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VANGUARDIAS

EXPRESIONISMO
El expresionismo fue un movimiento de
vanguardia surgido en Alemania a
principios del siglo XX, coincidiendo
con el fauvismo francés, con el que
tiene no pocos puntos en común
(rechazo de la mímesis, colores
violentos…)
El expresionismo viene a ser una
deformación de la realidad para
expresarla de forma más subjetiva
(aunque en definitiva, esa puede ser una
definición válida del arte: una
deformación de la realidad…). se quieren
mostrar sentimientos, emociones, algo
que ilustre la naturaleza y el ser
humano.
Opuesto al impresionismo realista y al naturalismo con sus
pretensiones deterministas y racionalistas, el expresionismo
defendió una postura más intuitiva y subjetiva del arte, en
la que tuviese un rol protagónico la interioridad del
artista. Por ello se entiende el expresionismo más como una
actitud ante el arte y la vida que una tendencia artística
homogénea.
La forma en que uno ve depende también de un
estado emocional de la mente. Esta es la razón por
la que un motivo puede ser visto de muchas
maneras, y esto es lo que hace que el arte sea tan
interesante.
(Munch)
Autorretrato con máscaras
James Ensor, 1889
Enso de Bélgica, tiempos en los que la gente no entendía el estilo «poco usual» ese artista chiflado.
Faltarían unos años para la llegada del expresionismo, vanguardia que le debe mucho a este artista.

Aquí vemos otro de sus cuadros de máscaras. Por lo visto, su madre tenía una tienda de regalos y le
quedaron grabados todos esos disfraces que aparecían en el comercio en carnavales.

Así Ensor pinta recurrentemente máscaras burlonas, trágicas, ambigüas e insolentes, que en realidad
retratan a individuos vacíos, más grotescos que su propia máscara, y también a sus sociedades (las
máscaras van en pandilla), que se convierten en una parodia.

Si algo tenía Ensor era sentido del humor, viendo cosas que a lo mejor no se ven a simple vista y sobre todo
sufriendo con ellas.

Aquí se representa a sí mismo a modo de su paisano Rubens rodeado de máscaras. Va disfrazado, pero
con la cara descubierta. Después de todo no era uno de esos hipócritas burgueses belgas (aún).

Destaquemos también esas pinceladas rudas, esa vehemencia y brusquedad, esos colores saturados
emulando el maquillaje caricaturesco, esa «fealdad» que caracteriza sus lienzos y que adoptarían años
después los jóvenes alemanes.
La novia del viento
La novia del viento o La tempestad es uno de los trabajos más conocidos del
expresionista austríaco Oskar Kokoschka y representa de forma alegórica la
relación de intenso amor con su amante Alma Mahler.

Alma era joven, bella y muy libre. Kokoschka era joven, inmaduro y con nada en los
bolsillos. Pero pese a las diferencias, ambos colisionaron como dos trenes y vivieron un
amor igual de tormentoso que esta pintura. Todo acabó 3 intensos años después: Alma se
quedó embarazada y abortó justo cuando sucedió el atentado de Sarajevo que inició la
I Guerra Mundial.

Kokoschka, con el corazón roto, se enroló y fue herido. En 1915, mientras se recuperaba
en un hospital se enteró de que su amante se había casado con Walter Gropius (de la
Bauhaus) y que estaba otra vez embarazada.

Nos queda este cuadro a modo de documento de ese amor apasionado: Los dos amantes
flotan en una nube tormentosa, quizás refiriéndose a su tormentosa relación llena de
celos, peleas y fricciones entre una extrovertida dama de la alta sociedad y un
bohemio antisocial y silencioso.
El asesino
Edvard Munch, 1910
El artista acababa de pasar un tiempo en un sanatorio debido a sus crisis nerviosas y su problema
con el alcohol
En este óleo, un siniestro personaje se dirige hacia nosotros con no muy buenas intenciones. Sus
rasgos faciales están totalmente borrados por una masa verdosa y esto amplifica el carácter
amenazador de la figura.
No se conoce la fuente de inspiración de este cuadro. Quizás el artista leyó un suceso en algún
periódico noruego, o quizás quiso simbolizar alguna amenaza inminente. Sea como fuere, Munch
representa a la perfección el peligro y el miedo, uno de esos sentimientos primitivos que habitan en
nuestro cerebro.

Técnicamente, la pintura es tan rápida y descuidada como lo podría ser el crimen. Y es que a veces
las pinturas de Munch muestran esa enorme audacia, transmitiendo tanto con tan poco.

Terror, ansiedad, peligro… esos eran los temas que le inspiraban al artista. Munch era
extremadamente bueno en plasmar lo desagradable, el lado oscuro del ser humano, y eso volvió
locos a los jóvenes alemanes de la época, que se basarían en su obra para poner en marcha el
expresionismo.

A lo mejor esta obra fue también un punto de partida para el género cinematográfico del slasher, en
el que un asesino enmascarado mata jóvenes promiscuos sin saber muy bien sus motivos.

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