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DIAGNÓSTICO

• Se basa en un alto índice de sospecha, y un conocimiento de la distribución


geográfica y de los ciclos medioambientales de los virus causales.

• Los criterios de la OMS para el diagnóstico de fiebre hemorrágica dengue


consisten en la presencia de fiebre, manifestaciones hemorrágicas menores o
mayores, trombocitopenia y signos objetivos de permeabilidad capilar
aumentada, derrame pleural (visible por radiografía de tórax o ecografía) o
hipoalbuminemia.

• En los criterios para el diagnóstico de síndrome de shock del dengue se


incluyen los de la fiebre hemorrágica del mismo nombre, más hipotensión o
estrechamiento de la tensión diferencial (<20mmHg).
• El diagnóstico virológico se puede establecer mediante pruebas serológicas o
por aislamiento del virus en los leucocitos sanguíneos o del suero.

• En las infecciones por dengue, tanto primarias como secundarias, aparecen


de forma relativamente transitoria anticuerpos IgM específicos antidengue,
que desaparecen tras 6-12 semanas, un dato útil para establecer la
cronología de la infección.

• En las segundas infecciones primarias, la mayoría de los anticuerpos


pertenece a la clase IgG.

• El diagnóstico serológico se basa en un aumento de cuatro veces o mayor del


título de anticuerpos IgG en parejas de suero, determinado por inhibición de
hemaglutinación, fijación del complemento, inmunoanálisis enzimático o
prueba de neutralización.
• Los inmunoanálisis enzimáticos de captura de inmunoglobulina
IgM e IgG, cuidadosamente estandarizados, son muy usados en
la actualidad para la identificación de anticuerpos de la fase
aguda, en pacientes con infecciones primarias o secundarias por
dengue, con el empleo de muestras de suero únicas.

• De forma habitual, tales muestras se deben recoger no antes de


5 días ni después de 6 semanas después del comienzo de la
enfermedad clínica.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
• Se incluyen enfermedades víricas respiratorias y de tipo seudogripal, las fases precoces
del paludismo, la fiebre amarilla leve, el tifus de los matorrales, la hepatitis vírica y la
leptospirosis.

• Cuatro enfermedades arbovíricas tienen una evolución similar a la del dengue, pero sin
exantema: la fiebre por garrapatas de Colorado, la fiebre por jejenes, la fiebre del valle
del Rift y la fiebre de Ross River.

• Otros trastornos como la meningococcemia, la fiebre amarilla, otras fiebres


hemorrágicas víricas, enfermedades rickettsiósicas

• De forma que el diagnóstico etiológico sólo se debe establecer cuando los datos
epidemiológicos o serológicos apuntan a la posibilidad de una infección por dengue.
DATOS DE LABORATORIO
En la fiebre dengue puede aparecer pancitopenia a los 3-4 días de enfermedad.

La neutropenia puede persistir o reaparecer durante la última fase, y


continuar en la convalecencia, con recuentos de leucocitos de 2.000/mm3.

Las plaquetas pocas veces bajan de 100.000/mm3.


La prueba del torniquete puede ser positiva.

`Los tiempos de coagulación, hemorragia y protrombina y los valores de


fibrinógeno en plasma permanecen dentro de límites normales.

Son posibles la acidosis leve, la hemoconcentración, el aumento de las


concentraciones de transaminasas y la hipoproteinemia durante algunas
infecciones primarias por el virus del dengue.

El electrocardiograma puede mostrar bradicardia sinusal, focos ectópicos


ventriculares, ondas T aplanadas y prolongación del intervalo P-R.
Las anomalías hematológicas más comunes
durante la fiebre hemorrágica dengue y el
síndrome de shock del dengue son:
• la hemoconcentración, con un aumento superior al 20% del hematocrito, la
trombocitopenia, la prolongación del tiempo de hemorragia y la disminución moderada
del nivel de protrombina, que pocas veces alcanza menos del 40% del control.

• Los niveles de fibrinógeno pueden estar por debajo de lo normal y los productos de
degradación del fibrinógeno hallarse elevados.

• Otras anomalías comprenden subidas moderadas de los niveles séricos de


transaminasas, consumo del complemento, acidosis metabólica leve con hiponatremia e
hipocloremia ocasional, elevación ligera del nitrógeno ureico sérico e hipoalbuminemia.

• Las radiografías de tórax revelan derrames pleurales (lado izquierdo > lado derecho) en
casi todos los pacientes con el síndrome de shock por dengue.
TRATAMIENTO
En el caso de la fiebre dengue sin complicaciones, consiste en medidas de apoyo.

Se aconseja reposo en cama durante el período febril.

Se deben administrar antipiréticos para mantener la temperatura corporal por


debajo de 40 ºC y pueden precisarse analgésicos o sedación suave para controlar
el dolor.

La aspirina está contraindicada y no se debe usar, debido a sus efectos sobre la


hemostasia.

La reposición de líquidos y electrólitos es necesaria para suplir los déficit


causados por la sudoración, el ayuno, la sed, los vómitos y la diarrea.
El control de la fiebre hemorrágica dengue y del
síndrome de shock del dengue comprende:
• La evaluación inmediata de los signos vitales y de los grados de
hemoconcentración, deshidratación y desequilibrio electrolítico.
• La vigilancia estrecha es esencial durante por lo menos 48 horas, puesto que
el shock puede ocurrir o reaparecer con brusquedad al principio de la
enfermedad.
• Los pacientes con cianosis o respiración laboriosa deben recibir oxígeno.
• La reposición intravenosa rápida de líquidos y electrólitos suele ser suficiente
para el mantenimiento de los enfermos, hasta que se produce la
recuperación espontánea.
• Cuando la presión del pulso es <10mmHg, o cuando la elevación del
hematocrito persiste después de la reposición de líquidos, están indicados los
preparados de plasma o de coloides.
COMPLICACIONES
• Las primoinfecciones con fiebre dengue y las enfermedades similares suelen ser
autolimitadas y benignas.

• Las pérdidas de líquidos y electrólitos, la hiperpirexia y las convulsiones febriles son las
complicaciones más frecuentes en los lactantes y los niños pequeños.
• La epistaxis, las petequias y las lesiones purpúricas no son comunes pero pueden ocurrir
en cualquier fase.

• La deglución de sangre procedente de las epistaxis, que después se vomita o se expulsa


por el recto, puede interpretarse por error como hemorragia digestiva.

• En los adultos y posiblemente en los niños, los trastornos subyacentes pueden causar
una hemorragia clínicamente clínicamente significativa
PRONÓSTICO
• El pronóstico de la fiebre dengue puede ser afectado negativamente por los
anticuerpos adquiridos de forma pasiva, o por una infección previa a causa
de un virus íntimamente relacionado, lo que predispone al desarrollo de su
variante de fiebre hemorrágica.
Fiebre hemorrágica dengue
• Se ha comunicado una mortalidad del 40-50% en pacientes con shock, pero
la cifra debe ser inferior al 1% si se proporciona un cuidado intensivo
adecuado.
• La supervivencia está en relación directa con el tratamiento de apoyo precoz
e intenso.
• Algunas veces se produce daño cerebral residual, causado por un shock
prolongado o, en ocasiones, por hemorragia intracraneal.
PREVENCIÓN

• La profilaxis consiste en evitar las picaduras de mosquitos


mediante el uso de insecticidas, repelentes y prendas de
vestir, con la protección de las casas con malla fina y a través
de la destrucción de los lugares de cría de A. aegypti.

• Sólo las medidas personales antimosquitos son eficaces


contra las picaduras de estos insectos en el campo, el
bosque o la jungla.

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