You are on page 1of 22

INVESTIGA CIONES SOCIOLOGICASACERCA DE LA

FRANCMASONERIA PROGRESISTA UNIVERSAL

Informe Acerca de la Situación

de la

Masonería Latinoamericana

Por J. Caridad Mateo

SUPREMO CONSEJO DEL RITO PRIMITIVO, REGION MAYA


Apartadio Postal No. 76 C.A.P. Recorma C.A., C.P. 97006, Mérida, Yucatán, México.
E. Mail: ritoprimitivo@hotmail.com
Pagina Web: http://members.tripod.com/~ritoprimitivo/rito.htm
Francmasonería Progresista Universal
(Rito Primitivo)

CONFEDERACION DE SUPREMOS CONSEJOS

INFORME ACERCA DE LA SITUACION DE LA MASONERIA


LATINOAMERICANA

Concepción de la masonería.- Hay una actitud mental que identifica


las propias creencias, las propias modalidades culturales, con la “verdad”,
con la “naturaleza humana”, con “lo racional”, con “lo justo”, etc., y que
engendra la incomprensión, la intolerancia el estancamiento, entorpecien-
do en consecuencia, la fraternidad humana. En efecto, para el que adopta
esa posición, las demás son “falsas”, “antihumanas”, “irracionales”, “in-
justas” etc., lo que justifica menospreciarlas y aun agredidas.
El masón que identifica “su masonería” con “la masonería”, y consi-
dera sin más examen, que las demás son “irregulares”, se coloca precisa-
mente en esa actitud parroquialista, contraria a los principios que dice
defender.
La realidad es que existe dentro de la Institución muchas tendencias
y estamos por lo tanto en la obligación de estudiarlas, descubrir lo que
son, los intereses que representan, para elegir en ella nuestro lugar, el que
nos corresponda con arreglo a nuestra honrada y consecuente manera de
ser, de sentir, de pensar y de querer, prescindiendo en absoluto de intentar
la busca de aquellas que pueda ser “la verdadera, la única, la regular”, etc.,
empleando para ello criterios arbitrarios.
Ahora bien, la totalidad de las tendencias existentes, pueden ser
agrupadas en dos concepciones fundamentales, a las que vamos a referir-
nos: La metafísica y la científica.
Concepción metafísica.- Considera que la Institución es una socie-
dad nacida en el espíritu creador de un iluminado, que la fundó con
independencia de los problemas de la sociedad en la que surgió, y la basó
en verdades absolutas independientes del tiempo y del lugar. Se origina
pues esta concepción, en una filosofía idealista impregnada de espíritu
religioso que hace de ella una entidad dogmática al margen de la sociedad
y de sus luchas, y es por lo tanto inmutable y estática.
Concepción científica.- Para la ciencia sociológica, las instituciones
humanas son hechos sociales, que deben ser estudiados en función de los
problemas de los países donde nacen y se desarrollan, y de la influencia
que recíprocamente ejercen ellas sobre la comunidad social.
La concepción científica de la masonería exige pues conocer su
origen, desarrollo, influencias recibidas y su proyección en la sociedad
por medio de sus obras. Según este concepto, la INSTITUCION, no es

Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana 3


inmutable ni estática, sino dinámica y en constante evolución, determina-
da por su historia y por el trasfondo social de los países en las diversas
épocas de su desenvolvimiento.
El carácter de la historia de una sociedad, aparece luminosa e ilustra-
tiva, cuando se muestra al lado de la comunidad en la que surge y, por el
contrario, privada de significación, cuando es simple relato de hechos, sin
conexión con problemas humanos. “Las Instituciones son respuestas de
los grupos a las condiciones de los mismos. Las respuestas y las condi-
ciones, son igualmente complejas y complejamente condicionadas”. (R.
Mac Iver, Causación social). Así pues, conocidas las respuestas repre-
sentadas por las Instituciones, el concepto científico obliga a preguntarse
a qué grupos y a qué condiciones de los grupos respondieron; por ello dice
el historiador M. Bloch: la historia es más “comprender que saber”. Y
ningún fenómeno histórico puede ser comprendido haciendo abstracción
de su momento que plantea cuestiones a las cuales responde, con una
función en el pasado que nunca está completamente muerto, sino que vive
en cierto modo en el presente bajo formas diferentes. “La solidaridad de
las edades tiene tal fuerza, que los lazos de inteligibilidad entre ellas,
tienen verdaderamente doble sentido. La incomprensión del presente,
nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero no es quizá menos vano
esforzarse por comprender el pasado, si no se sabe nada del presente” (M.
Bloch).
En resumen la concepción científica de la masonería, es histórica y
sociológica, y considera a la institución sujeta a los cambios sociales y a
los intereses de los grupos, que se reflejan a su ideología y en sus obras,
enriqueciendo y refinando sus conceptos a lo largo del tiempo.
Puntos de vista de la Francmasonería Progresista.- Estando inspi-
rada nuestra Institución en una filosofía científica, es obvio recalcar que
nuestra concepción es la segunda de las señaladas. Por lo tanto, para
analizar las tendencias masónicas de Latinoamérica, hemos de examinar
en este informe, aunque sea muy brevemente, los problemas confrontados
en el pasado y en el presente por los países del continente americano, desde
su emancipación como Colonias, hasta hoy, pues la masonería, que se ha
identificado siempre a través de la historia con la vida de los pueblos en
que desarrolla su actividad, no permaneciendo nunca al margen de sus
luchas, tiene reflejado en su propio seno aquellas luchas y problemas en
forma de tendencias progresistas o conservadoras, místicas o inhibidoras,
a las que nos vamos a referir.
Las dos tendencias extremas que señalamos, han existido siempre en
forma más o menos pura; pero frecuentemente en el seno de la Institución,
se ha producido el fenómeno del sincretismo, dando lugar a agrupaciones
masónicas con orientaciones tan etremezcladas y contrapuestas, que las
ha hecho estériles como instrumentos de educación y como grupos de
presión dentro de la sociedad, favoreciendo en consecuencia las situacio-
nes existentes, es decir, la causa conservadora.

4 Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana


El objeto del presente informe, es precisamente contribuir a la clari-
ficación de los fines de las diferentes tendencias, a la jerarquización de
los mismos y a la creación de una fuerte conciencia masónica que elimine
la depresión y atomización de esfuerzos y metas, así como la inconsciencia
de los grupos que sirven en realidad a intereses opuestos a los nuestros
pueblos latinoamericanos. De este modo creemos colaborar eficazmente
en el reagrupamiento y unidad de las Potencias Masónicas capaces de
sentir su responsabilidad histórica.
Colonización y emancipación de América del Norte.-
La colonización de América del Norte fue de tendencias democráticas
y en lo religioso, de carácter protestante. A aquellas tierras llegaron los
rebeldes perseguidos por la monarquía inglesa, gobernada por los Torys
latifundistas. Cuando se hace la restauración de la monarquía después del
período republicano de Cromwell, el desarrollo industrial había adquirido
tal importancia, que un nuevo sector de burgueses industriales, repre-
sentados por los Whigs, reclamo su puesto en la dirección de la política,
y por eso la “gloriosa revolución de 1688" que restauró el Trono, se hizo
a base de la alianza de Torys y Whigs, con la colaboración de la Iglesia
oficial protestante. Esto obligó a emigrar a las colonias americanas a los
elementos más progresistas que quedaron al margen de aquella alianza,
como los inconformes, cuáqueros, anabaptistas, librepensadores y Franc-
masones del Rito Primitivo que habían colaborado con Cromwell, etc.,
con los que las colonias comenzaron a industrializarse, naciendo en
consecuencia un proletariado que contribuyó a dar a la revolución de
independencia, un signo democrático y liberal.
Colonización y emancipación de Latinoamérica.-
La colonización de los pueblos supeditados a la Corona Española, fue
en cambio, teológica y feudal, como consecuencia de la situación impe-
rante de la metrópoli. A estas colonias llegaron también perseguidos por
la monarquía y por la inquisición, como librepensadores, erasmitas,
judíos, etc., que fueron fermento de futuras revoluciones democráticas,
pero que no pudieron constituirse en clase industrial, pues la Corona
cuidaba celosamente de impedir el proceso de industrialización de estas
tierras; en consecuencia tampoco pudo desarrollarse la clase proletaria,
pero sí un artesanado que, con la masa de indios y esclavos explotados,
constituían el pueblo. Cuando se hace la emancipación de las colonias, se
había fortalecido el criollismo terrateniente, feudal y aristocrático, que
deseaba para sí el disfrute de sus bienes, prescindiendo del gobierno de la
metrópoli. Por otra parte la Iglesia también había acaparado enormes
extensiones de tierra y controlaba la situación en alianza con la burocracia
española gobernante.
El resultado de esta situación fue que la independencia de los países

Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana 5


latinoamericanos dejó intacta la estructura teológico feudal de los mismos,
con una economía rudimentaria basada en la agricultura, en la ganadería
y el artesanado pero sin industrias. Y puesto que la libertad política en
nada había mejorado la situación económica y social, al conseguir aquella
libertad que mantuvo momentáneamente unidos a los criollos con el
pueblo explotado, al que demagógicamente se le prometieron muchas
cosas, reaparecieron inmediatamente en la realidad social, los mismos
problemas que los pueblos latinoamericanos habían confrontado durante
la colonia, obligando a las fuerzas que combatieron juntas por la inde-
pendencia, a reagruparse alrededor de aquellos, representando dos frentes
en constante pugna: el liberal y el conservador. El primero estaba inspi-
rado en doctrinas importadas de Europa, y que los propios criollos, allí
educados, habían llevado a América. El partido conservador, en alianza
con la Iglesia, pretendía dejar las cosas como estaban, es decir, perpetuar
en su beneficio la estructura feudal y la explotación de los pueblos.
Desarrollo de los Estados Unidos y de sus relaciones con
Latinoamérica.
El rápido progreso industrial de los EE.UU., llevó a sus clases
gobernantes a abandonar paulatinamente los orígenes democráticos de su
independencia y a considerar a los países de América Latina, como
colonias propias, disfrazando esta política en sus comienzos, con una
supuesta protección para ayudarlos a emanciparse de España. Así apoya-
ron la revolución cubana, con la intención de anexionarse esta isla y la de
Puerto Rico, consiguiéndolo hasta ahora por que se refiere a esta última.
La doctrina inspiradora de esta política fue expuesta por Monroe y se
justificaba filosóficamente con un supuesto “destino manifiesto” de los
EE.UU., estimulado por la idea protestante de la “predestinación”. Desde
el comienzo del siglo XIX, la América Latina fue para el gobierno
norteamericano un conjunto de países a los que debía dirigir y explotar,
extrayendo de ellos sus materias primas y vendiéndoles productos indus-
triales.
Los Estados Unidos procuraron por lo tanto mantener a nuestros
pueblos en estado de sumisión, sometiéndolos brutalmente a sus ambicio-
nes. La larga cadena de atropellos y desembarques de marinos, ataques de
toda índole a su soberanía, etc., ha creado en Latinoamérica un profundo
resentimiento hacia los representantes de esa política imperialista.
Los gobiernos del país del Norte, se dieron cuenta posteriormente de
que esa forma de proceder era torpe y la transformaron, para seguir
extorsionando a nuestros pueblos en una forma menos visible, provocando
revoluciones en los mismos y poniendo al frente de cada república a
traidores que sirvieran con fidelidad a sus intereses. Así se han perpetuado
los dictadores latinoamericanos, mantenidos por el imperialismo y apo-
yados en el interior de cada país por los elementos más retrógrados, como

6 Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana


los grandes terratenientes, la burguesía burocrática enriquecida en el
gobierno y la Banca. La existencia de dictaduras sirve, además, a los
EE.UU., para demostrar la falta de madurez política de nuestros pueblos
y para justificar por consecuencia una actitud paternalista, con la que en
realidad, el imperialismo, adoptó la postura de “comprador de checo”, que
consiste en comprar a los precios que el gobierno americano fija, lo que
previamente roban a sus pueblos los dictadores impuestos y protegidos
por él. El imperialismo americano mantiene actualmente sin ningún
escrúpulo su papel de promotor y protector de las más viles dictaduras de
América y del mundo, como las de Somoza, Trujillo, Stroessner, etc., en
este continente, y la de Franco en Europa al que el propio presidente de
la república. Sr. Eisenhower, acaba de visitar y estrechar la mano, en
reciente revista que hizo a los subvencionados peones de su imperio.
El Capital de los EE.UU., enormemente desarrollado a base de esta
política de rapiña, invade los países sojuzgados, como los latinoamerica-
nos, donde cuenta con materias primas, mano de obra barata, mercados y
un trato fiscal moderado. Normalmente, el capital financiero americano,
industrial y bancario, se emplea en la minería, en extracción de materias
primas en general, y en industrias de productos de consumo en los propios
países donde se establecen. Las industrias extractivas presentan balances
muy pobres, a fin de defraudar al fisco, lo que consiguen mediante ventas
de las materias primas a otras compañías, también americanas, a precios
irrisorios. Estas últimas, asociadas en realidad a las primeras, elaboran
productos con aquellas materias, y los venden a precios fabulosos, con lo
que ellas se enriquecen y los pueblos latinos se arruinan, Además, los
beneficios de las compañías son llevados por sus accionistas a los EE.UU.,
provocando la ruina de la burguesía nacionalista, comercial e industrial,
y la descapitalización de nuestras repúblicas.
Situación actual de Latinoamérica.-
La expansión del capital financiero de los EE.UU., y la política
imperialista de ese país, determina la situación actual de los pueblos
latinoamericanos: agricultura rudimentaria y campesinos pobres, sin ca-
pacidad adquisitiva; en consecuencia, un mercado interior reducido que
no permite el desarrollo industrial. Industria nacional pobre que, además
de carecer de mercado, lucha con los grandes monopolios extranjeros y,
por último, un comercio exterior controlado igualmente por los monopo-
lios del país del Norte que compran nuestro algodón, café, azúcar, mine-
rales, etc., en las cantidades y precios que les conviene, vendiéndolos ellos
mismos, como intermediarios, en el mercado mundial. Y si cualquier país
intenta salirse de este tutelaje y comerciar directamente con otros, sufre
inmediatamente la presión imperialista, en el valor de su moneda, en una
nueva dictadura, etc.
La estructura político social corresponde al panorama económico que

Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana 7


acabamos de bosquejar. En efecto, en la mayoría de los países latinoame-
ricanos, existen dos grupos antagónicos que representan, unos los intere-
ses nacionales y, otros los extranjeros.
A la cabeza del segundo, se encuentran con harta frecuencia, gobier-
nos dictatoriales y vendidos a EE.UU. y apoyados en el interior por una
burocracia que participa en los beneficios que el poder malhabido otorga,
por una burguesía consumidora e intermediaria de donde salen los socios
menores y hombres de paja de las sociedades de capital norteamericano,
en las que aparecen como grupos mayoritarios para eludir así las leyes
relativas a los intervencionistas extranjeros. A este grupo están unidos los
grandes terratenientes laicos, jefes del ejército, la banca y la iglesia
naturalmente. Este sector se autotitula democrático y progresista, y es
desde luego, el abanderado del anticomunismo, término que le sirve para
combatir a los verdaderos demócratas a los movimientos sindicales libres
de controles oficiales y en definitiva para que las oligarquías señaladas
sigan cómodamente explotando a los pueblos. Es innecesario señalar que
este grupo tiene amplísimo apoyo económico, militar y diplomático de
los EE.UU.
Frente a este agrupamiento reaccionario y anticonstitucional, están en
primer lugar los pueblos que sufren las consecuencias de su política, en
su bajo nivel de vida, en la carencia de instrucción y de la debida asistencia
sanitaria. A la causa popular están aliados los intelectuales progresistas,
los restos de los antiguos liberales, la pequeña burguesía, y los industriales
nacionalistas que se ven amenazados por los monopolios.
Existen también algunos gobiernos que pugnan por liberarse de la
presión del imperialismo, luchando a la vez contra él, y frente a los grupos
reaccionarios del interior sin tener en cambio el apoyo decidido de las
masas populares educadas para la democracia y para la vida nacional, a
las que en el fondo temen.
Como veremos más adelante, los movimientos obrero y masónico,
están divididos en los mismos frentes señalados.
El sector nacionalista lucha por la libertad política, contra los dicta-
dores, y por la liberta económica, contra los EE.UU.; persigue la vigencia
de la democracia, muchas veces plasmada en las Constituciones de las
Repúblicas y ensalzadas demagógicamente por los gobiernos, sobre todo
en reuniones internacionales, pero que en la práctica es sistemáticamente
pisoteada; lucha por una reforma agraria que destruya los latifundios,
muchos de los cuales se hallan en manos extranjeras, con el fin de mejorar
las condiciones de vida en el campo y ampliar los mercados interiores para
estimular la industrialización; lucha igualmente por la protección a las
industrias de capital nacional, pidiendo se establezcan cotos a la entrada
libre del capital foráneo, y por el aprovechamiento para beneficio de los
pueblos, de los recursos naturales de los mismos; Luchan en fin por la
mejor distribución de la renta nacional y por una educación democrática
que capacite a los pueblos para autogobernarse, prescindiendo de tutelas,

8 Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana


especialmente de la del clero. En tal sentido reclama el establecimiento
de una educación basada en un estricto LAICISMO. En resumen, el grupo
nacional-progresista pretende una plena autodeterminación de los pue-
blos, su industrialización, el aumento de sus niveles de vida, de su cultura,
y la eliminación de todo colonialismo, de todo imperialismo, para consu-
mar la revolución democrática-burguesa, y no otra, cuyos dos enemigos
son el feudalismo nativo por un lado y el imperialismo por otro.
Constituye un ejemplo del triunfo de este sector progresista la revo-
lución cubana, tachada maliciosamente por el imperialismo de comunista:
la reforma agraria que esta revolución está llevando a cabo es sin embargo
menos drástica que la que Mac Arthur impuso en el Japón.
Otras formas de penetración imperialista.-
Abandonada la antigua y brutal agresión armada del imperialismo a
las Repúblicas Latinoamericanas, por considerarla torpe, y sustituida por
la política del dólar, las formas de penetración se han hecho algo más
sutiles.
Ya hemos expuesto el procedimiento de provocar dictaduras y prote-
gerlas; la invasión de capitales para controlar materias primas e industrias;
el control del comercio exterior y otros. A ellas hay que añadir tratados
políticos y militares préstamos bancarios, etc., que hacen de nuestros
países siervos del Departamento de Estado Norteamericano.
Pero Además, el imperialismo practica la penetración cultural, que
tiende a ablandar la solidaridad nacional de nuestros pueblos y a controlar
organizaciones de carácter continental, como las obreras y las masónicas.
Para ellos se apoya en ideas como el “interamericanismo” el “cosmopo-
litismo” etc., que le permite introducirse y dirigir las mencionadas agru-
paciones. La penetración cultural está facilitada por el monopolio de las
cadenas de información periodística, la radio, la televisión, y aún por
revistas de difusión continental escritas en nuestro idioma. Con estos
medios deforma y propaga las noticias que convienen a su interés,
hostiliza a las democracias con una propaganda mendaz, y apoya a las más
viles dictaduras.
Los organismos principales que el imperialismo ha puesto a su
servicio, amén de muchos gobiernos latinoamericanos, son: la Iglesia
Católica, la Organización de Estados Americanos (O.E.A.), la Organiza-
ción Regional Interamericana del Trabajo (O.R.I.T.) y la confederación
masónica Interamericana.
La Iglesia Católica.-
En los EE.UU., tradicionalmente de religión protestante, existen
numerosas sectas que están casi en su totalidad al lado del imperio, y son
por lo tanto vehículos utilizados por el mismo, para la penetración en
nuestras repúblicas. Pero teniendo en cuenta que la religión predominante

Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana 9


en estas, es la católica, el intervencionismo de los EE.UU. ha llevado a
pactar a su gobierno con la mencionada iglesia a la que le unen muchos
intereses comunes. La Iglesia católica, es hoy, un poderoso aliado del
imperialismo, cuya política antidemocrática respalda, con su apoyo a las
dictaduras y su hostilidad hacia los movimientos emancipadores.
El clero político es muy numeroso en nuestras repúblicas que desde
el establecimiento del eje Madrid-Washington, se han visto invadidas con
agentes de la iglesia, procedentes de España y adiestrados debidamente
para controlar la enseñanza, empresas de toda índole y en fin, para servir
de apoyo ideológico a la reacción. El Opus Dei se distingue en esta labor.
La O.E.A.
La Organización de Estados Americanos se constituyó con el aparente
propósito de establecer una honrada cooperación entre los pueblos de
América para resolver sus comunes problemas. En realidad fue inspira-
ción de los EE.UU. para controlar con más efectividad a algunos gobier-
nos latinoamericanos, basándose en la votación favorable a los intereses
del imperio de la mayoría de los dictadores impuestos por el mismo. Sus
fines inmediatos fueron el control político y económico del continente, la
constitución de un bloque militar con bases en todas las repúblicas, etc.
La balanza de fuerzas en el seno de la O.E.A. comienza sin embargo
a cambiar de sentido, pues si bien en la conferencia de Caracas, el
imperialismo consiguió la condenación del régimen democrático de Gua-
temala, con el pretexto de combatir el “comunismo internacional”, lo que
le permitió agredirla con un ejercito mercenario, en la más reciente de
Santiago de Chile, no pudo conseguir lo mismo en relación con la
revolución cubana.
La O.R.I.T.
La anterior organización de Trabajadores de América Latina
(C.T.A.L.) ha sostenido constantemente una postura anti-imperialista,
razón por la que los EE.UU. maniobraron con el fin de socavar su
influencia en las masas trabajadoras, consiguiendo, a fuerzas de persecu-
ciones por un lado y sobornos por otro, reducir la importancia de la CTAL
que es tachada de comunista. Actualmente la más fuerte confederación es
la O.R.I.T. (subsidiaria de la S.I.O.S.L.) cuyos dirigentes siguen la política
marcada por el Departamento de Estado. Sin embargo, a pesar de la
influencia de la O.R.I.T., y sus agentes provocadores infiltrados en todos
nuestros países, las agrupaciones obreras se van saneando y eliminando a
lideres inmorales. En algunas repúblicas el movimiento obrero es fuerte,
sano y antiimperialista.
LA MASONERIA
Paralelamente al desarrollo económico y a los acontecimientos polí-

10 Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana


ticos y sociales de América, la Masonería que se había arraigado en el
continente antes de su emancipación de las metrópolis europeas, fue
adaptando diversas posturas y cambiando su modo de actuar, con una
ideología también cambiante, reflejo de los intereses de los elementos que
la integraron en cada época, y que eran a su vez los de los grupos sociales
en pugna a que antes hemos hecho referencia.
La Institución se desarrolló en las colonias americanas inspirada en
los principios de lucha libertadora de la masonería primitiva, y se nutria
principalmente de los perseguidos en Europa por la inquisición y por las
monarquías existentes en Inglaterra y España.
Así la masonería de las colonias inglesas estaba constituida por los
perseguidos de las sectas religiosas enemigas del anglicanismo oficial y
por los restos de los republicanos de la época Cromweliana, a los que la
“gloriosa revolución de 1688" hizo objeto de implacable persecución; su
ideología era la de los Francmasones primitivos, nacida desde la época de
Tomás Moro, muy desarrollada durante la República y mezclada con el
misticismo de los puritanos, anabaptistas, etc., compañeros de exilio de
los librepensadores. Con esa base, la masonería luchó decididamente por
la emancipación de la metrópoli, de las colonias inglesas y actuó en los
primeros años de su liberación con arreglo a las doctrinas progresistas de
Lincoln y Jefferson, que incluso se extendieron por las colonias hispánicas
influenciando la masonería de estas últimas. Pero el desarrollo como
potencia industrial de Norteamérica y su tendencia hacia el imperialismo,
influyó de tal manera en su masonería, que logró desnaturalizar por
completo su espíritu original, siendo hoy una aliada y un puntal de la
política dictada por Wall Street.
Por su parte, la masonería de las colonias dependientes de la península
ibérica, se fundó igualmente por los emigrados perseguidos, como los
librepensadores, judíos y Francmasones, a los que se unieron muy poste-
riormente los criollos que deseaban la emancipación y la libertad de sus
tierras nativas, frente a España y Portugal. La Francmasonería Latinoa-
mericana, nacida con el espíritu de la primitiva Institución, sufrió bien
pronto las influencias de la inglesa, de la americana, de la francesa y de
la misma española.
La inglesa, monárquica, aristocrática y religiosa, se había constituido
para barrer los restos de la Primitiva, de la época republicana, y ser el
sostén del Trono y el Altar, llegando a constituir la avanzada del imperia-
lismo británico. Era bien acogida en los países católicos, como reacción
de los liberales ante la opresión de la política papista, y porque, además,
en aquella época en la que Inglaterra quería destruir el imperio español,
estimulaba todo movimiento libertario de sus colonias. La americana,
como ya hemos dicho, actuaba también a través de sus agentes, apoyando
la lucha por la emancipación, proclamando los principios de libertad,
igualdad y fraternidad, de los que se olvidó inmediatamente de conseguida
la independencia que puso a las nuevas repúblicas al alcance de las

Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana 11


ambiciones del naciente imperialismo.
La masonería francesa influyó en la latinoamericana, con un signo
francamente libertario y progresista, a través de los criollos educados en
París, que traían las enseñanzas y doctrinas -prohibidas en las colonias-
de la revolución de 1789 y, especialmente, de los enciclopedistas. El
representante más caracterizado de la Francmasonería progresista, fue el
General Francisco Miranda, criollo venezolano iniciador de la inde-
pendencia de las colonias, que conviviera en París con los hombres de la
Enciclopedia y que había luchado después por la revolución mandando
las tropas de los sans-culottes. Miranda fue el introductor en América del
Rito Primitivo, por medio de la Gran Logia Americana, con raíces en
Inglaterra España, y cuyos talleres extendió por el continente, en especial
por América del Sur, donde las logias Lautaro y Lautarianas lucharon
eficazmente por la liberación de las colonias. Los más conocidos héroes
de esa lucha emancipadora, habían sido iniciados por Miranda en Londres
o en París y, muerto el Precursor, llevaron hasta donde fue posible, las
doctrinas del Maestro. En México, el cura Hidalgo representaba igual-
mente, el pensamiento de los enciclopedistas.
Los diferentes grupos de la Institución a que acabamos de referirnos,
actuaron unánimemente en la persecución del fin común representado por
la libertad de las colonias; pero una vez que ésta fue alcanzada, aparecie-
ron las luchas entre los liberales y conservadores, que antes mencionamos,
escindiendo el campo de la masonería en dos tendencias correlativas. La
Liberal, quería una independencia con un mínimo de cambios sociales y
políticos que la conservadora no admitía de ninguna manera, como la
abolición de la esclavitud, mayores posibilidades de trabajo libre, y las
libertades proclamadas por la revolución francesa y la misma americana.
La Iglesia, enemiga tradicional de la Institución que en un principio había
combatido en contra de la independencia, se unió a la causa de los
vencedores, aliándose como es natural, a los conservadores, cuyos inte-
reses materiales eran los mismos. Bolívar, perteneciente a una familia de
esclavistas, hizo una labor positiva en lo que respecta a la independencia,
pero como no sentía los ideales avanzados, ni quería reformas profundas
en la estructura político social, pertenecía al campo conservador. Había
sido iniciado en la masonería escocesa en sus andanzas por Europa, y ya
durante la lucha por la emancipación, manifestó su desprecio por la
Institución al entregar al General Francisco de Miranda a las tropas
españolas, siendo este Gran Maestro de la Gran Logia Americana. Más
tarde, cuando tenía en sus manos todo el poder, se alió a la Iglesia y decretó
su disolución.
No obstante, la masonería siguió viviendo, escindida como hemos
dicho en liberal y conservadora. La segunda tuvo pronto el apoyo de la
americana y de la inglesa; las influencias francesa y española se fueron
tornando cada vez más débiles. Este proceso se fue acentuando al correr
de las luchas políticas para dar resultado la transformación del grupo

12 Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana


conservador en una entidad sometida e identificada con los dictadores de
las repúblicas latinoamericanas, los que frecuentemente se hacían maso-
nes para aparentar un liberalismo del que carecían. La masonería liberal
y progresista, se vio perseguida y tuvo que relegarse a la clandestinidad,
con el ideario más o menos alterado del Rito Primitivo. Este tuvo un
período de resurgimiento en México en 1828, con el llamado Rito Nacio-
nal Mexicano, cuya estructura e ideología era la de aquel, y al que
pertenecieron Juárez y sus más destacados colaboradores en la Revolución
de Reforma de este país. El Rito Nacional Mexicano sigue existiendo, si
bien muy dividido es escocificado; las Academias Mexicanas y Españolas
del Rito Primitivo, mantienen fraternales relaciones con el grupo más
progresistas.
En la actualidad, la masonería escocesa sigue dividida, existiendo,
numerosos grupos liberal-progresistas, de lo que es un buen ejemplo el
Gran Oriente Nacional de Puerto Rico, que lucha por la independencia de
la isla, sometida a un régimen colonial por los EE.UU., disfrazado de
“Estado Libre Asociado”. Estos grupos se mantienen aislados entre sí, sin
constituir ninguna Confederación; en cambio, el grupo conservador, se
halla unificado en la llamada Confederación Interamericana y ha venido
a ser instrumento de la política de los EE.UU., al haberse colocado bajo
la tutela de la masonería americana, que con el gobierno, la iglesia
protestante y Wall Street, representan los mismos intereses. Tal depend-
encia, de la masonería conservadora latinoamericana, tiene para los
EE.UU. una gran importancia, puesto que siendo la Institución defensora
tradicional de la libertad y del progreso, resulta significativo a los ojos del
mundo, que se coloque al lado de “los defensores de los pueblos libres”,
lo que sirve para ocultar su verdadera política de sojuzgamiento de los
débiles.
Confederación Masónica Interamericana.-
A consecuencia de la pasada guerra y de la propaganda de las
potencias aliadas frente al eje nazi-fascista, que tenía por objeto conseguir
el apoyo de todos los pueblos, los hombres de buena fe creyeron que,
terminada la contienda, la humanidad comenzaría una nueva etapa de
vida, en la que no habría opresiones y abusos de los pueblos fuertes sobre
los débiles. Así lo creyeron también los masones latinoamericanos de
todas las tendencias, y pensaron que había llegado el momento de olvi-
darse de pasados agravios, y darse un abrazo por encima de las fronteras
con los masones de Norteamérica. Con este espíritu nació la Confedera-
ción Masónica Interamericana, cuya vida se inició en la reunión de
Montevideo de Abril de 1947. Era pretensión de esta primera Conferencia,
agrupar a todas las organizaciones masónicas del Continente, superando
la división tradicional de tendencias conservadoras y liberal en Latinoa-
mérica y su alejamiento de las de los EE.UU. y Canadá, a fin de planear

Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana 13


conjuntamente el nuevo mundo libre que la propaganda había prometido.
Pronto se vio que las esperanzas de los masones latinoamericanos,
iban a ser defraudadas; en efecto, las Grandes Logias de los Estados
Unidos y Canadá, enviaron solamente observadores a la conferencia de
Uruguay, con el visible fin de influir en sus deliberaciones, sin compro-
meterse a aceptar los acuerdos que surgieran, que les obligaría, cuando
menos a convivir en los Talleres con negros e indios, cosa a la que nunca
estuvieron dispuestos. La alarma de los EE.UU. comenzó en la Conferen-
cia de Montevideo, al plantearse el asunto de la libertad y autodetermina-
ción de Puerto Rico, momento en que la embajada del gobierno de
Washington presionó al de Uruguay, para que esta a su vez, obligará a los
delegados en la conferencia a soslayar el mencionado problema, lo que
consiguieron.
Consecuencias de la Conferencia de Montevideo.-
Los acuerdos de la primera Conferencia de la Confederación Intera-
mericana estaban animados de un ingenuo espíritu democrático; se deci-
dió una acción permanente e ineludible contra los gobiernos dictatoriales
y que la Institución debería dirigir su actividad a fin de que todos los
pueblos del continente se rigieran por su libre y espontánea voluntad. Se
hizo un llamamiento a la paz y a la convivencia rechazando las concep-
ciones chauvinistas generadoras de hostilidades entre los pueblos. En
resumen, las conclusiones de esta primera conferencia, fueron positivas
y alabadas por todos los masones progresistas del continente, pues forma-
ban en realidad un ideario y una bandera de lucha para la masonería
latinoamericana. Los EE.UU., poco dispuestos a secundar aquel ideario,
comenzaron a maniobrar a través de la masonería de su propio país,
planeando una operación que había de conducir a dividir la masonería
latinoamericana, eliminando de la Confederación a los sectores rebeldes
y premiando a los sumisos con el “reconocimiento”, en vista de su
“regularidad”.
Las hostilidades contra la Confederación Interamericana, comenza-
ron sin embargo por la Gran Logia Unida de Inglaterra, que rompió
relaciones con la del Uruguay, inspiradora de la Conferencia de Monte-
video, por considerarla “irregular” al no someterse a sus ridículos dogma-
tismos y a su punto de vista o pretensión de constituir la fuente original
de la Institución. Desde el punto de vista en que estamos colocados, la
masonería inglesa es una deformación de la primitiva, que se constituyó,
a partir de la alianza a que hicimos referencia anteriormente de Torys y
Whigs con el trono inglés y el altar protestante, a través de la “gloriosa
revolución de 1688" y que tenía por objeto precisamente la consolidación
de los citados trono y altar, en contraposición de los ideales de la
masonería primitiva que pugnaba por destruirlos.
Por su parte, la masonería norteamericana realizó una intensa labor

14 Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana


divisionista en el seno de las Grandes Logias de Latinoamérica, por medio
de la actividad del Supremo Consejo del Rito Escocés, con sede en
Charleston, el cual también se considera así mismo, venero de la maso-
nería filosófica, de la que es, según nuestro punto de vista, su deformación
y antítesis. Este Supremo Consejo presidido en aquella época por el Gran
Comendador Jhon H. Cowles, recibía Ordenes del Departamento de
Estado, que transmitía “fraternalmente” a los Supremos Consejos de
Latinoamérica para que éstos a su vez influyeran sobre las Grandes
Logias, en los asuntos de vital importancia para los intereses del Imperia-
lismo. Los cuerpos más irreductibles fueron tachados de “irregulares”,
otorgando en cambio la protección de la masonería americana a los que
aceptaban su tutela, protección que tomaban muchas veces la forma de
ayuda para construir tal o cual templo masónico. Esta maniobra fue
descubierta por el Gran Comendador del Supremo Consejo de Cuba,
Ilustre Hermano Llansó, que no ocultaba las indicaciones que recibía de
Charleston, a la vez que las arrojaba al cesto de los papeles.
Regularidad Masónica.-
El concepto de “Regularidad” y de “Carta Patente” se ha establecido
desde muy antiguo, por los Reyes Absolutos, para limitar el derecho de
asociación, tolerando solamente lo que es grato, al poder constituido.
Desde nuestro punto de vista, es decir, de la Francmasonería Progresista,
la regularidad la otorga el cumplimiento de antiguas leyes, usos costum-
bres, constituciones, estatutos, etc. y, por lo tanto, cualquier agrupación
de masones puede libremente constituirse en Logia, sin necesidad de
“Carta Patente”. Nuestra Institución otorga solamente “Cartas de Reco-
nocimiento” a aquellas logias que se forman haciendo uso de la libertad
de asociación, y que declaran el acatamiento a los preceptos legales a que
antes hicimos referencia.
Nace este concepto, de la opinión señalada al principio de este
informe, de que la masonería no constituyó un hecho social enraizado en
los problemas de los pueblos, sino que procede de un espíritu iluminado,
el del cura protestante Sr. Anderson. Partiendo de este concepto metafí-
sico, la masonería inglesa desconoce cualquier otra, aunque sea más
antigua, y puesto que para ella está desligada de los problemas sociales,
ha de mantenerse como la instituyó el citado cura en colaboración con
nobles ingleses, que perseguían en realidad consolidar la estructura social
y política, conseguida por medio de la revolución de 1688, de Inglaterra.
El concepto de regularidad masónica está basado en el sometimiento
a dogmas religiosos y a principios que tienen por objeto privar de toda
actividad a los masones para que no pretendan cambiar las estructuras
políticas, sociales y económicas que convienen a los intereses anglosajo-
nes. Así, la masonería inglesa es intolerante respecto a la creencia en Dios
y en la inmortalidad del alma; afirma que es un culto, una religión, que

Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana 15


debe reverenciar a un libro sagrado y niega que es un movimiento
filosófico activo que admite variadas orientaciones y criterios, tendientes
al mejoramiento del hombre y de la sociedad. La masonería inglesa
sostiene que estos criterios son estrictos, rígidos, inmutables, a lo largo
del tiempo y están fuera de toda discusión.
Para la masonería anglosajonas, la presencia de la Biblia en el Ara es
absolutamente indispensable. La Francmasonería primitiva como es sabi-
do, coloca en el Ara un libro de Geometría, representativo del pensamiento
científico, y para ella no constituye un problema a debatir en sus logias,
la cuestión de la Biblia. Ahora bien, consideramos que las potencias
progresistas que trabajan en el Rito Escocés o en cualquier otro que
reconozca el origen andersoniano al mismo, deben de liberar en torno a
este problema una dura batalla que no es inútil, y está perfectamente
justificada. En efecto, para la política imperialista anglosajonas, la Biblia
fue siempre la punta de lanza que se introdujo en los pueblos dominados
por la iglesia católica, a través de misioneros protestante, bien recibidos
por las masas anticlericales, y a los que seguían inmediatamente comer-
ciantes, industriales, inversionistas, diplomáticos y militares. Por tales
razones, la lucha sostenida por la Alianza Fraternal de Potencias Masóni-
cas, con sede en París y, particularmente por los Grandes Orientes de
Francia y de Bélgica, para mantener el principio de la libertad absoluta de
conciencia y, por lo tanto, para rechazar la presencia de la Biblia sobre el
Ara, tiene para nosotros una gran significación; la de no tolerar la
influencia anglosajonas en los asuntos privativos de los países latinoame-
ricanos.
Apoliticismo.-
Otro de los dogmas de la masonería inglesa, es el que supone que la
Institución es apolítica. Esta concepción procede de una actitud filistea
nacida de la satisfacción de los anglo-sajones ante el reparto de las
riquezas del mundo, y tiene por objeto, evitar cualquier discusión sobre
este punto, conservando pacíficamente lo que disfrutan. Siguiendo ese
principio la Confederación Masónica Interamericana, purgada de elemen-
tos Progresistas, hace en sus reuniones platónicas cantos a la libertad, pero
se niega a actuar para conseguirla, sin perjuicio de admitir en su seno a
las Grandes Logias plegadas a la voluntad de los dictadores de Latinoa-
mérica.
Segunda Conferencia de la Confederación.-
Se celebró en México y en ella fueron convocadas exclusivamente
las organizaciones masónicas consideradas “regulares”. No fueron admi-
tidos -ni en calidad de observadores- los representantes de la Gran Logia
de Lengua Española de Nueva York, ni el Gran Oriente Nacional de Puerto
Rico, que aspira a la liberación del yugo colonial a que está sometido este

16 Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana


país. En cambio asistieron representantes de las Grandes Logias Ameri-
canas, pero no con carácter oficial, para influir, como siempre, y no
comprometerse.
La segunda Conferencia Interamericana vino a sancionar el punto de
vista anglosajón. En ella, la operación de someter a la Masonería Latinoa-
mericana, quedó concluida. A partir de ese momento, se podía ya iniciar
su utilización en favor de los propósitos del imperialismo, pues el apoli-
ticismo garantizaba la no-intervención de la masonería latinoamericana,
en los atropellos cometidos por aquel.
Después de la segunda Conferencia, ya no tuvo explicación la actitud
de las Grandes Logias Confederadas que, a pesar de las reiteradas nega-
tivas de los norteamericanos y de los canadienses para ingresar en la
Confederación, siguieron llamando a ésta “Interamericana”. No se com-
prende cómo estos desaires, que se vienen produciendo desde muy atrás,
no den lugar a una actitud digna, orientada a constituir una Confederación
Latinoamericana. Es oportuno recordar a este propósito que los repre-
sentantes del Gran Oriente Español, no fueron recibidos por la Gran Logia
Unida de Inglaterra durante la guerra civil, por considerar que pertenecían
a una Potencia “irregular”, y lo mismo sucedió hace algunos años con
el Gran Maestro de la Gran Logia Valle de México, quien tampoco
fue recibido por la citada potencia inglesa. La masonería norteameri-
cana, desconoció a las Potencias y Grandes Orientes de Latinoamérica,
que no se sometieron a su paternalismo, llegando incluso a hacer lo mismo
con las Potencias de Filipinas que tenían su origen en la masonería
española, reconociendo en cambio al Supremo Consejo impuesto por
Charleston en aquella isla. Además, las potencias anglosajonas, violando
su propio principio de “regularidad”, que prohibe la invasión territorial,
constituyen Logias, Grandes Logias o Supremos Consejos, donde les
parece bien.
Tercera Conferencia de la Confederación.-
Se celebró en la Habana, siendo Gran Maestro de la Gran Logia de
Cuba, el Dr. Piñeiro, que hizo gala de su apoyo a la dictadura de Batista.
El Gran Maestro quería poner el prestigio de la Institución, al servicio de
aquel sanguinario gobernante, e hizo todo lo que pudo para conseguirlo,
pues le estaba agradecido por la colaboración y la ayuda que le prestó para
constituir el templo masónico, colaboración puesta de relieve con la
emisión, por parte del gobierno, de un timbre de correos en el que aparece
la silueta del mencionado Templo. Batista prefería tener a su lado a la
Confederación Interamericana y no al pueblo católico que, como se vio a
la caída del dictador, lo repudió con la misma energía que los barbudos
de la Sierra Maestra.
En esta Confederación, el Dr. Piñeiro propuso que se consultase a la
masonería norteamericana, respecto a lo que ésta creía que podía hacer la

Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana 17


Institución por la libertad y la democracia de los pueblos, por la educación
laica y para conseguir la unificación Universal de todas las potencias
“regulares”. Tal proposición tuvo que ser retirada en vista de la opinión
de muchos de los congresistas en el sentido de que no era preciso solicitar
autorización ni norma de ninguna clase a la masonería americana para
tratar los mencionados puntos.
La celebración de esta Conferencia, se hizo coincidir con la toma de
posesión de Batista, después de su golpe de estado y las elecciones
subsiguientes, fraudulentas desde luego, para que estuviese claro a los ojos
de América, que la masonería apoyaba a su gobierno. En la visita proto-
colaria realizada por una delegación de la Conferencia al presidente
Batista, el Dr., Piñeiro, en lugar de cumplimentarlo como exige la cortesía
hizo un descarado elogio del dictador.
El Gran Maestro Piñeiro, se alió estrechamente al gobierno del
exsargento y, valiéndose de sus cargos, honró a sus colaboradores. Obse-
quió personalmente a Batista, en visita que éste hizo al Gran Templo
Masónico, y se rodeó para formar su gabinete de los mismos sicarios del
dictador.
El Dr. Piñeiro ha sido tan fiel servidor del imperialismo, que ha
merecido la distinción de ser el único Gran Maestro de Latinoamérica que
tiene acceso a las reuniones anuales de los Grandes Maestros de las
Grandes Logias de los Estados Unidos.
Los acuerdo de esta conferencia no constituyen nada digno de ser
mencionado. Durante su desarrollo se celebraron desde luego grandes
banquetes y excursiones.
Cuarta Conferencia de la Confederación.-
Se celebró en Santiago de Chile. Piñeiro, que llegó a la presidencia
de la Confederación, se distinguió por su acentuado servilismo hacia los
intereses imperialistas. En dicha conferencia, además de las consabidas
declaraciones demagógicas y a la vez platónicas en relación a los princi-
pios masónicos, se tomó el acuerdo bochornoso para los países latinoa-
mericanos, de celebrar la quinta conferencia en Puerto Rico, señalando
como anfitrión a la Gran Logia Soberana de la isla, pro-imperialista.
La significación de este acuerdo es claro; Se trata de hacer ver a todos
los demócratas del mundo que si la masonería latinoamericana se reúne
en Puerto Rico para hablar de justicia, libertad y democracia, y tal reunión
se realiza bajo los auspicios de la Gran Logia que apoya la situación de
“Estado Libre Asociado” que soporta la isla, es que esta situación es de
completa y absoluta libertad y, por lo tanto, Puerto Rico no es una colonia,
sino un país libre y satisfecho. El cumplimiento de esta acuerdo será la
piedra de toque para acabar de juzgar a las potencias masónicas que
integran la Confederación, pues las que concurran quedarán señaladas a
los ojos de los pueblos latinoamericanos, como Caínes que colaboran

18 Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana


consciente o inconscientemente en la frustración de la independencia de
un país hermano.
Resumen del panorama masónico de Latinoamérica.-
Existen tres grupos fundamentales en la masonería de los países
latinoamericanos, representativos de las tendencias antes señaladas: reac-
cionaria, liberal-nacionalista y progresista. Los dos primeros pertenecen
al Rito Escocés y el tercero está constituido por la Francmasonería del
Rito Primitivo.
El grupo reaccionario, reconocido naturalmente por la masonería de
los EE.UU., está agrupado en la Confederación Masónica Interamericana,
y sus componentes se autotitulan “regulares”; Son desde luego “apolíti-
cos”, “bíblicos” y corresponden a la concepción metafísica de la Institu-
ción a que al comienzo hicimos referencia. En lo internacional hacen el
juego, por acción o por omisión, al imperialismo americano y, en lo
nacional son los aliados naturales de las dictaduras y pseudo-democracias
que hemos descrito al hablar de la situación política social y económica
de nuestras repúblicas. En el seno de la Confederación Interamericana
están las Grandes Logias sometidas y aliadas de las dictaduras más
oprobiosas del continente, conviviendo con algunas Potencias Liberales.
Para juzgar el carácter entreguista y antinacional, que en esencia tiene
este grupo, podríamos aportar infinidad de testimonios; pero nos limita-
remos a citar solamente algunos casos.
El más bochornoso de todos, es el que ofrece la llamada Gran Logia
Soberana de Puerto Rico, dirigida por un Sr. Marcano, que es a la vez líder
obrero de la organización de trabajadores sometida al imperialismo; esta
dualidad de funciones como dirigente proletario y masónico, confirma
nuestra tesis antes subrayada, en el sentido de que el imperialismo procura
controlar las organizaciones nacionales confederadas internacionalmente,
por medio de agentes a su servicio.
El Sr. Marcano, prominente personaje de la Confederación, sostiene
que Puerto Rico se encuentra disfrutando de plena libertad como “Estado
Libre Asociado” de los EE.UU. y se opone a la independencia real de este
pueblo hermano. La farsa de ese Status, que tiene por objeto disfrazar el
régimen de colonia a que está sometida la isla, ha sido constantemente
denunciada por masones y Potencias masónicas no sometidas a la tutela
de Papas anglo-sajones y, muy especialmente por el Gran Oriente Nacio-
nal de Puerto Rico y su digno Gran Maestro el Hermano A. Santaella
Blanco, por lo que esa Potencia independentista es calificada de “política”
e “irregular” y, en consecuencia, está excluida de la Confederación que
juega en lo masónico, el mismo papel que la O.E.A. en los político.
La Masonería dominicana está naturalmente sometida al dictador
Trujillo y en la Conferencia de la Habana de 1955, sus delegados hicieron
un elogio descarado del gobierno de su país, con la protesta ruidosa de

Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana 19


otras delegaciones; pero no fue expulsada de la Confederación. Trujillo
es masón y en el mes de Septiembre pasado ha sido nombrado Masón
Ilustre por una de las Logias de la Isla, en solemne ceremonia de la que
asistieron representantes de la Gran Logia. Que nosotros sepamos, este
hecho tampoco ha merecido la expulsión de esa masonería del seno de la
Confederación.
Existen además, una serie de datos aislados que califican de entre-
guistas y reaccionarias a muchas potencias integrantes de la Confedera-
ción como por ejemplo: La Gran Logia de Venezuela sumisa a la pasada
Dictadura retira la Carta Patente a la Logia Libertad Española, constituida
por refugiados antifranquistas, por conmemorar el advenimiento de la
República española, el 14 de Abril de 1955; los dirigentes de la recién
revuelta reaccionaria en Honduras contra el gobierno constitucional, eran
en gran parte masones escoceses de la Potencia reconocida por la Confe-
deración, etc. Renunciamos a seguir citando esta clase de ejemplos.
Nos hemos referido antes a la actuación del Gran Maestro Dr. Piñeiro,
al frente de la Gran Logia de Cuba, sin que esto quiera decir que
consideramos a los masones cubanos en bloque, como entregados al
imperialismo. Nos complace reconocer lo contrario, demostrado con los
claros pronunciamientos de esta Potencia, eliminando su funesto Gran
Maestro Piñeiro, en relación con la revolución de su país y con su reforma
agraria en los que se manifiesta plenamente adherida a la causa del pueblo.
Tal actitud ha movilizado a la masonería americana, que viendo que se va
de su órbita esta Gran Logia, pretende celebrar una reunión en la Habana,
con fines divisionistas.
Las Potencias que hemos clasificado en el segundo grupo del Rito
Escocés, como grupo liberal-nacionalista, son clasificadas por el primero
de “irregulares” y “políticas”, como el Gran Oriente Nacional de Puerto
Rico, o de “irregulares” y “poco respetuosas con la Biblia”, como la Gran
Logia del Uruguay, etc. En lo internacional, son antiimperialistas y, en lo
nacional aliadas de los grupos liberales existentes en sus países. No están
unidas en una Confederación como las Potencias reaccionarias, de ahí su
debilidad para enfrentarse a la Confederación Interamericana. Muchas de
ellas tienen la vana pretensión de transformarla, convenciendo a sus
integrantes de que el papel histórico, social y humanista de la Institución,
exige que abandonen sus tutores americanos y se coloquen definitivamen-
te al lado de sus pueblos. Otras muchas pertenecen a la Alianza Fraternal
de Potencias Masónicas, con sede en París.
La Francmasonería Primitiva, que constituye el tercer grupo, sin
preocuparse de la calificación de “política” e “irregular” de que es objeto
por parte del grupo reaccionario, persigue en la actual etapa del desarrollo
de las Repúblicas latinoamericanas, en lo que se refiere a su acción
externa, los siguientes objetivos:
Autodeterminación de los pueblos latinoamericanos.
Eliminación de las dictaduras.

20 Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana


Vigencia de las Constituciones democráticas, derechos del hombre, e
igualdad de la mujer.
Emancipación económica a base de reformas agrarias, industrializa-
ción y no-dependencia del capitalismo extranjero.
Lucha contra toda reminiscencia feudal y contra toda forma de
imperialismo y colonialismo.
Elevación del nivel de vida de los pueblos y justicia social.
Educación laica y liberación de fanatismos religiosos.
Lucha contra la concepción paternalista del gobierno de los pueblos,
capacitándolos para la vida democrática, y en la resolución de sus proble-
mas nacionales.
Colaboración estrecha con personas y organismos que persigan fines
análogos: intelectuales, burguesía nacionalista democrática, organizacio-
nes culturales, políticas de trabajo, etc., y estableciendo una íntima soli-
daridad latinoamericana.
En el campo de las relaciones masónicas, persigue la convivencia
fraternal con las Potencias afines de cualquier Rito, a través de la Alianza
Fraternal de Potencias Masónicas, con sede en París. También pretende
unir sus esfuerzos a las Potencias liberal-nacionalistas de América Latina,
para constituir una Confederación latinoamericana, que luche por el
programa esbozado, eliminando toda aspiración a la unidad total con la
masonería reaccionaria y entreguista, toda vez que esta unión heterogénea
no conducirá más que a la esterilización de los mejores esfuerzos de la
Francmasonería progresista.
México, D.F., Octubre de 1959.

El Pdte. de la Confederación de Supremos Conse-


jos:
J. Caridad Mateo.

-El Secretario:
Salomón Eluani Háber.

A la memoria de la Resp. Log.


Américo Vespucio de México, D.F.

Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana 21


Reservados todos los Derechos conforme a la Ley.
Este Libro no puede ser reproduciodo, en todo o en
partes en forma alguna sin permiso.
ISBN-968-451-893-6
Este libro se terminó de Imprimir el día 27 de Julio
de 1997 en los Talleres de la Academia Maya.
Esta Edición consta de 3,000 ejemplares.

22 Informe Acerca de la Masonería Latinoamericana

You might also like