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y cinética bioquímicas
Los capítulos precedentes describen las principales clases
de compuestos constituyentes de los seres vivos. Las
biomoléculas presentadas no se comportan en células y
tejidos como estructuras estáticas e inmutables; son
entidades en permanente cambio.
Pero esto no es así, el ∆H no es el único factor que decide el sentido de una reacción. La
segunda ley introduce otro elemento a tener en cuenta, la entropía.
Si a un sistema con un contenido energético dado se le suministra una cantidad de calor Q,
por el principio de conservación de energía, el calor agregado aparecerá como cambio en
el contenido energético del sistema (∆E) y/o se realizará algún trabajo (W) sobre el medio.
Esto se representa con la ecuación Q = ∆E + W, que puede transformarse en ∆E = Q – W.
Esta ecuación es expresión de la primera ley, esto es, el flujo de calor entre el sistema y sus
alrededores se acompaña de cambios en la energía del sistema y/o trabajo efectuado en el
medio, que se compensan exactamente. Sin embargo, la conversión de calor en trabajo
mecánico nunca se completa en la práctica.
Por ejemplo, en una máquina accionada por vapor de agua que ingresa con temperatura
𝑇1 y sale después de su utilización a temperatura menor, 𝑇2 , la diferencia permitirá
conocer el calor extraído, al cual llamaremos Q. Este calor será convertido, tanto como sea
posible, en trabajo útil.
Si se llama W al máximo de trabajo útil obtenido se tendrá:
𝑇1 −𝑇2 𝑇
𝑊=𝑄 = 𝑄 − 𝑄 𝑇2 (1)
𝑇1 1
En una reacción química, si el o los reactivos poseen un contenido de energía mayor que
el o los productos, se liberará energía durante la reacción. Aquí no interesa tanto el
contenido energético de reactivos y productos, muy difícil de medir, sino el cambio
producido durante la reacción. El cambio de energía libre en el sistema es dado por la
ecuación:
∆𝐺 = ∆𝐻 − 𝑇. ∆𝑆
Donde ∆𝐺: cambio de energía libres, ∆𝐻: cambio de entalpía, T: temperatura absoluta
(ºC + 273 =ºK = grados Kelvin) y ∆𝑆: cambio de entropía.
Entropía es la energía degradada, no utilizable para realizar trabajo. Sólo el cambio de
energía libre (∆𝐺) es disponible para efectuar trabajo.
Sentido de una reacción química
La velocidad a la que transcurren estas reacciones será, según la ley de Guldberg y Waage
de acción de las masas*:
Los corchetes indican concentración; v1 y v2, velocidades de las reacciones 1 y 2 respectivamente; k1 y k2,
constantes de velocidad, características para cada reacción a una temperatura determinada.
Al iniciarse la reacción, A y B se combinan y forman C y D. A medida que transcurre este
proceso, las concentraciones de A y B disminuyen y, por lo tanto, también la velocidad de
la reacción. Por otra parte, las sustancias C y D producidas reaccionan entre sí para
reformar A y B con una velocidad proporcional a su concentración.
Llega el momento en el cual las velocidades de reacción directa e inversa se igualan y no
se producen más cambios en las concentraciones de reactivos y productos; v1 será igual
a v2. Si v1 = v2, entonces:
*Ley de Guldberg y Waage: La velocidad de una reacción química es proporcional al producto de las masas de las
sustancias reactivas.
La reacción ha alcanzado el equilibrio. Es este un equilibrio dinámico, ya
que las moléculas de A y B siguen reaccionando para formar C y D y
viceversa; las velocidades a las cuales ocurren ambos procesos son iguales,
razón por la cual no hay modificaciones en la concentración de cada una
de las sustancias participantes.
Si en la ecuación (2) transponemos términos:
Sin duda, es de interés conocer el valor de ∆𝐺 para un sistema que no está en equilibrio,
la situación más frecuente en sistemas biológicos. Este puede ser determinado a partir de
∆𝐺° y de las concentraciones reales de productos y reactivos según la ecuación (4). Si ∆𝐺
es negativo, en las condiciones de la célula, la reacción procederá hacia la formación de
productos. Si ∆𝐺 es positivo, la reacción marchará en sentido opuesto.
En sistemas biológicos, el estado de equilibrio es la excepción; a tal punto, que se ha
definido a la vida como la capacidad para utilizar energía de una fuente externa a fin de
mantener las reacciones químicas del organismo en estado de no equilibrio. El equilibrio
se alcanza con la muerte.
En la reacción A + B C + D se evita alcanzar el equilibrio, por ejemplo, eliminando C y/o
D a medida que se forman, convirtiéndolos en otros productos, o agregando A y B a
medida que se consumen. Los procesos químicos en las células muestran series de
reacciones en las cuales los productos de una son utilizados como reactivos por la
siguiente. Esta remoción permanente de productos impide llegar al equilibrio y favorece la
producción de la reacción en un sentido determinado.
La célula como sistema “abierto”
Los principios de la termodinámica se aplican a sistemas cerrados, que no intercambian
materia con el medio y pueden alcanzar un equilibrio termodinámico.
Las células vivas son sistemas abiertos, en permanente intercambio de materia y energía
con el ambiente. Si bien las concentraciones de muchos de los componentes de la célula
puede parecer invariables, en realidad se encuentran en estado dinámico estable en el
cual la velocidad de formación de un determinado compuesto es balanceada por su
tasa de remoción. Esto es diferente al equilibrio en sentido termodinámico.
Los procesos biológicos parecen contradecir la segunda ley de termodinámica en cuanto
implican aumento de energía libre y orden del sistema. La utilización de energía para
síntesis de estructuras moleculares altamente ordenadas, por ejemplo, significa
disminución de entropía del sistema. Pero esto se realiza a costa de un aumento del
desorden en el medio. Los organismos vivientes son sistemas abiertos, existen en estado
dinámico, aumentan la entropía del universo y, por lo tanto, son irreversibles.
Compuestos de alta energía
Los procesos endergónicos en seres vivos serían inviables, desde el punto de vista
termodinámico, si no existiese aporte de energía. El recurso utilizado para contrarrestar el
∆𝐺 positivo es el acoplamiento con reacciones en las cuales participan sustancias de “alto
contenido energético”. Por ejemplo, la síntesis de glucosa a partir de CO2 y H2O es un
proceso endergónico. En organismos fotosintéticos, la energía para la síntesis es provista
por la luz; un número determinado de fotones es captado por pigmentos presentes en las
células. En estas condiciones, si se analiza energéticamente el proceso incluyendo entre los
reactivos a los pigmentos activados, el resultado final es disminución de energía libre.
En organismos animales, los procesos de síntesis se efectúan a través de
etapas en las cuales los reactivos son “activados” por aporte de energía
cedida por compuestos de alto contenido energético. De esta manera, las
reacciones de biosíntesis se producen con liberación de energía libre y, por
lo tanto, son termodinámicamente posibles.
Y la reacción endergónica:
Tiene ∆𝐺°′ de (-30,5 + 13,8) = 16,7 kJ/mol (-4,0 kcal/mol), lo cual le permite transcurrir en
el sentido indicado. Se tiene un “ensamble” de un proceso exergónico con otro
endergónico. El balance final indica una pérdida relativamente pequeña de energía,
liberada al medio en forma de calor.
En seres vivientes, las reacciones que requieren energía son acopladas, directa o
indirectamente, con hidrólisis de ATP. A menudo, los compuestos “activados” resultantes,
como glucosa-6-fosfato, son productos intermedios en vías metabólicas de síntesis o
degradación.
CINETICA QUÍMICA
Los conceptos expuestos sobre termodinámica de reacciones químicas
explican cómo es posible conocer el sentido o dirección en la cual es
más probable que una reacción determinada transcurra. Pero nada
dicen de cómo o a través de qué vías se produce la transformación de
reactivos en productos. La cinética estudia la velocidad y mecanismos
de las reacciones químicas.
En una reacción química se rompen y/o se forman enlaces entre átomos; se modifican
interacciones de elementos en las moléculas participantes. Las moléculas reactivas
deben chocar entre sí con energía suficiente y en orientación adecuada; en otros
términos, las colisiones deben ser efectivas. De ellas depende la velocidad con la cual se
produce una reacción.
La velocidad se expresa en términos de cantidad de reactivo convertido en producto (o
de producto formado) en la unidad de tiempo (moles por seg-1 ).
Al tratar equilibrio químico, se dijo que la velocidad de una reacción está dada por el
producto de la constante de la reacción por la concentración del o de los reactivos. En la
reacción:
La velocidad de la reacción 1 será:
k1 corresponde a la constante de velocidad, que tiene un valor definido para cada
sistema en condiciones determinadas.
Orden de reacción
En realidad, la ecuación de velocidad es más exactamente expresada en
la forma: