• El ser humano desde que nace está sometido a ciertos procesos
que le ayudan a poder vivir como un individuo social. Es así que en nuestra vida aparece a temprana edad el proceso de socialización como un instrumento que ayuda a saber ciertas cosas que nos hacen ser más persona. Por esta razón es que A TODOS NOS enseñan; a comer, hablar, caminar, escribir, leer, expresar los sentimientos y emociones entre otras cosas. A lo largo de la vida también debemos, por nuestros propios medios aprender cosas, por esto es que tenemos amigos, algunos pololean o se casan, se aprenden normas, leyes, deberes, se tienen expectativas, sueños, metas y anhelos. • La vida del ser humano no es fácil, vivir con otros seres es complejo ya que por nuestra personalidad individual y social muchas veces frente a un mismo tema existe muchos puntos de vista, los cuales la mayor parte del tiempo nunca coinciden. Por este motivo afortunadamente existen normas y principios morales dentro de nuestra vida en sociedad que ayudan a que podamos ponernos de acuerdo en muchas cosas y nuestra vida esté alejada de conflictos por convivencia o malos entendido. • Debido a estas normas y leyes las personas de forma natural tienden a agruparse en instituciones sociales, tribus urbanas, clubes deportivos, partidos políticos, etc. Que compartan los mismos valores y aspiraciones. Con estos grupos sociales aparece en nuestra vida el concepto de “ESTEREOTIPO” que se refiere a la generalización de características de cada grupo social. Sobre la base de los estereotipos es que cada uno de nosotros utiliza los “PREJUICIOS”, los cuales son una evaluación, positiva o negativa (buena o mala) acerca de los diferentes grupos que conforman la sociedad y de las personas que los constituyen. • Gracias a estos conceptos es que usualmente actuamos en base a los estereotipos en nuestras relaciones sociales, ya que es una forma de categorizar las experiencias y anticipar acontecimientos. Asociado a los estereotipos aparecen afectos positivos y negativos, dichos afectos favorecen la reacción de comportamientos discriminatorios que cuando son simples pueden pasar desde un simple pensamiento o palabra, hasta más complejos cuando existen reacciones violentas o de agresión