You are on page 1of 16

UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

UAPA
ESCUELA DE PSICOLOGIA
TEMA:
Manejo de la Disciplina en el Aula
PRESENTADO POR:
YTZANIA PLACENCIA GARCIA
MATRICULA:
15-3052
ASIGNATURA:
Psicología Educativa II
FACILITADOR:
María Ercilia Hernández
NAGUA, M.T.S
República Dominicana
Maestros que no tienen el control de sus aulas,
estudiantes disruptivos.

• En la actualidad uno de los


principales problemas dentro de
nuestras aulas son los problemas
de conducta en niños y
adolescentes. Cuando hablamos
de conductas disruptivas nos
referimos a las conductas
inapropiadas que perjudican el
buen funcionamiento del aula,
referidas a las tareas, relaciones
con los compañeros, al
cumplimiento de las normas de
clase o a la falta de respeto al
profesor.
• Niños que no dejan hablar, ofenden a
los demás, tienen comportamientos
agresivos o desmesurados, pierden el
control con facilidad, muestran y
verbalizan una actitud negativa frente
al trabajo, negando cooperación y
llamando la atención…
• Estas conductas son un desajuste en el
desarrollo evolutivo del niño ya que
impiden crear y mantener relaciones
sociales saludables con sus iguales y
con los adultos. Debemos tener
presente que detrás de una conducta
inapropiada suele haber factores
psicológicos que la desencadenan:
sentimientos de abandono, frustración,
baja autoestima, falta de
establecimiento de normas en el núcleo
familiar… Estas respuestas son tácticas
adquiridas o aprendidas para provocar
al adulto y llamar la atención.
• El comportamiento disruptivo es
común en la infancia, pero en
algunos casos, debido a
su frecuencia y persistencia en el
tiempo se convierte en un
problema. Generalmente, estas No existen formulas “mágicas” y en muchas
conductas se producen tanto en ocasiones lo que vale y funciona muy bien
el hogar, como en la escuela. Para
poder establecer unas pautas de para unos, no genera tanta repercusión en
actuación ante las conductas otros. Sin embargo, como profesionales de la
sería bueno que el profesorado educación sí podemos seguir una serie
realice un registro de las de pautas que ayudarán a relajar el ambiente
conductas. Este nos dará muchas y reducir los episodios de estas conductas:
pistas sobre cómo podemos
ayudar en el problema.
• Autocontrol de adulto: Entender que las conductas
intentan provocar enfado en los demás, por tanto, no • Cuando ocurra o se desencadene una conducta
dejarnos manipular, no entres en discusiones, mantén agresiva: hay que responder, pero no reaccionar de
la calma y no levantes el tono de voz. Trata de hablar forma desproporcionada. Es bueno aislarlo para que
suave, no demasiado cerca y nunca reteniendo o no tenga público. Cuando se haya calmado, hablar con
agarrando. Si no subes el tono de voz, fomentará que el alumno/a se debe mantener contacto visual, evitar
el alumno no haga. Podemos ser contundentes sin entrar en su juego o en argumentaciones, el profesor
sonar de forma agresiva. Es recomendable que el niño es la figura de autoridad, eso no es discutible, no
perciba seguridad en el adulto que le impone las debes tratar de quedar por encima, ni humillar, ni
medidas correctoras con un tono firme pero no entrar en discusiones. Dejar claro que buscamos,
amenazante. cuales son las normas y las consecuencias de
incumplirlas.
• Aplicar un manual de convivencia entre todos los
alumnos: que quede visible a la vista de todos • Evitar situaciones que puedan generar o provocar
(carteles, murales…), donde queden bien establecidas la disrupción sin pretenderlo. Esto será más fácil de
unas normas claras y explícitas de conducta. Es hacer si tenemos un registro previo como el que se
necesario que los alumnos intervengan en este plantea arriba.
proceso, ya que de este modo lo verán como objetivos
a alcanzar y no cómo normas impuestas. Dejar claro • Ejercer de modelo: Reconocer cómo nosotros
las consecuencias antes de aplicarlas. Fomentar también cometemos errores. Pedir disculpas si es
la reflexión grupal, plantear soluciones a distintas necesario. Ellos aprenderán el modelo que les
dinámicas del aula, es un modo de enseñar a los ofrecemos.
alumnos a que solucionen sus problemas.
• Evitar que capte y se lleve toda nuestra
atención ya que sino estas conductas aumentarán.
Recordar al inicio o final de la clase que esa conducta
es indeseable. Si obstaculiza mucho el desarrollo de la
clase se puede usar la técnica del “Time Out” (tiempo
fuera)
• No prestar atención a faltas leves.
• Podemos reducir las conductas disruptivas verbalizando expectativas positivas. Marcar lo que
esperamos de ellos ayuda mucho. Usar además el refuerzo positivo
• Con los más pequeños la economía de fichas resulta una técnica muy eficaz.
• Crea clases dinámicas: donde haya muchos cambios de actividad, donde las tareas
y actividades estén graduadas al nivel de dificultad. Ten un acercamiento al alumno conflictivo
y utiliza el humor. Esto generará un ambiente más distendido dentro del aula.
• Recordar que lo más importante es nuestro autocontrol: perder los nervios puede
agravar el episodio. Estas situaciones son muy complicadas de gestionar, por ello, la mejor
fórmula y solución es la práctica diaria, sumada a la reflexión profunda sobre nuestra acción.
Cuando nos enfrentemos a una de estas situaciones, debemos intentar aprender de ellas,
analizándolas, pensando en lo que funcionó y analizando lo que no lo hizo.
La aplicación de consecuencias inadecuadas por
parte de algunos maestros a estudiantes que violan
reglas.
• Ser docente en estos tiempos se ha
convertido en una profesión de riesgo.
Sin duda, el factor vocacional es
determinante a la hora de elegir una
profesión exigente y que supone una
enorme responsabilidad.
• Lamentablemente, en las facultades no se
nos prepara para una labor que a mi
modo de ver marca buena parte del
destino de una sociedad. Muchos de ellos
han ido aprendiendo a ser profesores
más por sus errores que por sus aciertos.
• Aquí les quiero dar a conocer algunos
errores que son muy comunes en esta
profesión y que creo que con poco
esfuerzo se pueden corregir y mejorar así
la labor docente. Siempre me gusta decir
que errar nos hace humanos, y que
rectificar no convierte en buenos
profesionales
¿Qué errores podemos evitar como docentes?
1. Falta de visibilidad. La presencia y visibilidad en el aula es un aspecto muy a tener en cuenta a la hora
de impartir una sesión lectiva
Para ello es fundamental que estén preferentemente de pie y en constante movimiento, para que los
alumnos fijen su atención hacia ellos. Eso les permitirá tener un mayor control del grupo de clase.
2. Oír sin escuchar. Un aspecto al que se ir debe de dar mucha importancia en las sesiones lectivas es
intentar no sólo oír a los alumnos, sino también escucharlos. La diferencia entre oír a una persona y
escucharla es enorme, ya que cuando la escuchamos lo estamos haciendo de forma activa y les
transmitimos a esos alumnos que aquello que nos está diciendo es importante tanto para ellos como
para nosotros.
Los alumnos de una clase demandan atención en todo momento. De ahí que en la medida que nos sea
posible, debemos esforzarnos para escuchar con atención aquello que nos quieran decir. Con ello
aumentaremos la empatía y mejoraremos nuestra relación con ellos.
Aquellos docentes que sólo oyen a sus alumnos pero no interactúan, corren el riesgo de tener una
relación distante y ello repercute negativamente en la relación del docente con el grupo.
• 3. No mantener el contacto visual. La comunicación no verbal de un docente, aquella que se
transmite a través de los sentidos, resulta fundamental en el desarrollo de una sesión lectiva. bien es
cierto que los docentes desempeñan a través de la palabra oral y escrita, pero también comunicamos a
través de su cuerpo y, por supuesto, con la mirada. Referente a la mirada hay un aspecto que es
importante corregir y es el hecho de hablar a los alumnos sin mirarlos directamente a los ojos.
• No mantener un contacto visual con ellos repercute negativamente en la relación y en el
aprovechamiento de las sesiones. No mirarlo transmite inseguridad, duda, incomodidad, falta de
empatía…
4. No cumplir con lo prometido. Lo prometido es deuda. Todos sabéis el sentido de la justicia que
tienen, por lo general, los alumnos. Incluso añadiría que además de sentido de la justicia tienen
muy buena memoria para aquello que les conviene.
De ahí la importancia de ser muy escrupulosos con aquello que les prometemos, porque si ya de
antemano sabemos que no vamos a cumplirlo, esta promesa no cumplida se volverá en nuestra
contra. Esto sirve tanto para las promesas como para con las amenazas en caso de no cumplir con
las normas del centro.
Un docente que no mantiene su palabra o que no cumple con sus palabra es un docente que poco a
poco va debilitándose frente al grupo y puede afectarle muy negativamente en el caso de que
quiera ganarse su respeto.
5. Prolongar el tiempo de corrección. Profesor, ¿tienes los exámenes corregidos? Seguro que se
trata de una pregunta que si no a todos, a casi todos os habrán hecho en algún momento.
Todos somos conscientes del esfuerzo que implica la corrección de ejercicios, trabajos exámenes…
Pero creo que es importante hacer un esfuerzo por entregar dicha corrección en la mayor
brevedad posible. La rapidez en la corrección es algo que los alumnos valoran muy positivamente
y hace que te ganes el respeto de tus alumnos, porque consciente o inconscientemente te
conciben como un profesional implicado y eficaz.
El hecho de entregar con rapidez aquello que hemos corregido también le da valor a la corrección
en sí en el caso de que queramos hacer algún inciso o comentario en clase. Hay docentes que
tardan semanas en la corrección y ello repercute negativamente en su beneficio.
Sobre cómo ganarse el respeto de tus alumnos recomiendo la lectura del artículo
• 6. No utilizar el mismo código. Para que exista una correcta comunicación entre dos personas,
estas deben conocer y compartir el mismo código. En muchas ocasiones se producen problemas
de relación entre alumno y docente porque la fractura que existe del código de cada parte es
insalvable.
• Los docentes tiene la facultad de dominar todos los registros de una lengua, desde el culto hasta
el vulgar, pasando por el coloquial. El error que se comente es pensar que también los alumnos
dominan todos estos registros. En la medida que seamos capaces de compartir al máximo el
mismo código, más fluida será la relación entre alumno y docente y mayor será el grado de
comprensión.
• Con ello no digo que debamos situarnos a su nivel de competencia lingüística, sino que se trata de
encontrar un equilibro entre aquellos que les podré enseñar como nuevo y el registro que
utilizaré para que ese conocimiento llegue a todos los alumnos.
• 7. No dejarnos influir por nuestro estado de ánimo. Siempre he admirado a los presentadores
de noticias de la televisión porque siempre tienen el mismo semblante, pese a que seguramente
tendrán como todos nosotros sus días buenos y sus días malos. A esto se le llama profesionalidad.
• Pues bien, creo que esta profesionalidad también debería ser aplicable a los docentes. En muchas
ocasiones nos dejamos llevar por nuestros problemas personales y los trasladamos a nuestras
sesiones lectivas.
• Tenemos poca paciencia, nos sentimos irritados, gritamos por cualquier nimiedad, expulsamos a
alumnos de forma arbitraria
• Ser profesional bajo cualquier circunstancia es la mejor forma de dignificar nuestro trabajo.
9. Enseñar sin educar. Los docentes suelen cometer el error de pensar que su
profesión consiste en la transmisión pasiva de conocimientos, en la transmisión
unidireccional de contenidos a través de lo que podríamos llamar una clase
magistral.
Creo que este enfoque es erróneo. Y es erróneo porque un docente es mucho más
que un mero transmisor de conocimientos. Un docente es aquel que además de
enseñar es capaz de invertir, repito, invertir, todo el tiempo que haga falta en
educar a sus alumnos, en transmitirles valores como el de la solidaridad y la
cooperación.
10. Mezclar lo profesional con lo privado. Redes sociales. En la sociedad actual
la privacidad se está convirtiendo en un lujo. El ámbito privado de los docentes es
algo que deben tener muy en cuenta, porque un mal uso de su privacidad puede
afectarlos muy negativamente.
Bullying.
Los 3 aspectos fundamentales para crear un entorno escolar
seguro y libre de violencia
• Las escuelas y centros educativos deben formar a sus estudiantes con el objetivo de ofrecer
conocimiento, valores e información académica que les sirva en su vida futura. Sin embargo,
su labor debe ir más allá para lograr que sus alumnos no sean solamente grandes
estudiantes, si no que además, se conviertan en mejores ciudadanos. La mejor forma de
lograr un crecimiento integral comienza por ofrecer a los estudiantes un entorno escolar
seguro.
• ¿Pero qué es un entorno escolar seguro?
• Un entorno escolar seguro es ofrecer a todos quienes conviven en las instalaciones
escolares, pero sobre todo a los estudiantes, la tranquilidad de saber que prácticamente no
corren ningún tipo de peligro mientras estén ahí. Desde seguridad ante posibles delitos,
accidentes, fenómenos naturales y de salud, hasta protección ante conflictos entre los
propios estudiantes como violencia y acoso escolar.
1.- Crear un entorno seguro y comprensivo
• Las escuelas deben propiciar un ambiente apto para motivar la inclusión y el respeto entre
todos, a través de recompensas (tales como menciones especiales ante sus compañeros,
entrega de reconocimientos y/o premios simbólicos) a estudiantes que muestren
consideración y respeto a sus semejantes en la escuela.
• De igual forma las autoridades escolares deberán controlar los "lugares de mayor incidencia" del acoso y/o
violencia a través de la ayuda de personal capacitado (Desde personal docente hasta choferes, conserjes,
personal de cafetería, biblioteca, etc.) para detectar y atender posibles casos en cualquier zona del centro
escolar de forma oportuna y cabal.
• Marcar una pauta clara y estricta de respeto en el aula, con el objetivo de controlar la conducta del alumno
en el sitio donde habrá de estar realizando la mayoría de sus actividades. Si existe control en éste lugar,
eliminamos probabilidades de la existencia de bullying en muchos otros.
• 2. Controlar el aula a manera de prevención

• Los maestros pueden empezar por crear los estatutos que deben seguir los alumnos mientras estén en el
salón de clases, para motivar relaciones positivas y orden mientras conviven. Se puede comenzar por crear el
reglamento básico, acompañado de reglas específicas creadas en conjunto con los estudiantes, dando
prioridad siempre a fomentar términos positivos y no a castigar los negativos.
• Si el reglamento lo siguen de forma exacta, en primera instancia los docentes y demás adultos, para
convertirse en ejemplos vivos de esta disciplina, será más fácil aclarar lo que se espera de todos al seguirlas
y tendrá más impacto el recompensar y destacar las buenas conductas. Es importante que los alumnos
reciban en más ocasiones felicitaciones y/o recompensas por actitudes positivas que criticas y sanciones por
las negativas.
• Los comentarios ante las actitudes negativas pueden hacerse de forma personalizada sin exhibir a los
infractores de manera pública, ayudándoles a comprender que esa mala acción tendrá una consecuencia,
misma que a nadie gustaría implementar pero que, por así acordarse de forma conjunta en un principio, se
tendrá que cumplir.
• 3. Foros internos en clase
• Generar reuniones a manera de foros internos en clase en donde los alumnos puedan expresarse,
priorizando el respeto y el espíritu de mejoría, para conocer sus preocupaciones y sus conflictos.
• En dichos foros el maestro será el encargado de abrir los temas específicos a través de menciones
a actitudes positivas (de forma personalizada) y de ejemplos de posibles conflictos, (Sin
mencionar nombres ni generar acusaciones) pero preguntando a todos lo que cada quién hizo (o
pudo haber hecho ante el suceso), o podría hacer diferente.
• El objetivo es conocer la opinión de todos, las propuestas para lograr soluciones y sobre todo,
descubrir... ¿Qué es lo que ellos esperan de sus compañeros y de las autoridades escolares? para
ayudarlos a solucionar los sucesos negativos. El protagonismo debe ser de ellos, pero con la
supervisión y el apoyo del docente.
• La sesión debe terminar con la idea en común de que tanto estudiantes como adultos comparten
la responsabilidad de lograr el entorno escolar seguro, que la comunicación entre ambos debe
existir y darse a través de la confianza mutua y que si una de las dos partes falla, no se conseguirá
el objetivo.
• Es importante dar seguimiento a casos necesarios para evitar consecuencias graves. La
observación de las conductas de todos los estudiantes y la comunicación no verbal de cada uno,
puede enviar mensajes claros y contundentes a los docentes sobre posibles casos de acoso y/o
violencia, mismos que al detectarse, podrán ser atendidos con oportunidad

You might also like