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EL SER Y LA EXISTENCIA: ESENCIA-

EXISTENCIA Y TIEMPO

6°A
 ARMENTA CORRAL RAÚL ALFONSO
 GARCÍA VALDEZ LAISHA YAMILETH
 GARCÍA VERA DANIEL
 GUTIÉRREZ ESCOBEDO CARLOS ALBERTO
 JAQUEZ DURÁN GILBERTO
 RODRÍGUEZ RIVERA KEVIN ALDHAIR
 ROQUE CARRILLO EDWIN ALEXIS
LA ONTOLOGÍA
La ontología es la parte de la filosofía que
reflexiona sobre el ser. La palabra ontología,
viene del griego ontos, que significa es o ¨lo
que es¨ y logos, ¨razón o estudio¨.
Aunque la palabra fue acuñada en el siglo
XVII, observamos que ya desde las épocas
de los filósofos griegos, éstos se preguntaban
sobre el ser de las cosas.
¿QUÉ ES EL SER?
Este concepto parece ser indefinible, pues parece
que todo es ser en la medida en que no es.
Para unos filósofos el concepto de ser es el más
general de todos, lo que se denomina ¨el género
supremo¨, ya que no hay nada que no sea ser, que
no sea en algún sentido. Sin embargo, para otros
filósofos, el concepto de ser no es un género, si no
un concepto que está por encima o más allá de
todos los géneros, que los logra rebasar, de tal
forma que acaba siendo un concepto trascendente.
Resulta que el concepto de ser es indefinible, puesto
que no habría género al que pertenezca y a por el
cual definirlo.
EL SER SEGÚN MARTIN HEIDEGGER: LA
MUERTE Y LA EXISTENCIA HUMANA
El filósofo alemán Martín Heidegger (1889-1976)
reconocido como existencialista, se puso a pensar
sobre las dificultades que entraña el definir de ser,
problema fundamental de la ontología. Consideró que
los filósofos antiguos y medievales no se habían
planteado adecuadamente la pregunta ¿Qué es el
ser?, por lo que se hace necesario replantearla
llegando a la conclusión que, entre todos entes
animados, inanimados, el único ser que se interroga
por el ser es el hombre mismo. Ello implica que el ser
del hombre es la condición de posibilidad de toda
ontología. Y este que es el hombre, que se pregunta
por el ser del mundo y su propio ser, es un ¨ser ahí¨,
es decir un existente, un ser situado, arrojado en el
mundo.
EL SER SEGÚN MARTIN HEIDEGGER: LA
MUERTE Y LA EXISTENCIA HUMANA
Heidegger eludió una definición abstracta del ser, y partió de un
horizonte humano y concreto comprendiendo al hombre como el
que se pregunta por el ser, como un ser en el mundo, en la
abrumadora cotidianidad de la vida en la cual se da una
experiencia muy especial y extraordinaria: la muerte, que es la
perspectiva máxima de nuestro ser en las dimensiones del
tiempo.
Al analizar la existencia humana, Heidegger considera que nos
encontramos en un existir en una trayectoria que no elegimos y
a partir de ahí, hacemos el intento de encontrar un sentido
forjando proyectos con límites. No nos percatamos que los
proyectos tienen un límite, al toparnos con la muerte, de ahí se
derivan dos formas de existencia: auténtica e inauténtica. Al
cobrar conciencia de nuestra temporalidad, nuestra mente
alcanza una comprensión más real de lo que significa existir.
ESENCIA
El problema del ser es un asunto
fundamental de la ontología, conlleva el
examen de otras nociones no menos
importantes como son las de esencia y
existencia.
El concepto de esencia se ha entendido
como aquello en que consiste algo. En la
antigüedad, Aristóteles fue uno de los
filósofos que reflexionó sobre la esencia,
vinculándola con la existencia. Consideró
que la esencia es el qué de una cosa, no
que la cosa sea, sino que es. Ello significa
que para definir algo tenemos que
formular su esencia.
ACCIDENTES DE LA ESENCIA
Mientras que la esencia alude a aquello por lo cual
una cosa es lo que es, el accidente es aquello que no
define propiamente a un ser, es algo fortuito y
contingente, por ejemplo, decir que el hombre es
blanco o moreno, alto o bajo, etc.
Aristóteles definió al accidente como lo que puede
pertenecer a una sola y misma cosas, sea lo que
fuere. En la Antigua Grecia, la existencia se concebía
simplemente como¨ las cosas que estaban ahí¨, que
los rodeaban y se manifestaban a través de cambios
continuos. Aristóteles sostuvo que la existencia es lo
que se entiende como sustancia, como aquello de lo
que puede decirse algo y en donde residen una serie
de propiedades. Cuando la esencia se junta con la
existencia tenemos un ser.
MATERIA Y FORMA
Esencia y existencia son conceptos
que permiten referirnos a las
características de los seres, para
Aristóteles la esencia esta
representada por lo que llama forma.
Los seres están conformados por
materia y forma. La materia es aquello
con lo cual se hace algo; mientras que
la forma es aquello que determina la
materia para ser algo. Es justamente su
esencia: aquello por lo cual algo es lo
que es
EXISTENCIA
Para Tomas de Aquino, la esencia de los seres contingentes comprende también de la
materia. Piensa que la esencia de un ser corpóreo es la sustancia compuesta de materia.
La existencia es la esencia puesta en acto o dos aspectos a la vez. Debe aclararse que la
esencia y la existencia van siempre unidad, si una de ellas falta, la otra sola no puede tener
ninguna función en la estructura y definición del ser de las cosas.
En la época contemporánea (siglos XIX y XX), los conceptos de esencia y existencia cobran
singular importancia en la filosofía existencialista que es la corriente del pensamiento que le
da prioridad a la existencia sobre la escuela. Esto significa que plantea una nueva visión de
concebir a los seres.
EXISTENCIALISMO
El existencialismo considera que antes de ser
esencias, los seres comienzas a ser existentes,
son existencias concebidas como esbozos,
proyectos que se irán definiendo con el avanzar
del tiempo, a través de su propio existir.
Para Soren Aabye Kiergaard (1813-1855),
iniciador del existencialismo, la existencia se
plasma en un existente, el existente humano en
su concreticidad. No puede concebirse como
esencia porque es el ser individual, subjetivo
irrepetible, que posee libertad, experimenta
angustia, se ve en la necesidad de tomar
necesidades cruciales respecto a la absoluta
trascendencia divina.
JEAN PAUL SARTRE: PARA-SÍ Y EN-SÍ
Para el filósofo francés Jean Paul Sartre (1905-
1980), la existencia es el tema central de la
filosofía sartreana. La existencia le compete al ser
humano. Sartre distingue entre dos conceptos
ontológicos: el para-sí y el en-sí. El para-sí es la
conciencia dinámica e intencional que tenemos
sobre nosotros mismos y sobre las demás cosas,
por lo que queremos, recordamos, imaginamos y
deseamos.
El en-sí surge cuando la conciencia se plantea así
misma como problema , y se topa con un ser
distinto a ella, es decir, con todas las demás
cosas no humanas. El en-sí es el ser de las cosas
que se caracteriza por ser inmóvil y definible a la
esencia.
JEAN PAUL SARTRE: PARA-SÍ Y EN-SÍ
Para el para-sí, el hombre es algo dinámico y temporal, ya que no
puede definirse antes de existir. Es por ello que Sartre afirma: ¨El
existencialismo ateo que yo represento es más coherente¨.
Declara que, si Dios no existe, hay por lo menos un ser en que la
existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder
ser definido por ningún concepto, y que este es el hombre.
¿Qué significa aquí la existencia precede a la esencia? Significa
que el hombre empieza a existir, se encuentra, surge en el mundo
y después se define. El hombre, tal como lo concibe el
existencialista, si no es definible, es porque comienza por no ser
nada. Sólo será después, y será tal como se haya hecho.
El hombre se va haciendo a medida que existe. No hay una
naturaleza humana como lo cree el esencialismo, porque el
hombre no es nada fijo, si no que se va haciendo con sus actos
decisivos, es decir con su libertad.
LA SOLEDAD Y LA LIBERTAD DEL
HOMBRE
Dicho esto, el hombre está condenado a ser libre. El
hombre ha sido arrojado al mundo y está solo y
desamparado en él, por lo que cada quien es responsable
de sus decisiones y de sus actos. La razón de la soledad
y la libertad del hombre radica, según Sartre, en que Dios
no existe, no encontramos ante nosotros valores u
órdenes superiores que legitimen y aprueban las
decisiones respecto a nuestros actos.
LA SOLEDAD Y LA LIBERTAD DEL
HOMBRE
Si me elijo me comprometo con la humanidad entera, y por lo
mismo soy responsable de mis decisiones ante los demás. Pero la
inmensa responsabilidad que engendran nuestros actos, ante
nosotros y ante los demás, dice Sartre, provoca angustia o
vivencia que se experimenta al percatarse de la tremenda
responsabilidad que implica no sólo elegir para mí, si no para la
humanidad entera. Esta actitud irresponsable y evasiva equivale a
lo que Sartre llama ¨una especie de mala fe¨ que enmascara y
oculta el auténtico compromiso que se tiene ante la humanidad,
esto es lo que le confiere al sentido humanista al existencialismo
sartreano.
TIEMPO
El problema del tiempo ha sido abordado por diversos
filósofos: Plotino, San Agustín, Kant, Heidegger, Sartre,
Bergson, etc. El filósofo francés Henri Bergson (1859-
1941) hizo interesantes reflexiones sobre el tema,
particularmente en su obra Ensayo sobre los datos
inmediatos de la conciencia, donde plantea el siguiente
problema: ¿pueden medirse matemáticamente los
estados de conciencia?, lo que lo lleva a distinguir un
tiempo medible, reversible, y un tiempo vivido, inmerso en
la duración, irreversible, propio de la conciencia cuya
fluidez de sus sucesivos estados es innumerable.
Podemos medir formas estáticas, pero no podemos medir
lo que es móvil; podemos medir el tiempo y el espacio;
pero no podemos medir nuestra conciencia que es
duración.
RAMÓN XIRAU Y EL TIEMPO
¨El tiempo físico es así, una forma de espacio. ¿Qué sucede con la
duración? Si entendemos por duración el tiempo vivido por cada uno de
nosotros, veremos que nada tiene que ver con el tiempo físico. Durante
una hora de clase puedo aburrirme o divertirme, interesarme o
desinteresarme. Para mí, el tiempo será distinto en cada uno de estos
casos. Largo el tiempo si me aburro; corto si me divierto; pasará
volando si me intereso, y pasará con todo el peso de su lentitud si me
desintereso. Pues bien, es esta mi realidad, este mi tiempo vivido, la
duración; si el tiempo es indiferente, la duración. Si el tiempo es
mensurable, la duración es inmensurable; si el tiempo es indiferente, la
duración es mi vida misma y mi misma conciencia; si el tiempo es
reversible, la duración es irreversible porque toda experiencia personal
es irrepetible, lanzado como estoy a durar hacia el futuro; si el tiempo,
por fin, es impersonal, la duración es distinta para cada persona. Uno
es el tiempo in vitro, el otro el tiempo en vivo¨. - Ramón Xirau, filósofo
y catedrático de la UNAM.
SAN AGUSTÍN Y EL TIEMPO
Fue San Agustín (354-430) uno de los primeros filósofos que
con gran profundidad meditó sobre el concepto del tiempo.
Para explicar el proceso del conocimiento se centra en las
nociones del tiempo y de la memoria. El obispo de Hipona está
consciente de que el tiempo no es un objeto físico, sino que es
algo que se muestra la manera de medir la duración del
comienzo y el término de cualquier acontecimiento. Es
menester precisar que el tiempo, como categoría agustiniana,
funciona como una condición de posibilidad para entender,
ubicar y ordenar el conocimiento. Así es el tiempo se desdobla
en tres momentos: pasado, presente y futuro. El pasado como
tal ya no existe, por tanto, ya no es nada en la memoria. El
futuro es lo que puede ocurrir en algún momento, pero todavía
no es. El presente, que pareciera que es algo actual, se
convierte, en un constante y permanente fluir de instantes
alcanzables desde el punto de vista física y sensible.
CONCLUSIÓN

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