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RESUMEN
La psicología es una ciencia “bisagra” cuyo objeto constituye, en tanto ciencia de la conducta, la intersección de
los planos natural (específicamente biológico) y sociohistórico. Al presente, su inserción profesional está en el
campo de la salud, como concepción integradora de calidad de vida y bienestar socioemocional. En ese sentido,
propende al establecimiento de conductas instrumentales colectivas de salud integral que se dirigen a la
modulación de los estados biológicos del individuo, el desarrollo de sus competencias preventivas y el
mejoramiento de sus relaciones con otras personas. Desarrollar estas estrategias a nivel comunitario requiere una
colaboración sistemática entre profesionales de la salud pública y de la comunicación social para fomentar
programas de acción articulados en consonancia con los objetivos psicológicos.
Palabras clave: Psicología, salud integral, calidad de vida, bienestar socioemocional, conducta instrumental.
ABSTRACT
Psychology is a "hinge" science whose purpose is, in quantum behavior science, a intersection of natural
(specifically biological) and sociohistorical levels. At present, their employability is in health field, as inclusive
conception of quality of life and social-emotional well-being. In that sense, tends to establish collective
instrumental behaviors of integral health that target modulation of biological individual states, the development
of its preventive powers and the improvement of their relations with other people. Developing such strategies at
community level requires a systematic collaboration between public health professionals and the media to
promote action programmes articulated in line with psychological objectives.
Keywords: Psychology, comprehensive health care, quality of life, social-emotional well-being, instrumental
behavior.
En la actualidad los adelantos científicos en los niveles básico y aplicado revolucionan casi
todos los campos del quehacer humano, permitiendo optimizar el uso de los recursos, conseguir
mejores rendimientos y aumentar la producción. Parecieran exceptuarse de esa influencia, sin
embargo, los cambios en la salud integral, la calidad de vida y las relaciones interpersonales. Tanto en
los países desarrollados como en los subdesarrollados, sólo una élite de individuos cuenta
(parcialmente) con la posibilidad de informarse y/o usufructuar la concepción y los servicios que
dimanan de un enfoque psicosocial moderno, pese a la urgente necesidad de solución que los
problemas derivados de la sociedad consumista demandan, resumidos en los déficits de los tres rubros
mencionados ut supra.
Las características negativas de semejante sociedad son harto conocidas: la división de clases, la
injusta distribución de la riqueza, la caótica disposición de las relaciones productivas, la impronta de
ideologías precientíficas en la educación y en la vida cotidiana, la carencia de servicios y de
infraestructura frente al elevado índice de población, los intereses subalternos de las castas
gobernantes, etc. (Ribes, 1980). El impacto de estas condiciones redunda en el incremento de
conductas antisociales, la distorsión de valores, la creencia en el recurso de la fuerza como prima
ratio, la alineación, el separatismo étnico-racial, la discriminación política, el autoritarismo, la
desinformación mediática, la superstición, entre otras taras sociales.
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Correo electrónico: avidolector@yahoo.es
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No es este el lugar para abundar sobre ellas, como tampoco para reseñar el sinnúmero de
investigaciones y teorías que apoyan la obligatoriedad de su crítica. Pero más allá del análisis trillado
de esas condiciones, conviene preguntarse que se viene haciendo desde el ámbito académico del
comportamiento y de la salud para contribuir a cambiarlas positivamente, así que el propósito del
presente artículo es exponer de manera sencilla, previo esclarecimiento teórico, las alternativas de
solución práctica desarrolladas específicamente por un sector de psicólogos. Ello en el entendido de
que es imprescindible “hacer conciencia pública” respecto a lo que, como pauta programática,
tecnológica y científica, puede ofrecer la psicología para el cambio de las condiciones de salud integral
comunitaria entendida como calidad de vida y sentimiento de bienestar socioemocional; de la misma
forma que se ha hecho en otras áreas aplicadas, por ejemplo en la educación (Bijou, 1968/1983) y en
la clínica (Anicama, 1983).
La psicología es una disciplina joven y todavía no integrada. No todos los psicólogos están de
acuerdo en lo que consideran su objeto de estudio y los conceptos, principios, métodos y aplicaciones
que convienen más a su labor. Por eso es necesario precisar desde qué perspectiva se postulan los
aportes reseñados en este escrito.
En tal sentido, hay que hacer dos precisiones: una respecto al objeto de estudio del cual parten
las soluciones que se van a explicar en el siguiente parágrafo, y otra respecto al área que constituye el
mejor lugar actual para el quehacer aplicativo del psicólogo científico. Tales precisiones se articularán
como respuestas a dos preguntas: 1) ¿cuál es el objeto de estudio de la psicología? y 2) ¿cuál es el
dominio en el que se ubica como ciencia?
COMENTARIO FINAL
La oferta predicha apoya la sugerencia de que la psicología (como ciencia de la conducta) tiene
aplicaciones potencialmente beneficiosas —algunas de las cuales ya se vienen haciendo en los países
desarrollados— para el fomento de la calidad de vida y del bienestar socioemocional. Para dinamizar
la tarea movilizadora que requiere la articulación de programas psicológicos a gran nivel, es necesaria
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