You are on page 1of 21

z

cesaropapismo
z z

 En el año 476 de la era cristiana, Odoacro,


jefe germánico de los conquistadores
bárbaros, depuso al emperador romano de
Occidente. El acontecimiento marcó el fin de
una época en la Europa occidental. Por otro
lado en Oriente, el imperio seguía viéndose
agitado por la presión bárbara.

 Desde la nueva gran capital que


Costantino había construído en el Bósforo,
«Constantinopla, la nueva Roma», sus
herederos y sucesores gobernaron un
imperio que se extendía desde el Danubio a
Assuan y de la costa de Dalmacia a las
montañas de Armenia. El último de ellos,
con su herencia un tanto disminuida por las
guerras que tuvieron lugar a lo largo de los
siglos, murió defendiendo la ciudad contra
los turcos otomanos en 1453.
z

La civilización bizantina tenía tres raíces: en Roma, en Grecia y en el


Próximo Oriente. Pero los bizantinos no fueron simples receptores
pasivos de las influencias del pasado. Continuaron las tradiciones e ideas
del imperio romano, de la Grecia helenística y de los mundos semítico e
iraní, parcialmente helenizados, pero elaboraron su propia síntesis.
Crearon una estructura de ideas sobre Dios y el hombre, gobernantes y
gobernados, la naturaleza y el arte, más resistente y duradera que
ninguna otra en el mundo entonces conocido.

El imperio bizantino era un estado centralizado en un mundo medieval de


poderes fragmentados y locales. Heredó del imperio romano de
Diocleciano y sus sucesores una estructura integrada por provincias y
departamentos de estado, un sistema legal común, una compleja
maquinaria de recaudación de impuestos en moneda y en especie y una
burocracia culta y profesional.
z
El emperador y el patriarca. Cesaropapismo.

El emperador era un autócrata que no tenía que responder de sus actos


ante nadie, como un monarca helenístico.

Pero era un gobernante cristiano de un país cristiano. El cristianismo


bizantino había absorbido la visión jerárquica del universo propugnada
por la filosofía griega del último período. El emperador era el
representante de Cristo en la Tierra, el mediador entre Dios y su pueblo,
y su persona y todos sus actos tenían un carácter sagrado.

Junto a él se alzaba el patriarca, jefe de la Iglesia Ortodoxa, cuyas


diócesis tenían una estructura coincidente con las divisiones
administrativas del Imperio. A los historiadores acostumbrados a los
conflictos entre el papado y el imperio en el Occidente medieval les
parecía que la Iglesia no era más que un departamento del estado de
Bizancio.
z z

Las tesis de las dos espadas, el


poder terrenal y el religioso,
encarnados por el Emperador y el
Papa respectivamente, gobernó la
teoría política medieval durante mucho
tiempo. Sus orígenes tardorromanos y
bizantinos son muy reseñables sobre
todo en la época del gran Justiniano,
cuando se produce, bajo los auspicios
de una consigna ideológica –la
restauratio imperii– la reconquista de
parte del perdido occidente del imperio:
el África vándala y parte de las
penínsulas itálica y vándala de los
godos.
z z

Hay que decir que la ideología política


justinianea se caracterizó por
un estrechamiento de la unión entre
poder y religión, personificado en la
actuación del emperador, que asumió
prerrogativas sobre la esfera eclesiástica.
Justiniano trató de procurarse un cierto
dominio sobre el poder de la iglesia, que
ya se había afianzado como autoridad con
influencia política. El “cesaropapismo”,
un término acuñado por la sociología
política y de la religión de Max Weber en
su obra Economía y sociedad hace
referencia a la subordinación de los
eclesiásticos al poder secular, cuando
el líder político ejerce también la autoridad
en materia religiosa.
z

En el caso del Imperio de Oriente, diversos estudiosos, como


Dagron o Meyendorff, han discutido la aplicabilidad de este
concepto weberiano, que parece claro en época de Justiniano,
aunque se desdibuja posteriormente. Este ideario político hacía
depositario al emperador de Oriente de dos herencias simbólicas:
por un lado estaba la idea imperial de la sucesión de los grandes
emperadores romanos; por otro, la idea de la ortodoxia cristiana,
con el emperador como guardián de la fe verdadera no solo frente
a las abundantes herejías que se habían producido en el seno del
cristianismo, sino también ante el recalcitrante paganismo. El mito
político del dominio simbólico sobre las dos esferas del poder
comenzaba entonces: Justiniano fue de los que pudo prevalecer en
ambas.
z z

La iglesia bizantina nunca tuvo que operar en un


vacío de poder, como el papado a principios de la
Edad Media. La Iglesia y el Imperio cristianos eran
dos caras de la misma moneda. El patriarca era el
responsable de la pureza de la fe y de la oración y la
liturgia, que aseguraban la protección divina. El
emperador se ocupaba de los asuntos de este
mundo, entre los que se incluía el de comprobar si
sus súbditos se adherían a la fe proclamada por el
patriarca.

Los monjes, cuyos incontables monasterios, velaban


por el patriarca y el emperador. El prestigio del
hombre santo, que renunciaba al mundo y a sus
obras en cambio de la comunión directa con Dios,
era inmenso en Bizancio.

En ellos, más que en la iglesia secular, buscaban los


hombres orientación moral, seguridad emocional y,
en ocasiones, una protesta efectiva. Tuvieron un
importante papel en las complejas relaciones entre la
Iglesia y el Estado
z
El Surgimiento del Islam
-
El Islam es una religión fundada en el
siglo 7 dC por Mahoma, un comerciante
árabe de la ciudad de La Meca. En los
siglos previos al nacimiento de Mahoma,
el cristianismo se convirtió en la fe
dominante del Mediterráneo y su mensaje
se extendía rápidamente a otras regiones
del mundo a través de las rutas
comerciales más importantes de la época.
La Meca era una ciudad importante a lo
largo de estas rutas comerciales,
desempeñando un papel importante en el
flujo de productos e ideas entre los
sistemas de comercio del Mediterráneo y
del Océano Índico. Por lo tanto, no
debería ser una sorpresa que el Islam fue
fuertemente influenciado por las
tradiciones del cristianismo y el judaísmo.
z
En 613 dC, Mahoma comenzó a declarar abiertamente que
estaba recibiendo mensajes de Dios, y que él era un profeta en
la misma línea de los profetas como Jesús y Moisés. Al
principio, los árabes paganos eran tolerantes e incluso curiosos
de este nuevo "profeta", tenían un interés genuino en las
creencias monoteístas de los judios y los cristianos y estaban
dispuestos a dar cabida a otro sistema de creencias religiosas
en su sociedad. No fue hasta que Mahoma comenzó a insultar
a los dioses paganos tradicionales e insistiendo en que los
árabes paganos y sus antepasados se quemarán en el infierno
por la eternidad para adorar a dioses falsos que los paganos
comenzaron a considerar a Mahoma y sus seguidores con
desdén. os árabes paganos pusieron un embargo comercial
sobre los musulmanes, se burlaban de Mahoma en público, y
algunos de los esclavos que habían comenzado a seguir a
Mahoma fueron golpeados por sus maestros paganos. Para
escapar esta persecución, Mahoma y sus seguidores huyeron
de la Meca a la Medina en el año 622 dC, y allí fueron recibidos
por las tribus locales paganos y judíos.
Desde su nueva base en Medina, Mahoma envió a sus seguidores a atacar las
z caravanas de mercaderes de los árabes paganos. Como respuesta, los paganos
comenzaron a cuidar sus caravanas con soldados armados. En 624 dC los
musulmanes atacaron y derrotaron a una caravana de mercaderes fuertemente
custodiada y capturaron muchos de los paganos, este incidente se conoce como la
Batalla de Badr y fue la primera batalla importante en la conquista musulmana de
Arabia. En los próximos años, Mahoma extendió su control territorial sobre el área al
norte de Medina y hizo la guerra con un número de tribus árabes tanto paganas como
judías. En el año 630 dC, Mahoma conquistó su ciudad natal, La Meca y en los
próximos dos años, envió a sus ejércitos por toda Arabia Oriental a conquistar el resto
de las tribus paganas. Mahoma demolió los templos paganos de sus enemigos
derrotados y en los últimos años de su vida, se negó a aceptar su rendición hasta que
se acordaron a convertirse a su nueva religión.
z
Sin embargo, la expansión del Islam fue asombrosa. En sólo
100 años después de la muerte de Mahoma, el Islam había
expandido por la fuerza de armas, fuera de Arabia y conquistó
al oeste hasta España y al este hasta Afganistán. El Califato
islámico se había convertido en el imperio más grande que el
mundo aún no conocido, controlando unos de los centros más
importantes de la civilización. De los 5 patriarcados cristianos
(los 5 grandes centros urbanos del cristianismo en los siglos 6
a 7 dC), 3 de ellos cayeron bajo el dominio islámico (Jerusalén,
Alejandría y Antioquía), sólo Roma y Constantinopla se
quedaron bajo el dominio cristiano. Desde este momento, gran
parte de la historia del Mediterráneo se caracterizó por las
luchas entre las religiones cristiana e islámica, los cristianos
controlando el lado norte del Mediterráneo y los musulmanes
el lado sur. Los campos de batalla serían España, Jerusalén,
Constantinopla, y las islas atrapados en el medio.
z
Es tentador comparar la propagación asombrosa del Islam con la del
cristianismo. Ambas religiones comenzaron con las enseñanzas humildes de
un solo hombre y crecieron casi milagrosamente en apenas unos pocos siglos.
Sin embargo, el método de la propagación de las dos religiones no podría
haber sido más diferente. Durante sus primeros tres siglos, el cristianismo se
había extendido por la conversión pacífica, luego, una vez que fue adoptado
como la religión oficial del Imperio Romano en el siglo IV dC, los cristianos
tenían el poder suficiente para intimidar a los pueblos de otras religiones y los
obligaban a convertirse. Los seguidores del Islam en cambio utilizaron la
fuerza para convertir a los no creyentes desde el comienzo de su historia,
incluso durante la vida del mismo Mahoma. Ciudades fueron conquistadas, y el
Islam se estableció como la religión oficial, si los habitantes los quisieran o no.
Cristianos y judíos fueron tratados un poco mejor que los seguidores de otras
religiones ya que los musulmanes les consideraron religiones abrahámicas y
se toleraban mientras que pagaran la Dhimmah, un impuesto especial que
obligaron a los judíos y los cristianos pagar al estado islámico para obtener el
derecho de practicar su religión
z

La evangelización de los pueblos germanos y


eslavos a partir del siglo VII

Bonifacio nació hacia el año 680, en el territorio de


Wessex (Inglaterra). Su verdadero nombre era Winfrido.
Ordenado sacerdote, en el año 716 con dos compañeros
se encaminó a En 716 fracasa al intentar convertir a los
sajones. Vuelve a Inglaterra. No acepta ser abad. Va a
Roma donde recibe el encargo de cristianizar a los
pueblos al este del Rhin. El Sumo Pontífice lo escuchó
complacido y, en el momento de otorgarle la bendición,
le dijo: "Soldado de Cristo, te llamarás Bonifacio". Este
nombre significa "bienhechor".
z

Como Radbodo, rey de los frisios, acababa de morir, intenta cristianizarlos durante tres años con
Wilibrordo. Va a Turingia. En 722 es consagrado obispo, prestando un juramento de fidelidad al
papa. Recibe la facultad de consagrar obispos.

Mejoró mucho la iglesia franca (concilios, leyes, obediencia al Papa). En 745 crea la sede
metropolitana de Colonia. En 751 corona a Pipino rey de los francos, por mandato del papa
Zacarías.

El anciano predicador había llegado a los ochenta años. Deseaba regresar a Frisia (la actual
Holanda). Tenía noticias de que los convertidos habían apostatado. Cincuenta y dos compañeros
fueron con él. Atravesaron muchos canales, hasta penetrar en el corazón del territorio. Al
desembarcar cerca de Dochum, miles de habitantes de Frisia fueron bautizados. El día de
pentecostés debían recibir el sacramento de la confirmación. Bonifacio se encontraba leyendo,
cuando escuchó el rumor de gente que se acercaba. Salió de su tienda creyendo que serían los
recién convertidos, pero lo que vio fue una turba armada con evidente determinación de matarlo. Los
misioneros fueron atacados con lanzas y espadas. "Dios salvará nuestras almas", grito Bonifacio.
Uno de los malhechores se arrojó sobre el anciano arzobispo, quien levantó maquinalmente el libro
del evangelio que llevaba en la mano, para protegerse. La espada partió el libro y la cabeza del
misionero. Era el 5 de junio del año 754. El sepulcro de san Bonifacio se halla en Fulda, en el
monasterio que él fundó.

You might also like