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SECCION 3 > ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES

CAPITULO 18
Miocardiopatía
La miocardiopatía es un trastorno progresivo que altera la estructura o perjudica el
funcionamiento de la pared muscular de las cavidades inferiores del corazón (ventrículos).
La miocardiopatía puede ser causada por muchas enfermedades conocidas o bien puede deberse
a una causa no identificable.
Miocardiopatía congestiva dilatada
La miocardiopatía congestiva dilatada es un grupo de trastornos cardíacos en los que los
ventrículos se agrandan, pero no son capaces de bombear la sangre suficiente para las
necesidades del organismo; en consecuencia se produce una insuficiencia cardíaca.
En los países desarrollados, la causa identificable más frecuente de miocardiopatía congestiva
dilatada es la ampliamente difundida enfermedad de las arterias coronarias. Dicha enfermedad
produce un aporte de sangre insuficiente al músculo cardíaco, lo que puede conducir a lesiones
permanentes. La parte no lesionada del músculo cardíaco se estira para compensar la pérdida de
la acción de bombeo. Cuando este estiramiento no puede compensar el déficit adecuadamente,
se produce la miocardiopatía congestiva dilatada.
Una inflamación aguda del músculo cardíaco (miocarditis), producida por una infección vírica,
puede debilitarlo y producir una miocardiopatía congestiva dilatada (a veces llamada
miocardiopatía vírica). La infección por el virus Coxsackie B es la causa más frecuente de
miocardiopatía vírica. Ciertos trastornos hormonales crónicos, como la diabetes y la enfermedad
tiroidea, también pueden provocar una miocardiopatía congestiva dilatada, así como el consumo
de ciertas drogas (como el alcohol y la cocaína) y de fármacos (como los antidepresivos). La
miocardiopatía alcohólica se produce después de alrededor de 10 años de abuso del alcohol. En
raras ocasiones, el embarazo o ciertas enfermedades del tejido conjuntivo, como la artritis
reumatoide, pueden causar una miocardiopatía congestiva dilatada.
Síntomas y diagnóstico
Los síntomas iniciales de la miocardiopatía congestiva dilatada (sentir ahogo durante un esfuerzo
físico y cansarse fácilmente) son el resultado del debilitamiento de la acción de bombeo del
corazón (insuficiencia cardíaca). Cuando la causa de la miocardiopatía es una infección, los
primeros síntomas puede ser la fiebre repentina y otros semejantes a los de la gripe. En cualquier
caso, la frecuencia cardíaca se acelera, la presión arterial es normal o baja, hay retención de
líquidos en las piernas y el abdomen y los pulmones se llenan de líquido.
La dilatación del corazón hace que las válvulas cardíacas se abran y se cierren incorrectamente;
en el caso de la válvula tricúspide y de la válvula mitral, se produce un reflujo anormal de sangre
de los ventrículos a las aurículas durante la sístole, en vista de que no se cierran bien. El cierre
impropio de las válvulas causa soplos que se pueden escuchar con un fonendoscopio. Por último,
las lesiones y el estiramiento del músculo cardíaco producen un ritmo cardíaco anormalmente
rápido o lento. Estas anomalías alteran aun más la función de bombeo del corazón.
El diagnóstico se basa en los síntomas y en un examen físico. El electrocardiograma (una prueba
que registra la actividad eléctrica del corazón) revela cambios característicos. El ecocardiograma
(un examen que utiliza ultrasonidos para crear una imagen de las estructuras cardíacas) y la
resonancia magnética (RM) confirman el diagnóstico. Si a pesar de estos procedimientos el
diagnóstico es aún dudoso, una evaluación más precisa requiere introducir un catéter que permite
medir presiones dentro del corazón. Durante el cateterismo, se puede extraer una muestra de
tejido para analizarlo al microscopio (biopsia) y así confirmar el diagnóstico y a menudo incluso
conocer la causa.
Pronóstico y tratamiento
Alrededor del 70 por ciento de las personas con miocardiopatía congestiva dilatada muere antes
de los 5 años de la aparición de los primeros síntomas; el pronóstico se agrava a medida que las
paredes del corazón se vuelven más delgadas y la función cardíaca disminuye. Las anomalías en
el ritmo cardíaco indican también un pronóstico grave.
Según los estudios, tanto el sexo como el origen étnico juegan un papel importante en el
pronóstico. En conjunto, los varones sobreviven sólo la mitad en comparación con las mujeres y
las personas de etnia negra la mitad en comparación con las de etnia blanca. Cerca del 50 por
ciento de las muertes son repentinas, probablemente como resultado de una arritmia cardíaca.
Tratar específicamente la causa subyacente como el abuso de alcohol o una infección puede
prolongar la vida. Si la causa es el abuso de alcohol, es necesario abstenerse de su consumo. El
tratamiento con antibióticos está indicado si existe una infección bacteriana que produzca la
inflamación repentina del músculo cardíaco.
En caso de una persona con una enfermedad de las arterias coronarias, el escaso aporte de
sangre por la insuficiencia cardíaca puede causar angina (dolor de pecho por enfermedad
cardíaca), lo que exige la aplicación de un tratamiento con nitratos, un betabloqueador o un
bloqueador de los canales del calcio.
Los betabloqueadores y los bloqueadores de los canales del calcio pueden reducir la fuerza de
las contracciones cardíacas. El reposo suficiente, el sueño adecuado y la reducción del estrés
contribuyen a disminuir la tensión sobre el corazón.
El estancamiento de la sangre en el corazón dilatado puede causar la formación de coágulos en
las paredes de las cavidades. Para prevenir esta coagulación, habitualmente se administran
fármacos anticoagulantes.
En general, los fármacos utilizados para prevenir las arritmias se prescriben en pequeñas dosis,
que luego se aumentan gradualmente, ya que pueden reducir la fuerza de las contracciones
cardíacas. La insuficiencia cardíaca también se trata con fármacos (un inhibidor de la enzima
conversora de la angiotensina, que se asocia con frecuencia a un diurético).
Sin embargo, a menos que la causa específica de la miocardiopatía congestiva dilatada pueda ser
tratada, es muy probable que la insuficiencia cardíaca sea finalmente mortal. Dado este mal
pronóstico, las personas con miocardiopatía congestiva dilatada son los principales candidatos a
un trasplante cardíaco.
Miocardiopatía hipertrófica
La miocardiopatía hipertrófica es un grupo de trastornos cardíacos caracterizados por una
hipertrofia ventricular (un engrosamiento de las paredes de los ventrículos).
La miocardiopatía hipertrófica es hereditaria en ciertos casos. También puede producirse en
pacientes con acromegalia, una enfermedad que resulta de la presencia de una cantidad excesiva
de hormona del crecimiento en la sangre o en aquellos con feocromocitoma, un tumor que
produce adrenalina. Las personas con neurofibromatosis, una enfermedad hereditaria, también
pueden desarrollar una miocardiopatía hipertrófica.
Habitualmente, un engrosamiento de las paredes musculares del corazón representa una reacción
del músculo frente a un aumento del trabajo cardíaco. Las causas más frecuentes son la
hipertensión arterial, el estrechamiento de la válvula aórtica (estenosis de la válvula aórtica) y
otros trastornos que incrementan la resistencia a la salida de sangre del corazón. Sin embargo,
los pacientes con miocardiopatía hipertrófica no tienen estas afecciones. En cambio, el
engrosamiento que se produce en esta enfermedad en general se debe a una anomalía genética
heredada.
El corazón aumenta de grosor y se vuelve más rígido de lo normal, lo que provoca que haya una
mayor resistencia a la entrada de sangre que proviene de los pulmones. Una de las
consecuencias es un estancamiento de la sangre en las venas pulmonares, que puede hacer que
se acumule líquido en los pulmones y, en consecuencia, se produce ahogo de forma crónica.
Además, cuando las paredes ventriculares se engruesan, pueden obstruir el flujo de sangre e
impedir el llenado adecuado del corazón.
Síntomas y diagnóstico
Los síntomas comprenden desvanecimiento, dolor torácico, palpitaciones producidas por los
latidos cardíacos irregulares e insuficiencia cardíaca con ahogo. Los latidos cardíacos irregulares
pueden provocar la muerte repentina.El diagnóstico se efectúa a partir del examen físico. Por
ejemplo, los ruidos del corazón que se escuchan con un fonendoscopio generalmente son
característicos.
El diagnóstico suele confirmarse con un ecocardiograma, un electrocardiograma (ECG) o una
radiografía de tórax. Si se considera la posibilidad de una intervención quirúrgica, puede que sea
preciso practicar un cateterismo cardíaco para medir las presiones dentro del corazón.
Pronóstico y tratamiento
Cada año muere aproximadamente un 4 por ciento de las personas que sufren una miocardiopatía
hipertrófica. La muerte suele sobrevenir de forma repentina; el fallecimiento debido a una
insuficiencia cardíaca crónica es menos frecuente. Es recomendable el asesoramiento genético
en caso de que el trastorno sea hereditario y se desee tener descendencia.
El tratamiento se orienta a reducir la resistencia que opone el corazón a llenarse de sangre entre
latido y latido. El principal tratamiento es la administración, conjunta o por separado, de
betabloqueadores y antagonistas de los canales de calcio.
La intervención quirúrgica en la que se extirpa una parte del músculo cardíaco aumenta la salida
de sangre del corazón, pero sólo se lleva a cabo en pacientes que presentan síntomas
incapacitantes a pesar del tratamiento farmacológico. La cirugía mejora los síntomas, pero no
reduce el riesgo de muerte.
Antes de efectuar una intervención odontológica o quirúrgica, se administran antibióticos para
reducir el riesgo de infección del revestimiento interno del corazón (endocarditis infecciosa).
Miocardiopatía restrictiva
La miocardiopatía restrictiva es un grupo de trastornos del músculo cardíaco que se caracterizan
por una rigidez de las paredes ventriculares (que no están necesariamente engrosadas), que
ocasiona una resistencia al llenado normal de sangre entre latido y latido.
Es la forma menos frecuente de miocardiopatía y comparte muchos rasgos con la miocardiopatía
hipertrófica.
Su causa es desconocida. En uno de sus dos tipos básicos, el músculo cardíaco es gradualmente
reemplazado por tejido cicatricial. En el otro tipo, el músculo es infiltrado por una sustancia
anómala, como los glóbulos blancos de la sangre.
Otras causas de infiltración pueden ser la amiloidosis y la sarcoidosis. Si el organismo contiene
mucho hierro, éste se acumula en el músculo cardíaco, como una sobrecarga de hierro
(hemocromatosis). Por último, esta miocardiopatía podría ser consecuencia también de un tumor
que invade el tejido cardíaco.
Debido a la resistencia que opone el corazón al llenado, el volumen bombeado es suficiente
cuando la persona está en reposo, pero no lo es cuando la persona está haciendo un esfuerzo.
Síntomas y diagnóstico
La miocardiopatía restrictiva causa insuficiencia cardíaca con disnea e hinchazón de los tejidos
(edema). La angina de pecho y el desvanecimiento se producen menos frecuentemente que en la
miocardiopatía hipertrófica, pero en cambio son habituales las arritmias y las palpitaciones.
La miocardiopatía restrictiva es una de las causas posibles que se investigan en caso de que una
persona tenga una insuficiencia cardíaca. El diagnóstico se basa fundamentalmente en la
exploración física, el electrocardiograma (ECG) y un ecocardiograma.
La resonancia magnética (RM) puede proporcionar información adicional acerca de la estructura
del corazón. El diagnóstico preciso requiere el cateterismo del corazón para medir las presiones y
una biopsia del músculo cardíaco (obtención de una muestra y su análisis al microscopio), que
permita la identificación de la sustancia que lo infiltra.

Pronóstico y tratamiento

Cerca del 70 por ciento de los pacientes con miocardiopatía restrictiva muere antes de los 5 años
de la aparición de los primeros síntomas. En la mayoría de los casos, no existe ningún
tratamiento eficaz.

Por ejemplo, los diuréticos, que normalmente se usan para tratar la insuficiencia cardíaca,
reducen el volumen de sangre que llega al corazón y agravan la situación en vez de mejorarla.

Los fármacos normalmente utilizados en la insuficiencia cardíaca para reducir la sobrecarga del
corazón no son útiles porque disminuyen demasiado la presión arterial.

A veces, la causa de la miocardiopatía restrictiva puede tratarse para impedir que las lesiones
cardíacas se agraven o incluso para que reviertan parcialmente.

Por ejemplo, la extracción de sangre a intervalos regulares reduce la cantidad de hierro


almacenado en las personas con hemocromatosis. En el caso de una sarcoidosis, es
recomendable la administración de corticosteroides.

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