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La Trinidad
Funciones de la Teología
Teología o estudio de Dios, cuyo objeto
es el conocimiento de la divinidad, su
existencia, su carácter y sus propósitos
Teología sistemática es la actividad o
disciplina cuy fin es organizar sintética
y ordenadamente las verdades bíblicas
Funciones de la Teología
1. Ordenar o sistematizar.
2. Productiva: apologética, dogmática.
3. Ética.
4. Carácter social, producidos en
comunidad, no se producen a la
orden del cliente, en fe viva.
5. Carácter científico.
Progreso de la Revelación.
Aun cuando pasaron algunos años en
que la cristiandad utilizo el termino
técnico “Trinidad” este se hallaba en
su forma primigenia como Padre, Hijo
y Espíritu, en las confesiones
bautismales, en las doxologías y
bendiciones, para luego ser
organizadas en un símbolo final,
llamado de los Apóstoles.
Progreso de la Revelación.
Entre los Apóstoles y los Primeros Padres pre-nicenos se puede
decir que existe un proceso de transición de la doctrina de la
Trinidad, el kerygma y vida da la Iglesia se expresaban de forma
Trinitaria en las formulas bautismales y bendiciones Apostólicas,
era el punto cardinal en la sencilla fe pueblo. 2 Corintios 13:14 La
gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del
Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén. En el documento de
enseñanza del año 100, conocido como Didajé, llamado también la
enseñanza de los Doce Apóstoles, se exhorta a los creyentes
bautizarse en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.”
Y es que en la Iglesia cristiana se trabaja sobre la siguiente
premisa, las verdades reveladas por la Escritura se encuentran
en la Iglesia antes de recibir una formulación teología o
aprobación de un concilio, ocurrió así con la doctrina del bautismo,
de la naturaleza de Jesucristo, el canon bíblico, las doctrinas de la
expiación y salvación, lo mismo aconteció con la Trinidad.
Progreso de la Revelación.
Los dogmas, incluido el de la Trinidad, no pueden
fabricarse a la orden. No pueden ser producidos por un
teólogo, ni por la teología, y luego impuestos desde
afuera sobre la comunidad de creyentes (L. Berkhof).
Desde luego, la trinidad es fruto de las reflexiones de la
Iglesia entregadas por los Apóstoles y la revelación del
Espíritu Santo, en efecto, los padres jamás habrían
aceptado que se le acusase de introducir doctrinas que
no eran parte de las comunidades. Por ello, había una
necesidad interna y externa, en la misma Iglesia, de
una declaración clara, inclusiva y consistente de los
varios elementos de esta compleja doctrina de la fe
cristiana (teología sistemática, Charles Hodge).
Desarrollo en los Padres Pre-
Nicenos.
La dogmática cristiana no es fruto de la filosofía griega, y es que
los cristianos de los primeros siglos dialogaron con la cultura
helénica, pero no cedieron, ni perdieron su fidelidad a la fe
revelada por Cristo. La Trinidad no es un invento cristiano, tal y
como se ha querido afirmar, es fruto de la revelación de Cristo.
Es interesante la mención en la carta de Clemente a los Corintios,
en la que, ante los problemas de esa comunidad, hace un
interrogante retórico de si no tenemos un solo Dios, un solo Cristo
y un solo Espíritu de gracia. Es un modelo para la vida eclesial la
vida comunitaria, semejante a la Trinidad. El Espíritu Santo es ya
santificador de la Iglesia, es fuente de la paz, es el que guía y
mueve a los ministros de Dios para perdonar los pecados y a los
Apóstoles. La Iglesia está guiada e impulsada por el Espíritu Santo.
San Ignacio de Antioquía mantiene también ese esquema Trinitario
aplicado a la vida eclesial, recomienda la unidad de la Iglesia
según el modelo del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Desarrollo en los Padres Pre-
Nicenos.
La palabra “persona” (“prósopon” en griego) era la máscara que
los actores griegos se ponían para interpretar sus personajes. La
máscara servía para que la voz saliese ahuecada, como por un
pequeño altavoz, de modo que las palabras “per-sonabant”, es
decir, resonaban. Su significado actual coincide exactamente con
el del término sociológico “rol”, que indica las funciones sociales o
papeles del individuo humano. Pero en Oriente, esto sonó
bastante modalista: un Dios en tres disfraces. Por eso, los
griegos, junto a “prósopon” (persona) utilizaban el término
“hypóstasis”, que no era la máscara o el modo de aparición, sino la
existencia individual de una naturaleza. Gregorio de Nisa acuñó la
expresión clásica: “Mía usía, treis hypostáseis” (“una esencia y
tres personas”), donde “hypóstasis” tiene el sentido de persona.
De ese modo, el término latino “persona” llega a modificarse
cobrando una nueva profundidad ontológica: ya no es la máscara
cambiante, sino la existencia inconfundible e intransferible. De
modo que las personas trinitarias no son modos de ser, sino
sujetos propios y singulares que poseen conciencia.
Nicea y Arrio
Influenciado por la física del griego atribuye todo a
Dios, y a las cosas se les atribuye según la sustancia,
"kata ousían, fusin upostaseis". Dios Padre en la
Escritura es eterno, omnipotente e inmutable, el logos
encarnado dice que nació, que es engendrado, sufrió
y murió en la cruz, luego es de naturaleza mudable.
La conclusión es clara, el inmutable según la
naturaleza y el mutable según la naturaleza, no
pueden ser de la misma naturaleza, no son
"homousioi". Deduce Arrio que el Padre y el Hijo son
de naturalezas distintas, el Padre el Dios, pero el Hijo
es hombre, el logos es criatura, fue creado y no es
consustancial al Padre por ser mudable. La Trinidad
queda trastocada, no es un Dios en tres personas,
sino que es el Padre únicamente Dios.
La Trinidad un gran Misterio
En Dios hay dos procesiones divinas inmanentes.
Procesión significa que una cosa se origina de otra. Hay
que distinguir entre procesión hacia fuera («processio ad
extra o pr. transiens») y procesión hacia dentro
(«processio ad intra o pr. immanens»), según que el
término de la procesión salga fuera del principio o
permanezca dentro de él. De la primera forma proceden
de Dios en cuanto causa primera todas las criaturas; de
la segunda, proceden el Hijo y el Espíritu Santo en el
seno de la Trinidad. Procesión divina inmanente designa
el origen de una persona divina de otra por la
comunicación de la esencia divina numéricamente una.
Una procesión surge de la acto del intelecto, la otra
surge de la voluntad y la emoción.
Misiones divinas. Por procedencia…proyeccion ad extra
de su ad intra.
La Trinidad un gran Misterio
Los símbolos de fe nos hablan de dos procesiones
inmanentes en Dios: la generación del Hijo y la procesión
del Espíritu Santo. Estas dos procesiones son la razón de
que se den en Dios tres hipóstasis o personas realmente
distintas. El término “procesión” que en griego es
expoureou , y del latín processio, se deriva de la Sagrada
Escritura en Juan 8:42-43, Jesús entonces les dijo: Si
vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque
yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de
mí mismo, sino que él me envió. ¿Por qué no entendéis mi
lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Y Juan
15:26, Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os
enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede
del Padre, él dará testimonio acerca de mí. Como se
deduce por el contexto, ambos pasajes no se refieren a la
procesión eterna del Hijo y del Espíritu Santo, sino a su
misión temporal al mundo. Pero la misión temporal es signo
de la procesión eterna.
La Trinidad un gran Misterio
EL HIJO PROCEDE DEL PADRE POR VÍA DE GENERACIÓN
La segunda persona divina procede de la primera por generación y guarda
con ella la relación de Hijo a Padre. El símbolo Quicumque (Atanasiano)
confiesa: “Filius a Patre solo est, non factus, nec creatus, sed genitos” el
Hijo proviene únicamente del Padre, no ha sido hecho, creado, sino
engendrado (cf. el símbolo niceno).
Según testimonio de la Sagrada Escritura, la primera persona y la segunda
guardan entre sí, respectivamente, relación de verdadera y estricta
paternidad y filiación. El nombre característico que la Biblia aplica a la
primera persona es el de Padre, y el que aplica a la segunda es el de Hijo.
La Sagrada Escritura precisa más designando al Padre como “propio Padre”
(Juan 5:18) y al Hijo como “propio Hijo” (Rom 8, 32), como “Hijo unigénito”
(1:14 y 18; 3:16 y 18). No hay duda, por tanto, de que el Hijo se distingue
de los hijos adoptivos de Dios (Rom 8, 29). Una filiación propia y verdadera
solamente se logra por medio de la generación física. De la generación
eterna del Hijo por el Padre se habla directamente en Salmos 2:7 y en
Hebreos 1:5 Mi Hijo eres Tú. Yo te he engendrado hoy. Los santos padres y
los concilios del siglo IV fundan la homousía del Hijo con el Padre en la
eterna generación del Verbo de Dios.
EL ESPÍRITU SANTO PROCEDE DEL PADRE Y DEL HIJO POR VÍA DE ESPIRACIÓN