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¿Qué es lo que está a la base del

“Acuerdo por la Calidad de la Educación”?

CONVERGENCIA

Las imágenes que aparecieron en los noticieros de la tarde del día 13 de noviembre, o la
fotografía de la portada del vespertino La Segunda son decidoras del valor que tiene para las
elites el tema educacional y demuestra el estado actual de los partidos políticos.

Todos juntos, tomados de la mano mediado por la


entonación del himno patrio nos dice cómo los
poderosos toman acuerdos y cómo se le asigna a
los mismos un sentido de Estado. Sin embargo, no
todo es tan claro, ya que no se pueden sacar
cuentas alegres, la cosa es mucho más espuria de
lo que quieren hacer creer el ciudadano común y
corriente.

En general, los “príncipes” y “barones”


Nada se dijo del fin de la municipalización, nada se
concertacionistas se han allegado a firmar el
dice respecto del papel de la Educación Pública...
acuerdo fundamentalmente por dos razones:
primero, por las evidentes contradicciones internas de la Concertación que vienen expresar en el
plano político los intereses de fondo que sectores transversales de la misma tienen en la “industria
de la educación”, tanto ideológicos como económicos, donde nuevamente imponen su lógica los
sectores neoliberales; y segundo, por el nivel de desorden que existe al interior de las filas de
gobierno y de sus partidos, los cuales tuvieron la necesidad de negociar con la derecha, de lo
contrario el gobierno de Bachelet no tendría piso político para que el proyecto de Ley General de
Educación pudiese ser discutido y “aprobado” en el Parlamento.

Si uno da cuenta de los acuerdos alcanzados en el Congreso


Ideológico de la Democracia Cristiana, uno se pregunta cómo
pudieron allanarse a firmar el acuerdo, por lo tanto, no queda
más que pensar que dicho Congreso no fue más que una foto
para la galería, más allá de las buenas intenciones que cientos
de consejeros manifestaron por avanzar en un Programa
“progresista”.

El debate que se suscitó en la Comisión Política del Partido


Socialista para aprobar el apoyo a la suscripción del Acuerdo da
cuenta de los gritos y discursos aleonados que no devienen
consecuentemente en acciones. Mucha palabrería sobre el
alejamiento del partido de las bases, que se la hace el juego a
la derecha, que se abandonan las demandas de los “pingüinos”,
pero en definitiva, se aprueba votar el acuerdo.

Claro, siempre se podrá plantear que quienes no se han


mostrado felices con la firma del Acuerdo son termocéfalos y
que no entienden que en una democracia moderna las grandes
decisiones son producto de consensos que adquieren los
distintos actores del sistema político, que es parte de lo que
Lavín ha denominado el equipo de la “Selección Nacional”.
...este acuerdo fortalece la idea de
Estado subsidiario y prevalece el
Sin embargo, no hay que desconocer que este Acuerdo ha roto
papel de los sostenedores privados.
la lógica de las Comisiones, que era una forma de baypassear al
Parlamento y a los partidos políticos, de ahí que la Presidenta intentara colocarse
simbólicamente como la primera figura del Estado, es decir,
todos detrás de un proyecto País conducido por ella. Lo que no se
dice es que el Acuerdo tiene sello derechista, que los grandes
ganadores han sido ellos y los liberales de la Concertación.
Cuando el movimiento secundario coloca en la agenda pública el
tema de la Calidad, se convirtió en la posibilidad de oro para
instalar la lógica liberal que faltaba para reformar la educación
chilena y en eso el papel que han jugado algunos intelectuales,
ideólogos y técnicos de la derecha y la Concertación ha sido
fundamental.

Los grandes ganadores han sido sin lugar a dudas los sectores
neoliberales de la Concertación y la derecha. Salvó dos
dispositivos ideológicos conceptuales del neoliberalismo: el lucro
y la selección. Estos fueron la piedra de tope y lo que permitió el
acuerdo. Nada se dijo del fin de la municipalización, nada se dice respecto del papel de la
Educación Pública, entre otras cosas. En definitiva es un voladero de luces, porque si bien es un
avance, lo es para las posiciones más liberales, este acuerdo fortalece la idea de Estado
subsidiario y prevalece el papel de los sostenedores privados.

El escenario que se abre no es


el mejor, de hecho, si no
hubiese ocurrido el terremoto
de Antofagasta, las páginas de
los diarios estarían llenos de
rechazo, sospechas y
enjuiciamientos al tan mentado
Acuerdo. La razón fundamental
radica en el hecho que lo que
plantearon los estudiantes
conllevaba una audacia de parte
del gobierno que no supo
asumir, de hecho se puede
señalar que el Proyecto de Ley
General de Educación, era
inicialmente más progresista de
lo que terminara después de
este acuerdo. La pregunta que
debemos hacernos es ¿qué
Una vez más queda demostrado que sin movilización social no es harán los secundarios el
posible modificar nada en este país, y que para sostener los próximo año? ¿qué ocurrirá con
cambios y las propuestas es requisito un movimiento persistente y los profesores y el bloque
ascendente social?

Y que hará el gobierno con una Democracia Cristiana que avanza crecientemente a un
fraccionamiento, ¿apoyará la aprobación del Proyecto de Ley?

Al menos saquemos una lección. Una vez más queda demostrado que sin movilización social no es
posible modificar nada en este país, y que para sostener los cambios y las propuestas es requisito
un movimiento persistente y ascendente que obligue a los parlamentarios y al gobierno a no
negociar y asumir la mirada de la derecha que en definitiva es la mirada de un sector importante
de la des Concertación, el que toma las decisiones.

Chile, 19 de noviembre de 2007


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