La mansedumbre es importante en tres áreas: hacia las circunstancias fuera de nuestro control, hacia otros seres humanos con los que interactuamos, y hacia Dios y su voluntad. Ser manso trae paz interior y relaciones positivas con los demás.
La mansedumbre es importante en tres áreas: hacia las circunstancias fuera de nuestro control, hacia otros seres humanos con los que interactuamos, y hacia Dios y su voluntad. Ser manso trae paz interior y relaciones positivas con los demás.
La mansedumbre es importante en tres áreas: hacia las circunstancias fuera de nuestro control, hacia otros seres humanos con los que interactuamos, y hacia Dios y su voluntad. Ser manso trae paz interior y relaciones positivas con los demás.