de Autor, ya sea en tanto al derecho de
paternidad o al derecho de integridad, para que se configure la infracción.
La resolución adjunta fue emitida en un proceso de denuncia por infracción de derechos de autor
iniciada de oficio por la propia autoridad a raíz de la solicitud de un registro de obra. En el referido
caso, la Sala determinó que a pesar que la persona denunciada no puso en conocimiento de terceros
el dibujo del cual indicó ser autor, sí lo hizo ante la Oficina de Derechos de Autor mediante la
presentación de su solicitud de registro.
La Sala concluyó que el no consignar deliberadamente el nombre del autor o titular de los derechos
de la obra, haciéndola pasar por propia, constituía una afectación directa al derecho moral de
paternidad, y que las modificaciones efectuadas al dibujo con la finalidad de disimular el plagio
cometido, configuraban una afectación al derecho de integridad de la obra.
La finalidad del envío de esta resolución es mantenerlos informados sobre los criterios asumidos por
la autoridad competente en nuestro país en materia de Propiedad Intelectual. Esperamos que el
contenido de esta resolución les sea de utilidad en su práctica legal.
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DICCIONARIO LEX
TERMINOLOGÍA – PROPIEDAD INTELECTUAL.
DISEÑOS INDUSTRIALES
(Ley de Propiedad Industrial - D Leg 823; Decisión N 344 de la Junta del Acuerdo de Cartagena,
Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial) Es cualquier reunión de líneas o
combinaciones de colores o cualquier forma externa bidimensional o tridimensional, que se incorpore
a un producto industrial o de artesanía para darle una apariencia especial, sin que cambie el destino
o finalidad de dicho producto y sirva de tipo o patrón para su finalidad.
DERECHOS DE AUTOR
(D Leg 822, Convenio de Berna Para la protección de las Obras Literarias, Convenio Universal de
Derecho de Autor, Convenio para la Protección de los Productos de Fonogramas contra la
reproducción no autorizada de sus Fonogramas, Convenio sobre la Distribución de Señales
Portadoras de Programas transmitidas por Satélite, Convenio de Roma, Tratado sobre el Registro
Internacional de Obras Visuales, Decisión 351 de la Comisión del Acuerdo de Cartagena).
BONOS.
Son valores que representan una deuda contraída por una empresa o dependencia gubernamental y
que pagan una renta fija, es decir, reditúan intereses a una tasa definida que puede ser fija, variable
o reajustable, lo importante es que dicha tasa ha sido establecida desde el momento en que se
produce la emisión de estos valores.
DESEMPLEO.
Condición de la PEA (Población Económicamente Activa) que buscan activamente un empleo al sueldo
prevaleciente sin encontrarlo.