LA COMPRENSIÓN LECTORA Y EL

DESARROLLO DEL PENSAMIENTO

LÓGICO-MATEMÁTICO
Ponente:
Dr. Haiber P. ECHEVARRÍA RODRÍGUEZ
Las personas, las autoridades, los
docentes, los padres de familia y los
alumnos hablan frecuentemente de
COMPRENSIÓN, e inclusive las
parejas.
Yo no comprendo a mis padres.
Mis padres no me comprenden.
Mis alumnos no comprenden lo que
leen.
No nos comprendemos, mejor debemos
separarnos.
Pedimos a los padres de familia, que nos
comprendan porque nuestra huelga es
justa.
Todas estas expresiones tendrán que ver con la intención comunicativa?
 Entonces, qué es la COMPRESIÓN?
La RAE define como: facultad o capacidad de entender.//
Tolerancia.
Según, Edgar Morín. (2001). Nos habla que existen dos
tipos de comprensión:

La comprensión humana:
La comprensión intelectual:
Está relacionada al ser, es intersubjetiva.
Está asociada al conocimiento, es
Está fundada en la experiencia
objetiva y analítica (la relación es de
directamente vivida (la relación es
sujeto-objeto)
sujeto-sujeto)
Parafraseando a Morín: “Si veo a un niño llorando, voy a
comprenderlo sin medir el grado de salinidad de sus
lágrimas sino, recordando en mí, mis angustias infantiles.
Lo identifico conmigo y yo me identifico con él”
En la comprensión objetiva, encontramos el saber y el comprender.
Cuando el alumno sabe algo es capaz de comunicarnos ese
conocimiento o de demostrarnos esa habilidad. Mientras, que la
compresión trasciende mas allá del hecho de saber. Es decir, estimula
el pensamiento para: explicar, demostrar, comparar, generalizar,
jerarquizar, dar ejemplos, establecer analogías y volver a presentar el
tema de una nueva manera y diferente (creatividad), etc.
 CONCLUSIÓN

Comprender, es poder llevar o desarrollar una serie

de acciones “DESEMPEÑOS”, y que dé fe, que el
tema sí se conoce bien. O sea, “llevar al estudiante
más allá de lo que ya sabe”
 TEXTO
En el centro poblado de Cochatama, la señora Brígida atendía a los profesores como comensales.
Un Buendía el profesor Néstor solicitó a la señora que le preparara arroz con leche. Para ello, la
señora tenía que comprar leche fresca.
El martes, día caluroso y polvoriento, ella tomó su jarra y se fue a la lechería de David que suele
vender leche sin adulterar. La mujer dijo: -Don Davicho, véndeme cuatro litros exactos de leche.
- Don David preguntole ¿Cuánto mide tu jarra? –Ella respondió –cinco litros.
- Ah, caray creo que no voy a poder venderte. Dijo David.
-¿Por qué? Respondió la fémina.
- Yo tengo una jarra de ocho litros y usted de cinco ¿Cómo pues, mido cuatro litros exactos de
leche? Replicó el hombre.
En esas condiciones parecía imposible la compraventa de la leche. Pero, Miguel, el hijo de David,
alumno que cursa el primer año de Educación Secundaria en la IE “Ricardo Palma”, escuchaba
atentamente la conversación de su padre con la mujer. Mentalmente ya había resuelto el problema y
en seguida, dijo a su padre: -¡Papá!, ¡Eso es fácil! Vino el muchachito y midió el producto lácteo
con comprobación y todo.
(Adaptado por Haiber P. Echevarría Rodríguez).
¿Cómo midió cuatro litros exactos de leche, si solo
se contaban con jarras de ocho y de cinco litros
respectivamente?

¡Piensa cabecita! ¡Piensa!