MIASMAS SEGÚN LA FILOSOFÍA

HOMEOPÁTICA DE KENT: UNA

ATUALIZACIÓN HOLÍSTICA

Autor: Eduardo Cezimbra, C.D. Homeopata

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La doctrina homeopática de Kent profundiza la concepción de la
teoría miasmática de Hahnemann, partiendo de la psora descrita
en el § 78: "Las verdaderas enfermedades crónicas naturales son
las que se originan en un miasma crónico..." . Muy influenciado
por el clarividente sueco Swendenborg y sus seguidores, Kent
relaciona a la psora con el "pecado original", siendo por ello
acusado de místico por los homeópatas organicistas franceses y
por los seguidores de Dudgeon y Hughes en Inglaterra, que lo
acusan por la marginalización de la homeopatía en el ambiente
médico auto-denominado científico..
Pues entonces, esta cuestión agitada por Kent cuando cuestiona a
la Psora como sinónimo de sarna causada "por un pequeñísimo
ser que se supone que tiene vida", se anticipa a la afirmación de
Pasteur de que "el microbio no es nada, el medio es todo".
Otro aspecto relevante de la visión miasmática de Kent, es el
criterio de considerar a la dinámica miasmática, como la progresión
de actos equivocados de la raza humana: "de aquí se entiende que
este estado, el estado de la mente humana y del cuerpo humano es
un estado de susceptibilidad a las enfermedades, que proviene de
desear el mal, de pensar en lo que es falso y de hacer de la vida una
herencia continua de cosas falsas y, así esta forma de enfermedad,
la Psora, no es si no la manifestación exterior de lo que es anterior
en el hombre... La raza humana que anda hoy sobre la faz de la
tierra es poco mejor que una lepra moral. Tal es el estado de la
mente humana hoy en día.".
Otro terapeuta de nuestro siglo, Wilhelm Reich, consciente de
esta casi lepra moral, la denominó de forma sorprendentemente
similar como "peste emocional": El término ‘peste emocional'
no es una calificación despectiva. No implica malevolencia
consciente, degeneración moral o biológica, inmoralidad,
etc...Asimismo, un hombre atraviesa la vida con las muletas de la
peste emocional cuando las expresiones naturales y auto-
reguladoras de la vida son suprimidas ( énfasis mío ) desde el
nacimiento. La persona afectada con la peste emocional cojea en
lo que respecta al carácter... La peste emocional está vinculada
más íntimamente al carácter neurótico, que a una enfermedad
cardiaca orgánica, por ejemplo, pero puede a largo plazo, llevar
al cáncer o a la enfermedad cardíaca.
Kent demuestra en su libro una gran capacidad médica, al
acompañar el curso de la dinámica miasmática, siendo capaz de
detectar a través de la anamnesis, el estado en que se encuentra el
enfermo tras sucesivos tratamientos alopáticos supresores : "Y,
ahora, como médicos tenemos delante nuestro a los grandes
miasmas, para tratarlos con todas sus complicaciones....Cuánto
tiempo puede seguir esto antes de que la raza humana sea
extinguida de la tierra por los resultados de la supresión de la
psora? Por esta supresión tenemos afecciones cancerosas,
enfermedades orgánicas del corazón y pulmones, tísis y
destrucción general del cuerpo".
Preocupado en curar a sus enfermos no se ocupó de elaborar una
teoría más profunda sobre los miasmas.
Kent enseñó un método empírico de diagnosticar y tratar el miasma
presente, basándose en los principios homeopáticos, y en los
medicamentos experimentados en el hombre sano de la Materia
Médica Pura: "Todos los medicamentos que son capaces de
producir el cuadro de la sycosis, pueden llamarse anti-sycóticos,
pero también podemos expresarnos de otra manera y decir que
todos los medicamentos son anti-sycóticos, cuando administrados a
un caso sycótico revierten la enfermedad y reproducen las
molestias anteriores, haciendo que reaparezca el flujo. Esta es la
manera práctica de demostrar que un medicamento es anti-
sycótico."
Esta laguna teórica, vamos a llamarla así, es confesada inclusive en
el notable estudio de José Laércio do Egito: "En suma, se sabe
perfectamente que miasma es una condición que se manifiesta en
un individuo, y que propicia la aparición de una serie de estados
considerados enfermedades con diferentes denominaciones. Para
explicar lo que realmente es, los homeópatas todavía no llegaron a
un consenso para definir algunas condiciones peculiares que se
presentan en un estado miasmático, y que contradicen en
apariencia a las leyes clásicas de la herencia.
Apoyándose en los hombros de gigantes como Hahnemann y Kent,
otro autor, el homeópata y psicoterapeuta junguiano Edward C.
Whitmont, se atreve a ir más lejos y busca definir lo que es miasma
a la luz de la física contemporánea, partiendo de la
experimentación de un nosode, en este caso Syphilinum,
demostrando de forma clara que la doctrina hahnemanianna está en
movimiento -como todo lo que es vital evoluciona : "Según
Hahnemann, el origen de todos los trastornos crónicos reside en
tres "miasmas": psora, sycosis y syphilis. Según el diccionario,
miasmas son "emanaciones nocivas de naturaleza
imponderable"...En el presente momento, entidades de este tipo
parecen demasiado vagas y no-científicas...
En sus experimentaciones con sujetos saludables, Syphilinum
produce síntomas que pueden ser clasificados en dos grupos.
El primero (A) tiene una semejanza incuestionable con los
síntomas de la sífilis clínica, en sus distintos estadios (chancro,
erupciones de color rojizo, dolores óseos nocturnos, cefalalgia,
etc.). En el segundo grupo (B), de síntomas típicos de
Syphilinum (miedo de la noche, pérdida de la memoria, deseos
de alcohol, ozena, úlceras en las amígdalas, etc.), sin constatar
todavía ninguna evidencia convincente de sífilis clínica...Al
definir la esfera del miasma syphílitico en términos de los
síntomas del nosode y de medicamentos afínes, percibimos que
aquello que acostumbrábamos llamar sífilis en sentido clínico,
no pasa de ser una pequeña parte de la totalidad de su
esfera miasmática.(énfasis mío) Frecuentemente encontramos
síntomas miasmáticos en pacientes sin sífilis clínica, pero
nunca encontraremos sífilis clínica sin síntomas
miasmáticos ...
Finalmente, que son los miasmas? Teniendo en cuenta su analogía
con los efectos del medicamento potenciado y su capacidad de ser
incorporados al organismo (nótese que el efecto del medicamento
puede ser incorporado también por sustancias no-vivas, como
vidrio, corcho y gránulos de azúcar), podemos considerar que son
campos estructurales o arquetípicos de energía, en forma de
vórtices de energía. Y capaces de desestructurar la actividad vital
(énfasis mío) pero de un modo u otro, deben necesariamente ser
también factores que promueven integralmente la vida y la
conciencia de la constitución humana."
Naturalmente, no es propósito de este trabajo agotar el tema
iniciado por Whitmont, pero todavía hay espacio-tiempo para
citar la contribución de John Davidson, que corrobora la
hipótesis de aquél: "Los miasmas son esencialmente una
desarmonía, un patrón o un desequilibrio de energía...
Muchos médicos aceptarán que la enfermedad sólo puede
afectar a quien tenga propensión a ella – una vibración en el
organismo, con la cuál la naturaleza negativa de la
enfermedad pueda resonar; en otras palabras, un miasma. Ese
patrón vibracional de la enfermedad o malestar ocurre en
todos los niveles”. Un pensamiento o idea negativos que nos
vengan de afuera no podrán afectarnos si no encuentran algún
punto - mayor o menor- en el cual resonar. Ni siquiera una
enfermedad epidémica nos afectará, a menos que dentro de
nosotros haya una semilla vibracional, por donde pueda
entrar a través de una resonancia simpática. (subrayado mío).
Vemos así, que la doctrina kentiana sigue siendo actual y su
confirmación se da con la aplicación de los avances más recientes en
términos de equipamiento de diagnóstico, como la Resonancia
Magnética Nuclear, Rayos Raman-Láser, Eletroacupuntura de Voll,
entre otros.

Además hay que resaltar, que la verdadera lección de Kent para todos los
homeópatas y demás terapeutas, es que debemos buscar la Medicina
Antropológica, de Especie: "Hay que tratar de dominar esto: NO
DEBEMOS CONSIDERAR A LAS ENFERMEDADES POR UNOS
POCOS SÍNTOMAS QUE LOS PACIENTES PUEDAN TENER, SINO
POR TODOS LOS SÍNTOMAS QUE PRESENTE LA TOTALIDAD
DE LA RAZA HUMANA."

Para finalizar, es oportuno el pensamiento de Paul Brunton, inspirado

filósofo espiritualista: "Buscamos la cura para nuestros dolores y
resentimientos, para nuestras asmas y reumatismos. Sin embargo, para
los deseos febriles y para las ambiciones inútiles no buscamos cura."
FIN DE LA PRESENTACIÓN
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