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a) Tener un peso atómico bajo.
b) Abundar en las capas externas de la Tierra
(corteza terrestre, atmósfera e hidrosfera), o sea, las
que se hallan en contacto con los seres vivos.
Las biomoléculas:
La composición química de los seres vivos es, cualitativamente, muy
diferente a la del entorno físico en que viven. La mayor parte de los
componentes químicos de los organismos son compuestos orgánicos de
carbono en los que el elemento se halla relativamente reducido o
hidrogenado. Muchas biomoléculas orgánicas contienen también
nitrógeno.
Los compuestos orgánicos presentes en la materia viva muestran enorme
variedad, y la mayor parte de ellos son extraordinariamente complejos.
Aun las más sencillas de las células, las bacterias, contienen gran número
de distintas moléculas orgánicas. Se calcula que la bacteria Escherichia coli
contiene alrededor de 5.000 compuestos orgánicos diferentes, entre ellos
unas 3.000 clases diferentes de proteínas y 1.000 tipos distintos de ácidos
nucleicos. Además, la mayor parte de la materia orgánica en las células
vivas está constituida por macromoléculas, de pesos moleculares muy
grandes, que incluyen no solamente a las proteínas y a los ácidos nucleicos
sino también a sustancias polímeros tales como el almidón y la celulosa.
Las Biomoleculas:
En el organismo humano puede haber hasta 100.000 clases de
proteínas diferentes, en comparación con las 3.000 existentes de
Escherichia Coli. Aunque algunas de sus proteínas actúan de
modo muy similar al que lo hacen determinadas proteínas de
las células humanas, ninguna de las proteínas de dicha bacteria
es idéntica a cualquiera de las proteínas encontradas en el
hombre.
De hecho, cada especie de organismo posee su propio conjunto
de moléculas proteicas y de ácidos nucleicos químicamente
diferentes. Puesto que es probable que existan alrededor de 1,5
millones de especies de organismos vivientes, puede calcularse
que el conjunto de las especies vivientes debe contener un
billón de tipos diferentes de moléculas proteicas y diez mil
millones de ácidos nucleicos.
Las sales minerales:
Desempeñan un papel activo en el funcionamiento biológico de
los seres vivos.
Podemos dividir los elementos inorgánicos en dos grupos:
El primero, formado por el sodio, potasio, fosfato, bicarbonato
y cloro, lo componen los elementos inorgánicos que se
encuentran en disolución en forma de iones.
Su principal función es la de regular la presión osmótica de los
líquidos extracelulares así como del protoplasma celular. Así
mismo, desempeñan otra serie de importantes funciones como:
depositarse en órganos esqueléticos para darles consistencia
(huesos, dientes, caparazones, etc.); intervenir en los fenómenos
de contracción muscular y conducción nerviosa, etc.; en la
regulación del equilibrio ácido-básico y en acciones específicas
de los cationes tales como la regulación del ritmo cardíaco, etc.
Las sales minerales:
Segundo grupo lo forman aquellos elementos inorgánicos que se
encuentran ligados químicamente a estructuras orgánicas complejas en las
cuales desempeñan funciones muy importantes; podemos citar varios
ejemplos:
El hierro entra a formar parte de la hemoglobina o pigmento rojo de la
sangre de los vertebrados; de los citocromos, etc. Como el hierro apenas se
elimina del organismo, es utilizado varias veces cuando se destruyen los
compuestos de que forma parte y por ello sus necesidades alimentarias son
mínimas. No obstante, su escasez o carencia produce anemia.
El cobre entra a formar parte de la llamada hemocianina, pigmento de la
sangre de los artrópodos y moluscos que tiene un papel semejante al de la
hemoglobina.
El magnesio es básico para que las plantas verdes puedan formar la
clorofila. Actúa, también, como catalizador de numerosas reacciones
metabólicas.
El yodo es necesario para la formación de la hormona tiroxina cuya
deficiencia origina la enfermedad denominada bocio.
Inorgánicos Orgánicos
-Agua -Glucídos o carbo-hidratos.
-CO2 -Lípidos
-Sales minerales: sodio, potasio, calcio, -Prótidos o proteínas
bicarbonato, cloro y fosforo. -Ácidos nucleicos: aminoácidos (ADN
y ARN)
Son 20 a-aminoácidos
hallados corrientemente en las
proteínas, llamados también aminoácidos corrientes.
La ti mina, la guanina, la cito cina, la adenina forman la
información de la herencia. (ADN)
La citosina, guanina, la timina y el uracilo forman parte
de la molécula del ARN.
Las proteínas:
Las proteínas son los constituyentes químicos
fundamentales de la materia viva, pues así como
los glúcidos y lípidos se encuentran en las
células como simples substancias inertes, los
prótidos presentan actividad vital.
Las vitaminas:
Al igual que las enzimas, las vitaminas son otro grupo de biocatalizadores
indispensables para el buen funcionamiento de los seres vivos.
Desde el punto de vista químico, las vitaminas poseen una composición
muy variada. Por ello, el denominador común que las agrupa es su
papel fisiológico como sustancias biocatalizadores de los complicados
procesos químicos que tienen lugar en el seno de la materia viva.
La falta, o mejor dicho, deficiencia vitamínica en las reacciones acarrea en
los organismos serias perturbaciones que se conocen con el nombre de
"carencias vitamínicas" o "avitaminosis", aunque es mucho más correcto
denominarlas "hipo avitaminosis", ya que en la práctica tales enfermedades
obedecen no a la falta total de vitaminas, sino a una notoria disminución en
su aporte alimenticio.
Clásicamente, se han establecido dentro de las vitaminas dos grupos:
según su capacidad de disolución en el agua o en las grasas. Así, se
dividen en liposolubles (solubles en las grasas o en los disolventes de éstas)
e hidrosolubles (solubles en el agua).
Los ácidos nucleicos:
El ácido desoxirribonucleico (DNA) y el ácido
ribonucleico (RNA) son macromoléculas
catenarias que actúan en el almacenamiento y en
la transferencia de la información genética.
Las unidades monómeras del DNA se llaman
dexosirribonucleótidos y las del RNA,
ribonucleótidos.
Cada nucleótido contiene tres componentes
característicos: una base nitrogenada
heterocíclica, que es un derivado de la purina o
de la pirimidina; una pentosa, y una molécula
de ácido fosfórico.