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11/ Presentación del P.

Siverio Velasco
LAS PRINCIPALES VERSIONES DE LA ESCRITURA
Se llaman “versiones” a las traducciones de los textos
bíblicos a una lengua diferente en que fueron escritos.
Hay versiones muy importantes, como la griega de los LXX,
la Vetus latina y la Vulgata (ahora también la Neovulgata).

La de los LXX y la
Vetus latina tienen
otra importancia por
la crítica textual, ya
que son anteriores a
los más antiguos ma-
nuscritos completos.
I. LAS VERSIONES DEL ANTIGUO TESTAMENTO
1. Las versiones griegas (las más antiguas)
a. La versión griega de los LXX
Nombres. La versión griega de los LXX es el
primer intento de versión de la Biblia a
otra lengua. Parece ser que fueron 70
el número de los traductores.
Se llama alejandrina por realizarse en
Alejandría de Egipto.
La usaban los hebreos de la diáspora
que desconocían el hebreo. Y era la
biblia usada por los cristianos desde
el principio.
Composición y características
La carta del Peudo-Aristea informa que al menos una
versión del Pentateuco existía entre los siglos III-II aC.
El prólogo del Sirácide (hacia el 130 aC) habla de
traducciones en lengua griega de “la ley, los profetas y los
demás escritos”. Parece ser que se trata de los LXX.
Examinando internamente se ve que son autores diferentes
con capacidades diferentes, con estilo e interpretación
comunes.
El Pentateuco tiene
traducción fiel, aunque
no es servil, como son
los libros proféticos, los
salmos y otros.
La historia anterior a las ediciones impresas.
La traducción de los LXX se convirtió para los cristianos en
un valioso instrumento de predicación.
Especialmente se podía demostrar
que Jesús era el Mesías prometido,
pues en él se cumplían las antiguas
profecías mesiánicas.
El NT usa la traducción de los LXX
para citar el AT.
Por eso en la iglesia primitiva se
considera a esta versión una fuente
de revelación sustancialmente
genuina.
De la versión de los LXX hay tres recensiones fundamen-
tales: la de Orígenes (Hexaplas), de Hesiquio y de Luciano.
Se trataba de corregir los errores de algunas copias y de
adaptar el texto griego al hebreo premasorético. Entre las
tres se podría establecer el texto arquetipo.

Las Hexaplas son de Orígenes.


Gran obra de unos 50 volúmenes
(años 240 al 245). 6 columnas
con el texto hebreo y diferentes
traducciones griegas. La de los
LXX era la quinta.
La obra se perdió con toda la bi-
blioteca de Cesarea de Palestina.
Después de la muerte de Orígenes, se hicieron numerosas
transcripciones del texto de los LXX contenido en los
Hexaplas. De modo que hubo más variantes que las que
pretendía evitar Orígenes.

Según san Jerónimo, los dos que


pretendieron evitarlo con sus
recensiones fueron: Hesiquio de
Alejandría y Luciano de Samosata
en Antioquía.

La más importante fue la de


Luciano (mártir en 312), que
emplean los Padres antioquenos y
Luciano otros códices antiguos.
Manuscritos y ediciones impresas

Hay más de 1500 manuscritos. Los más importantes:


Vaticano (B), Sinaítico (S), ambos del siglo IV dC, y
Alejandrino (A), del siglo V.

Entre los papiros: el Ryland,


gr,458 (s II aC), el de Fouad 266
(sII/I aC). Contienen fragmentos
del Deuteronomio. Papiros Chester
Beatty (s II/III dC) con fragmentos
de Números y Deuteronomio.
Hay otros encontrados en Qumram
del sII aC, junto a lecturas propias.
Son testimonios independientes.
Las primeras ediciones impresas de los LXX son del sXVI.
La editio princeps fue la Políglota Complutense (Alcalá
15,4,1521). En el año 1586, por indicación deñ Concilio de
Trento, se publicó la Biblia Sixtina o Vaticana empleando el
Códice B. Es la base para las ediciones posteriores.
Hay dos ediciones
manuales y dos gran-
des incompletas.
Emplean el códice
B. Pero a veces el
A, si encuentran
lagunas. También
hay Concordancias.
Las demás versiones griegas: Los judíos del siglo I/II eran
hostiles a la traducción de los LXX por las divergencias con
el texto hebreo y porque era muy utilizada por los cristianos.
Fue sustituida por tres versiones completas, las de Aquila,
Teodoción y Símaco; y por otras parciales.
Aquila era prosélito judío. Su traducción (a 130 a 150)
sigue estrictamente el texto hebreo oficial. Preferida por los
hebreos de la diáspora.
Teodoción (a180) sigue el
texto de los LXX y es seguido
por muchos cristianos.
Símaco (a200) pretende acla-
rar la traducción de Aquila.
De estas versiones anteriores sólo disponemos de escasos
fragmentos a través de lo que queda de las Exaplas de
Orígenes.
Hay otras versiones , que se denominan Quinta, Sexta y
Séptima por las diferentes columnas que ocupaban en las
Exaplas.

Algunas otras
versiones nos han
llegado, en parte,
por las noticias en
algunos Padres.
Las versiones arameas o Targumin.
“Targum” significa “traducción”. Se atribuye a la traduc-
ción del hebreo al arameo, por ser ésta lengua popular.
Al principio, época precristiana, eran orales, tipo homilía
breve en la sinagoga. Luego se pusieron por escrito desde la
época del NT. Lo confirma lo encontrado en Qumrán sobre
Job y Levítico. Además de la traducción del Génesis al
arameo.

Existen targumin de todos


los libros de la biblia
hebrea, menos Esdras,
Nehemías y Daniel.
Hay 4 targumin sobre la Torah. El más antiguo y célebre es
el Targum de Onkelos, en arameo babilónico, entre los siglos
I y II dC, siendo la redacción definitiva en el VdC.
Los otros tres están en arameo
palestinense: targum Yerusalmi
I, de estilo muy libre, Targum
Yerusalmi II, con solo 850 ver-
sículos, Targum Neophyti, en-
contrado en la biblioteca Vatic.
Sobre los Nebiim está el Targum
Yonatán ben Uzziel, por un
discípulo de Hillel, en el sI y II
dC, estructurado en Babilonia
en los sIII-IV dC.
Sobre los Ketubím hay algún targum para toda la biblia
hebrea, menos Daniel, Esdrás y Nehemías.
De Ester hay tres. Están escritos en arameo palestinense. Se
fueron escribiendo en diversos siglos, y su forma definitiva
estuvo por los siglos VIII-IX.

Es importante el grupo
de los cinco Meghillot,
Cantar de los cantares,
Rut, Lamentaciones,
Qohelet y Ester, que
fue la más antigua en
el servicio sinagogal.
II. LAS VERSIONES ANTIGUAS DE AMBOS
TESTAMENTOS
Las más famosas por su antigüedad y por su uso
generalizado en la Iglesia son: para los accidentales la
Vulgata latina; y para los orientales, la siríaca Peshittâ.
1. Las versiones occidentales. Por orden cronológico son:
la Vetus latina, la Vulgata y las versiones eslavas,
a. La Vetus latina. Nombre
y características.
Suelen tener este nombre las
traducciones latinas de la
Biblia anteriores a la
Vulgata de san Jerónimo.
No sabemos cuántas fueron las traducciones latinas antes de
la Vulgata. Si sabemos el motivo: difundir la Biblia por el
Occidente en la lengua que estaba generalizada: el latín.
Hay dos principales: una en África
proconsular, hacia el año150; y otra,
utilizada por novaciano, por Italia,
entre los siglos II y III. A ésta san
Agustín la llama “Itala” y considera
superior por fidelidad al texto y
claridad de expresión.
Traducen del texto de los LXX y
algún otro códice (el D). Lo hacen,
no en lenguaje literario, sino en el
popular, para la gente común.
Códices y ediciones. Hay unos 50 códices de la Vetus lati-
na, europeos y africanos, señalados con letras minúsculas.
El benedictino, P.Sabatier, en el siglo XVIII, recogió y
publicó todo el material, que está siendo actualizado desde
el año 1949, en lo que serán 27 volúmenes.
Importancia. Para la crítica textual: Es traducción directa
de los mejores textos
griegos, al parecer.
Es la que usaba la Iglesia
antes de la Vulgata.
Nos enseña cómo era el
latín vulgar y su proceso
de transformación.
b. La Vulgata. Nombre.
Significa: divulgada, común,
accesible a todos. Es la traducción
latina de la Biblia, obra en gran
parte de san Jerónimo.

El papa san Dámaso, viendo la


confusión que había entre los
códices latinos, debido sobre todo
a que se hacían trascripciones con
poca pericia, encargó a san
Jerónimo que realizase un trabajo
de revisión y corrección de las
versiones latinas.
Composición. San Jerónimo comenzó su trabajo de revisión
y traducción en Roma, año 383, terminando en Belén hacia
el año 404/406.
Para el Nuevo Testamento san
Jerónimo se limitó a corregir la
antigua traducción latina,
siguiendo los mejores códices
griegos (el B). Empezó con los
cuatro evangelios.
Siguiendo los principios y pautas
de san Jerónimo, la corrección de
los demás libros del NT parece
ser obra de su discípulo Rufino el
Sirio.
Para el Antiguo Testamento se distinguen tres fases en el
trabajo de san Jerónimo: En Roma (383-385) corrige la
Vetus latina de los salmos empleando un texto de los LXX.
En Belén (386-390) corrige los libros protocanónicos del
AT según el texto hexaplar. Sólo nos ha llegado el Salterio
galicano.
Desde el 390 al 405-6 traduce
casi todo el AT directamente
desde los textos originales
hebreos. Emplea el texto
hebreo que tenían en la
sinagoga de Belén, afín al
texto masorético.
En cuanto a los libros que san Jerónimo tradujo del AT están
todos los protocanónicos, dos deuterocanónicos, Tobías y
Judit, sobre un texto arameo, y los fragmentos
deoterocanónicos de Daniel sobre la versión griega de
Teodoción.

Así pues la Vulgata


comprende los trabajos
de san Jerónimo en
Roma y en Belén,
aprovechando
originales en hebreo y
arameo, más lo que le
ayudó Rufino el Sirio.
Características. Dos principalmente: Fidelidad al sentido
de los textos bíblicos y una cierta elegancia de forma.
San Jerónimo se preocupó de hacer inteligible el texto
bíblico siendo fiel al original. Ocasionalmente añade alguna
glosa explicativa, como en los textos mesiánicos.

La elegancia de forma se nota


en que la parataxis hebrea
(coordinación y
yuxtaposición de frases) la
sustituye por frases
subordinadas, procurando no
repetir palabras o frases.
Historia de la Vulgata.
Desde el siglo VIII prevaleció sobre la Vetus latina. Su texto
se une a la Iglesia en la liturgia, teología y espiritualidad.
Recensiones. Según se difundía, se multiplicaban las
variantes. Por eso fueron necesarias las recensiones, con el
fin de llegar al texto original.
Tres principales: de Casiodoro,
en la Calabria (s VI) casi perdida.
La de Alcuino, en Tours, sVIII.
por deseo de Carlomagno; muy
difundida en este imperio.
La de Teodulfo (sVIII), obispo
de Orleáns, menos difundida. Alcuino
Entre las recensiones posteriores está la Biblia parisiense,
no de gran valor, pero difundida por el prestigio de la
universidad de París y por introducir la división en
capítulos, realizada por Stephen Langton (+1228).
Manuscritos y ediciones impresas.
No ha habido ningún libro tan
copiado como la Vulgata; más de
8000. Y en fragmentos: 30.000
Se dividen en familias: italianos
(que son los más importantes por
antigüedad, sVI), españoles,
insulares (irlandeses y anglos...),
S. Langton
y galos. Se designan por la inicial
de su nombre en mayúsculas.
Desde la invención de la imprenta hasta el año 1500 la
Vulgata fue impresa unas 100 veces.
La primera se hizo en Maguncia, por obra del mismo J.
Gutenberg, hacia el año 1452. se la llama Biblia Mazarina.
En el siglo XVI aparecen ediciones críticas, como la
Vulgata Complutense (1522) y la Vulgata parisiense.
Ésta, de Roberto
Estienne (+1559),
tiene la característica
de introducir la
división en
versículos.
Biblia de Gutenberg
El decreto del concilio de Trento.
Se habían multiplicado las versiones bíblicas; muchas por
protestantes para difundir sus ideas. Por esto le pareció al
Concilio de Trento deber determinar un único texto como
genuino de la Revelación. Esto se hizo en la sesión IV del 8
de Abril de 1546.
Así pues, se
declaró como
“auténtica” la
antigua edición
Vulgata, para todo
uso en la Iglesia.
El término “autenticidad” usado en el concilio de Trento
dio lugar a vivas discusiones, durante siglos.
Por fin la Divino afflante Spiritu (1943) sintió el deber de
explicar el verdadero significado del concilio de Trento.

Se trata de autenticidad
en “sentido jurídico”.
Reconoce su fuerza en
materia de fe y de
costumbres. Por lo
tanto presupone una
conformidad sustancial
con los textos origina-
les. Y por eso puede ser
apta para dar fe en juicio.
La edición Sixto-Clementina.
El privilegio por la Vulgata en el concilio de Trento no iba
en detrimento de otros textos, especialmente los originales
hebreo y griego.
El decreto conciliar pidió que se
revisase la Vulgata; pero no se hizo
hasta 1592, bajo Clemente VII. Se
llama Biblia Sixto-Clementina.
Los benedictinos de la abadía de
San Girolamo in Urbe (Turín 1959)
la han editado revisada y con
aparato crítico.
Ediciones críticas modernas. En nuestros días hay dos
grandes ediciones críticas, una para el AT y otra para el NT.
Para el NT, el Novum Testamentum, comenzado por los
anglicanos Wordsworth y White y terminado por Sparks,
desde 1889 hasta 1954.
Para el AT es famosa la edición de los
benedictinos a quienes Pío X se lo
encargó. Y prosiguió Pío XI que
constituyó una comisión de revisión de
la Vulgata en Roma, en 1931.
Una edición manual crítica es la
Vulgata Stuttgartensia, 1969-1975.
Entre las concordancias, la más
completa es la de B.Fischer, en cinco
volúmenes (1977).
c. La Vulgata y la Neovulgata. Pablo VI, el 29.XI.1965, 10
días antes terminar el conc.Vat. II, instituyó la Comisión
Pontificia para la Neovulgata.
Se trataba de poner al día la Vulgata.
Debían conservar sustancialmente la
versión de san Jerónimo; pero utilizar
las ciencias bíblicas para corregir según
los textos originales. Se pensaba en la
unidad, especialmente para la liturgia.
Fue promulgada por Juan Pablo II el
25.IV.1979. La edición se realizó
teniendo en cuenta las mejores
ediciones críticas del AT y NT.
Otras versiones occidentales.
Versión Gótica. Es la obra de literatura más antigua en
lengua teutónica, para la que se creó un albabeto. Se debe a
Ulfilas (+383), apóstol y obispo de los godos.
Se conservan seis manuscritos. El
más completo (y lujoso) es el
Codex Argenteus del siglo V/VI,
en Uppsala. Tiene los evangelios
por orden occidental y fragmentos
del AT (sólo conservados).
La versión de Ulfilas fue luego
corregida según la Vetus latina, de
forma literal.
Versión eslava. La primera versión eslava, hecha pata
textos litúrgicos, es de los hermanos Cirilo y Metodio
(siglo IX), apóstoles de los pueblos eslavos.
Hubo después varias
revisiones. En tiempo de
Simeón, rey de los búlgaros
(893-927).
El arzobispo Genadio (1499)
hizo traducir los libros que
faltaban según la Vulgata.
En 1712 Pedro el Grande
hizo revisar el AT, con lo
que queda el texto corriente.
Las versiones orientales.
Versiones siríacas. Son importantes, pues a través de esta
literatura siríaca se difundió el cristianismo por Oriente.
La más celebre es la Peshittâ; así
llamada desde el siglo X (usual).
Es obra de varios autores. El AT se
tradujo ya en el siglo II, sobre texto
hebreo no masorético, pero
corregido luego según los LXX.
Los libros deuterocanónicos se
tradujeron en el siglo IV, de los LXX.
La traducción es fiel, gozando de
autoridad entre los de lengua siríaca.
Rabbula, obispo de Edesa (411-4359 tradujo los evangelios
para la Peshittâ. E hizo revisar los demás libros del NT que
provenían de la antigua versión siríaca.
Antes de la traducción de Rabbula
había dos traducciones siríacas de
los evangelios:
El Diatessaron de Taciano (a 170),
que es la más antigua versión en
siríaco, que une en un solo relato los
4 evangelios.
Y los Evangelios separados, de
mitad del siglo IV. El diatessaron
desde el s V fue rechazado...
Otras versiones siríacas posteriores son:
-La Filoxeniana, Compuesta por deseo del Filoxeno, obispo
monofosota, hacia el a508. Para el AT usa el texto de los
LXX, según san Luciano. El NT se añadió después. Parece
una revisión de la Peshittâ, con los deuterocanónicos.
-La Siro-hexaplar. Sólo el AT, por el obispo monofisita
Pablo de Tella. hacia el 615. Se basó en los LXX según las
Hexaplas de Orígenes,
-La Siro-palestinense,
en Palestina en el
siglo V/VI, en dialecto
arameo-galileo, por
cristianos melquitas.
Toda la Biblia.
Versiones coptas.
El cristianismo se expandió pronto por Egipto. Por eso la
Biblia pronto (siglos II/III) se tradujo a la lengua entonces
hablada, que era el copto.
Hay cuatro versiones correspondien-
tes a los 4 dialectos principales:
Versión sahídica,
bohaírica,la más difundida y que
permanece en la liturgia.
En estas dos está el NT.
fayyúmica y acmímica.
El AT se realizó en un texto de la
familia H de los LXX.
Versión armenia.
Fue hecha pos san Isaac el Grande (390-440) y por san
Mesropio (+441), a quien se atribuye la escritura armenia.
Se tomó como base el texto griego
del exaplar de Orígenes y la versión
siríaca. De gran calidad literaria.
Versión etiópica.
San
Se comenzó hacia el 350 por san Isaac
Frumenio, obispo de Acsum; pero se
concluyó en el siglo VI/VII. El AT
fue a partir de los LXX, códice B.
El NT es muy variado, a veces
literal y a veces libre.
Versión georgiana.
Llegando el cristianismo a
Georgia en el siglo IV, las
versiones son del VI/VII.
En el s X los monjes del
monte Athos las revisaron e
hicieron una nueva versión. Monte Athos

Se basan en el texto exaplar y parte del texto siríaco y


armenio.
Versiones árabes.
Aunque el cristianismo está en países de lengua árabe desde
el siglo III, esta lengua no toma auge hasta el siglo VIII.
Entonces comienzan las versiones, que en el AT son del
texto hebreo, los LXX y la Peshittâ. El NT del griego.
III. LAS VERSIONES MEDIEVALES Y MODERNAS.
BIBLIAS POLÍGLOTAS
Las primeras versiones en lenguas modernas.
Versión anglosajona (sVII), bohemia (sIX), alemana (sXI),
española (XII). En el XII/XIII: provenzal, francesa, italiana
y holandesa. En el XV: inglesa, noruega, polaca, persa,
húngara y sueca.
Después de la primera biblia impresa,
la Vulgata en 1452, la primera en
lengua moderna fue la alemana,
editada por Mentelin en 1466. Luego
la italiana de Malermi (1471),
francesa (1487) y checa (1488).
Biblia anglosajona
La Biblia de Martín Lutero (1534) fue la primera traducida
directamente desde los textos originales a una lengua
moderna. La edición típica es del 1545. Se difundió
ampliamente en el mundo protestante.
En el mundo inglés se difundió la Authorized version
(1611), base para otras y revisada entre 1811 y 1895.
Desde el siglo XVI se
tradujo en otras lenguas
europeas. El texto base
era el latín.
Con las misiones, desde
el XIX, se tradujo en 500.
Y en el XX, muchas más.
Versiones modernas actuales.
Algunas de las versiones católicas más utilizadas son:
en inglés: The New American Bible (1970); en francés: La
Bible de Jerusalem (1956); En alemán: Die Bibel....(1980);
en italiano: La Sacra Bibbia,
preparada para el uso litúrgico, en
1971, con sucesivas revisiones.
Existe también la Traduction
aecuménique de la Bible, en 1975,
revisada en 1988, en la que
intervinieron autores católicos.
Entre los protestantes es famosa la de Giovanni Diodati
(1607), utilizada hasta el siglo pasado.
También entre los protestantes italianos, desde 1921,
adoptaron la de Giovanni Luzzi, quien participó en el
proyecto de la “Società Biblica Britannica & forestiera”.
Esta se llamó “La Riveduta”. Es como revisión de Diodati.
Entre los anglicanos la versión oficial puede considerarse la
Authorized Version.
Ésta es base para otras ver-
siones inglesas sucesivas,
como la Revised Standart
Version (1946-57), que
aceptan todos. The anchor
Bible es ecuménica.
Las versiones castellanas y otras versiones españolas.
Comenzaron con el siglo XIII, pues hasta entonces el latín
era la lengua literaria. Entre los siglos XIII y XV hubo
varias traducciones, algunas hechas por judíos directamente
del hebreo. Otras del latín o de las dos.
En el ámbito catalán-valenciano la
más famosa es la de Bonifaci Ferrer,
hermano de s.Vicente Ferrer (1478).

Hubo luego un largo período de


restricciones por causa del
protestantismo; pero desde 1760
florecen las traducciones de la
Biblia.
1ª impresa en castellano
Después de 1760 en España, además de muchas
traducciones parciales, hay dos versiones completas de la
Biblia:

La del escolapio Felipe


Scio de san Miguel
(1790-3), fiel al texto
latino y con notas,

y la del obispo de Astorga, Félix


Torres Amat, algo menos
literal,completando lo del jesuita
Petisco (1823-5). Las dos con
muchas ediciones y difundidas por
las Sociedades Bíblicas protestantes.
En la primera mitad del siglo XX merecen destacarse tres
versiones completas: - la del canónico Nácar con el dominico
Colunga (1944, revisada en 1974). Tiene un castellano
castizo y correcto con bastantes notas.
-La del jesuita José Mª Bover con el
hebraísta Francisco Cantera. –Y la de
éste con Manuel Iglesias (es como
revisión). Buscan más adherirse a los
textos originales. Por lo cual el
lenguaje es menos elegante.

En ese tiempo, en Argentina se


traducía a Juan Straubinger (1948...),
gozando de gran aceptación.
A partir de los años 60, aparecen ciertos movimientos con el
fin de hacer más popular la Biblia en España.como AFEBE.
Entre las notables están: La Biblia de “la casa de la Biblia”,
1966 y revisada en 1992, con castellano claro y amplias
notas e introducciones.
La editada por E.Martín Nieto (1965..)
La adaptación de la Biblia de Jerusalen
por Ubieta y otros (1967 y 1975).
Hay traducciones parciales importantes,
como la Biblia para la iniciación
cristiana editada por el Secretariado
Nacional de Catequesis, siguiendo el
texto litúrgico, con notas y comentarios
En latinoamérica, a finales de los años 60, Ricciardi y
Hurault dirigieron la Biblia latinoamericana, con
amplios comentarios y notas de carácter práctico.
Después salió el libro del pueblo
de Dios.
La Biblia (Buenos Aires en 1981),
traducida por Armando Levoratti y
Alberto Trusso.
Hay una edición ecuménica,
aprobada por el Consejo episcopal
latinoamericano: Dios habla hoy.
La Biblia con Deuteronómicos, de
las Sociedades bíblicas, 1979.
Un gran reconocimiento ha tenido La Nueva
Biblia Española (1975), dirigida por Luis
Alonso Schökel y Juan Mateos. Buen
castellano. Se notan los diversos traductores.
Del NT hay una reciente
edición con muchas notas, a
veces “elevadas” (1988)

La Biblia de Navarra (1975-2002) ha sido


un trabajo del equipo de biblistas de la
Universidad de Navarra en Pamplona,
dirigidos por José María Casciaro. Tiene
muchas notas de carácter
predominantemente teológico.
Traducciones catalanas, vascas y gallegas.
Las dos más importantes catalanas son: La Biblia de
Monserrat, realizada por los benedictinos de Monserrat,
bajo la dirección de Dom Buenaventura Ubach. Son 32 vol
desde 1928.
Y la Biblia de la fundació
Bíblica catalana (15 vol.
1929-48). Hay una
traducción interconfesional
del NT (1979).
En vasco es importante la
traducción de Olabide (1958)
En lengua gallega: A Biblia (1989) por biblistas gallegos.
En el ámbito español hay traducciones hebreas y
protestantes. La más famosa hebrea es la Biblia de Ferrara
o Biblia de los hebreos (1533).
Entre los protestantes es famosa la
de Casiodoro de Reina, monje
convertido al protestantismo,
conocida como la Biblia del Oso
en 1567.
Cipriano de Valera la revisó en
1602. Es conocida como la Biblia
de Reina-Valera. Es la preferida
por los protestantes de lengua
castellana.
Biblias medievales ilustradas.
Se quería comunicar el contenido de la Biblia a través de
imágenes. La más antigua es un manuscrito italiano, s IV.
La escuela irlandesa, s VII y VIII, tiene preciosas biblias.
Especialmente en la época
carolingia (siglo IX).
Las “Biblias glosadas”
incluían anotaciones.
La “Biblia de los pobres”
eran a base de imágenes
para enseñar al pueblo, con
pocos comentarios.
Las biblias políglotas: De varias lenguas en columnas...
La primera fue la Complutense o de
Alcalá (1514-7; 1522), debida al
cardenal Cisneros, franciscano.
La Políglota de Amberes (1569-729,
preparada por Benito Arias Montano.

La políglota parisiense (1629-45); y


la políglota londinense (1645-57),
dirigida por el obispo anglicano B.
Walton.
Se trabaja en España en la Biblia Políglota Matritense,
editada por el Consejo Superior de investigaciones
Científicas. Desea convertirse en la más completa.
Perspectiva actual de las versiones modernas.
Hubo un largo tiempo en que la Iglesia, por causa de la
propagación del protestantismo que lo hacía con la Biblia en
lenguas modernas, guardó un respeto hacia este uso.
Superada esta actitud, el Conc.Vat. II en la Dei Verbum
afirma:
La conveniencia de que la Bi-
blia esté a disposición de todos,
que los fieles la lean con espíri-
tu de fe y piedad profunda, y
que los sacerdotes y predicado-
res la mediten para poderla
exponer dignamente.
- Que las traducciones sean apropiadas: lenguaje sencillo y
digno, con respecto a Dios y a la capacidad de los hombres.
Con terminología correcta teológicamente. Y con
explicaciones necesarias y suficientes para comprenderlo.
- Que se traduzca, a ser posible, desde los textos originales.
- Que pueden ser útiles las
traducciones interconfesio-
nales. Para ello hay unas nor-
mas del Secretariado para la
Unión de los cristianos (1987)
:normas para la cooperación
interconfesional en la
Traducción de la Biblia.
Presentación del P. Silverio Velasco
EXTRACTADO
de la “Introducción General a la Biblia”
del P. Miguel Angel Tábet

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