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COMISIÓN FEDERAL PARA LA PROTECCIÓN CONTRA

RIESGOS SANITARIOS

PROYECTO “RESIDUOS SÓLIDOS HOSPITALARIOS”


Lineamientos y recomendaciones para formular el diagnóstico básico.

El establecimiento de un plan de manejo integral de residuos en los servicios de salud,


demanda realizar un inventario para conocer la composición y volúmenes de los mismos,
su frecuencia de generación, los flujos particulares de residuos de las distintas áreas de
los servicios, el tipo de contenedores en los que se acopian, la forma y el tiempo de
almacenamiento y la forma habitual de manejo, así como los costos correspondientes.

El inventario deberá ajustarse a los objetivos del plan y requerirá la cooperación de


personal adecuado para la recolección de los datos para el llenado de cuestionarios,
puede incluso requerir la contratación de un consultor externo o la asistencia técnica de
un estudiante interesado en realizar un proyecto de tesis o de investigación en el área,
sobre todo para recabar muestras que permitan determinar la composición más precisa
de algunos residuos.

El inventario puede requerir varios días o hasta tres semanas, para tener una mejor idea
de la fluctuación de la composición y los volúmenes de los residuos (la cantidad generada
puede variar de acuerdo con el día de la semana, el mes o la estación del año por
diversos factores) y demandar el uso de equipo de protección por parte de quien realice
los muestreos, en caso de que éstos se lleven a cabo.

El inventario permitirá hacer más eficientes los sistemas de manejo de los distintos tipos
de residuos generados, incrementar la seguridad en su manejo, establecer tendencias
que permitan juzgar el éxito de los planes de manejo, e incluso producir ahorros y un
mejor cumplimiento de las disposiciones jurídicas aplicables, además de crear una
imagen positiva ante el público.

También permitirá una mejor clasificación de los residuos, evitando que se sobre
clasifiquen como residuos peligrosos los que no lo son y dar una adecuada capacitación
al personal que intervendrá en la segregación de los residuos.

Como resultado del inventario podrá hacerse una selección adecuada de las tecnologías a
emplear para dar un tratamiento apropiado a los residuos dentro de las propias
instalaciones de los servicios de salud, reduciendo la cantidad que se destine a
tratamiento exterior y permitiendo enviar al relleno sanitario los residuos tratados y
vueltos irreconocibles.

En las Directrices del Convenio de Basilea se indica que un inventario o una auditoria de
desechos comprende tres pasos principales: recopilación de información, análisis del flujo
de desechos y elaboración de planes de acción. Primero, el auditor o encargado del
inventario recopila información sobre:

a) El volumen total de cada tipo de desechos generados por todos los sectores del
hospital.
b) El volumen de cada tipo de desechos generados por cada ámbito específico del
hospital.
c) Los costos corrientes vinculados con la eliminación de cada tipo de desechos.
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d) Los planes de manejo de desechos que estén vigentes. Habitualmente se trata de


programas de reutilización, reducción, reciclaje y recuperación.

Gran parte de la información puede encontrarse en el área administrativa, ya sea en


forma de registros y pedidos de compras de productos que al desecharse se convierten
en residuos o de las cantidades de residuos entregadas a los servicios urbanos o a las
empresas privadas que ofrecen servicios de manejo de residuos, así como de los precios
pagados por tonelada de residuos mensualmente. La información recabada puede
completarse con la que se obtenga a través de entrevistas con el personal de las
distintas áreas generadoras de residuos para conocer su experiencia respecto a la
frecuencia con la que se llenan las bolsas o contenedores para los distintos tipos de
residuos ubicados en ellas.

Una forma más precisa del inventario, consiste en pesar las bolsas y contenedores que se
llenan diariamente. Esta segunda tarea recibirá el nombre de estudio general de los
residuos. Generalmente la realiza personal de mantenimiento a lo largo de un período de
dos semanas. Por razones de seguridad, sólo se clasifican los residuos sólidos urbanos
con potencial de reciclado extrayendo éstos de los contenedores correspondientes para
determinar la proporción de éstos, con respecto al total de los residuos de esta índole
acopiados.

Este tipo de clasificación no se realiza con los residuos peligrosos que puedan crear
riesgos de cualquier tipo para el personal; en otras palabras, los desechos biomédicos,
los objetos lacerantes, las sustancias químicas, etc., únicamente se pesan.

La tercera etapa del inventario de residuos consiste en elaborar planes de manejo de


reutilización, reducción, reciclaje y recuperación. Esto comprende el análisis de datos
recogidos y la identificación de potenciales ámbitos de oportunidades. Cada uno de estos
aspectos es luego investigado para identificar potenciales beneficios vinculados con
iniciativas realistas.

Con respecto a cada ámbito en que puedan lograrse beneficios, se elabora un plan de
manejo para aplicar la iniciativa. En él se determina en qué ámbitos pueden modificarse
los sistemas y hábitos de trabajo existentes y las esferas en que pueden introducirse
nuevos sistemas para lograr los resultados deseados. Si bien el plan de manejo abarca a
la totalidad del hospital, las recomendaciones de medidas pueden centrarse en ámbitos
específicos dentro del hospital en que puedan lograrse los mayores beneficios posibles.

Los administradores del hospital o el personal encargado de tomar decisiones necesitan


información específica sobre los tipos de desechos que están siendo generados, los
volúmenes de los mismos y los lugares en que se generan. Esta información permite
orientar los planes hacia los lugares específicos del hospital y/o los tipos de desechos en
relación con los cuales pueden obtenerse beneficios específicos. Por ejemplo, la mayor
eficacia del reciclaje de residuos se logra cuando la generación de productos reciclables a
partir de no reciclables tiene lugar en el punto en que se generan los desechos. Cuando
los residuos han llegado a la tolva o al compactador de eliminación ya es tarde para
considerar las alternativas de reducción, reutilización o reciclaje de residuos. Conociendo
los lugares específicos en que se genera la mayor parte de los residuos reciclables es
posible evaluar las posibilidades de reciclaje y elaborar planes apropiados.
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Como hacer el diagnóstico de la situación.-

Debe realizarse un estudio sobre la situación de la Unidad de Salud, ya que esta


información constituye la base para la elaboración del Programa Institucional, para la
adquisición de insumos, la asignación de recursos y para el establecimiento del Programa
de Control y Monitoreo.

El diagnóstico debe abarcar cinco puntos:

• Generación y composición de los desechos


• Manejo
• Recursos
• Conocimientos y actitudes
• Mecanismos de control

Generación y composición de los desechos

Consiste en conocer el promedio diario de desechos que se genera en la institución por


cama ocupada en hospitalización y urgencias; así como por consultorio o paciente en
consulta externa. Estos datos facilitan el cálculo general del número de fundas plásticas
desechables que se requieren. Las investigaciones han determinado un promedio de
producción de basura que varía entre 2.3 y 4.5 kg/día/cama ocupada.

El promedio general no permite en ocasiones, establecer las necesidades específicas de


algunos servicios que generan mayor cantidad de desechos y que en consecuencia,
requieren mayor frecuencia de recolección. Por esta razón se debe valorar en forma
aislada el promedio de basura producida en áreas críticas como laboratorios, aislamiento,
cirugía, cuidados intensivos y otras, para lo cual el Comité dividirá el Hospital en áreas de
estudio.

La investigación se debe realizar recolectado la basura producida en 24 horas. Un estudio


completo deberá incluir al menos dos semanas de muestreo, es decir, unos 14 a 15 días,
para evitar datos inexactos por las variaciones diarias que suelen ocurrir en los
hospitales. Si el estudio se hace en períodos más cortos, como 2 a 3 días, se recomienda
realizar controles periódicos.

Las muestras deben ser tomadas en fundas rotuladas, en las que se especifique el área
de origen, el tipo de desecho y la fecha de muestreo. El número de fundas dependerá de
la cantidad de áreas que en las que se haya dividido el hospital. Deben existir tres fundas
por cada área, para recolectar los desechos clasificados en: generales, infecciosos y
especiales.

La basura producida en cada área debe ser recolectada independientemente,


durante 24 horas.

Al final de la recolección diaria, se procede a pesar las fundas con desechos. Con estos
datos, se establece la producción diaria de los tres tipos de desechos, en cada una de las
áreas establecidas.
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Para obtener el promedio por cama ocupada se divide la producción diaria de


hospitalización para el número de pacientes hospitalizados en ese día. En el caso de los
consultorios se establece el índice: kilogramo/paciente/día; dividiendo la producción
diaria de consulta externa para el número de pacientes atendidos en el día. En algunos
casos bastará con establecer el índice: kilogramo/ consultorio/ día, para lo cual se divide
la producción del área para el número de consultorios.

Para establecer el promedio en el período de muestra, se usan los índices diarios y se


multiplica para el número de días estudiados.

Cuando la institución esté interesada en realizar reciclaje y adquirir u optimizar sistemas


de tratamiento, se deberá efectuar otros análisis específicos.

Recursos

En el diagnóstico se requiere de:

• Los recursos económicos


• Los recursos técnicos.
• Normas y regulaciones con las que cuenta la institución y que están relacionadas
con limpieza, mantenimiento y manejo de desechos.
• Bibliografía sobre el tema existente en el establecimiento.

Alguna información se desprende directamente del diagnóstico del manejo de los


desechos, mientras que otro tiene que obtenerse en los Departamentos Financiero y de
Personal.

El Comité elaborará un listado estimativo de los recursos e insumos necesarios para la


aplicación del reglamento. Además, conjuntamente con los Jefes de Limpieza y Recursos
Humanos analizará la actual distribución de los trabajadores del área, planificará su
redistribución y asignación de responsabilidades, dentro del marco del organigrama
funcional y necesidades que se planteen.

Por lo general los hospitales no están motivados para aumentar los recursos económicos
destinados al manejo de los desechos. Es probable que en las primeras etapas lo
importante sea optimizar su uso hasta que la concientización general del personal
posibilite un incremento de la asignación del presupuesto.

Fuentes de consulta recomendadas:

1. Norma Oficial Mexicana NOM-087-SEMARNAT-SSA1-2002, Protección


ambiental-Salud ambiental-Residuos peligrosos biológico-infecciosos-
Clasificación y especificaciones de manejo. Publicada en el DOF el 13 de
febrero del 2003. Se encuentra disponible en la página web de la COFEPRIS
www.cofepris.gob.mx ó en la de la SEMARNAT www.semarnat.gob.mx
2. Norma Oficial Mexicana NOM-053-SEMARNAT-1993. Se encuentra disponible
en la página web de la SEMARNAT www.semarnat.gob.mx
3. Bases de Colaboración para la Vigilancia de la NOM-087-SEMARNAT-SSA1-
2002, publicadas el 14 de septiembre del 2005
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4. Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, publicada


en el DOF el 8 de octubre de 2003. Se encuentra disponible en la página web
de la SEMARNAT www.semarnat.gob.mx
5. CEPIS/OPS - Manual para el Manejo de Desechos en Establecimientos de
Salud. Disponible en www.cepis.ops.oms.org
6. Convenio de Basilea - Directrices Técnicas sobre el Manejo Ambientalmente
Racional de los Desechos Biomédicos y Sanitarios. Disponible en
www.cristinacortinas.com

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