Friburgo, Munich. Se doctoró en 1972 y ya en 1992 accedió a hacer la cátedra de Sociología en una Universidad en Munich. Dirige el centro de investigación sobre la modernización en Alemania, además de pertenecer a muchas comisiones relacionadas con temas de interés sociológico en general. V Oeck es un autor que junto a Giddens defiende un espacio para la sociología reflexiva y así poder analizar de manera crítica el tiempo presente. V Desde su análisis, se acerca a los problemas de la sociedad actual, que no son los mismos que analizaba la sociología de las sociedades precedentes. V Se encuentra con la complejidad de las relaciones, la desregulación absoluta, la prevalencia del poder y decisión de las corporaciones, la inhibición de los poderes políticos, una fuente de incertidumbre, inseguridad y riesgos. V sta asume una carga de riesgo, en su propia identidad que encierra una grave contradicción: el peligro de supervivencia de la especie. V La rentabilidad del sistema corre el riesgo de la incertidumbre: no parte de la seguridad y de un escenario sostenible en términos ecológicos, sino que conoce que existen márgenes de peligrosidad para la especie, cuya cobertura es prioritaria, sólo en base a la obtención de beneficios. V Si antes la sociedad se caracterizaba por el progreso y la controlabilidad, el pleno empleo y la explotación de la naturaleza, ahora han quedado socavadas esas características por 5 procesos interrelacionados: - Globalización - Individualización - Revolución de Géneros - Subempleo - Riesgos Globales V þsta segunda modernidad debe enfrentarse a los nuevos retos. V Por una parte observamos el desarrollo de las sociedades multireligiosas, multiétnicas, multiculturales, la multiplicación de las soberanías, etc. Pero, por otra parte se observa la extensión del trabajo, la desregulación legal de grandes sectores de la economía y de las relaciones laborales, la pérdida de la legitimidad del estado, etc. V þstos son los aspectos que implican que una sociedad del riesgo global requiera de un nuevo marco de referencia para poder entender la dinámica y las contradicciones de esta segunda modernidad. V þs el enfoque moderno de la previsión y control de las consecuencias futuras de la acción humana, las diversas consecuencias no deseadas de la modernización radicalizada. þs un intento de colonizar el futuro. V þl concepto de riesgo y de sociedad de riesgo combina lo que antes puedo ser excluyente; sociedad y naturaleza, ciencias sociales y ciencias de la materia, construcción discursiva del riesgo y materialidad de amenazas. V Los riesgos se han convertido en una de las principales fuerzas de motivación política y han sustituido a otros temas de interés, como las desigualdades asociadas a la raza, a las clases o al género. V Por eso es que el concepto de globalidad del riesgo no significa una igualdad global del riesgo, por lo que hay una primera ley que ejemplificaría lo anterior en referencia a los riesgos medioambientales y es que: c
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V þn cuanto al riesgo financiero global en una sociedad del riesgo global, existen interrelaciones entre dos conflictos como son la distribución de bienes y de males. þstá dándose un colapso en la institución estado-nación, frente a lo que surgen opciones de proteccionismo nacional, y regional, así como instituciones transnacionales y la democratización. V La existencia de problemas ecológicos y tecnológicos del riesgo y las implicancias sociológicas y políticas. V þn efecto, según el autor, vivimos en una era de riesgo que es global, individualista y más moral de lo que suponemos. Pero esto último referido a la ética de la autorrealización y del logro individual que es la corriente más poderosa de la sociedad occidental moderna. þlegir, decidir y configurar individuos que aspiran a ser autores de su vida y creadores de su identidad, son las principales características de nuestros tiempos. V Los tópicos que dominan los debates en la actualidad dicen relación con la disolución de la solidaridad, la decadencia de los valores, por lo que vemos que lamentablemente la sociedad moderna vive de recursos morales que es incapaz de renovar« V Por otra parte y respecto de lo que significaba y significa hoy la libertad política, también hay muchos cambios. V þn la primera modernidad, el problema de quienes tenían o no derecho a la libertad se resolvía recurriendo a aspectos como la naturaleza, el género y la etnicidad, por ejemplo, y en base a esas diferencias todo se zanjaba desde allí. V þn la segunda modernidad, la declaración de libertad es un hecho y desde allí comienza a desafiarse la base de la vida cotidiana, así como también, la base de la política global. Siendo hijos, por tanto, de la libertad, las condiciones de vida en que la democracia está radicalizada, los parámetros que antiguamente nos servían para resolver algún tema específico, ya están obsoletos. V Cada vez aumenta más el número de seres humanos que son sustituidos por tecnologías inteligentes, por lo que el creciente desempleo no puede atribuirse a crisis económicas, sino a lo exitoso que ha resultado el capitalismo tecnológicamente avanzado. Por consiguiente, mientras más se desregulan y flexibilizan las relaciones laborales, más rápido se convierte la sociedad del trabajo en una sociedad del riesgo. V sta implica el debilitamiento de las estructuras estatales, de la autonomía y del poder del estado. V La idea de una ´responsabilidad globalµ implica como mínimo la posibilidad de un nuevo u c occidental: imponer los derechos humanos en todo el mundo. V Si resultan exitosas las políticas a nivel global, es más probable que surja una ´·fachada cosmopolitaµ para que se legitime la intervención militar occidental. Así, ocurre que la subordinación de los estados débiles a las instituciones de la ´gobernación globalµ sea, en realidad, el espacio para estrategias y poder disfrazarlas de intervención humanitaria. V La idea de esto es que existe una nueva dialéctica de cuestiones globales y locales que no tienen cabida en la política nacional. Por lo tanto, sólo se pueden debatir y resolver adecuadamente en un marco transnacional, para lo cual se tiene que dar lugar a la fundación de partidos cosmopolitas. þstos representan a los intereses transnacionales de forma transnacional, pero también funcionan dentro de los ámbitos de la política nacional. V Compartir riesgos o la ´socialización del riesgoµ, en opinión del autor, puede convertirse en una poderosa base de comunidad, una base que tiene aspectos territoriales y no territoriales. Hasta ahora, el riesgo se ha contemplado como un fenómeno puramente negativo que hay que evitar o minimizar. Sin embargo, también pueden considerarse algunos de los fenómenos como positivos, cuando implica el hecho de compartir riesgos sin fronteras; así es como las comunidades posnacionales pueden construirse y reconstruirse como comunidades de riesgo. þl compartir riesgos, implica asumir responsabilidades, a su vez, implica convenciones y fronteras en torno a una comunidad de riesgo que comparte la carga. V þn nuestro mundo de alta tecnología muchas comunidades de riesgo son comunidades potencialmente políticas en un nuevo sentido: de que tienen que vivir con los riesgos que otros aceptan. þxiste una estructura básica de poder dentro de la sociedad mundial del riesgo, que divide a quienes producen y se benefician de los riesgos y a los muchos que se ven afectados por esos mismos riesgos. V Según Oeck, la sociedad actual se encuentra todo el tiempo en la constante de estar sometida a fuertes riesgos, a procesos de individualización, o al hecho de estar sujetos al comportamiento en la vida social y en la modernización, como escenario de las representaciones que significan los cambios. V Se habla hoy de seguridad, de procesos preventivos y de control, pero las noticias nos refieren a catástrofes ecológicas, crisis financieras, terrorismo y guerras. V Así, el autor distingue la primera modernización que discurre a lo largo de la industrialización y de la creación de una sociedad de masas, de la segunda modernización que es propia de una sociedad dependiente de la globalización y de los cambios tecnológicos. V Si en la era industrial, el núcleo era la familia como célula social, cultural y laboral, además de la estructura de la socialización primaria, hoy vemos que ese núcleo está roto, porque las sociedades con sus valores puestos en el mercado, empujan hacia la individualización de las estructuras y donde la incertidumbre del individuo recae sobre esta sociedad del riesgo; trabajo precario, inestabilidad de las uniones matrimoniales, dificultad para identificar los valores, desarraigo, crisis individual, escepticismo, entre otras características. V La individualización produce un efecto esterilizador frente a todo aquello que antes para las personas significaba mostrar su dimensión cívica, hay crisis en los sindicatos, en los partidos, y en todo aquello que representaba públicamente a los ciudadanos. V La idea de Oeck, a la luz de Giddens dice relación con adaptar las normas actuales a la realidad social y a las necesidades del momento que se vive. V Serían nuevos pactos sociales que tiendan a contrarrestar el excesivo paso del mercado y sus efectos, para poder aminorar los riesgos y así, ampliar el perímetro social y cultural del individuo. V Si la sociedad actual se define por los procesos de globalización, el autor se refiere a los vectores locales y globales, en donde la necesidad de una cooperación supranacional sea el instrumento de refuerzo del desarrollo y de la estabilidad social. V Frente a los valores del viejo þstado nacional fuerte y jerarquizado, describe el þstado Cosmopolita, autónomo, pero abierto a la cooperación y a una cohesión internacional, que manteniendo la diversidad, sea capaz de amortiguar las tensiones que producen las diferencias.