You are on page 1of 14

Módulo: I Unidad: IV Semana: 8

PSICOLOGÍA DE LAS POBLACIONES


EN RIESGO SOCIAL

Ps. Miguel Ángel García


Miraval
Las Pandillas

La "pandilla" es parte del fenómeno que nuestros especialistas han


denominado como VIOLENCIA JUVENIL, donde también se incluyen otras
formas de violencia como las "barras bravas", "manchas escolares“.
Organización de la pandilla
El líder o lideres.- Son los integrantes de la "pandilla" que comandan o
"batutean" al grupo tanto en los enfrentamientos como en otros momentos. Una
pandilla puede tener uno o varios líderes en su interior, pero siempre hay uno
que destaca por su iniciativa y temeridad.
El núcleo: Los activos u orgánicos.- Aquellos que asumen el nombre de la
pandilla, la autoridad de los lideres y las reglas, comportamientos y conductas
que norman el funcionamiento del grupo, de manera concreta, física y
emocionalmente..
La Mancha: Los periféricos o simpatizantes.- Son los más numerosos; no
actúan permanentemente, pero se identifican con el grupo actuando
intermitentemente, sobre todo en los enfrentamientos con otros. Esto sucede
mayormente en las barras bravas, manchas escolares y, también, en el barrio,
cuando salen a "sacar cara" por sus patas que están siendo atacados. Entre los
simpatizantes o periféricos podemos ubicar también a las chicas que actúas
como socorristas o "soplonas".
Tipos de Pandillas
Pandillas de delincuentes jóvenes: Estos son grupos de jóvenes que "se
juntan" que realizan acciones de delincuentes o tienen comportamiento
indeseable (absentismo escolar, vandalismo menor, violación de reglas) con
suficiente frecuencia como para atraer la atención negativa de las agencias
del orden público, los residentes del vecindario y/ o los funcionarios
escolares, pero aún no han cometido un crimen serio.

Pandillas tradicionales basadas en el territorio: Estos son grupos de


gente joven (jóvenes y/ o adultos) que tienen un nombre, líder o lideres y
señas que los identifican, como estilo de vestir, colores y señales con las
manos.

Pandillas con fines de lucro: Las ofensas de estas pandillas pueden incluir
robo, hurto y la distribución y venta de substancias controladas.

Pandillas violentas/de odio: Las ofensas de estas pandillas podrían incluir


agresiones serias y homicidio.
las del barrio: Son agrupaciones que actúan en un determinado espacio
territorial o barrio.

las de guerra: se dedican exclusivamente al "guerreo" al enfrentamiento con


las pandillas rivales

las barras bravas: A su interior se confunden jóvenes integrantes de pandillas


de diferentes lugares que dejan de lado la identidad territorial o de grupo para
adoptar una identidad común en los colores del club que los identifica.
Barras Bravas
Las barras nacen en el Perú a finales de la década de 1960 como una
agrupación de simpatizantes que se organizan para alentar a sus respectivos
equipos. Desde fines de los años ‘80, estas barras comenzaron
progresivamente a transformarse , dando origen a las barras bravas en Perú,
con el nacimiento del Comando Sur de Alianza Lima en 1986 y la Trinchera
Norte del Universitario, en 1988.
A partir del año 2000 los enfrentamientos entre las barras bravas han
comenzado a tornarse más violentos, llegando incluso al uso de armas de fuego
y muertes. Inicialmente el fenómeno apareció en Lima la capital del país, sin
embargo, con los años se expandió a otras provincias del Perú, como Arequipa
y Cusco.
El término barra brava se emplea en América latina para designar a aquellos
grupos organizados dentro de una hinchada que se caracterizan por producir
diversos incidentes violentos, dentro y fuera del estadio.

Originalmente denominados barra fuerte, por el vespertino argentino La


Razón en octubre de 1958, a raíz del asesinato policial del joven Mario Linker
en el partido entre Vélez Sarsfield y River Plate.

El término aparece en Argentina a comienzos de la década de 1960, y luego


se fue extendiendo su uso por toda América Latina.
En Brasil se los denomina "torcidas organizadas", mientras que en otros
continentes son conocidos como hooligans o ultras.

Generalmente las barras bravas utilizan banderas, lienzos y diferentes


instrumentos musicales. También se caracterizan por ubicarse en las tribunas
populares, aquellas que frecuentemente carecen de asientos y donde los
espectadores deben ver el partido de pie.
Este fenómeno se ha extendido, en diverso grado, en diferentes países de
América. Generalmente tienen su origen en una subcultura juvenil de
carácter urbano, donde se busca la pertenencia a un grupo determinado. Si
bien existe una amplia variedad de estas barras en América, éstas tienden a
presentar ciertos rasgos comunes: exaltación de la fuerza, el nacionalismo, el
sentido del honor asociado con la capacidad de pelear y la necesidad de
reafirmación.

Tradicionalmente, se ha asociado a las barras bravas con la marginalidad


urbana, y el consumo de alcohol y drogas. En general, en la mayor parte de
América estas barras están conformadas por jóvenes entre los 14 y 25
años,[1] mientras que en Argentina los integrantes suelen ser de mayor edad,
pues en ese país la tradición está más arraigada. En el resto de los países de
América Latina estas barras han adquirido notoriedad progresivamente, al
menos desde comienzos de la década de 1990.
Adolescentes con Conflicto con la ley Penal
El fenómeno de la delincuencia juvenil suele ser analizado en función de
razones de tipo sociocultural, que ponen de relieve su directa relación con las
estructuras sociales existentes. Numerosos especialistas, no obstante, se han
ocupado de los factores psicológicos poniendo de manifiesto dos aspectos
centrales del desarrollo psicológico que sí tienen marcada influencia en la
aparición de conductas transgresoras y antisociales: las carencias afectivas y de
interiorización del concepto de ley.

Entre los 8 y los 12 años, algunos niños y niñas presentan conductas


antisociales (básicamente hurtos y robos de menor entidad) que parecen estar
directamente relacionadas con una percepción desvalorizada de las imágenes
parentales y fundamentalmente de la del padre.

Dentro de la adolescencia propiamente dicha, desde los 14 hasta los 18 años,


las conductas antisociales se inscriben en motivaciones psicológicas más
amplias que tienen que ver con las características específicas de este período.

.
Así la rebeldía controla la ley en general puede ocasionalmente manifestarse
en conductas infractoras, delictivas, al amparo de la protección de un grupo,
banda o pandilla. Con tales actitudes el adolescente busca reafirmar su
personalidad a través de un alarde de valentía y audacia frente a las normas y
valores de los adultos.

La actitud desafiante debe considerarse normal en cualquier adolescente.


Sólo complejas razones ambientales y sociológicas pueden hacer de ella un
comportamiento delictivo organizado, pero habrá que tener siempre en cuenta
la herencia individual que cada joven presuntamente desviado o peligroso
puede haber recibido de su desarrollo afectivo infantil
Características de los adolescentes en conflicto con la ley penal:

* Impulsividad significativa.
* Baja tolerancia a la frustración.
* Facilidad de paso al acto.
* Manipulación.
* Escaso posicionamiento crítico con respecto a transgresiones.
* Autoestima alicaída.
* Inestabilidad emocional.
* Vulnerabilidad.
* Falta de límites.
* Mecanismos de defensas estereotipados.
* Disvalores.
* Acercamiento a grupos de riesgo.
* Precoz ingesta de drogas.
Derechos del adolecente privado de libertad
La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño que establece que
todo niño y adolescente en conflicto con la ley penal tiene derecho a:

- Ser tratado de manera acorde con el fomento de su sentido de la dignidad y el


valor, que fortalezca el respeto del niño por los derechos humanos y las
libertades fundamentales de terceros y en la que se tengan en cuenta la edad
del niño y la importancia de promover su reintegración y que éste asuma una
función constructiva en la sociedad.

- Que se le garantice, por lo menos, lo siguiente: que se lo presumirá inocente


mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley.

- Que será informado sin demora de los cargos que pesan contra él.

- Que dispondrá de asistencia jurídica u otra asistencia apropiada en la


preparación y presentación de su defensa.
- Que la causa será dirimida sin demora por una autoridad u órgano judicial
competente, independiente e imparcial en una audiencia equitativa conforme
a la ley, en presencia de un asesor jurídico u otro tipo de asesor adecuado y,
al menos que se considerare que ello fuere contrario al interés superior del
niño, teniendo en cuenta en particular su edad o situación y a sus padres o
representantes legales.

- Que no será obligado a prestar testimonio o a declararse culpable.


-
- Que podrá interrogar o hacer que se interrogue a testigos de cargo y obtener
la participación y el interrogatorio de testigos de descargo en condiciones de
igualdad;
-
- Que se respete plenamente su vida privada en todas las fases del
procedimiento.

You might also like