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Asistencia

administrativa
FICHA : 1604841
CÒDIGO: 122-121

Fe y Alegría _ SENA
Asistencia
administrativa

APRENDÌZ: ANLLY PAOLA ARBOLEDA FLORES

INSTRUCTORA : EUNICE SOTELO GUEVARA

TEMA PRICIPAL: EL AGRO COLOMBIANO

SEDE: FE YA LEGRÍA SJ-CONVENIO SENA

BELLO – ANTIOQUIA

2018
CONTENIDO
EL AGRO COLOMBIANO

Competencia- Introducción
Historia
Algunos Productos del Agro Colombiano
Ventajas- desventajas- Características
Hacia Dónde va el Agro Colombiano
Misión- Visión- Principios
Conclusión
240201500

• Promover la interacción
idónea consigo mismo,
con los demás y con la
naturaleza en los
contextos laboral y social.
INRODUCCIÓN
• http://repository.unimilitar.edu.co/bitstream/10654/10089/2/SierraVacaOscarArmand
o2013.pdf
Es una reseña de la situación del Sector Agropecuario en Colombia. Describe los diferentes
factores que lo han afectado a través del tiempo. y como el conflicto armado en Colombia y su
manejo interno repercuten en este sentido. Adicionalmente muestra como ha sido la
transformación de los diferentes actores que participan de manera activa en el conflicto y que han
logrado acorralar a la sociedad civil y con mayor énfasis la población rural del país. Por
consiguiente, esta situación genera fenómenos de desplazamiento y despojo de tierras, afectando
la producción nacional.

El problema de inseguridad ha tocado fondo, por eso es que la inversión del gobierno es de altas
proporciones en todos los sentidos económicos, sociales y políticos. Así, se hace una
descripción de algunos de los diferentes programas, alivios, beneficios e incentivos que el
Gobierno Nacional ha implementado en su gestión y en su afán de medidas proteccionistas y
transitorias. Se observa que la locomotora del desarrollo no logra una sincronía y puede tener
unos vagones sueltos que frenan todo el desarrollo del sector. Por consiguiente, el Estado debe
analizar y fortalecer los entes de control en los diferentes estamentos. con el único objetivo de
proteger y salvaguardar los recursos del estado que son sagrados como lo indicaba el Profesor
Antañas Mucus.

Finalmente, los invitamos a generar un sentido de pertenecía con el Sector Agropecuario y que
conozca muchos esfuerzos desde el poder ejecutivo para contribuir con el desarrollo sostenible.
Éste se hace con producto de todos los colombianos cuando generamos consumo y se cumple
con las obligaciones tributarias.
HISTORIA
No hay que ir hasta una finca para detectar la crisis del sector agropecuario. Se ve
en las calles de las ciudades e incluso en los pueblos. Los problemas del agro
vienen en un kilo de plátano, papa o arroz y hasta en el cilantro que se
comercializa en los supermercados y en las tiendas de barrio. Cualquier producto
de la pequeña agricultura es un espejo de lo que le sucede al campo colombiano.

La crisis tiene un eje central. Cada vez que sale una cosecha, los precios caen y
los ingresos de muchos cultivadores, especialmente de los más pequeños, no
alcanzan para cubrir los costos de producción. Eso significa que miles de
campesinos trabajan a pérdida o apenas para sobrevivir.

“No es posible que yo tenga que esperar un poco más de un año a que una mata
de plátano produzca un racimo, para luego venderlo en 1.500 pesos”, dice Antonio
Cuéllar, un campesino que tiene una finca de cinco hectáreas en la vereda
Regueros, en Pitalito (Huila). El problema es que ese mismo racimo cuesta unos
10.000 pesos en las grandes ciudades, o más. En Bogotá, por ejemplo, un solo
plátano vale entre 200 y 400 pesos.
ALGUNOS PRODUCTOS DEL AGROCOLOMBIANO

Café: 722.110 hectáreas, es conocido por su gran calidad a nivel


internacional
Plátano: 209.931 hectáreas, aunque Colombia era en 2011 segundo
importador de plátano del mundo
Caña de azúcar: 184.075 hectáreas, el clúster está situado en el Valle
Interandino del río Cauca
Cacao: 95.307 hectáreas, el principal importador es Estados Unidos, le
siguen Alemania, Holanda, Francia, Reino Unido..
Aguacate: 35.594 hectáreas, produce unos 220.000 toneladas de
distintas variedades, podría convertirse en uno de los
principales productores de aguacate del mundo.
VENTAJAS
Requiere de baja inversión, es decir, poco capital para iniciarlo.
Argentina tiene clima variado y territorio extenso que le permite producir varios cultivos. El
monocultivo hace al país vulnerable (como países de América Central).
Erg. Tiene exceso de mano de obra no calificada y por esto pagan menos, ya que tener
exceso, es decir, oferta en el mercado de trabajo, pueden reemplazarla fácilmente. Esto
implica un bajo nivel de sindicalización y la no regulación laboral, ya que hay muchos
trabajadores para un solo puesto de trabajo.
• Proporciona un fuerte crecimiento económico en corto plazo, crecimiento acelerado.

DESVENTAJAS
• No es un modelo viable largo plazo
• Doble proceso de dependencia: debe mantener la alta tasa de exportación para evitar la pérdida,
lo que puede conducir a crisis, y depende de la venta de las manufacturas producidas. Por
ejemplo, luego de la guerra mundial no cae la demanda de exportaciones pero si las
importaciones porque Europa deja de producir MF, lo que produce desabastecimiento e inflación
(poca oferta, mucha demanda)
• Desigualdad regional y poblacional: la mano de obra se aglutina donde hay demanda de
trabajadores.
• Entre las materias primas y las manufacturas hay una diferencia de precio ya que se le impone
valor de agregado a las MF mientras mayor sea la tecnología utilizada, mientras que el precio
delas materias primas se mantiene más o menos constante.
• Las manufacturas generan nuevos mercados de consumo. El mercado de MP se satura pero el
de MF no. Tanto en las MP como en las MF necesito la misma cantidad de alimentos pero puedo
comprar tecnologías (celulares, notebook, etc.)
• Cada vez necesito más MP para comprar la misma cantidad de MF.
CARACTERÍSTICAS
La población rural de Colombia es de casi doce millones de habitantes, más de ¼
de la población total. Según el Ministerio de Agricultura, en 2004, siete de cada diez
de estos habitantes se encontraron por debajo de la línea de pobreza, más del
doble que en 1992, según lo registró entonces el Banco Mundial. Actualmente, en
el campo colombiano se aprovechan 50 millones de hectáreas y se pueden
diferenciar tres grandes sectores productivos: el sector que produce
especialmente para el mercado interno (arroz, maíz, soya, cereales en general,
papa, fríjol y otras leguminosas, algodón, panela, frutas y algo de aceite de palma),
el sector dedicado con prioridad a las exportaciones (cultivos tropicales
permanentes, como banano, café, plátano, azúcar, flores y algunas frutas
tropicales) y el sector pecuario (principalmente de ganado de carne y leche,
avicultura y porcicultura). Entre 1991 y 2001, el PIB agropecuario anual creció en
promedio 1,25%. Los campesinos e indígenas participan con el 67% de la tierra
cultivada en productos agrícolas. El total de la tierra con vocación agrícola es de
14 millones de hectáreas, de las cuales se están explotando sólo algo más de 5
millones. En sentido contrario, la ganadería, que representa hoy el 43,5% de la
producción agropecuaria, ocupa 40 millones de hectáreas, sobrepasando por más
de 20 millones la cantidad de tierra clasificada con este uso potencial. Otros 5
millones están en bosques.
Los cultivos tropicales, incluyendo el café, son el 40% del PIB
agropecuario y el resto (16,5%) lo completan los cultivos dedicados
al abastecimiento del mercado nacional. Antes de 1990,
previamente a la liberalización de la economía, la ganadería era tan
sólo el 33% de la producción rural total, los cultivos tropicales para
exportación representaban el 41, 5% y los proveedores de
alimentos y productos agrícolas para el mercado colombiano eran
el 24,5%. Lo perdido en cultivos semestrales, casi un millón de
hectáreas, se trasladó en una buena proporción a la ganadería. Los
géneros tropicales, a pesar de la caída del café en más de 300.000
hectáreas, mantuvieron su participación en el PIB debido al
crecimiento en cultivos de palma africana y caña de azúcar.
HACIA DONDE VA EL
AGRO COLOMBIANO
mediados de 2016, el Ministro de Agricultura Y Desarrollo Rural, MADR Aurelio Iragorry
Valencia, reunió los organismos del agro del sector público y privado. Anunció la reducción
del 41% del presupuesto para el año 2017. Los últimos presupuestos comprenden menos del
1% del Presupuesto Nacional para más de 30% de la población rural Colombiana. Los
funcionarios y gremios reaccionaron con la expresión “apague y vámonos”. Casi que
inmediatamente, renunció a su cargo de los últimos 15 años el Abogado Rafael Me - jía como
Presidente del gremio de 45 agrupaciones conocido como la SOCIEDAD DE AGRICULTORES
DE COLOMBIA, SAC. Aparentemente, no sabía para para donde iba el agro, con los anuncios
del MADR. Ahora la SAC ha designado como su nuevo Presidente al Economista Jorge
Enrique Bedoya Vizcaya, exdirigente de la Federación de Avicultores, FENAVI y Ex
Viceministro de Defensa. Esto ocurre después de un lapso de un semestre de selección de
precandidatos que supieran para donde iba el agro. El Gobierno sabe muy bien para dónde va
el agro. Tanto el Presidente Santos como el Expresidente Uribe y el MADR Iragorry son muy
claros en la orientación de los ZIDRES, con el apoyo a explotaciones desde 50.000 a 100.000
hectáreas en adelante. Para eso han logrado aprobación en el Senado de la Ley que estimula

los inversionistas extranjeros para facilitar - les la implantación de la agricultura monopolista
al estilo norteamericano y con sus nuevas experiencias en Argentina y Brasil. Un ejemplo de
este modelo de desarrollo se plantea en el estudio promovido por el Enmadra Juan Camilo
Restrepo, financiado por los Colombianos y entregado por el MADR Aurelio Iragorry Valencia
al Grupo Grabo del Zar de la Soya de Argentina. Comprende en la Orinoquia un millón de
hectáreas en maíz, un millón de hectáreas en soya y medio millón de hectáreas en arroz.
EVOLUCIÓN
La actual crisis financiera se origina por la altas migraciones de capital especulativo del sector financiero, que
buscando altas rentabilidades; crearon una burbuja económica en el sector hipotecario de los EEUU que
comenzó en octubre de 2007 a presentar problemas de liquidez haciendo que los inversionistas con perdidas se
refugiaran en los comoditas generando otra burbuja especulativa que finalmente se rompe a mediados del 2008.
En la ultima medición del FMI, se observa desde el año 2006; un aumento en el precio de los alimentos
impulsados por el dinamismo de la demanda internacional de materias primas, lo cual se suma a factores como
la liquidez existente, el incremento en la demanda de biocombustibles debido a las constantes alzas
especulativas del petróleo; los bajos volúmenes de las cosechas debido a los problemas asociados al cambio
climático y el aumento de la población mundial; que generaron una menor oferta de producción. La menor
demanda de comoditas ocasionada por los problemas de liquidez asociados a la crisis financiera, comienza a
presentar en junio de 2008, una espiral descendente cuyo derrotero final es una incógnita.

Los países latinoamericanos con fuerte tendencia exportadora basada en los comoditas se verán golpeados en
su balanza comercial. Los comoditas agrícolas que por su naturaleza están menos expuestos a los ciclos
económicos, tendrán un mejor comportamiento que los energéticos; previéndose en el mercado una estructura
de contacto en los precios forward, situación que se debe a una posible escasez futura de alimentos debido a
factores climáticos y a la posible recuperación de la demanda para finales de 2009, si las medidas económicas
adoptadas por los gobiernos, tienen una repercusión positiva sobre la economía global. (Lafayette, 2008; Gil,
2009)

El Sector Agroindustrial Colombiano, ha tenido ganancias por la evolución mundial en el precio de los alimentos
pero también ha sufrido por el encarecimiento del petróleo en las épocas de liquidez, lo que genero sobrecostos
de producción por el incremento en el precio de los fletes y los fertilizantes; restando ganancias operacionales al
productor del agro. En los momentos actuales cuando existe falta de liquidez y el petróleo ha bajado a mínimos
históricos de 37 US/Barril, según lo informo la Agencia de noticias Reuters (2009); los precios de los alimentos a
nivel mundial tienden a descender por la menor demanda y aunque el precio de los fertilizantes se encuentre
estable en el contexto internacional; la tasa de cambio, la devaluación y los niveles persistentes de los precios
del combustible en Colombia; están comenzando a lesionar seriamente los intereses de los empresarios del agro
por la menor rentabilidad de sus practicas productivas, asociadas al aumento en los costos de producción.
Los últimos datos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia (MADR), sitúan la agroindustria
en Colombia como uno de los sectores claves que han tenido una evolución significativa del PIB; lo cual se
ilustra en la siguiente gráfica:
El “Gran Pacto Nacional por el Agro y el Desarrollo Rural” es una convocatoria del Gobierno
Nacional a todos los estamento relacionados con el desarrollo de las zona rurales del país, para
la construcción colectiva de una política pública de Estado para reivindicar al sector
agropecuario y rural del olvido y del atraso en que ha vivido por décadas, proceso incluyente
por naturaleza que requiere de comunidades rurales organizadas para expresar sus
necesidades y sus aspiraciones, desde todos los rincones de Colombia.
En tal sentido, los objetivos principales del Pacto Agrario son:

Adelantar un ejercicio de participación mediante espacios democráticos especialmente creados


para que los pobladores rurales y sus organizaciones puedan aportar y decidir sobre el futuro
de sus regiones
Identificar consensos alrededor de las prioridades más importantes para el desarrollo rural en
los territorios del país
Cuatro aspectos son fundamentales para el é​éxito del Pacto Agrario: primero, la organización
de los habitantes rurales a nivel local, desde la vereda, la comarca, la provincia, el municipio, el
departamento y la región, para asegurar su presencia en los espacios de participación del
Pacto.

Segundo, el compromiso expreso del Presidente de la República, los ministros y los


directores de entidades públicas para la promoción y legitimación de las instancias de diálogo,
y para incorporar a sus planes y decisiones los resultados del Pacto.

Tercero, el liderazgo de los Gobernadores Alcaldes, Asambleas y Consejos para adelantar las
distintas etapas del Pacto Agrario y el Desarrollo Rural, especialmente la organización de los
Consejos Municipales de Desarrollo Rural –CMDR y los Consejos Seccionales de desarrollo
Agropecuario –CONSEA, instancias a través de las cuales se lleva a cabo el proceso de
participación.
EL AGRO COLOMBIANO:
PUEDE IR MÁS ALLÁ DE
LAS DIFICULTADES

Los problemas del campo colombiano son más que conocidos: pobreza,
inseguridad, altos costos de los insumos y del transporte, así como la
competencia desigual frente a países desarrollados, que tienen subsidios al agro
y cuentan con infraestructura y tecnología adecuadas a este sector. Estos han
hecho de la actividad agropecuaria una tarea que puede parecer quijotesca.

La primera entrega del tercer Censo Nacional Agropecuario –el anterior se realizó
en 1970– muestra un resultado agridulce. 69,9% de las unidades de producción
agrícola (UPA) tiene menos de cinco hectáreas y corresponden a menos de 5%
del área censada. Por otra parte, 0,4% de las UPA tienen 500 hectáreas o más
y ocupan 41,1% del área censada. Claramente, en Colombia persiste el
problema de concentración de la propiedad de la tierra.
MISIÓN
Nuestra misión es cultivar, procesar y
comercial a los mejores precios, productos
del agro colombiano, atendiendo las
necesidades del mercado moderno, listo y
fresco para obtener las relaciones
comerciales justas, especialmente con las
zonas mas deprimidas del territorio
colombiano.
VISIÓN
Es ser reconocido en Colombia como la
primera empresa cultivadora, procesadora
y comercializadora de productos de agro,
apoyándonos en un recurso tecnológico y
humano de alta calidad. Adicionalmente,
estar siempre comprometidos con la
satisfacción de nuestros clientes ,
contribuyendo así, al desarrollo industrial y
social del país.
VALORES
Innovamos en cada aspecto de nuestro
negocio.

Apoyamos la honestidad, la transparencia y


las relaciones comerciales justas.

Respetamos e invertimos en nuestro capital


humano.

Aseguramos que nuestros productos sea


muy bien manejados.

Cuidamos los bienes adquiridos para


obtener un mejor desarrollo.
CONCLUSIÓN

En conclusión, quien lo cultivó, preparó el suelo, sembró


la semilla, hizo las desyerbas, fertilizó y recolectó la
cosecha, además de que asumió los riesgos de
inundación, vendaval, sequía y enfermedades y plagas,
entre otras labores, y esperó más de un año para
producirlo y sacarlo al mercado, al final de esta cadena
recibió menos de una quinta parte del precio que pagó el
consumidor.

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