You are on page 1of 21

LA VIDA RELIGIOSA EN LA

COMUNIÓN Y MISIÓN
ECLESIAL
La Iglesia es esencialmente
misterio de comunión, que se
La vida en manifiesta a través de diversos
comunión ámbitos y modalidades en la vida
eclesial, entre ellos está la vida
consagrada.
La vida religiosa posee un mérito, ya que
ha contribuido eficazmente, a lo largo de
la historia, a mantener viva en la Iglesia la
fraternidad como confesión de la Trinidad.
Siendo el fundamento teológico de la vida
religiosa la Santísima Trinidad, la vida
fraterna se caracteriza por ser vida
compartida en el amor; de tal manera que
esta participación en la comunión de la
Trinidad puede transformar la relaciones
humanas convirtiéndolas en signo
elocuente de la comunión Eclesial.(VC 42)
La vida fraterna quiere reflejar la hondura
y la riqueza de este misterio,
configurándose como espacio humano
habitado por la Trinidad, la cual derrama
así en la historia los dones de la comunión
que son propios de las tres Personas
divinas.
(VC 41)
Esta vida fraterna para ser autentica debe
hacerse tangible en la comunión fraterna,
ya que es un espacio teologal en el que se
experimenta la mística del Señor
Resucitado, por tanto debe ser cultivada
con especial esmero en las comunidades
religiosas.
En la comunidad Trinitaria el Espíritu
Santo, es la fuente de la vida fraterna, a sí
mismo es él quien guía las comunidades en
el cumplimiento de su misión al servicio de
la Iglesia y de la humidad entera, según la
inspiración de cada Instituto .
A la vida consagrada se le asigna un papel
importante a la luz de la doctrina sobre la
Iglesia-comunión, por tanto de ella se
exige:
- ser experta en comunión
- Vivir su respectiva espiritualidad como
testigos y artífices del proyecto de
comunión
PERFECTAE CARITATIS

15. A ejemplo de la primitiva Iglesia, en la cual la multitud de los creyentes eran


un corazón y un alma, ha de mantenerse la vida común en la oración y en la
comunión del mismo espíritu, nutrida por la doctrina evangélica, por la sagrada
Liturgia y principalmente por la Eucaristía.
Los religiosos, como miembros de Cristo, han de prevenirse en el trato
fraterno con muestras de mutuo respeto, llevando el uno las cargas del
otro, ya que la comunidad, como verdadera familia, reunida en nombre de
Dios, goza de su divina presencia por la caridad que el Espíritu Santo
difundió en los corazones.
La caridad es la plenitud de la ley y vínculo de perfección y por ella sabemos
que hemos sido traspasados de la muerte a la vida. En fin, la unidad de los
hermanos manifiesta el advenimiento de Cristo y de ella dimana una gran
fuerza apostólica.
La vida de comunión “será así un signo
para el mundo y una fuerza atractiva que
conduce a creer en Cristo. De este modo la
comunión se abre a la misión, haciéndose
ella misma misión”. Más aun, la comunión
genera comunión y se configura
esencialmente como comunión misionera.
(VC 46 ).
La vida religiosa está
llamada a ser fermento de
Misión Eclesial comunión misionera en la
Iglesia Universal.
VC. 47
De ello emerge el carácter universal y de
comunión que es peculiar de los Institutos.
La misión más que un compromiso de vida
es testimonio de los valores fundamentales
del Evangelio.
Es testimonio profético de lo definitivo,
consiste en hacer viva la primacía de Dios y
de los bienes futuros.
33. Misión peculiar de la vida
consagrada es mantener viva en
los bautizados la conciencia de los
valores fundamentales del
VITA
Evangelio, dando “un testimonio
CONSECRATA magnífico y extraordinario de que
sin el espíritu de las
Bienaventuranzas no se puede
transformar este mundo y ofrecerlo
a Dios”.
El testimonio profético exige:
1. la búsqueda apasionada y constante de
la voluntad de Dios,
2. la generosa e imprescindible comunión
eclesial en el ejercicio del discernimiento
espiritual
3. y el amor a la verdad
La fidelidad al propio carisma conduce a
las personas consagradas a dar por
doquier un testimonio cualificado, con
lealtad del profeta que no teme arriesgar
incluso la propia vida. (VC 84-85)
El Obispo, en su caridad pastoral debe
acoger el carisma de la Vida Consagrada
como una gracia que incumbe y beneficia
a la Iglesia.
Por tanto debe procurar sustentar y
prestar ayuda a las personas consagradas
a fin, de que en comunión con la Iglesia y
fieles a la inspiración fundacional, se abran
a las perspectivas espirituales y pastorales
en armonía con las exigencias de nuestro
tiempo.
Las personas consagradas, por su parte, no
dejarán de ofrecer su generosa
colaboración a la Iglesia particular según
las propias fuerzas y respetando el propio
carisma, actuando en plena comunión con
el Obispo en el ámbito de la
evangelización, de la catequesis y de la
vida de las parroquias.(VC 49)
La vida religiosa no se concibe sino como
una constante tendencia a la santidad…
Por tanto el sentido eclesial se ha de
alimentar con la fraterna relación
espiritual, la mutua colaboración entre los
mismos Institutos.
Toda la vida consagrada se
convierte en apostolado y
Pio XII
el apostolado penetra e
informa toda la vida
religiosa

You might also like