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Independencia Financiera
RAMTHA
La vida y la ilusión
¿Qué son las escuelas de sabiduría? Estáis en una. ¿Qué es lo que no se
puede plasmar en papel y se debe esconder? Nada. La superstición es como un
jinete sin rostro; no existe.
Cuando no comprendáis algo, sospechad de ello. Lo sabéis todo, y lo sabéis
por medio de la emoción. La emoción es lo que enciende el fuego y permite que
llegue el conocimiento.
Vosotros sois los libros escondidos; los habéis escondido en la ilusión
fantástica.
Sé que si seguisteis las instrucciones que di para el proceso, al principio os
sentasteis allá y sólo jugasteis con vuestro sueño. Luego, cuando os dije que ese
sueño se manifestaría según el grado de aceptación que le otorgarais, pedisteis
otra oportunidad. ¿Por qué? Porque algo hizo efecto y dijo: "Solamente recibiré lo
que engendré y con gozo y con profunda liberación, yo siento".
Así que regresasteis y empezasteis a sentir un poco más. Entendiendo que
operáis de ese modo, debí haber dicho que actuarais como si acabarais de ganar
un millón de dólares.
Pero yo entiendo el dinero; vosotros no. ¡No es vuestro dinero! Y alguien va a
pedir que se le cancele el préstamo. Pero si invertís la actitud, empezáis a notar la
diferencia.
He hablado y os he entregado una enseñanza profunda sobre el secreto de
toda vida, si lo podéis aceptar.
Afuera está lloviendo, soñadores, pero sé que si podéis razonar un momento
veréis que es la actitud con la que aceptáis lo que diferencia la vida de la ilusión.
Y cuando eso esté bien claro, recibiréis ricos dones para que continuéis en
vuestro sendero del gozo.
Manifestad todos vuestros sueños con un entendimiento increíblemente sabio y
prudente que va mucho más allá de la baja mente del hombre común.
¿El pastel?
La manifestación es sólo una pequeñísima parte de él.
Cumpliendo el destino
Antes de continuar, es necesario que entendáis el destino.
Si la emoción lo creó -y por la ley lo hará- ¿cuál es el siguiente paso requerido
para que el destino se adapte a la emoción del sueño?
¡Tenéis que ser hacedores; hacedores. Hacedores! Si os sentáis allá con la
cabeza inclinada y las manos abiertas, el destino pasará de largo.
Tenéis que levantaros y caminar hacia el destino.
Ser genios no tiene nada que ver con aceptar el sueño. Mientras esté adentro,
no es el genio, es la limitación. El genio aparece cuando el sueño se manifiesta y
lo aceptáis o abrazáis en el plano físico. Vais a tener que hacer eso hasta que
hayáis realizado todos vuestros sueños, hasta que un día, os podáis sentar
usando nada más que una sencilla túnica y ya no deseéis nada más de este
plano, excepto bañaros con el calor de la luz matutina.
Os podréis sentar en el trono de Cristo solamente cuando hayáis concluido
todos vuestros sueños.
Mi reino no es de este mundo, porque lo poseo todo. Y vosotros os podéis
sentar allá y repetir esas palabras todo el día, pero como ya habéis tenido el
sueño de ropas de oro, éste tendrá que llegar antes que todo.
¿Qué hay al final de este sendero de iluminación? Llegar a ser Dios/Hombre,
que Dios pueda ver su rostro por primera vez, y que pueda presenciar su viaje
increíble, que se llama El mismo.
Vuestro reino no será de este mundo, sino del mundo interior: poseerlo todo y
ya no ser desenfrenados. Por eso es por lo que necesitáis vuestros sueños, pero
no podéis tenerlos, no podéis sentaros y bañaros con la luz y no dejar huellas
como lo hace un Cristo, hasta que hayáis caminado hacia vuestro destino. Podéis
haber reído a carcajadas y llorado ríos de alivio en gozosa libertad y os podéis
haber sentido inmaculadamente limpios adentro, como una nueva prenda, pero
tenéis que recorrer todo el camino.
El siguiente pedazo del pastel consiste en caminar hacia el destino que habéis
creado para que podáis sentir, palpar, oler y llevar puesto el sueño, porque el alma
ya está vestida de ese sueño.
Y luego debéis continuar con el siguiente sueño, y después el siguiente, y el
siguiente.
Los hacedores son los genios. ¿Qué hace a un genio? ¡La aplicación del sueño!
Podríais sentaros a recitar elocuentes filosofías y tener ideas brillantes, pero
vuestro auditorio se irá cuando sus tripas empiecen a sonar; ya no os escucharán.
Se irán, comerán y pensarán que sois unos estúpidos. No impresionaréis a nadie,
porque, ¡qué pena! os verán solamente como unos estúpidos.
Hacer es vivir. Si os sentáis dentro de vuestras cuevas y pensáis que Dios os
debe algo porque habéis llegado a saber todo esto, el sol nunca brillará dentro de
vuestra cueva. Permanecerá oscura y húmeda, y vuestros huesos artríticos
dolerán.
¡La vida es un regalo al que hay que despertar! Es la realidad. El genio se logra
haciendo. Las puertas se manifestarán, pero tenéis que entrar por ellas.
¿Pensáis que caerán ladrillos de oro desde el cielo?
¡Tontos!
¿Pensáis que sólo con abrir la boca el maná caerá y os llenará? ¡Despertad!
Soñadores, es sólo cuando os levantéis de la cama, abráis la ventana, saquéis
la cabeza y abráis la boca cuando la lluvia podrá saciar vuestra sed. Está lloviendo
afuera.
Sé que hay algunos de vosotros que estáis, digamos, disgustados por lo que
dije. Eso es porque este mensaje sacude muchas cajas, y vuestras cajas
representan vuestro modo de vida. Os fascina sentiros infelices e inseguros y la
caja os proporciona la seguridad que necesitáis. He enfadado a muchos con esta
verdad. Pero si respondéis con emoción, sé que habéis escuchado bien.
Sé que para muchos de vosotros la única motivación son los órganos sexuales
y sobrevivir. Sí queréis las cosas buenas de la vida, pero si eso implica hacer un
esfuerzo o si lo podéis obtener de otro modo, cualquier día tomaréis el camino
más fácil.
Sois los ladrones de vuestro propio tesoro. Pero eso nada tiene de malo; está
bien quedarse dormido; no habéis pecado. Aún sois amados. Recordad esta
pequeña enseñanza: Vuestra caja es la realidad y lo que llamáis fantasía es el
resto del pastel.
¿Qué es lo que bloquea vuestro sendero? Si esa es vuestra pregunta, no tenéis
un sendero. Más bien que arrojar vuestras perlas a los cerdos, saltamontes,
recordad lo que acabo de decir. Escribidlo si es necesario, y colocadlo donde lo
podáis ver.
Si queréis salir de la caja, volteadla. Que la caja sea la ilusión y el pastel la
realidad, solamente en actitud. Desde el Señor Dios de Vuestro Ser, que así sea.
Si sólo una pizca del pastel produjo un chasquido de los labios, vulgares
sonidos con la nariz y os dejó con ganas, bueno, esa puede ser la motivación que
os impele a levantaros, salir y caminar hacia vuestro destino. Si tenéis esa
motivación, o por lo menos una partícula de ella, continuaréis saboreándolo.
Si vuestro deseo es permanecer en la caja, entonces carecéis de un sendero; lo
único que tenéis es una cama para dormir.
De modo que si lo probáis, no sentís absolutamente nada y vuestra motivación
vacila, regresad a dormir. Ahí es donde queréis estar.
Pero voy a hacer un trato con los que desean seguir adelante. Un día cuando
estéis sentados afuera de los portales, estudiando a todo el mundo, por decirlo
así, y ninguno de los transeúntes tenga algo que no podáis poseer
emocionalmente, empezaréis a no dejar huellas, y yo os veré en la luz. Que así
sea.
Ahora bien, os recomiendo que vayáis a festejar, a absorber este nuevo pedazo
de pastel y a pensar sobre vuestra actitud. Reflexionad sobre la posibilidad de
transmutarla, porque, cuando lo hagáis, podréis llevar esa actitud más allá de la
muerte, hasta el infinito. ¡Entonces sabréis que todo esto es real!
Después de que le hayáis agregado combustible al cuerpo y nuevos
pensamientos a la mente, tomad otra vez el libro y veremos qué podemos hacer
con otro de esos sueños emocionales.
Y si pertenecéis al grupo de los que se quedarán dormidos, y lo sabéis, de
todos modos continuad con la lectura. Aun en vuestro sueño recordaréis esto. Al
leer y absorber, aun cuando no entendáis parte de esto y debatáis con el resto,
obtendréis suficientes pedazos para empezar un proceso. Al considerar este
material, habréis reunido grandiosas opciones y una gran verdad. Habéis usado la
razón pura para obtener deliciosas oportunidades emocionales. Vais a mover
montañas. Y, tal vez, por primera vez, habéis logrado un temblor momentáneo de
esperanza en cuanto al enigmático Reino de los Cielos.
Seguro, durante largo tiempo habéis oído que sois Dios y que el Reino de los
Cielos está dentro de vosotros. El motivo por el cual eso no ha tenido tanta
importancia es que aquellos que lo aceptaron ya no están aquí. Solamente
vosotros, el resto, estáis aquí.
Y la próxima vez que vayáis a la cama o a vuestro destino, el entendimiento de
una verdad emocional que trasciende las palabras se acelerará.
Y cuando comprendáis
la independencia financiera,
la obtendréis.
El truco de la luz
SOIS DIOS QUE SUEÑA QUE ES HOMBRE
Vosotros nacéis del pensamiento a partir del cual existen todas las cosas. Sois
hermosos.
El color de vuestra piel es como una paleta. Algunos tenéis la piel de caoba
pulida, un bello y rico color. Algunos sois amarillos, aun más pálidos que un
narciso. Algunos sois rosados, con un rubor adentro. Sois hermosos; no existen
diferencias entre vosotros. Sois todos parte de la luz y sois exquisitamente bellos.
Hay ojos que tienen todos los tonos del color castaño, otros son verdes como
tallos de caña, felinos y místicos. Hay azules en diferentes tonos del cielo a
diferentes horas del día; danzan, parpadean y arden con vida. Algunos ojos que he
visto son grises, como el agua de una almeja.
Algunos tenéis cabellos como de cobre pulido, color de pizarra, amarillo suave
como el sol, ébano. Algunos son como cimas de montañas cubiertas de nieve. En
algunos de vosotros es gris pardusco, en otros brillante y radiante.
Bellos cuerpos; sois homo erectus, homo sapiens. Venís en todas la formas:
grandes, pequeños, anchos, enclenques, tiesos, delgados, robustos, pero poseéis
el mismo esqueleto: hermoso.
Dios que sueña que es hombre.
Cuando observo que la intensidad de vuestras luces varía, no quiere decir que
unos tienen más o menos luz que otros, sino que sois todos diferentes, creativos,
bellos. Pero yo os veo a todos iguales, como Dios, aunque cada uno es único en
su género.
Cuando miro dentro de vuestros ojos y veo vuestro cabello, observo eso que va
más allá del sueño en la realidad llamada "magnífico despliegue del drama
humano, desarrollándose, despertando, convirtiéndose otra vez en esa luz".
Cuando lleguéis a ser la luz, la podréis ver en otros. Ninguno es más pálido
que el otro. Sois hermosos, así es.
Extraordinario será cuando vosotros, maravillosas entidades que buscáis la
libertad, podáis mirar a todo el mundo y no considerar a ninguno menos que otro.
Cuán maravilloso será cuando podáis mirar a vuestros semejantes y no envidiéis
ni sintáis celos, pues eso es lo que ha formado esas profundidades de vacío
insondables dentro de vosotros. Cuando vuestra actitud cambie, empezaréis a ver
las cosas desde otro ángulo.
¿Sabéis que cuando envidiáis, cuando estáis vacíos, es precisamente aquello
que no poseéis lo que os mortifica? Cuando lo poseéis, reina la paz.
No hay ningún poder que acompañe al sueño humano, no importa cuánto
dinero o control haya de por medio; incluso si el mundo es el tablero de ajedrez en
el que realizáis vuestros juegos. Los que juegan el juego de dinero y control
caminan en el sueño humano donde hay algo que no se puede conquistar: el
amor.
Cuando amáis, os retiráis del juego. Pero primero, antes de entregar un amor
de esa clase, debéis ser el rey que come el pastel porque sabéis que lo merecéis,
porque es vuestro pastel. Y después de eso, podéis amar al mundo entero.
Amor. Esa es una de esas palabras que suenan como "gran cosa, eso no es
nada nuevo". ¿Pero lo habéis ensayado últimamente?
¡Difícilmente!
Es la corteza del pastel.
Cuando todos empiecen a tomar su lugar en el juego final, imaginad a aquellas
entidades cuyo método de juego ha sido el del dinero y del poder. Los mansos que
poseen el amor no serán afectados, pues no se les puede manipular, controlar o
hipnotizar. Su paz procede del manantial del alma, en la cual yace la riqueza de
las cosas nobles: del honor, el amor, la impecabilidad, la verdad, el perdón y la
gentileza del espíritu. ¿Sabéis cuánto daño os hacéis a vosotros mismos cuando
juzgáis a otro? Hacéis más grueso el sueño. ¿Realmente vale la pena juzgar?
En el manantial aprendéis a amar, tanto que un día, mientras contempláis el
amanecer, un guerrero se os acercará y ¡mirad! lleva un espadón con una
empuñadura alrededor de la cual diez hombres pueden colocar sus manos y, con
sangre en el ojo, os dirá: "He venido a destruirte" y vosotros expresaréis tanto
amor que lo miraréis a los ojos y responderéis: "Si te satisface, hazlo".
Ahora, esto puede parecer muy tirado de los cabellos. ¿Cómo podríais estar
allá sentados y permitir que alguien haga eso? Algo fenomenal sucede cuando no
se le da energía a una cosa, sólo entrega total, no una capitulación superficial,
sino la entrega completa que exige estar en un lugar donde podáis decir: "Cuando
cortas mi cuerpo en pedazos, sólo liberas mi alma".
No se da energía; no hay fricción; no hay guerra; no hay rabia; no hay
remordimiento; no hay lamento; no hay juicio.
Y el gran soldado suelta su espada que estruendosamente cae sobre el suelo y
se queda allá reflejando sus hojas de luz hacia el cielo, y el conquistador empieza
a llorar, porque no hubo conquista. No logró nada; no encontró a una entidad
suplicando que le perdonara la vida; sólo había verdad. Y se sienta a llorar mil
días a causa del misterio.
Con el tiempo, será el hombre que se sienta en la carretera y contempla el
amanecer.
El amor es parte de la manifestación.
Amor es interesarse lo suficiente por la posibilidad del enigma del Dios que es
la realidad a la que se le invierte la actitud hacia el proceso interior que le da
crédito y valor a vuestra existencia. La fe no tiene nada que ver aquí.
Cuando os amáis a vosotros mismos con la fuerza suficiente para despertar de
vuestros sueños, de vuestro cautiverio, o de vuestro sueño de ser víctimas, ser
criticados, ridiculizados y perseguidos, eso significa que estáis empezando a amar
lo que sois.
Amarse a sí mismo es ser egoísta, pero si no es así, no podéis amar a otro. Es
una hipocresía flagrante carecer de amor propio y profesarlo por otro. Es una
hipocresía vivir por otros y no por vosotros mismos, porque sin amaros a vosotros
mismos, el amor que profesáis por otros se vuelve frágil y se lo lleva el viento.
Aprendéis a amaros a vosotros mismos. Empezáis a admirar lo que sois, a
respetar vuestro genio y vuestro coraje. Y comenzáis a admirar el despliegue, si
queréis, del esfuerzo y el deseo ¡Si os veis como seres admirables, honestos con
vuestras emociones, de modo que vuestras palabras corresponden a vuestros
sentimientos, encontrareis que sois criaturas adorables! Y no lo olvidéis:
Solamente podéis ver en otros lo que veis en vosotros mismos.
Y ahí es donde comienza el amor. Eso es lo que significa amor incondicional.
¿ Comprendéis ahora esa parte del proceso ?
Si alguien dice que os desprecia, podéis amarlo a pesar de todo. El puede tener
su verdad y vosotros podéis tener la vuestra
Es muy raro encontrar alguien que sepa que el legado de Dios yace adentro y
aun más raro encontrar a alguien que ame lo que esta adentro. Y, no obstante,
estos conceptos son sinónimos y concuerdan entre sí
Cada manifestación que realicéis, cada sueño de cuya carga os liberáis, os
lleva más cerca del amor. El solo acto de abordar las posibilidades del yo es amor.
El amor no es la lujuria de los órganos sexuales; no es el reflejo de rostros
pintados y espejos. No es el color de la ropa ni del cabello, ni de los ojos. ¡Nunca
estáis satisfechos con ninguno de ellos!
Amor es lo que está adentro, lo que sois, vuestra esencia. Y mientras más
sueños realicéis y más pastel comáis, mucho más llegareis a amaros a vosotros
mismos, hasta que ese amor se extienda hasta un saber interior amplio que lo
abarca todo, de modo que si ese guerrero os hubiera partido en dos, podríais estar
en paz con él y con su palabra.
El amor nunca muere, Maestros. Para aquellos sin Dios es algo esquivo, pero
para los vivientes nunca muere, es continuo, continuo Yo sé que lo que parece
normal es una ilusión. Es cosa normal envidiar, ser maliciosos. Es normal ser
malos y falibles.
¿No sabéis que los grandes anormales ya no caminan sobre este plano?
Os escucho hablar. Os observo luchando por que las palabras hagan juego con
la emoción interior , tratando de ser veraces de cabo a rabo. Veo que muchos lo
tomáis con seriedad. Y hay otros que se muerden los labios y muestran dientes
blancos, brillantes y carnívoros, y tienen que morderse la lengua para abstenerse
de ser normales.
Todo debería rodar suavemente, como la bruma de la mañana.
"Desde el Señor Dios de mi Ser, este día invoco al Padre hacia todo lo que es
vida, todo lo que es genio, todo lo que soy yo".
Y en el mismo aliento que pronuncia esas palabras, emitís el amor y todas sus
posibilidades. ¡Es magia! Es la corteza del pastel. Con este conocimiento, vendrán
cosas maravillosas. En muchos campos, la libertad será una realidad, y muchos
de vosotros iréis al viento, por siempre y para siempre. Pero tenéis que apreciar
ser lo suficiente como para creer que sois dignos de esto.
Tenéis que amar el sueño con tanta intensidad como lo parís, lo que quiere
decir que tenéis que amar al Creador. No hay nadie allá afuera de vuestra
ventana, cerca del lugar donde dormís, por el cual valga la pena entregarlo todo,
porque parece ser lo normal. Yo os veo en todo lo que sois, en todos los matices
que sois, y en las diferentes etapas del sueño. Y os amo íntegramente, porque he
hallado que sois dignos de esto, porque yo fui un humano, tuve el sueño y
desperté de él, aunque eso no les gustó a muchos de los que me rodeaban.
Aquel puñado sin rostro que controla vuestra economía, vuestra bolsa que
llamáis de valores, vuestras revoluciones y las leyes que os esclavizan, los
hombres que desean poseer a todos los reyes y a los hombres de los reyes, no
poseen la naturaleza. Ella es el rebelde más grande de todos. El hombre no la
puede controlar, porque ella está evolucionando.
Cuando paséis por este proceso, sueño después de sueño, concentrándoos en
vuestras necesidades, aseguraos de que, al salir de la caja, dejéis la puerta
abierta para otras posibilidades. Hacedlo con un gran entendimiento y un gran
amor, de modo que a través de ese flujo de amor, en el proceso natural de
evolución, permanezcáis en armonía con la naturaleza.
¿Qué es la naturaleza? Es Dios; si permanecéis alineados con la naturaleza en
este proceso, permaneceréis por fuera de aquello que tiende un lazo, aquello que
ata y ata; obtendréis esa gran independencia que deseáis.
Y deberíais ver eso antes de abandonar este plano, antes de deslizaros hasta
el portón a observar. Debéis percataros de ese conocimiento impecable con el
cual estáis alineados, pues es vital, rico, fogoso, móvil e indomable. La vida.
Entonces el juego no os afectará. No os equivoquéis. No os vais a sentar sobre las
ramas de un gran árbol a no hacer nada. Tendréis que moveros paso a paso con
vuestro destino, marchando con él, conscientes del destino con fina agudeza.
Tendréis que estar en conocimiento y en emoción.
Ahora, unas palabras para aquellos que solamente os acercáis un poquito a la
puerta, apenas hasta el cerrojo. Y escuchan y no oyen nada allá, ningún jinete que
galopa, ningún viento, nada. Entonces llega el miedo, así que le subís el volumen
al estéreo y el ruido os hace sentir mejor. Regresáis a la puerta y sabéis que
habéis olvidado algo. ¿Qué era? Pero por supuesto, el pasado: "No me puedo ir
hasta que empaque todos mis problemas".
Sed muy muy cuidadosos con vuestros problemas, mirad cómo los empacáis;
sin arrugas. Ellos tienen prioridad sobre todo lo demás. ¡Bueno, vuestro pasado es
sumamente importante para vosotros!
Y cuando empacáis todas las maletas y regresáis a la puerta, os dais cuenta de
que hay demasiadas. No podéis atravesar esa puerta a menos que lo llevéis todo
con vosotros, mas todo no cabe por esa puerta.
El truco de la luz
No hay palabras
Es muy complicado tratar de explicar con palabras esta verdad acerca de Dios,
acerca de los sentimientos y la manifestación. Es arduo comunicarse con
entidades sensitivas que sólo oyen porque son intelectuales.
Nunca habéis entendido a Dios, porque no sabíais sentir. Y en el pasado,
habéis tomado mis palabras, las memorizasteis, las entallasteis y las saboreasteis
hasta que se convirtieron en una verdad intelectualizada.
Las destilasteis solamente hasta el punto "Vosotros sois Dios".
Y habéis usado esa verdad para justificar vuestro mal comportamiento y
dualidad.
Sirvió para un propósito.
Pero comunicar lo que está adentro, eso es poder puro, poder absoluto.
Permanece quieto en su propio tiempo.
No existe el tiempo cuando vais adentro
y abrazáis la emoción. Solamente es; es el SER.
Para eso no tengo palabras.
Para llegar a la alineación con el ahora, vuestro cuerpo debe estar desnudo de
metal.
Y los que ya estáis saciados, estáis perdonados.
Aflojad vuestra cincha. Quitaos los zapatos.
No empecéis este proceso hasta que estéis cómodos. Si estáis en un grupo y
no podéis hallar comodidad en ese medio ambiente, escuchad y aprended de los
que os rodean. Podéis hacer esto solos cuando estéis en casa sin necesidad de
una demostración. Respirad. Cerrad los ojos.
Oración de manifestación
Dad las gracias al Padre interior por lo que es la verdad, lo que es real, lo que
es ilimitado. Porque en Dios, todas las cosas son posibles. Agradecer por todo eso
le da reconocimiento al Señor Dios de Vuestro Ser, a vosotros, cualquiera que sea
vuestro nombre.
El truco de la luz
Y encontraréis otra vez a todos los que han merecido vuestro máximo respeto y
amor.
Pero tenéis que salir a encontrarlos.
Nunca os avergoncéis de vuestras emociones, ni de vuestro gozo.
Y nunca, nunca os avergoncéis de vuestras lágrimas que de una manera tan
dulce revelan vuestra limitación. Estad agradecidos por ellas.
Agradecedle a Dios que estáis vivos.
Estáis sintiendo la inteligencia.
Entonces, ¿de qué modo regresa todo esto a la independencia financiera? Por
medio del conocimiento. Habéis aprendido sobre el oro y los dólares de papel. Los
Hombres Grises son sus dueños. Vosotros no.
Por medio de este entendimiento y la razón, saldréis de la visión intolerante y
llegaréis a la esfera ilimitada.
Sentid deseo de lo que queréis; vividlo; sedlo; saboreadlo; oledlo. ¡Es una
realidad!
Nunca deseéis tener dinero para pasar tiempo con Dios. Con toda vuestra
mente y todo vuestro ser, desead ser Dios. El resto es incidental.
Sed amables con vosotros mismos. Si estáis ansiosos de salir corriendo a
invertir en algo que os hará ricos de la noche a la mañana, invertid en vosotros
mismos permitiéndoos tiempo para volver a tomar estos preciosos momentos.
Permitios tiempo para ser emocionales, para vivir el sueño, para comer el pastel.
Es vuestro. Ved cómo la manifestación se realiza.
Caminad hacia adelante en vuestro destino. Poseedlo, sueño tras sueño, tras
sueño.
Y un día, entidad, ya no habrá más qué poseer, porque seréis todas las cosas.
Ese es el secreto de cada entidad que llegó a ser Dios y despertó del sueño de
ser hombre.
Voy a dar una bendición para este proceso de manifestación y el deseo de
saber y sentir que habéis mostrado.
Desde el Señor Dios de mi Ser, a todos los que han gritado,
a todos los que han proclamado,
a todos los que han reído como un trueno ondulante.
Desde el Padre dentro de mí,
hacia el Padre interior al que todas las cosas responden,
que vuestros deseos se conviertan en realidad
para la gloria de Dios, el Padre,
y para toda la eternidad y todo el tiempo que viene.
¡Estaré con vosotros en los días que vienen! Y todos los que estáis en el
sendero, veréis que en realidad no hay ningún bloqueo. A medida que vuestro
deseo de conocimiento aumente, yo estaré ahí; en el viento. Y en el pensamiento.
Y en la fantasía.
FIN
* * *