La CIDN es un tratado adoptado por las Naciones Unidas el 20 de noviembre 1989, sobre los derechos humanos de todos los niños y las niñas del mundo. Establece normas mínimas que los gobiernos deben aplicar para “garantizar el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes”, conteniendo 54 artículos. C.I.D.N en Chile. • Con fecha 26 de enero de 1990 el Gobierno de Chile suscribió la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas el 20 de Noviembre de 1989. • Con fecha 14 de Agosto de 1990, en Chile se ratifica la C.I.D.N. • Con fecha 27 de Septiembre de 1990 esta ley es publicada en el Diario Oficial de Chile. Dentro de los elementos más importantes que caracterizan la CIDN están: • 1. El cambio conceptual de “menor” a niño, niña y/o adolescente. • 2. Se consideran que la educación, la protección, la alimentación, etc., son derechos y no necesidades del niño o niña. Por ejemplo, el niño no carece de educación, tiene derecho a ella. • 3. La participación de los niños, niñas y jóvenes es trascendental para asimilar este nuevo paradigma. Esto implica, por lo tanto, la redefinición de la relación entre el niño, niña, familia y sociedad. • 4. La relevancia del Interés Superior del niño o niña, La necesidad de la existencia de la C.I.D.N:
1. Aunque en muchos países existen leyes que protegen
a los niñ@s es necesario velar por su cumplimiento. 2. Además de fomentar los derechos del niñ@, promueve la responsabilidad de respetar los derechos de los demás. 3. Fomenta el diálogo, el respeto mutuo y atribuye un gran valor a la educación. Convención Internacional de los Derechos del Niñ@. (C.I.D.N).
• A partir de la C.I.D.N, se establecen los principios y
derechos que tienen todas las personas menores de 18 años, estableciendo las normas básicas para su bienestar y las obligaciones de los Estados para con este grupo. Junto con estas garantías se plantea la necesidad de que niños, niñas y jóvenes sean sujetos activos de las acciones que desarrollan, que su opinión valga y tenga sentido, por parte de quienes trabajan con y para la infancia y la adolescencia. • En este sentido, se ponen en juego un foco de protección y otro de promoción que deben ser considerados al momento de generar políticas sociales dirigidas a la infancia y la juventud. Las instituciones que trabajan con niños, niñas y jóvenes deben procurar basar su quehacer en un enfoque de derechos, donde la población infanto juvenil sea reconocida como sujetos de derechos y en su condición de ciudadanos. A la luz de esto, es fundamental diseñar intervenciones que aporten al proceso de conocimiento y puesta en práctica de derechos infanto juveniles en el ámbito local. En esta lógica consideramos central la promoción de dos derechos específicos: la participación y el buen trato. DERECHO A LA PARTICIPACIÓN. Debemos propiciar espacios de participación de Niñ@s en el ámbito social, debemos construir espacios a nivel territorial de manera tal que se compartan las decisiones que afectan la vida propia de estos niños, niñas y jóvenes y la vida de la comunidad en la cual viven (familia, barrio, escuela, etc.) Así, la participación está estrechamente ligada a la organización y el protagonismo infantil, mediante lo cual se pretende que niños, niñas y adolescentes desempeñen un papel principal en su propio desarrollo y en el de su comunidad, con lo que contribuimos a la realización plena de sus derechos. DERECHO AL BUEN TRATO. Necesitamos promover una cultura de buen trato, donde no sean aceptadas situaciones de abuso hacia niñ@s y jóvenes. Por lo cual debemos ser capaces de establecer relaciones interpersonales que tiendan al respeto y la aceptación. Debemos generar espacios de convivencia donde se recuperen las confianzas. En este sentido, es necesario rechazar cualquier tipo de maltrato (físico o psicológico) al que sean sometidos niñ@s y jóvenes, sin importar de quien provenga ni su gravedad. Este es uno de los elementos centrales a cambiar para romper con el modelo adultocéntrico que rige en nuestras sociedades actuales. ADULTO SIGNIFICATIVO. La presencia de un adulto significativo en la historia de vida de niños, niñas y jóvenes resulta central para su desarrollo integral y así lograr establecer un vínculo basado, por una parte, en la incondicionalidad del afecto y la aceptación y, por otra, en el establecimiento de límites consensuados y claros. ellos deben convertirse en facilitadores de procesos que permitan a niños, niñas y jóvenes desarrollar sus potencialidades. AUTONOMÍA.
Entendemos la autonomía como la capacidad de cada
persona para auto-dirigirse, es decir, la capacidad de gobernarse a sí mismo, teniendo en cuenta la relación con los otros. Si queremos romper con el modelo adultocéntrico que determina las relaciones que se establecen socialmente con niños, niñas y jóvenes, debemos reducir nuestro poder como adultos y promover el desarrollo de la autonomía de este grupo etáreo. La esencia de la autonomía es que lleguen a ser capaces de tomar sus propias decisiones, tomando en cuenta los puntos de vista de los demás. Niñ@s, y jóvenes deben empezar con decisiones “más pequeñas” antes de ser capaces de manejar otras más importantes. Así, la habilidad para tomar decisiones debe ser fomentada desde el inicio de la infancia. El logro de la autonomía es producto de un proceso de aprendizaje que puede durar toda la vida, es decir, no existe un momento en que se “llegue a ser totalmente autónomo”. ESPACIOS DE DESARROLLO.
Considerando los puntos anteriores, es necesario generar
espacios de desarrollo que permitan poner en juego las potencialidades de niñ@s y jóvenes, debemos generar espacios donde se posibilite el ejercicio de la autonomía, donde se establezcan relaciones significativas entre adultos, niñ@s y jóvenes, en un ambiente que proteja y promueva una cultura de derechos y responsabilidades. Esto desde un enfoque promocional basado en la participación activa de este grupo. ESPACIOS DE DESARROLLO. A partir de experiencias individuales, grupales y comunitarias, se debe procurar que niñ@s, y jóvenes tengan posibilidades concretas para alcanzar mayores niveles de desarrollo integral. En este sentido, estos espacios deben tener distintas características, como ser espacios de apoyo, de formación, de recreación, culturales, etc. Lo importante es que se construyan a distintos niveles (personal, familiar, barrial, comunal, etc.), involucrando a los adultos que se relacionan la población infanto-juvenil, es decir, sus familias, vecinos, profesores, educadores, autoridades locales, etc. COMO ABORDAR LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS. Existen diferentes formas de abordar el trabajo de los derechos de los niñ@s. Para simplificarlo, se sugiere agrupar sus derechos en los siguientes tres grandes conjuntos:
Protección, Provisión, Participación.
PROTECCIÓN
Comprende el derecho de los niñ@s a ser protegidos de ciertos actos ó
prácticas que atenten contra las posibilidades de su desarrollo integral como seres humanos. DERECHOS.
No Discriminación. por raza, sexo, idioma, religión, opinión
política, origen nacional, étnico o social, posición económica, impedimentos físicos, nacimiento o cualquier otra condición del niño o de sus padres. Interés Superior del niño y la niña. En toda medida concerniente a ellos que adopten las instituciones publicas, privadas, tribunales , etc., debe primar este interés. Protección contra abusos Derecho a protección contra toda forma de perjuicio o abuso físico, mental o sexual, descuido o trato negligente, maltrato o explotación. Niños y niñas privados de su medio familiar: Dº a protección y asistencia especial para niños privados de su medio familiar. Adopción en caso se adopción prime el interés superior del niñ@. Niños impedidos Derecho del niño y la niña mental o físicamente impedido a disfrutar de una vida plena y decente en condiciones que aseguren su dignidad, a sí mismo y faciliten su participación activa en la comunidad. Explotación Sexual A protección contra toda forma de explotación y abuso sexual. Cuestiones penales: Derecho del niño que ha infringido las leyes penales a recibir tratamiento que fomente su sentido de la dignidad, que fortalezca su respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales y que promueva su reintegración a la sociedad.(Ley 20084) PROVISIÓN.
Comprende el derecho de los niñ@s a poseer, recibir o tener acceso a ciertas
cosas o servicios que garanticen su desarrollo armónico e integral como seres humanos, en los aspectos físico, intelectual, afectivo y psíquico. DERECHOS. Vida: Derecho intrínseco a la vida. Nombre y Nacionalidad: Inscribirlo/a inmediatamente después de su nacimiento, a tener nombre,nacionalidad y a conocer a sus padres. Identidad: Derecho a preservar su identidad, nacionalidad y relaciones familiares. No separación de los padres: Derecho a no ser separado de sus padres contra la voluntad de éstos. Reunión de la familia: Derecho del niño, cuyos padres no vivan juntos, a tener contacto directo con ellos. Educación: Derecho a la educación. Nivel de vida: Derecho a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, moral y social. Salud Derecho a disfrutar del más alto nivel posible de salud y a servicios médicos y de rehabilitación. PARTICIPACIÓN
Comprender el derecho de los niños y las niñas a pensar, a hacer cosas, a
expresarse libremente y a tener una voz efectiva sobre cuestiones que afecten su propia vida y la de su comunidad. DERECHOS.
Expresión de opiniones: Derecho a expresar su opinión libremente
en los asuntos que lo afecten y a que se tenga en cuenta. Libertad de expresión e información: Derecho a la libertad de expresión y a buscar, recibir y difundir informaciones. Libertad de pensamiento, conciencia y religión: Derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. DERECHOS.
Libertad de asociación Derecho a la libertad de asociación y de
celebrar reuniones pacíficas. Acceso a la información Derecho a tener acceso a la información y material de diversas fuentes nacionales e internacionales, en especial el que promueva su bienestar social, espiritual y moral y su salud física y mental. Cultura, religión y lingüística Derecho del niño que pertenezca a minorías étnicas, religiosas o lingüísticas, o que sea indígena,a tener su propia vida cultural, a profesar y practica su religión y a emplear su propio idioma. DECALOGO DE LOS DERECHOS DEL NIÑ@
PRINCIPIO 1:
El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta
Declaración. Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia. PRINCIPIO 2
El niño gozará de una protección especial y dispondrá
de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño. PRINCIPIO 3.
El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.
PRINCIPIO 4.
El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a
crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados PRINCIPIO 5.
El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento
social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular. PRINCIPIO 6. El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia. Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra índole. PRINCIPIO 7. El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro útil de la sociedad. El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres. El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho. PRINCIPIO 8. El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro. PRINCIPIO 9. El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata. No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o su educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral. PRINCIPIO 10. El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.