ANTECEDENTES HISTÓRICOS UNIVERSIDAD MICHOACANA DE SAN NICOLÁS DE HIDALGO
FACULTAD QUÍMICO FARMACOBIOLOGÍA
D.C. ULISES HUERTA SILVA
PARASITOLOGÍA
JONATHAN DANIEL MOLINA AGUILERA
SECCIÓN: 05
SEMESTRE: 09 Antecedentes
La aparición de la parasitología se relaciona
con la historia misma de la humanidad; es importante señalar que la paleoparasitología ha demostrado la existencia de parásitos en momias, como huevos de A. lumbricoides (2227 a.C.) y de Ancylostoma (3350 a.C.) en coprolitos humanos, y gusanos de Dracunculus en momias egipcias.
Los primeros fueron filósofos y más adelante
surgieron científicos con un espíritu de experimentación. Con todo, la época de los grandes hallazgos de la parasitología data de los años posteriores al Renacimiento y sobre todo del periodo contemporáneo. La Edad Contemporánea, desde la ilustración hasta la actualidad.
Los hallazgos parasitológicos en la
Edad Antigua se refieren a la presencia de gusanos que pueden observarse a simple vista y que están presentes o se eliminan con las heces. Se conocen varios registros al respecto.
El papiro de Ebers es de los más antiguos
(1500 a.C.) y ahí se hallaron las primeras descripciones de parásitos que afectan a las personas, además de detalles de enfermedades de posible origen parasitario, tal vez gusanos intestinales. Uno de ellos es, sin duda, el nematodo Dracunculus medinensis, del que se describe su naturaleza infecciosa y la manera de extraerlo de la piel. Los estudios de Hipócrates (460-375 a.C.) también contienen descripciones de gusanos presentes en peces, animales domésticos y humanos. De igual modo, Lucrecio notificó la palidez en los mineros, quizá consecutiva a infecciones por uncinarias. Los documentos de médicos latinos también son valiosos.
Celso (25 a.C. a 50 d.C.) y Galeno de
Pérgamo (129-200 d.C.) comunicaron la existencia de helmintos, como Ascaris lumbricoides, Enterobius vermicularis y Taenia. Al parecer, los médicos árabes Rhazes (850-923 d.C.) y Avicena (980-1073 d.C.) describieron a Ascaris lumbricoides, Enterobius, Taenia y Dracunculus medinensis. Aunque los primeros parásitos observados fueron helmintos, en virtud de su tamaño macroscópico, también se registraron enfermedades causadas por protozoarios, si bien no se logró reconocer el agente causal. En sus trabajos, Hipócrates informa de abscesos hepáticos y perianales. Galeno y Celso describieron los abscesos hepáticos, tal vez consecutivos a amibas.
El conocimiento de las parasitosis en la
Edad Media como problema de salud no avanzó demasiado, el poder lo ejercía la Iglesia y se corría el riesgo de que la explicación de la vida en razón de la naturaleza condujera a la calificación de hereje y a la hoguera, como lo ordenó la Santa Inquisición en el siglo xiii. Principales descubrimientos En el Renacimiento
Dentro de los grandes descubrimientos, Carl von
Linné (Linneo) describió seis gusanos: 1. Ascaris lumbricoides, 2. Ascaris vermicularis (Enterobius vermicularis), 3. Gordius medinensis (Dracunculus medinensis), 4. Fasciola hepatica, 5. Taenia solium y 6. Taenia lata (Diphyllobothrium latum).
En el siglo xvii, el médico inglés Edward Tyzon
detalló la anatomía de Ascaris lumbricoides, igual que el italiano Francesco Redi. En 1674, Georgius Velschius, estudió a Dracunculus medinensiS. A partir del Renacimiento, alrededor de los siglos xv y xvi, se observaron grandes adelantos acerca de las enfermedades parasitarias. En el ámbito microbiológico, Giro- lamo Fracastoro, en 1546, propuso la existencia de micro organismos invisibles como causa de enfermedades, y en el siglo xvi se registró la filariasis linfática.
En 1681, Anton van Leeuwenhoek
descubrió al protozoario Giardia lamblia en heces diarreicas de él mismo. La Edad Contemporánea
Comenzó en 1789 con la toma de la
Bastilla, marcó el inicio de hallazgos muy importantes para la ciencia, en especial en la parasitología.
En 1798, el cirujano de la armada
francesa, A.J. Renoult, describió los primeros casos de hematuria en la esquistosomiosis manifestada entre los soldados, y en ese mismo año Edward Jenner probó su vacuna contra la viruela. A finales del siglo xvii, Edward Tyson explicó la morflogía de las tenias y su fisiología.
Además, en 1862, el médico
francés Joseph Davaine demostró, que la transmisión de Ascaris lumbricoides se debía a la ingestión de sus huevos; el italiano Giovanni Battista Gras se infectó a sí mismo con huevos de Ascaris lumbricoides, y después de varias semanas los halló en su excremento y en 1922, el médico japonés Shimesu Koino, describió su ciclo biológico. Alrededor de 1838, el médico italiano Angelo Dubini notificó la presencia de uncinarias en seres humanos y en 1854 Wilhelm Griesinger explicó esta enfermedad.
En 1821 se reconoció el papel de Trichinella spiralis en las
infecciones en cerdos, y en 1835 James Piaget descubrió que el gusano infecta al humno, En 1859 Rudolf Virchow detalló la fase adulta de este organismo y Zenker propuso que los humanos contraemos la infección al comer carne cruda de cerdo.
En 1876, el médico francés Louis Alexis Normand dio a conocer
la fase larvaria de Strongyloides stercoralis y la enfermedad que produce, y la fase adulta lo fue por el profesor Arthur René Jean Baptiste Bavay.
Más adelante, en la década de 1940-1949, se demostró que en las
personas inmunosuprimidas es notablemente mayor la diseminación del parásito.
En 1836, Forbes identificó a Dracunculus medinensis en el agua y
lo describió, y en 1870 se reconoció su ciclo biológico a partir de crustáceos. Patrick Manson, en 1877, detalló el ciclo biológico de los nematodos que causan la filariasis; éste es uno de los mayores hallazgos en la historia de la parasitología. Sus investigaciones se basaron en los trabajos de Fedchenko con la dracunculosis y abrieron la puerta a los ciclos del paludismo y el arbovirus.
A mediados del siglo xix, Johan August mencionó la relación
con protozoarios y sus enfermedades. El médico ruso Friedrich Lösch descubrió el agente causal de la amebosis mediante experimentos en perros
En 1926, el médico Reginald Miller demostró que los niños
infectados con Giardia padecen malabsorción y otros son portadores.
En 1891, Gustave Nepveu reconoció los parásitos en la
sangre humana, y Friedrich Kleine demostró, en 1909, el papel transmisor de las moscas tsé-tsé en el ciclo biológico. Ronald Ross y David Thompson, en 1911, describieron las olas sucesivas de la parasitemia. La enfermedad de Chagas se remonta a 1907, cuando el médico brasileño Carlos Chagas describió el parásito, la transmisión y la enfermedad
En 1911, Gaspar Vianna encontró en
Sudamérica parásitos distintos de los hallados en África y Medio Oriente y les dio el nombre de Leishmania braziliensis.
En 1979, el parasitólogo inglés Richard
Ashford demostró la presencia de Cyclospora cayeta- nensis en pacientes de Papúa, Nueva Guinea, y en 1986 se aisló en heces de pacientes con sida. Actualidad
La biología molecular permite demostrar
la presencia de ciertas especies en registros biológicos antiguos. Es preciso destacar que siempre hubo ideas predecesoras o pensamientos que llevaron a los descubrimientos de las enfermedades parasitarias.
El periodo contemporáneo, con toda
seguridad porque ahora se dispone de mejores herramientas y es posible establecer analogías, como en el caso de Manson y sus insectos transmisores de enfermedades. Bibliografía
Marco Antonio Becerril Flores. (2014). Parasitología
médica. McGraw-Hill/Interamericana Editores, S.A. DE C.V. Cuarta edición. Consultado: Septiembre 12, 2018.