FACULTAD DE HUMENIDADES LEBECS PSICOLOGÍA Y PEDAGOGÍA
Profesor: Wilson Acosta
Daniel Esteban González
El proyecto neoliberal para América Latina comienza a irrumpir en
Chile hacia finales de los años 60, en pleno auge de los fenómenos dictatoriales en Suramérica, es en éste país donde se desarrollaron las primeras reformas sociales de carácter neoliberal promovidas por el gobierno nacional y con ayuda del gobierno norteamericano y los organismos multilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Bajo el supuesto de la modernización y la inserción de Chile en la economía internacional, las políticas adoptadas lo convirtieron en el “paradigma económico” (Giro estratégico), en otras palabras, en el ejemplo a seguir para un futuro prometedor en América Latina. “Chile es un modelo, es como un faro para el resto de América Latina. En muchos sentidos se ha convertido casi en la envidia de sus vecinos hemisféricos. El proceso de reforma económica es mucho más avanzado aquí en Chile” (Hugo Fazio Vengoa) con frases esperanzadoras como ésta el proceso comienza a incidir en los demás países con el anhelo de constituirse en países industrializados, camino que les ha sido esquivo durante su historia y al cual se les presenta una nueva posibilidad de resolución.
Este momento es propicio para hacer una clarificación conceptual y
preguntarse ¿qué es lo neoliberal? y ¿Cuáles han sido sus consecuencias?
Para responder al primer cuestionamiento es útil remitirse al texto “el
giro estratégico”
“Es necesario, pues, tener en cuenta que cuando en América Latina
se habla de política neoliberal o neoliberalismo se hace referencia a un amplio campo que agrupa las más diversas y variadas políticas, estrategias, y propuestas que se impulsan desde los Estados, las clases dirigentes y los organismos internacionales, por lo menos desde la década de los años ochenta. A grandes rasgos estas acciones incluyen, como ya decíamos, privatización de empresas y servicios públicos, recortes en la inversión social, racionalización del gasto público, políticas de ajuste económico, disminución de impuestos, etc. Ello no significa -y esto es importante destacarlo- que la referencia al neoliberalismo se ajuste en términos estrictos a una teoría o doctrina económica determinada.” (182)
La cita anterior muestra al neoliberalismo no como un fenómeno
etéreo u operado por una mano invisible, sino que devela como se ha configurado este proyecto y quienes han estado tras éstas políticas, a su vez muestra los propósitos o fines pretendidos que el neoliberalismo ha planteado como cambios de reforma social. Estos cambios sintetizados en el consenso de Washington para el contexto de crisis que acaecía América Latina tenían cuatro objetivos fundamentales “la modernización, la eficiencia, la competitividad y la inserción internacional” (giro estratégico 183), se pretendía crear el ambiente propicio para que los países se liberaran de los obstáculos que habían traído consigo los Estados de bienestar y la sociedad entorno a las mismas, este proceso ha continuado hasta la actualidad llegando a nuevos niveles como la globalización, con tratados de libre comercio y la concepción de la aldea global, entre otros.
Colombia no ajeno a éste proyecto siguió la tendencia de aplicar las
políticas de carácter neoliberal a su contexto desde los años 80, buscando crear una “economía mixta” (GE 184), entre la liberación económica y el intervencionismo estatal, pero esto conllevo a un camino sin salida, es entonces cuando se presenta la nueva constitución política de Colombia, que es en definitiva, la consolidación en el campo normativo de un proceso que se venía manifestando previamente, así también lo es la apertura económica que liberó al país de las restricciones que impedían vincularse de lleno al mercado internacional, esto permite entender que no es a partir de la constitución y la apertura económica que Colombia buscaba ingresar a la lógica neoliberal, sino un eslabón más en la cadena del proyecto neoliberal.
En relación con el segundo cuestionamiento, el proceso llevado por
los países Latinoamericanos y en general por el mundo capitalista bajo la lógica neoliberal, ha desarrollado como consecuencia lo que Nico Hirt determina la inestabilidad económica, caracterizada por la aceleración del ritmo de innovación tecnológica, la situación laboral cambiante y el abandono del compromiso del Estado en la prestación de servicios. Inestabilidad económica 1 Sistema educativo “Andrea” 1 Psicología constructivismo 1 Reformas 1 Conclusiones, reflexión final 1
La sociedad neoliberal basa su reforma social en las leyes del
mercado, en la producción económica, en el campo de la competencia, pero una nueva sociedad requiere a su vez de la configuración de un nuevo sujeto, entendiendo que éste responda a las nuevas exigencias de la sociedad, es en este punto cuando emerge la educación y la escuela como el campo e institución donde se puede actuar de cara a la nueva situación social.
Desde la lógica del pensamiento neoliberal, el sistema educativo es
pensado en relación a tres nociones fundamentales: eficacia, eficiencia y calidad, que originalmente son propuestas y aplicadas por la pedagogía estadounidense del eficientismo industrial que pasa al plano de lo pedagógico y en general a las ciencias humanas, conceptos empresariales y financieros. De esta forma vemos como se empieza a vincular mecánicamente el sistema educativo, con el aparato productivo, subordinando el primero a los intereses del segundo, considerando como objetos de la educación, la producción de capital humano, la inversión personal y colectiva, buscando siempre y en todos los casos producir rentabilidad económica.
De esta forma, los enunciados de producción, inversión y rentabilidad, se
convierten en los principios, que rigen los programas educativos para América Latina de organismos multilaterales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, según esta perspectiva invertir mejor no significa invertir más, si no desarrollar aquellas aéreas de la educación que demanda el mercado y el capital y asumir el proceso educativo como una empresa cuyo objetivo es probar su eficiencia, rentabilidad y calidad.
1.
Es bajo esta filosofía que se evalúa el proyecto educativo en América
Latina.
En Colombia hablamos de educación de calidad en cuanto se desenvuelve
conforme a las exigencias del mercado y la producción. Dicho de otra manera nuestro sistema educativo es el adecuado, por que atiende a la opinión e intereses de los empresarios.
Al reducir la educación a una simple mercancía se le deja como objeto de
consumo: a ella tendrán acceso quienes dispongan de los recursos suficientes para comprarla en los términos en los cuales se ofrezca en el mercado. De esta forma, la educación queda sustraída de cualquier sentido formativo, suplido grotescamente por un sentido lucrativo. Se imparte una educación se según un modelo tecnocrático: se trata de entrenar mano de obra hábil pero acrítica, por ello, se jerarquizan los campos tecnológicos en detrimento de lo humanístico, ético y social.
Es importante aclarar que la educación no puede ciertamente divorciarse
del trabajo, pero el trabajo no es productivo únicamente en términos mercantiles. El trabajo vincula al hombre consigo mismo, con los demás y con su medio, en este sentido es realización humana. Por esta razón, la relación educación - trabajo no debe limitarse al éxito en el mercado laboral ni transformar a los trabajadores en apéndices de las máquinas.
Una educación de calidad bajo una visión muy diferente y opuesta a la
neoliberal, debe formar profesionales críticos, capaces no sólo de asimilar tecnologías sino de crearlas y de asumir posiciones transformadores en todos los aspectos. Lo que debe buscar la Universidad es la formación de hombres creadores, conscientes del mundo en que viven, de la historia, de la realidad y de sus procesos sociales.