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LIBRO I. INTRODUCCIÓN.
En la parte más oriental de nuestro planeta Tierra existe un antiguo relato sufi tradicional
llamado: “Un elefante en la oscuridad”, que puede ayudarnos –y mucho- a comprobar las
enormes dificultades que se confrontan INDIVISIBLEMENTE a todo lo largo del orbe y para la
extensión total de nuestra actual civilización, en cuanto a:
Esta tradición, citada por Idries Sha, un Maestro Sufi actual, dice así:
-“Un elefante que se exhibía por las ciudades y los pueblos, quedó alojado en el establo de un
lugar donde nadie había visto jamás un animal de su especie.
Cuatro curiosos enterados de la existencia de aquella maravilla, pretendieron verla antes que
los demás. Pero ocurrió que en el establo no había luz alguna y su investigación tuvo que
realizarse en la oscuridad.
Al palparle la trompa, uno de ellos se dijo que el animal debía de ser parecido a una
“manguera”. El segundo, tocándole una oreja, llegó a la conclusión de que se asemejaba a un
“abanico”. El tercero, al dar con una pata, lo calificó de “columna viviente”. El cuarto le puso
una mano en el lomo y aseguró que era una especie de” trono”.
Ninguno pudo formar la imagen completa; y la parte que cada uno tocó sólo
pudieron expresarla mediante referencias a cosas que conocían.
EL RESULTADO FUE UNA CONFUSIÓN TOTAL. Cada cual quería tener razón y
cuando lo contaron a los demás;
NADIE PUDO SABER QUÉ ERA EN REALIDAD LO QUE HABÍAN EXPERIMENTADO LOS
INVESTIGADORES”.
Permítaseme por favor, declarar en el inicio de este trabajo, que no me siento en tal disposición,
ni estoy obligado a probar “científicamente” muchas de las cuestiones que he de exponer más
adelante, ni por supuesto y debido a razones más que obvias que mencionare después, será el
caso que lo haga. Y es que voy a emplear el conocimiento aportado por las ciencias modernas,
fundamentalmente por la física, cada vez que así resulte necesario y conveniente hacerlo, a la
vez que emplearé otras fuentes alternativas de conocimientos, en idénticas circunstancias.
Pero realmente lo que revolucionó totalmente mi existencia –y conste que me encuentro en los
finales de la sexta década de poner las plantas de mis pies sobre la superficie de la Tierra- fue el
encuentro con un Maestro de la Tradición, después de rodar durante años, buscando, con una
insaciable hambre de conocimiento verdadero, y sin encontrar lo que trataba de encontrar, a
pesar de que arribé a muchos lugares que se consideraban como “la cumbre del conocimiento
manifestado y oculto de este mundo”.
Al igual que UD, estimado lector, los años me fueron haciendo cribar cada vez más finamente lo
que veía u oía, lo que leía y estudiaba; y aquellos destellos de verdades diluidas que encontraba
por tantos lugares por los que transitaba, simplemente me decían que detrás de las sombras
trémulas de esta “gran caverna de Platón”, yo tenía la obligación de hallar a quienes las
producían. O, bueno, si ello fuese posible, que el esfuerzo de corazón que realizaba en este
sentido, lograra que sucediera lo maravilloso, es decir; que de alguna forma –y siempre con
mucha modestia y humildad- fuesen “ellos” los que me llamaran, como realmente ocurrió, hace
casi una decena de años.
Este autor se compromete totalmente con los lectores, a aportar HECHOS, sea mediante lo que
ahora se denomina como hipótesis, tesis o como se guste en llamar, y solamente he de apelar al
buen sentido, es decir; al sentido común de los que lean estas notas, que es el único y mejor
medio capaz de allegarnos brillantemente aquello que es denominado como LA REALIDAD.
Pero, volviendo un poco atrás: ¿Qué es para UD un elefante, mi muy estimado lector o lectora?
Si pertenece al grupo de los que juran que es una manguera, pues así UD lo calificará.
De ser esta su “conclusión”, UD jurará y si es preciso se batirá en duelo a pistolas con quien
afirme, por ejemplo, que el elefante es o un abanico, o una columna en vida o un trono para
sentarse.
Claro, que los que garanticen cualquiera de estas últimas variantes, también sentirán placer en
batirse con UD, jurando a ultranza que el susodicho paquidermo es... lo que su escaso
conocimiento y sentido solamente, en este caso del tacto, les informó que era.
Pero, fíjese bien, pero que muy bien, que ni UD ni ellos habrán visto a UN ELEFANTE
COMPLETO, el cual, en su totalidad;
Así se vive en este complicadísimo planeta y del mismo, apenas en quizá tres o cuatro de sus
dimensiones, “largo, ancho, alto” y muy poco del “tiempo”, hemos logrado un conocimiento…
bastante elemental y deficiente por cierto. Y ello a pesar del enorme despliegue científico-
tecnológico de que ha hecho un gran despliegue nuestra civilización.
No hablemos del resto de las dimensiones o planos, hasta llegar a las once que hay, porque en
ese caso, nuestra ignorancia resulta ser entonces no solamente casual y accidental, sino que es
también supina, crasa, garrafal, aunque algunas personas que crean ser “expertas” en ellas,
aseveren lo contrario, debido a que tienen contactos fortuitos con lo que ahora se denomina
“universos o mundos o dimensiones paralelas o sutiles”.
Pero, continuemos UD y yo con el tema que tratamos de alcanzar. Y que es el del TODO.
CAPÍTULO 1.
Resultaría sumamente interesante comenzar un compendio tan global y abarcador como el que
intento presentar, realizando unas pocas preguntas fundamentales a las que el hombre ha
ensayado dar respuesta a través de todos los tiempos, culturas y lugares.
Por anticipado pido perdón, ya que quisiera decir “una enorme cantidad de cosas
simultáneamente”, de una sola vez, a un solo tiempo. Ah, y que de esta misma forma sea
comprendida por todos, mucho y simultáneamente, ya lo dije.
Pero es más que sabido que a esa inercia mental-cerebral potestativa de la inmensísima mayoría
de nosotros los seres humanos y que funciona en el tiempo, no le es posible captarlo todo
instantáneamente. Es por eso que hay tantas teorías dando vueltas por ahí, puesto que cada cual
cuenta solamente el pedacito que vio en un segmento de tiempo.
Entonces, como es costumbre entronizada y única alternativa posible, repito, que ello nos obliga
a valernos del intervalo de tiempo, y hablar, escribir, describir, en sucesión; sucesivamente, una
cosa primero, la otra después y desgraciadamente es de tal manera que nuestra comprensión
corre el peligro de dispersarse, de volverse fragmentada, parcial; de que cada uno, de instante
en instante y en la medida en que recibe la información, ponga el foco de su atención sobre
aquello que resulte de su mayor interés. Y entonces iniciando un proceso de pensamiento,
análisis y comparación de ese algo que llamó su atención, SE DETENGA AHÍ, estáticamente,
hasta tanto su cerebro, procesando, logre emitir una CONCLUSIÓN sobre lo que está revisando
inercialmente.
A partir de ese momento se intentará retomar lo que se estaba leyendo, o viendo, o escuchando,
pero no nos daremos cuenta de que fuimos nosotros los que nos detuvimos a “analizar”,
mientras, la vida continuó su transcurso, dinámicamente. Y es que lo que nos decían o
explicaban NO SE DETUVO, y PERDIMOS una gran cantidad de energía-información, que no
registramos conscientemente, y que por ende, no pasó a nuestro acervo personal.
Claro, por eso es que hay que leer y releer, también es necesario en muchas ocasiones ver una
película dos o más veces para comprenderla totalmente, por ello nos deben decir “la misma cosa”
unas y varias veces. Debido a ello el hombre es repetitivo y se repite a sí una y otra vez y hay
que repetir y repetir, por lo que no se captó. Bueno, de aquí que, mi Maestro recomiende siempre
“leer con simplicidad” sin detenerse a “pensar” o hacer “análisis”, pero almacenando en nuestras
conciencias profundas aquello que se está captando. Pero es que de la existencia en nosotros de
esa “conciencia profunda” no somos muy conscientes que digamos.
Es de una total certeza que no poseemos una visión o asimilación holográfica, total de las cosas
desde todos los puntos de vista, (ello representaría el plano espacio) pero que adicionalmente
sea simultánea, ¡ya mismo! (En el plano tiempo) Se trata entonces que no nos detengamos a
“tocar” una parte del elefante universal, y quedarnos allí, gritando al mundo que YA ESTAMOS
EN POSESIÓN DE LA VERDAD, que ya somos sabios y tenemos el conocimiento… ¿Se
parecerá esto a lo que hacemos consuetudinariamente?
Pues, resulta que es de ahí de donde proviene el famoso ¡Eureka! ¡Al fin lo vi!
Y es que cuando tal gritamos, es porque existió un proceso el cual demoró o duró un tiempo, un
tiempo que puede ser de segundos o de años, al final del cual y en un momento de tiempo -que a
los efectos prácticos resultaría instantáneo- fue que comprendimos algo. ¡Eureka! Otra vez.
Ahora que se me perdone redundar tantas veces, usando la palabra “tiempo”. Pero es que en
buena lid, para no andar como los “ciegos” del cuento en el tiempo, debíamos haberlo captado
todo y simultáneamente en un instante de tiempo “t” = 0, con relación al objetivo que
intentábamos comprender, de modo que se lograra un conocimiento alejado de la parcialidad;
total u holístico en el espacio-tiempo como antes se dijo. Es ver el elefante completo y de una
vez.
No obstante, plantear una situación así en la actualidad, es una quimera imposible, y por ello,
repito, me veo en la posición obligada de dar una explicación hiperbólica más; en el tiempo y
parcializada dentro de los millones que ya se han dado, con el fin de exponer los puntos de vista
que se tratarán a continuación. ¿Me perdonarán por ello?
A todo lo largo de lo que llamamos Historia conocida, innumerables escuelas, sectas, grupos,
filósofos, religiosos, científicos, políticos y hombres comunes, han hecho el ensayo en uno u otro
sentido de responder a las interrogantes fundamentales que se hace el hombre. Y han dado una
respuesta, pero la misma ha sido básicamente, parcial, fragmentada, por las razones antes
expuestas.
Ah, pero no diga esto a nadie, bajo pena de que... bueno, por suerte ya no queman a nadie en la
hoguera ni le amarran al potro de tortura... Aunque no obstante, en la actualidad, lo pueden
condenar al ostracismo, o como se dice comúnmente en una jerga moderna: “le serruchan el
piso” y ello puede implicar que tenga que abandonar a algunas de sus amistades, o su lugar de
trabajo, o su organización, o el país de residencia; incluso, bajo determinadas circunstancias
podría dar con sus huesos en la prisión. ¿Verdad?
Las diferentes interpretaciones relativas a los aspectos de la vida se cuentan por cientos y miles y
millones; son tantas, como seres habitan el planeta y algunas de ellas resultan completamente
contradictorias con relación a otras, pero todas enmarcadas en un mismísimo factor común:
Y debido a ello, está más que claro que como entonces es de suponer, entra en contradicción con
la de algún vecino o vecinos. Pero, de tales interpretaciones acerca de qué es la vida, parten
entonces las leyes sociales, la “justicia” humana que se aplica, las leyes de gobierno, religiosas,
políticas y en fin, TODA LA PLATAFORMA HUMANA SE AJUSTA A LA
INTERPRETACION CORRESPONDIENTE EN EL LUGAR Y MOMENTO DE QUE SE
TRATE.
Sentenciaba con total acierto un Maestro Sufi ampliamente conocido en Occidente; Jelalud’im
Rumi, lo siguiente:
“La VERDAD es un espejo roto en mil pedazos, mientras que cada cual piensa que
su pedacito es todo el espejo”
Este juicio axiomático es tan certero y real que no demanda comentarios ulteriores y lo cito para
que sea bien repasado por los lectores.
Pero veamos juntos algunas de las interrogaciones que históricamente se ha formulado el Homo
sapiens sapiens, el cual, agrega este autor, parece que de sapiens, últimamente no le queda
mucho, o, mejor, casi nada... Y para darse cuenta de ello, basta solo mirar alrededor. Aquí van:
Solamente pedimos al lúcido lector, que medite profundamente sobre cada una de estas
preguntas, que no son todas ni mucho menos las que podrían hacerse. Pero, al mismo tiempo no
le recomendamos que le brinde una respuesta “prefabricada”, basada en condicionamientos
aprendidos o en recetas que están sedimentadas en lo que nos han enseñado y hemos aceptado
sin tener apenas enjuiciamiento crítico alguno. Le rogamos encarecidamente que lo haga con
una mente libre de dogmas, abierta, heterodoxa, investigativa y que, como decía alguien que
sabía de esto:
-Que deje flotar la pregunta dentro de sí, ya que cada interrogante contiene en sí misma la
respuesta verdadera.
Será en los libros posteriores, que habremos de pasar revista juntos y profundamente; a una
cierta parte de la historia más actual de la humanidad, cosa esta que es imprescindible para el
objetivo informativo que trato de alcanzar. Cubriremos solamente un par de milenios antes y
asentaremos el énfasis principal en un grupo de acontecimientos descollantes, marcadores de los
hitos definitorios a partir de los cuales:
Así, departiremos en este y en los próximos Libros acercándonos todo lo posible a una especie
de Teoría del Todo, sobre Ciencias y Humanidades, las dos grandes divisiones artificiales
presentes en que se fragmenta el conocimiento humano.
Muchos de los temas que hemos de ofrecer tratarán sobre cuestiones que por desgracia no se
publican ni constantes ni masivamente, pero que resultan cruciales para nuestra interpretación
del mundo en que vivimos.
Por otra parte, estos elementos a su vez podrían ser fuertemente criticados por los ortodoxos de
siempre, sean los de un bando u otro, a partir de los dos grandes grupos en que se divide la actual
humanidad. Veamos:
¡Menuda equivocación!
CAPÍTULO 2.
Tengo la impresión que los lectores sagaces, de mente amplia y heterodoxa, aquellos que no
temen que “por abrir tanto la mente se les caiga el cerebro”, y los que no se dejan llevar por
dogmas establecidos, hallarán en el presente documento y en los que le continúan un sinnúmero
de materiales e indagaciones que; podrían ser buenas bases de partida ulterior para investigar y
profundizar aún más; aclaro bien: solamente bases de partida, para ahondar, examinar y
reflexionar, ya que todo lo que trataré resulta ser simple INFORMACIÓN sin otras pretensiones,
y el transformar este material en SABIDURÍA O VERDADERO CONOCIMIENTO PLENO Y
VIVO, depende exclusivamente del uso práctico ulterior que brinde cada persona a estos
materiales.
Y yo apelo a ese mecanismo infalible e insuperable de los seres humanos que ya mencioné antes,
llamado sentido común, que va por encima de fórmulas matemáticas, de largas y complicadas
explicaciones, palabras técnicas altisonantes y otras hierbas, y que, bien usado, es capaz de
encender la luz donde más oscuridad exista.
Salte UD por encima de lo que no crea entender mucho, continúe leyendo y espere por su sentido
común de modo que vea las explicaciones tan sencillas que tiene todo lo que se ha de exponer.
Entonces, para comenzar a entrar en materia, vamos a tener en cuenta algo importante.
Cuando se trata de enfocar o encarar de modo Holístico o Total, que es lo mismo, todas las cosas
de este mundo, existen diversos elementos, tales como por ejemplo: informaciones de variados
tipos; documentales cinematográficos, libros, escritos de distintos ejemplares; incluso hasta estas
mismas notas, que en muchos casos:
El ser humano es un sistema complejo o no-lineal, por lo cual en la descripción que se realice del
mismo no pueden diseñarse o usarse las llamadas “coordenadas cartesianas” que son las
empleadas para describir el comportamiento de un sistema simple, sencillo, que sea lineal o que
se comporte como tal. El llamado enfoque cartesiano es el que ha predominado en las ciencias
occidentales desde el Renacimiento hasta nuestros días. Se basa en las ideas filosóficas de un
francés famoso, llamado René Descartes (1596-1650).
Puedo explicar que un “sistema lineal” es el que funciona rectilíneamente o imitando a una línea
recta. Es aquel cuyos aumentos o incrementos o variaciones de intensidad o de sus valores en el
tiempo son relativamente iguales y también suficientemente predecibles, es decir; más o menos
se puede saber cómo irá.
Por ejemplo, si se trata de un cuerpo, un automóvil, digamos, que se mueve a una velocidad de
100 millas por cada hora que transcurre, se puede predecir que, sobre la base de este movimiento
rectilíneo o lineal de espacio y duración de tiempo; a las dos horas se habrá movido 200 millas y
a las cinco horas estará a una distancia de 500 millas. Porque es muy fácil multiplicar las cien
millas por dos, después por cinco y continuar de esta forma en lo adelante.
Así de relativamente llanas, son, tanto las fórmulas matemáticas como las leyes físicas que
describen los hasta ahora bien conocidos sistemas o fenómenos lineales, en los cuales, para
calcularlos, es posible alcanzar una CERTEZA matemática con un error sumamente pequeño,
mientras más cifras se adicionen al cálculo. De aquí surgen las llamadas CIENCIAS EXACTAS
en las que predominan los cálculos matemáticos, seguidos del LQQD (Lo Que Queda
Demostrado), y hablamos de la Física, la Química, y las Matemáticas en ellas mismas, que han
resultado ser lo máximo de la exactitud. Porque hasta existe una ciencia llamada Metrología, que
se ocupa de calcular el grado de error o inexactitud que puede haber cuando se mide algo. Decía
Lord Thompson, una de las mayores lumbreras de las ciencias y de la electricidad en el Siglo
XVIII: “Si puedo medir algo, entonces puedo tener un conocimiento de ello. Si no puedo
hacerlo, entonces no sé nada de ello”
AH, pero muy curiosamente por cierto, el llamado Campo de las Ciencias se empezó a ampliar
sin permiso de nadie, y se cobijaron bajo el titulo de científicas, toda una serie de disciplinas de
otros tipos, QUE NO USABAN EN LO ABSOLUTO, O APENAS EMPLEABAN EN
CIERTOS SENTIDOS INDIRECTOS, los postulados de las Ciencias Exactas.
Claro, estas especialidades sí que utilizaban en muchos y diferentes casos, los adelantos de la
tecnología, de la electrónica, la informática y demás, pero, repito, PERO, en sus principios no
figuraba nada que pudiera tener un agarre basado en cálculos matemáticos exactos, o en
movimientos lineales o no-lineales, algo que pudiera denominarse originalmente como científico,
en la acepción que se le brindaba a esta palabra al principio.
Y se lleno el cuadro de Ciencias y claro, de científicos que reclaman su sagrado lugar y cuyas
opiniones tienen que ser tomadas en cuenta cada vez que se desee obtener un veredicto
“científico” que eleve lo que sea, al rango de algo que es así per se.
Puede imaginan a esta altura el lector avispado, que me estoy refiriendo a disciplinas tales como:
La Antropología, Arqueología, Historia, Geología, Paleontología, Medicina, Psiquiatría,
Psicología y otros muchos más, que NO tienen su base en las llamadas Ciencias Exactas, sino en
el uso de alguna tecnología moderna y muchas hipótesis de trabajo probables.
Aclaro que yo no experimento molestia alguna ni al tratarse de estos campos, ni con sus
participantes –que muchas, entrañables, muy buenas y admirables amistades tengo entre ellos-
solamente trato de ir a favor de que se permita a otras Ciencias, casi tan viejas como el hombre, y
que ahora son tituladas ofensivamente como “pseudo ciencias” y miradas por encima del
hombro, que tengan a su vez un lugar bajo el Sol, y que todos, científicos al fin –que en todas
partes hay buenos y malos, charlatanes, especuladores y personas brillantes- cooperen juntos a
develar los secretos y misterios presentes en esta Universo nuestro… ¡QUE ES DE TODOS SIN
EXCEPCION Y DONDE TODAS LAS OPINIONES, INVESTIGACIONES Y HECHOS
OBTENIDOS CABEN PARA SER REFLEXIONADOS LIBREMENTE!
Pues, la mecánica creada por Sir Isaac Newton se ocupó de estos sistemas lineales y predecibles.
Realmente era el único conocimiento que en aquel momento se alcanzaba. Aunque la Inercia
Mental, o sea; la aplicación de la primera Ley de Newton al ser humano, llamada Ley de la
Inercia, haga que las cosas se prolonguen en el tiempo, más de lo que deben, indebidamente a
veces…
Tengamos en cuenta que el gran grito de ¡Eureka! Se apoderó hace dos siglos del planeta; más
claro aún, de nuestra civilización occidental, cuando Newton enunció sus principios mecánicos y
la capacidad de predecir envuelta en los mismos, pudiendo todo esto encuadrarse dentro de las
coordenadas cartesianas.
Y, quizá fue por ignorancia, o mejor, por el pequeño conocimiento que entonces predominaba en
el mundo, que se cometió el colosal error de intentar aplicar tales principios mecánicos –pero que
eran el más famoso y delirante descubrimiento de las CIENCIAS MODERNAS de entonces- a
TODO EL UNIVERSO, incluyendo al hombre a sus pensamientos y comportamiento. Claro que
se echó al saco a cualquier cosa que se saliera de los cánones o medidas sacralizadas como
científicas que se acababan de obtener. Ni el mismísimo Dios tenía lugar que ocupar en un
universo completamente mecánico y predecible. Y el mundo occidental se sintió por los cielos
con estos nuevos y brillantes logros de las Ciencias, que echaban tierra encima de todo lo que
oliese a misterioso, oculto o esotérico. Así fue en los siglos XVIII y XIX.
Pero a principios del siglo XX, todo cambió total y radicalmente... Aunque todavía muchísimos
no se hayan dado cuenta de ello y otros NO QUIERAN NI VERLO, debido a que están en juego
los famosos INTERESES CREADOS, que todo lo aplastan con mano de hierro, sea aquí, allá o
mas allá aún, sea antes o ahora, sin distinción alguna.
Pero esto es materia para revisar mucho más profunda y detalladamente en el próximo Libro de
“La Física Cuántica descriptiva y las Ciencias modernas”
Hablemos ahora del otro componente; el sistema no-lineal o complejo, -que está siendo abordado
por los físicos actualmente- que resulta ser el que tiene “saltos”, anomalías, cuestiones llamadas
aleatorias o que no siguen ninguna ley lineal conocida. Las situaciones no-lineales son fortuitas y
muy difícilmente predecibles, por lo menos para esta etapa actual del conocimiento del Hombre.
Ya aquí no siempre dos más dos resulta en un cuatro, sino en un grupo de probabilidades en las
cuales cuatro es una de ellas. Las cosas, las cosas pudieran estar aquí o allá, o hasta aquí y allá al
mismo tiempo, y los conceptos aceptados de tiempo y espacio varían de forma irracional, es
decir, violando lo que hasta ahora hemos considerado como “normal” lógico… lineal.
Entonces, es por ello que en cuanto se trata de bosquejar sobre las cosas humanas, no cabe ni
puede decirse, tal y como de modo “lineal” o “cartesiano” se afirma, que:
Es decir, que cuando se habla de un TODO, de un conjunto cualquiera, sea de basket ball, de los
habitantes de una ciudad, de un grupo de vehículos, en fin, de una acumulación de lo que sea,
bastaría sumar la cantidad de personas, carros o lo que se trate, adicionarle también aquello que
relaciona a un individuo o máquina con otro u otra, y entonces se obtiene el conjunto total, EL
TODO. Así ha sido expresado hasta ahora el Universo.
Bueno, esto parece sumamente lógico y racional para nuestro cerebro lineal que ve las cosas en
base a una razón y a proporciones, repito, lineales, tal y como le han enseñado a aprender y a
comportarse actualmente. ¿Verdad?
Pero, la razón de lo anterior se basa en que aquello que proceda de las apreciaciones personales
que realizamos los seres humanos, debe estar sujeto inevitablemente a las distorsiones de
interpretación que existen cuando se pasa de un espacio y de una duración en el tiempo, a otro
cualquiera.
Incluso si se fijara o estableciera correcta y certeramente el patrón general de un hecho o de una
situación dada, algunos puntos pudieran tener cierta dosis de arbitrariedad o sencillamente verse
como si la tuviesen.
Puede afirmarse que en este planeta existen otros elementos complejos o no-lineales, además del
ser humano. Mencionemos para poner algún otro ejemplo; el clima y sus variaciones.
De ahí surge la tremenda dificultad que existe para establecer una predicción sobre el tiempo.
Muchas veces, cuando en la mañana se pronostica que no lloverá por la tarde, de momento, “por
un salto imprevisto, inesperado o no-lineal” el clima se estropea y comienza a llover, no
justificándose la predicción anterior.
Es por ello que tal tipo de escrutinio o de estudio, por ejemplo, en el caso que nos ocupa; el
comportamiento humano, es decir, la descripción del Hombre, debe ser juzgado en su
totalidad, holísticamente, y no cartesianamente o “linealmente” por la aparente “precisión” que
tenga cada una de sus partes. Entonces la definición del modo cartesiano dada antes, no sería
válida aquí y el todo ya no sería la suma de las partes más la interacción entre ellas.
A esto le denominaba un señor muy conocido en Occidente, y que cito por la conveniencia de su
opinión en este caso, llamado Piotr Demiánovich Ouspensky: “Juzgar por el método
psicológico”.
No sería errado citar aquí, otro párrafo descrito por Ouspensky, que fue un matemático y filósofo
ruso y personaje que incidió fuertemente en lo que se denominó como “El 4to camino”. El habló
acerca de:
-Los sueños, las apariciones, los estigmatizados, los fantasmas, el fenómeno OVNI, todo el
esoterismo y toda la llamada metafísica, y en fin, la totalidad de aquello que se ha dado en
llamar “paranormal” y “parapsicológico”.
“Una cosa comprendí entonces con claridad meridiana. Y es que ningún fenómeno de orden
superior, ninguno que trascienda la categoría de las cosas ordinarias que uno puede observar a
diario, o los fenómenos que se llaman “metafísicos”, podían observarse o investigarse por
medios corrientes, en un estado ordinario de conciencia tal como pueden investigarse los
fenómenos físicos.
-Que cuando se hable de tal tipo de información, como la que se está proponiendo,
trátese de la no-lineal, parapsicológica, esotérica, metafísica, paranormal o como
se le quiera llamar, la misma debe ser percibida como dotada de una visión global;
de conjunto, total u holística, digamos, “correcta”, que no necesita que se
demuestre la total exactitud de sus partes y que por ende, resulta invulnerable a la
demostración de que este o aquel aspecto pudiera ser particularmente “exacto”.
Ténganse en cuenta estas situaciones por la tremenda importancia de que están revestidas, y que
nadie piense que “se está poniendo el parche antes que salga el grano”, es decir; que me estoy
escudando en cuestiones que me permitan justificar lo que estoy denotando, sino que lo que hago
es explicarlo de acuerdo a una lógica que es por lo menos, irrebatible, por ser simplemente
certera y aceptada actualmente.
Este autor cayo en la cuenta de tales situaciones hace algunos años y fue precisamente cuando
“renunció” por así decirlo, a continuar tratando de justificar o pontificar mediante el criterio de
algunos científicos que se contaban entre sus amistades, un grupo de sucesos o fenómenos
“paranormales”; ya que las ciencias NO TIENEN medios, criterios, formas, ni
Constituye entonces un desgaste de tiempo, de recursos y economía en todos los sentidos, seguir
tratando de validar cualquier tipo de fenómenos o situaciones que se alejen de la cotidianidad;
mediante:
PARTÍCULA
¿Y por qué?
Pues porque en este último dominio de la Física mencionado, la mecánica cuántica, SÍ existe la
propuesta de funcionamiento como:
ONDA
Porque la Partícula es física, se puede medir, pesar, calcular, es observable a través de los
medios que hemos construido como extensión de nuestros sentidos físicos.
Son las manifestaciones que han recibido EQUIVOCADAMENTE POR CIERTO, ya es tiempo
de decirlo bien alto, el apelativo de PARANORMALES o PARAPSICOLÓGICAS.
Pero, hasta que los propios físicos, debido a las proposiciones y metodología de las ciencias,
creadas por ellos, no logren justificar matemática y experimentalmente que las incidencias del
micromundo y las del macro mundo son exactamente iguales, ellos no declararán lo que yo
adelanto desde ahora en el presente trabajo; y es que, echemos a ver que no hay ninguna barrera
que se oponga a que lo que sucede en el micromundo sea exactamente lo que pasa en el macro
mundo, con perdón exclusivamente de lo que las matemáticas AÚN no han logrado demostrar,
pero que ya demostrarán en su momento.
Y no dejemos de recordar al Kybalion o Libro de las Doctrinas Herméticas del Antiguo Egipto,
cuando afirmaba miles de años ha:
Entonces, es fácil desprender que nuestras células, compuestas por átomos y quarks y todos los
corpúsculos que forman parte del llamado microcosmos se comportan igualmente como
partículas y como ondas y estoy usando una analogía, sobre algo que está ampliamente
demostrado por los experimentos de las ciencias.
En tal caso, un “fantasma”, espíritu, un gnomo, un OVNI o UFO, podría tratarse de una “onda”,
de un comportamiento como tal en un instante de tiempo dado. Pero, igual que para pescar un
pez, hay que estar en o cerca del agua y para cazar un león hay que ir a su hábitat; pues, con el
fin de captar o percibir estas conductas de ONDA, hay que ser una ONDA o sentir como tal en
ese mismo instante y lugar. Claro que si al lado nuestro hay parada otra persona que NO SE
ESTA COMPORTANDO dentro del estado de ONDA al igual que nosotros, pues, ésta quizás
simplemente NO PODRÁ percibir el fenómeno como tal, y por supuesto, que, dada la
circunstancia inclusive puede negar de plano su existencia.
Y este comportamiento como onda, en el estado actual de la mayoría de los seres humanos, sin
un entrenamiento que les permita acceder a voluntad a uno u otro estado, se produce de forma
errática, aleatoria o sin ley, digamos que “casual”. Es la historia de la mayoría de los
clarividentes y clariaudientes occidentales, de los médiums y personas que acceden fortuitamente
a manifestaciones de este tipo, o provocándolas artificialmente bajo el efecto de alucinógenos,
hipnosis y otros estados diferenciados de conciencia.
A la sazón, aseguraría que la materia/energía con mayor justicia son UNA SOLA COSA,
dividida así simplemente por el conocimiento humano en la etapa actual, y tal elemento tenga
diferentes grados de vibración o frecuencia y en unos se comporte como partícula y en otros
como onda.
El hecho de que la materia se soporte como onda o como partícula tiene una importancia capital
en todo lo que se explicará después, que aparentemente no ha sido bien entendido y que será muy
ampliado en el ya mencionado libro correspondiente a las Ciencias modernas.
¿Es que resulta muy difícil verlo así? Realmente la explicación es tan sencilla y elemental que
no comprendo por qué no salta a la vista de la mayoría y se continúa perdiendo el tiempo en
divagaciones y discusiones entre bandos, que a nada conducen.
Realmente este mundo es mucho más complejo que lo que aparenta ser.
Si a todo lo anterior, le sumamos la existencia –ya sospechada y en algunos casos calculada por
los físicos- de los llamados túneles en el tiempo o agujeros de gusanos y de la multiplicidad de
planos o dimensiones, entonces tendremos más y mejores elementos para comprender el
Universo. A ello hay que adicionar algunas Leyes Universales conocidas desde muchos milenios
antes y a las que nuestra civilización no ha tenido apenas acceso.
Claro que todo lo anterior está relacionado también con nuestra capacidad de percibir al orbe que
nos rodea y al nuestro propio interno. Cómo y en qué rangos de frecuencias captamos el espectro
electromagnético de este mundo, para obtener información del mismo.
No es materia a abordar aquí puesto que requerirá en el Libro correspondiente, un tratamiento
sistémico y bien argumentado y explicado.
Y especifico todo lo anterior, debido a que, yo viví ciertas experiencias hace unos años en varias
video-conferencias que impartí, a un grupo muy grande de personas en La Habana.
Se trataba acerca de dos series documentales sobre “Las Escuelas egipcias del Ojo de Horus” de
la más remota antigüedad egipcia y también otra serie sobre las “Siete Profecías Mayas” para
nuestra época, procedentes ambas del Canal Infinito vía satélite.