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Música En Chile y América I

Miguel Ángel Ibarra Ramírez

Magíster en Composición Musical


para Artes Escénicas y Medios
Audiovisuales
“A tres bandas”
una lectura sobre la música
latinoamericana iberoamericana
Las culturas van absorbiendo influencias exteriores y
revigorizando sus prácticas interiores con diversos
grados de profundidad, dando cierta continuidad a las
tradiciones locales y demarcando los límites que
definen lo propio y lo ajeno, lo de unos y lo de otros.
Una de las dimensiones donde la superposición constante y escalonada de
bienes tangibles e intangibles ha sido y es más notoria es en las músicas.
Las músicas, pueden verse de muchas maneras porque es mucho más que sí
misma y no puede ser reducida a un mero objeto sonoro o estético: produce
significados que poseen valores (disímiles) para distintos grupos humanos que
nos transportan a espacios y lugares que renuevan lo que conocemos con
nuestros sentidos.
La práctica social de la música es también
una forma de ver la construcción social
de la cultura. Los músicos son agentes de
cambio cultural en las sociedades en las
que se desenvuelven.
La música en la vida cotidiana excede en
mucho la actividad de los músicos
profesionales e incluye a las personas que
practican la música de manera «no regular»
La historia de América
Latina y la península
Ibérica ha estado
marcada por diferencias
en las formas de ver el
mundo, en los modos
de habitarlo y en las
formas de expresarlo.
El paso del tiempo parece mostrar también la
existencia de un sedimento común que la historia
ha ido dejando, como un producto no sólo de la
colonización compelida sino también de la
mezcla sistemática de elementos que desde una
y otra orilla han ido intercambiándose.
Dos ejes han desempeñado el papel de marco
para comprender los procesos de cambio y
continuidad de la música de esta macrorregión,
sirviéndonos de categoría teórica para
representar visual, literaria y auditivamente el
ambiente de este territorio multilingüe.
1. La mezcla de razas y
creencias así como de las
fusiones de elementos
tradicionales y modernos
acaecidos en la
convergencia de las
culturas africana, indígena
e ibérica (o bien
afroamericana, amerindia
e hispano-luso-europea)
2. El reconocimiento de los
espacios sonoros,
instrumentos musicales y
prácticas sociales existentes
en el interior de estas tres
vertientes, todas ellas
observadas en la cultura
musical desde la época
colonial hasta hoy.
Hemos entendido el mestizaje como la
mezcla interétnica, combinación de razas o
«fusión genética» producida dentro del
espacio común de las culturas, incluyendo
en ello los conflictos sociales asociados a
dicha mezcla. Por sincretismo
comprendemos la compenetración de
creencias (iconos, ritos y prácticas) o
símbolos (tradicionales), y por hibridación,
el conjunto de procesos en el que
estructuras o prácticas sociales
preexistentes se combinan con otras para
generar nuevas estructuras, objetos y
prácticas redefinidas.
los procesos de mestizaje, sincretismo e
hibridación se dieron entre tres vertientes
étnicas que habitaron la macrorregión en
distintas épocas de su desarrollo: la indígena,
el habitante primigenio y natural de las tierras
americanas; la luso-hispánica, el colectivo
colonizador posteriormente mezclado con la
población nativa, y la presencia negra o
afroamericana, que fue traída –esclavizada–
desde África e ineluctablemente insertada a la
fuerza en el territorio americano.
La ciudad como modelo de desarrollo político,
cultural y administrativo, nos sirve como medida
para conocer el canon espacial que determina el
surgimiento de repertorios, espacios de práctica
musical y rutas de circulación de estilos,
instrumentos y músicos a ambos lados del Atlántico,
que no está exento, por cierto, de tensiones y
conflictos sociales acaecidos entre los grupos
resistentes y hegemónicos
Junto con las ciudades,
consideramos los instrumentos un
bien cultural histórico que
representa –físicamente– el legado
de una práctica de la música y, en
muchos casos, una muestra valiosa
del sincretismo sonoro del periodo
colonial e independiente.
En términos generales, un
instrumento posee una función
social –según el momento y lugar
en el que se utilice–, una forma de
construcción y una relación con la
interpretación o performance. A
través de un instrumento
podemos apreciar las influencias
extramusicales de una época sobre
la música.
La aparición de una
verdadera cultura indo-
luso-hispano-
afroamericana formada a
partir de las mezclas
sucesivas entre las tres
culturas, incrementada o
reforzada con el final de la
esclavitud en América
Latina en el siglo XIX, hoy
puede ser interpretada
como una red de
identidades construidas
sobre un territorio común,
configuradas en una
macro región denominada
Latinoamérica.

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