dado, dejando de hacer algún trabajo que Dios nos ha encomendado, somos como el siervo perezoso. La calidad de nuestra mayordomía depende de cómo usamos las habilidades y talentos que Dios nos da. B. Habilidades naturales Las habilidades innatas que tenemos son el resultado de la combinación de los genes que Dios nos ha dado.
La buena mayordomía de nuestros
talentos naturales requiere que nosotros controlemos las influencias externas que afectan nuestras habilidades naturales. C. Habilidades especiales Dios a veces nos da habilidades especiales que superan a las que tenemos de forma natural. Él nos las da para que las usemos a la hora de cumplir con alguna responsabilidad o trabajo específico D. Aprovechemos las oportunidades para usar nuestros talentos
Dios nos rodea con muchas
oportunidades para que usemos nuestros talentos para su gloria y su honra Nos es necesario despojarnos de todo deseo egoísta para que estemos completamente bajo la dirección del Espíritu Santo. Entonces así estaremos listos para usar los talentos para la gloria de Dios y para el beneficio de los demás. E. Evitemos el desperdicio de nuestros talentos Uno desperdicia los talentos que el Señor le ha dado al involucrarse en las cosas o los trabajos que implican pecado.
Para el cristiano, algunas de las
tentaciones más comunes que hacen desperdiciar sus talentos incluyen el gran desperdicio de los talentos que se invierten hoy en la falsificación de los dones espirituales y el mal uso de los talentos al esforzarse por acumular riquezas terrenales. F. Daremos cuenta de cómo usamos nuestros talentos Nosotros sabemos que Dios es el que nos ha dado los talentos que tenemos. Y él nos pedirá cuentas de cómo los usamos.
Es justo que Dios, a cambio de su
interés especial y personal en nuestras vidas, pida que le rindamos cuentas de cómo usamos los talentos que él nos da. G. Nuestro Señor nos recompensará CONCLUSION